Capítulo 5: Volvamos a casa

Tras llegar por fin al club, Giyuu depositó con cuidado el cuerpo inconsciente de Nezuko en el suelo, una vez que la chica estuvo ahí, Tanjiro se quitó su chaqueta y la usó para cubrir el lastimado cuerpo de su hermana.

- ¿Estás bien?

- ¿Eh? - Tanjiro se confundió por la pregunta.

- Antes no estabas bien.

- Ahora sí - le dedicó una sonrisa – Hay que ayudar a Rui para que no haga daño a más personas. Inosuke, pásame mi mochila.

Haciendo caso al líder del club, Inosuke le pasó la mochila de la cual sacó el cuaderno perteneciente a T. Y.

- Según lo que sabemos por el cuaderno, el demonio se alimenta de un sentimiento del recipiente, necesitamos saber de qué se está alimentando exactamente.

- ¿Cómo quieres que sepamos eso? - se cuestionó Genya – Nosotros no conocemos a ese chico.

- Nezuko me dijo que los padres de Rui se estaban divorciando, puede que se sienta solo, abandonado, culpable o...

- Puede que simplemente se sienta triste - aportó Zenitsu llamando la atención de Tanjiro - Es solo una idea.

- ¿Para qué necesitas saber eso? - preguntó Giyuu.

- Tenemos que acabar con ese sentimiento.

Genya, Inosuke, Zenitsu y Giyuu se miraron entre ellos, sonaba muy sencillo si salía de la boca de Tanjiro pero ¿cómo pensaba hacer eso?

- ¿Y ya? ¿Cómo hacemos eso?

- Mmm...

- ¡AH! ¡YA LO SÉ! ¡YA LO SÉ! - Inosuke agitó las manos - ¡Tengo un plan!

Genya y Zenitsu negaron con la cabeza, si era un plan de Inosuke eso significaba que no iba a ser bueno.

- Creo que sé cómo - por fin una idea apareció por la mente de Tanjiro – Pero me temo que no es suficiente. Necesitamos también algo que haya estado en contacto con Rui.

- Pero él no llevaba nada entre sus manos - protestó Zenitsu.

- Bueno, no es problema, haremos que toque un objeto y luego se lo quitaremos.

- Deja de hablar como si fuera todo tan sencillo - suspiró Giyuu.

- Es que de todas formas tenemos que hacer contacto con él.

- ¡¿Pero no has visto lo que le ha hecho a tu hermana?! - Genya señaló a Nezuko - ¿Cómo quieres que nos acerquemos a él?

- Algo se nos ocurrirá.

- ¡Gonpachiro! ¡Mi plan, mi plan! ¡Yo tengo un plan! ¡Lo que tenemos que hacer es...!

- ¿Para qué necesitas algo que haya estado en contacto con Rui? - Giyuu interrumpió al chico enfadándole.

- ¡OYE!

- Himejima-senpai me dijo que ahí es dónde debemos encerrar al demonio. Cuando debilitemos el sentimiento del que se alimenta el demonio, le obligaremos a salir del cuerpo de Rui.

- Ósea, el plan es acercarse a él, hacer que toque un objeto, hacer que se sienta menos solo, triste o lo que sea y luego quitarle el objeto para encerrar al demonio dentro. ¡¿CÓMO MIERDA PIENSAS HACER ESO?!

- ¡¡YOOOOO!! - Inosuke volvió a intentar llamar la atención de los demás.

- Necesito que nos acerquemos a él - Tanjiro sacó su brújula y miró la dirección a la que apuntaba - Todavía está aquí, no sé cuánto puede durar la fase de posesión, pero cuanto antes actuemos mejor.

- ¿Y mi idea? - Inosuke se señaló, pero los demás le ignoraron para salir por la puerta - ¡Hey! ¡Gonpachiro! - salió detrás de los demás, pero se encontró con Tanjiro volviendo al club - ¡Oye!

- Nezuko - Tanjiro cerró la puerta del club con llave – Te llevaré a casa, lo prometo.

- ¿No vas a escuchar mi plan entonces? - se sorprendió al ver que Tanjiro volvía a ignorarle para volver a correr - ¡Gonpachiro, escucha a tu dios!

Cuando los miembros del club dejaron de ser visibles por el pasillo, un chico alto y rubio hizo su aparición tapando su boca con un abanico de color dorado.

- Buena suerte, Tanjiro-chan - cerró el abanico que tapaba su boca para dejar a la vista su sonrisa adornada por dos largos colmillos – La vas a necesitar. 

Los ojos de Rui se abrieron con pesadez, lo primero con lo que se encontró fue con una superficie de madera que reconoció en seguida como la mesa de un aula. Al mirar alrededor lo pudo confirmar, estaba en un aula vacía. Parece que se quedó dormido entre los brazos de Muzan pero el misterioso chico ya no estaba ahí.

Todavía se preguntaba si había sido un sueño, pero su nuevo aspecto hacía desaparecer sus dudas. ¿Qué iba a pasar ahora con él? ¿Volvería a casa? No quería hacerlo, pero por otro lado quería ver, aunque fuera una última vez, el rostro de sus padres.

- Mamá...

No te quiere.

- ¿Eh? - los ojos de Rui se abrieron como platos, esa no era la voz de Muzan, era una voz mucho más conocida.

Era su propia voz.

Si te quisiera pensaría en tu felicidad, ¿qué importa la suya? Los padres deben tener como prioridad la felicidad de sus hijos. Si es tan egoísta y sobrepone su felicidad a la tuya... ¿de verdad es tu madre?

- Cá... cállate...

La odio, odio a Nezuko. ¿Qué consigue hablándome? Tiene una familia que la quiere. ¿Cree que puede entendernos? La odio, la odio, la odio.

- ¡Cállate!

Se lo merece, no me arrepiento de lo que he hecho. Quiero una nueva familia, una que de verdad me quiera.

- N-no...

Si una familia unida por vínculos de sangre no se ha mantenido unida... la uniré mediante hilos.

- Ah...

Cada miembro de la familia tiene su papel, si no lo cumplen, ¿por qué motivo viven entonces?

Rui se levantó de golpe agarrando su cabeza.

- ¡Muzan, ayúdame! ¡Muzan, haz que se calle!

¿Haz que se calle? ¿No te das cuenta de que soy tú?

- ¡NO! ¡NO LO ERES! ¡CÁLLATE! - Rui golpeó con fuerza la mesa pero cuando levantó sus manos se encontró con las puntas de sus dedos unidas al mueble mediante hilos.

Intentó zafarse de la unión moviendo sus manos hacia los lados pero la unión no se rompía. No era la primera vez que los hilos aparecían en las puntas de sus dedos pero las otras veces había podido deshacerse de ellos fácilmente. Sin embargo, los hilos de ahora parecían distintos a los de antes, parecían más duros y resistentes y dudaba que pudiera cortarlos.

- Mu... - abrió la boca para pedir ayuda al chico pero rápidamente desechó la idea y tiró de los hilos con fuerza haciendo que la mesa saliera volando por los aires hasta que chocó con una de las paredes y acabó destrozada.

Rui juntó los dedos de ambas manos, ahora los hilos unían sus dedos. Levantando sus manos ahora unidas, pudo ver como la luz de la luna reflejaba ahora este tejido tan extraño. Parecían hilos fuertes, puede que sí pudieran unir cualquier cosa a la fuerza.

En los pasillos de la escuela, Tanjiro guio a los demás hacia el laboratorio de biología. Nada más entrar, el pelirrojo empezó a buscar algo bajo la atenta mirada de los demás.

- Oye – Genya le llamó - ¿Qué haces?

- ¿Buscas la heterosexualidad de Genta?

- No creo encontrar eso.

- ¡Cállate! ¡Me gustan las...!

- ¡Aquí! - Tanjiro sacó de uno de los muebles del laboratorio una araña falsa – Encerraremos al demonio aquí.

- ¿Quieres encerrarle en una araña falsa porque el demonio crea "telarañas"? Eres bastante simple - criticó Giyuu haciendo que Tanjiro se avergonzara por eso.

- El objeto en realidad no importa, solamente necesito que lo toque.

Tras guardarse la falsa araña en el bolsillo, los chicos salieron del laboratorio para seguir las indicaciones de la brújula hacia donde se debía encontrar Rui.

- Tanjiro, todavía no nos has dicho que planeas hacer - habló Zenitsu algo preocupado.

- Hablaré con él.

- ¿Y ya? Dime por favor que no estás hablando en serio.

- ¡Yo todavía tengo un plan increíble! ¿Por qué nadie me hace caso?

- Oye – Giyuu agarró del brazo a Tanjiro obligando a que parara – Entiendo que quieras sacar a tu hermana cuanto antes de aquí, pero actuar apresuradamente no va a arreglar nada.

- No actúo apresuradamente, tengo un plan y...

La mirada de Giyuu, que estaba fija en el cuerpo del chico pelirrojo, se vio atraída por un extraño brillo blanco proveniente del oscuro pasillo detrás de él.

- ¡Agáchate! - Giyuu tiró con fuerza de Tanjiro pegándole a su cuerpo, cayendo ambos al suelo.

Tanjiro abrió sus ojos tras el repentino acto viendo ahora como por encima de ellos había pasado un hilo blanco que se unía ahora a la pared del fondo. Puede que si Giyuu no lo hubiera tirado al suelo, ese hilo los hubiera atravesado.

- ¿Todavía estáis aquí? - Rui apareció de entre las sombras del pasillo – Iros u os colgaré como he hecho con Nezuko.

- No, no me voy a ir.

- ¿Mm? - Rui le miró de arriba abajo – Tienes una familia muy cariñosa y en vez de estar con ellos, estás perdiendo el tiempo aquí. ¿Cuál es tu problema? - tiró con fuerza del hilo que estaba enganchado en la pared del final del pasillo haciendo que varios escombros de desprendieran de ella.

- Por favor – se levantó del suelo y caminó hacia él - Puedo ayudarte.

- Esta es la última oportunidad que te doy para huir de aquí - los dedos de Rui, que tenían hilos colgando de ellos, se levantaron hacia la dirección en la que estaba Tanjiro, haciendo que fuera otra vez Giyuu el que le apartara de la trayectoria de los hilos.

- Vámonos - Giyuu intentó tirar del cuerpo de Tanjiro pero este no quería.

- ¡Senpai, déjame!

- ¿Eres incapaz de pensar un solo segundo con la cabeza?

- ¡Si me sigues tirando al suelo no voy a conseguir nada!

Las manos de Rui se volvieron a preparar para atacar solo que esta vez a ambas direcciones del pasillo, los chicos evitaron los hilos volviendo a tirarse al suelo logrando que los hilos chocaran en un lado con la pared del pasillo y en el otro con las ventanas, rompiendo más de una en el proceso y causando más de una grieta en la pared.

- Wao – Inosuke miró sorprendido el destrozo de la pared – Gonpachiro, creo que es un buen momento para usar mi plan.

- Inosuke, ahora no debe... ¡AH! - se vio sorprendido por como Giyuu volvía a tirar de él para alejarse de Rui.

- ¡Vámonos!

- ¡Senpai!

Giyuu acabó arrastrando a Tanjiro y a los demás lo suficientemente lejos de Rui consiguiendo un enfado notorio en el pelirrojo.

- ¡Tomioka-senpai! ¡¿Qué haces?!

- ¡Usa la maldita cabeza una sola vez en la vida! ¡¿Hasta qué punto llega tu estupidez?!

- ¡...! - Tanjiro se sorprendió por lo dicho por el chico de ojos azules – Yo... ¡Y si tan listo te crees! ¡¿Qué hay que hacer según tú?!

- ¡Inmovilizarle! ¡Hasta un estúpido se daría cuenta de eso! Mierda, ¿no lo has visto? Ataca con las manos, si inmovilizamos sus manos no podrá atacarnos.

- Podríamos usar algo menos violento - comentó Zenitsu en voz baja.

- ¿El qué? - le preguntó Giyuu.

- ¡Solo déjame hablar con él!

- ¡Él no quiere hablar! ¡¿No has visto lo que les ha hecho a las paredes?!

Inosuke miró como Giyuu y Tanjiro continuaban discutiendo, su poca e inexistente paciencia había llegado a su límite.

- ¡¡¡AHHHHHHHHHH!!! ¡¡CALLAOS YAAAAAA!! ¡¡YO TENGO UN PLAN DESDE EL PRINCIPIO PERO NINGUNO ME QUIERE HACER CASO!!

La discusión entre Giyuu y Tanjiro se detuvo para mirar al chico jabalí. Tanjiro se sintió un poco mal por haber estado ignorando el plan de su amigo aunque a Giyuu le pareció dar igual el supuesto plan del chico.

- Inosuke, lo siento, escucharé tu plan ¿vale?

- No hace falta que lo escuches – se cruzó de brazos – Os podéis sentar a observar, en realidad solo necesito a Genta para hacerlo.

- ¿Yo? - Genya se señaló confuso – Miedo me da tu plan.

- Tranquilo, estoy 100% seguro de que va a funcionar.

- Miedo me dan también tus porcentajes.

- Nada, nada, ven – le hizo una señal con la mano para que se acercara y empezar a susurrarle cosas al oído.

- ¡¿QUÉ?! ¡ESO NO VA A FUNCIONAR!

- Sí lo hará.

- ¡NO, DE ESO NADA!

- ¡Pues es lo mejor y lo más realizable que tenemos! Hablar de frente no ha funcionado, y Topioka, ¿de verdad crees que es tan fácil inmovilizarle las manos? Eres estúpido, como tu nombre, pero para vuestra suerte – se señaló a si mismo con una sonrisa – Inosuke-sama está aquí para salvar vuestros traseros.

- Tanjiro – Zenitsu buscó la mirada del chico esperando que rechazara dejárselo a Inosuke – Dile que no, por favor.

- Confío en todos vosotros, si Inosuke dice que cree que puede funcionar, entonces creeré en él.

- ¡Claro! ¡Genta! - golpeó su espalda con fuerza - ¡Es tu momento de brillar!

Genya suspiró derrotado, el plan de Inosuke solo le daría una muerte lenta y dolorosa.

Por los pasillos vacíos, Rui seguía caminando siendo iluminado solamente por la luz de la luna que entraba por las ventanas rotas por sus hilos. Sus pies se detuvieron al ver como en su camino aparecía cierto chico con parte de la cabeza rapada, era Genya, quien se había parado bastante inseguro delante de él.

- ¿Mm? Todavía seguís aquí. Veo que sois bastante estúpidos.

Genya tragó duro al ver como Rui volvía a mover las manos y como los hilos enganchados en sus dedos eran iluminados por la luna. El plan de Inosuke era loco, estúpido y hasta podría catalogarlo de suicidio y para su mala suerte, él era el encargado de realizarlo.

Una pena, pero seguramente esta fuera la última noche de Shinazugawa Genya. ¿De verdad iba a morir sin poder hablar a una chica? ¿Ni siquiera iba a poder hablar con Muichiro y Yuichiro una última vez? Pensar en el rostro de los gemelos hizo que sus mejillas se pusieran rojas, su muerte no iba a ser épica pero esperaba que al menos le recordaran como a un héroe.

Tras coger aire e inflar sus pulmones, Genya se preparó para llevar a cabo el plan de Inosuke mientras Rui se volvía a preparar para atacar.

- Yo... - alzó su rostro todo rojo - ¡¡¡ME GUSTAS!!! ¡¡¡SAL CONMIGO!!!

- ¿Eh...? - los ojos de Rui se abrieron como platos mientras Giyuu, Tanjiro y Zenitsu, que estaban ocultos en la esquina del pasillo se quedaron con la boca abierta al ver el estúpido plan del chico jabalí.

- ¡¿Pero estás tonto?! - le gritó Zenitsu a Inosuke - ¡¿Ese era tu fantástico plan?! ¡Va a matar a Genya por tu culpa!

- ¡Cállate! ¡Mi plan es perfecto!

En ese momento, Giyuu quiso estampar la cabeza contra la pared. Parece que los planes estúpidos no eran solo de Tanjiro.

- ¿Qué... qué has dicho? - preguntó Rui poniendo la piel de gallina a Genya.

- Que... que... ¡¡ERES MUY MONO Y A MI ME GUSTAN JOVENCITOS!! ¡¡Y... Y...!! ¡¡ERES JUSTO MI TIPO!!

Los pulmones de Genya se relajaron después de gritar todo eso. Seguro que si ciertos gemelos estuvieran aquí, ahora mismo le estarían dando una paliza por, según ellos, "infidelidad".

Tras la confesión de Genya, el ruido dejó de escucharse por los pasillos. No sabía si lo que acababa de hacer había funcionado o no, siendo positivos, seguía vivo. Eso era bueno ¿no?

- Esto...

- Eres estúpido - el comentario de Rui hirió con fuerza el orgullo de Genya.

- ¡YO NO QUERÍA HACER ESTO! ¡NO ME JUZGUES!

Rui suspiró exasperado, no sabía por qué, pero de alguna manera, algo dentro de él se había calmado un poco.

- Salid, no voy a hacer nada.

- ¡Funciono! - Inosuke salió de golpe.

- ¡Rui! - Tanjiro también salió e intentó ir hacia Rui pero este volvió a levantar sus hilos como advertencia.

- No te acerques más, como veo que nos os vais a ir entonces tendréis que jugar conmigo.

- ¿Jugar? - preguntó Tanjiro confuso.

- Sin problema, Inosuke-sama te ganará a lo que quieras. ¿Futbol? ¿Baloncesto? ¡Lucha libre! - empezó a golpear al aire bajo la aburrida mirada de Rui.

- No, es más sencillo, mucho más sencillo.  

Giyuu suspiró delante de la puerta del aula. La idea de que Rui tuviera un demonio dentro era surrealista, el que Nezuko hubiera estado colgando en hilos también lo era y lo que iba a hacer ahora era todavía más surrealista. ¿Cabría la posibilidad de que todo esto fuera un sueño y al despertar estuviera en la azotea de la escuela echándose una siesta?

- Ojalá - suspiró cansado para después abrir la puerta del aula y entrar – Ya... ya he vuelto a casa.

- ¡Ah! - Tanjiro se dio la vuelta y le miró con una sonrisa - ¡Bienvenido cariño! - se dirigió hacia la puerta - ¿Qué tal el trabajo?

- Mmm... - miró detrás de Tanjiro como Rui estaba sentado de rodillas en el suelo – Bien... supongo.

- Eso está bien.

Un pequeño silencio surgió entre Giyuu y Tanjiro, el juego que había decidido Rui era sencillo y bastante infantil, era jugar a las casitas. Giyuu era el padre, Tanjiro la madre, Zenitsu el hermano, Inosuke el perro y Genya... su papel se vería un poquito más adelante ¿Podían haberse negado a hacer esta estupidez? Sí, podrían haberlo hecho. ¿Les habría colgado Rui bocabajo entre sus hilos? Sí, seguramente lo habría hecho.

- ¿Qué hacéis? - preguntó Rui aburrido desde su sitio – Los padres se saludan con un beso, ¿no sabéis si quiera eso?

- ¡¡¿EHHHH?!! - gritaron Giyuu y Tanjiro al mismo tiempo.

Zenitsu, el cual estaba al lado de Rui, se quedó pálido ante las palabras del chico. ¿Era posible un beso entre Giyuu y Tanjiro? No lo sabía, lo único que sabía es que, si querían exorcizar al demonio, debían estar al lado de Rui y jugar con él era la única forma de hacerlo.

- Mamá - Rui llamó a Tanjiro así - Besa a papá.

Giyuu y Tanjiro se miraron entre ellos algo nerviosos.

- Emmm... ve-verás Rui, mamá está algo resfriada, no quiere pegarle nada a papá - intentó excusarse Tanjiro.

- Las cosas no van así, las normas las pongo yo. No estás resfriado, así que besa a papá.

- Pero...

- ¿No queréis jugar conmigo? - las manos de Rui se empezaron a mover dejando ver que había hilos entre sus dedos.

- ¡No es eso! - Zenitsu gritó a su lado – Que-queremos jugar, pe-pero... esto... ¡ah, así! D-da un poco de vergüenza besarse delante de alguien.

- ¿Lo sabes por experiencia?

- Emm... no.

- ¿Entonces? Los besos son una prueba de amor – Rui bajó su mirada hacia abajo – Hace mucho tiempo que no veo a mis padres besarse.

Giyuu y Tanjiro volvieron a unir miradas, el chico de pelo azabache se acercó más a él para susurrarle a la oreja.

- Creo que no queda de otra.

- ¿Eh? Y-yo no puedo...

- A mí tampoco me apetece, no es algo que quiera hacer por gusto.

- Pero... ¡ah! - Tanjiro empezó a andar para atrás cuando vio como Giyuu lo empezaba a hacer hacia delante – Tomioka-senpai.

- Quieres llevar a tu hermana a casa ¿no? - arrinconó a Tanjiro contra la pared – Si cerramos los ojos, pasará rápido.

- ¿Eh? ¡¡¿EHHH?!! - el rostro de Tanjiro se puso completamente rojo al ver como Giyuu iba en serio con sus acciones.

- N-no me hagas quedar como que de verdad quiero esto.

- ¡Pero...!

Giyuu cerró los ojos y se lanzó hacia los labios de Tanjiro pero con lo que se encontró en su lugar fue con la mano del pelirrojo la cual se había interpuesto en el camino.

- Lo... lo siento – Tanjiro se disculpó avergonzado – No puedo besarte.

Rui suspiró cansado.

- De verdad que no sabéis jugar a esto.

Los dos chicos se separaron completamente avergonzados.

- Lo siento - volvió a disculparse Tanjiro mientras Giyuu intentaba no mirarle.

- ¡GUAU, GUAU! - Inosuke entró ladrando - ¡Inosuke-sama, el dios que hace de perro en este juego, advierte de la llegada de Genta! ¿Le muerdo?

- No, que pase – Rui ordenó, ahora era cuando el juego empezaba a ponerse feo.

- Hola – Genya entró sin ganas en el aula.

- Oh, hola Genya, ¿a.. a qué has venido? - Tanjiro intentó recuperarse de la vergüenza anterior y sonreír al nuevo miembro del juego.

- Pues... - rascó su cabeza nervioso - Venía... a pedirles permiso para salir con su hijo.

- ¡Vaya! Que sorpresa, ¿verdad, cariño? - sonrió nervioso a Giyuu.

- Lo que sea, me da igual.

Rui frunció el ceño, levantó su mano hacia arriba para dejarla caer, varios hilos cayeron junto a su mano rozando uno de ellos la mejilla de Tanjiro y provocándole un pequeño corte.

- Hacéis de esto algo verdaderamente aburrido. El deber de los padres es proteger a sus hijos, pensar en ellos por encima de cualquier cosa, pero vosotros dejáis que él venga, se declare y le dais permiso así porque sí. ¿No os dais cuenta de que tiene cara de pervertido? Podría abusar de mí.

- Pero ¿quién va a poder abusar de un niño endemoniado? - comentó Genya en voz baja.

- ¿Has dicho algo? - Rui volvió a levantar la mano.

- ¡No, no!

- ¿Y qué quieres? - preguntó Giyuu.

- Que os toméis más en serio vuestro papel. Empezad de nuevo.

- Bien, ¿quieres seriedad? Pues seriedad vas a tener – Genya intercambió miradas con Tanjiro, ambos asintieron y para desgracia de Giyuu, a él no le quedó más remedio que interpretar el papel más difícil que conocerá en su vida, el de padre sobreprotector.

- Señores Ayaki – Genya estampó su frente contra el suelo - ¡¡VENGO HONRADAMENTE PARA PEDIRLES LA MANO DE SU PRECIOSO HIJO!!

- ¿Mi hijo? - Giyuu le miró mal - ¿Quién te crees para entrar en mi casa y pedir eso?

- ¡¡AMO A SU HIJO CON TODO MI CORAZÓN!!

- ¡Rui es nuestro bebé! - Tanjiro se metió en la conversación - ¡No dejaremos que te lo lleves!

- Tch, ustedes no me dejan de otra – Genya señaló a Giyuu con el dedo simulando que tenía una pistola – Me tendré que poner violento.

- Tú... - los ojos de Giyuu se abrieron como platos - ¡¿Has venido con una pistola a mi casa?!

- ¡¡VENGO PREPARADO PARA TODO!! ¡¡COMED PLOMO MALDITOS BASTARDOS!! ¡¡¡¡¡BANG, BANG, BANG!!!!!!! - imitó disparos y Giyuu cayó al suelo derribado.

- ¡Cariño! - Tanjiro se lanzó hacia el cuerpo de Giyuu - ¡Cariño, aguanta, llamaré a una ambulancia!

- No te dejaré - Genya se puso detrás de él y apuntó con su dedo la cabeza de Tanjiro - Podríamos haber sido una familia feliz, una pena que no funcionara. Nos veremos en el infierno, suegra. ¡¡BANG!! - imitó un disparo y Tanjiro cayó hacia el suelo.

Los ojos de Rui miraron sin ninguna emoción la escena, a su lado, Zenitsu estaba aterrado por cualquier reacción que podría tener ante esta extraña y surrealista interpretación.

- ¿Qué tal? Muy serio ¿a qué sí?

- ...

- Di... di algo ¿no?

- ...

- Emmm – Genya se rascó la cabeza - ¿Hola?

- ¿Hasta qué nivel llega tu estupidez? Empezad otra vez.

- ¡¿De qué vas?! ¡Ha sido una actuación seria, justo lo que querías! ¡¿No?!

Un solo movimiento de las manos de Rui fue suficiente para hacer caer del techo uno de sus hilos, el cual provocó un corte en la mejilla de Genya.

- Vuelve a empezar.

- Pero serás... - limpió la sangre de su mejilla con su dedo.

- Chicos – Zenitsu se levantó de su sitio y fue hacia los demás - Tenemos que hacer algo más simple, ¿no os habéis dado cuenta de eso?

- Claro, lo dices tan tranquilo porque a ti no te ha tocado el papel de pretendiente.

- Pues no haberte confesado.

- ¡Ha sido culpa de Inosuke!

- ¿Y para qué le haces caso?

- Jo, mi papel me aburre – Inosuke se levantó del suelo - ¿No puedo ser otra cosa?

- Zenitsu tiene razón - Tanjiro le dio la razón a su amigo – Rui no busca nada exagerado, quiere algo común, solo quiere ver una familia normal. Hagámoslo ¿vale?

Los chicos asintieron y el juego empezó una vez más.

- Ya he vuelto a casa – Giyuu volvió a hacer su entrada al aula.

- ¡Cariño! - Tanjiro se lanzó a abrazarle causando que casi cayera al suelo – Bienvenido, ¿estás cansado?

- No, estoy bien - apartó la mirada incapaz de enfrentar a los ojos rojizos estando tan cerca - ¿Cómo están los niños?

- ¡Bien! Niños, saludad a papá.

- Bienvenido papá - Zenitsu sonrió, aunque Rui no dijo nada.

- ¡Ladridos de perro, ladridos de perro! Inosuke-sama ha detectado a un extraño - Inosuke señaló a Genya quien acababa de entrar.

- Ho-hola - rascó su cabeza nervioso - ¿Está Rui?

- ¿Por qué le buscas? - le preguntó Tanjiro - ¿Eres un compañero de clase?

- No exactamente, soy mayor que él.

- Te gustan más jóvenes, vaya pervertido.

- ¡Que yo sepa, el perro no habla tanto!

- ¿Quieres quedarte a cenar?

- No quiero molestar.

- No molestas, ¿verdad, cariño?

- No – Giyuu respondió de manera corta hasta que sintió como Tanjiro le intentaba dar algo disimuladamente, cuando lo vio se pudo percatar de que era la araña falsa del aula de biología. No le hizo falta que Tanjiro le dijera nada, fue suficiente con sus ojos mirando disimuladamente hacia Rui. Giyuu ya sabía lo que tenía que hacer – Rui.

- ¿Mm? - el chico miró hacia la dirección en la que estaba Giyuu.

- De camino a casa te he comprado algo.

El rostro de Rui reflejó sorpresa, pero intentó disimularlo.

- ¿El qué?

- Creo que te gustan las arañas así que... - le tendió la imitación de plástico - Es para ti.

Tanjiro no despegó su mirada de las acciones de Rui, tocar la araña, era todo lo que necesitaba para poder encerrar al demonio ahí dentro.

La mano de Rui se extendió hacia la araña de plástico y aunque lo dudó un momento, la acabó cogiendo entre sus manos.

- ¿Cómo sabes que me gustan las arañas?

- Pues... - miró a los alrededores, el demonio que estaba dentro de Rui parecía tener la capacidad de reunir arañas a su alrededor ya que podía ver que había varias en el aula. Estaba mal decirlo, pero el demonio araña era perfecto para Rui – Lo supuse.

- Gracias... - miró el objeto entre sus manos sintiendo una extraña nostalgia.

Cuando a sus padres todavía les gustaba estar juntos, recordaba como su madre recibía feliz a su padre en casa y como este le traía siempre algún juguete que llamara su atención de algún escaparate. Eran unos días que añoraba y que en su momento no supo apreciar.

¿Cuándo fue exactamente que se rompió el lazo que unía a su familia? ¿Era de verdad el hombre que le traía juguetes cada noche una persona egoísta que solo pensaba en él?

- Rui – Tanjiro se acercó con una sonrisa - ¿Cenamos?

El chico asintió ligeramente. En el aula se formó una simulación de cena. Giyuu y Tanjiro sentados juntos en un lado mientras Rui, Zenitsu y Genya estaban en el otro e Inosuke, como el perro, estaba enfadado sentado en el suelo.

- Toma bichito – Genya simuló echarle comida – Come bonito, come.

- Grrrr... ¡Mordisco de perro! - mordió con fuerza la mano de Genya.

- ¡AH! ¡Vuestro perro pulgoso me ha mordido!

- Tranquilo, está vacunado – Zenitsu le restó importancia al asunto.

- Rui, cuéntanos que tal te ha ido en clase – le pidió Tanjiro.

- Nada nuevo, un idiota de cabeza rapada se me confesó - tras las palabras de Rui, Genya empezó a toser - Mamá...

- ¿Sí? - Tanjiro se dio por aludido al ser él quien interpretaba ese papel - ¿Ocurre algo?

- ¿Me quieres?

Tanjiro intercambió miradas con los demás antes de contestar.

- Por supuesto.

- Entonces... ¿por qué haces algo que hace que me sienta mal? No quiero una familia rota, pero vosotros os empeñáis en romperla. ¿Cómo podéis ser tan egoístas? ¿No debe ser vuestro hijo la mayor de las prioridades?

- ¿Qué tiene eso que ver?

- ¿Eh?

- Los actos de los padres no deben ir empeñados solamente en proporcionar felicidad a sus hijos, también deben de pensar en ellos mismos de vez en cuando.

- ¿Qué...?

- Yo no querría que mi madre tomará una decisión que no la hace feliz solamente por verme feliz a mí. Si de verdad piensas que los padres deben actuar de esa manera, puede que el único egoísta seas tú.

Las bocas de Zenitsu y Genya se abrieron por la sorpresa, ¿acaso se había olvidado el pelirrojo de quien era aquí la persona que podría partirles en más piezas que un puzle?

- O-oye, idiota, ¿qué estás...?

- ¿Qué has dicho? - Rui preguntó mirando hacia abajo.

- Que puede que el único egoísta seas tú.

- Oye – Giyuu agarró del brazo a Tanjiro y lo llevó a una esquina del aula siendo seguido de los demás - ¿Qué haces? Dijiste que teníamos que acabar con el sentimiento del que se alimentaba el demonio y no creo que lo que acabas de decir ayude.

- Si el demonio araña se está alimentando de verdad de su tristeza, entonces no creo que vayamos a ningún sitio dándole la razón en todo y dejando que se revuelque en su miseria. De hecho, si hacemos eso solo conseguiremos darle más malos sentimientos de los que alimentarse.

- Pero si haces lo que haces ahora, lo único que vas a conseguir es enfadarle - comentó Zenitsu preocupado.

- Ya lo sé pero...

- ¿Por qué no le besa Genta? Eso acabará con su tristeza.

- ¿Por qué no le besas tú?

- Yo ahora soy el dios perro, no beso, muerdo. ¡Guau!

- Hey – Rui apareció a sus espaldas asustándoles.

- ¿S-sí? - preguntó Tanjiro algo nervioso por el susto.

- Repite lo que me has dicho antes.

Tanjiro sintió como Zenitsu tiraba de su ropa y movía la cabeza hacia los lados en un claro "no" pero era una pena que iba a ser ignorado.

- Eres egoísta, Rui.

- ¡Tanjiro! - Zenitsu tiró con más fuerza de su ropa – No digas estupideces delante de un demonio.

- ¿Por qué tus padres tienen que estar juntos cuando ya no se quieren?

- ...

- ¿Ellos no pueden pensar en su felicidad?

- ...

- Pensar solo en ti y no en los demás, eso es lo que de verdad te hace un ego... - las palabras de Tanjiro se cortaron cuando los ojos de Rui se encontraron con los suyos, el potente rojo de su esclerótica era intimidante y le hacían dudar de quien estaba ahí dentro ahora mismo - ¿Rui...?

- Vete...

- Rui.

- ¡Vete! - el chico dio un paso hacia atrás mientras intentaba controlar sus brazos que se encontraban temblando - ¡Vete, ya! - las manos de Rui empezaron a volverse rojas y los hilos enredados en estas también.

Zenitsu sintió como si el aire dejara de entrar a sus pulmones, un mal recuerdo había vuelto a su mente al sentir el peligroso poder de un demonio. El rubio pasó rápidamente al lado del chico endemoniado y agarró la araña que había dejado abandonada en la mesa.

- ¡¡Vámonos!! - gritó sorprendiendo a los demás.

- Pero...

- ¡¡Tanjiro!! - el grito de Zenitsu volvió a sonar en el aula, cruzando miradas con el pelirrojo e intercambiando una mirada que Tanjiro no había visto nunca - Vámonos.

- ¡No! - Tanjiro le devolvió el grito a Zenitsu – No me voy a ir de aquí.

- Idiota... idiota... - Rui salió corriendo del aula.

La vista del chico estaba empezando a nublarse, como si una espesa niebla cubriese todo a su alrededor, cada vez era más difícil enfocar cualquier cosa. Mientras corría, dirigió su vista a sus manos. El color pálido que tenían antes ya no existía, había sido sustituido por un potente rojo.

- ¡Rui! - los gritos del chico de pendientes hanafuda se seguía escuchando a sus espaldas, no le quería cerca, dudaba de poder controlarse si le tenía cerca. Lo que hizo a Nezuko no fue a propósito, no quería hacer lo mismo con nadie más.

Hey.

Su propia voz volvió a sonar dentro de su cabeza.

¿Te ha llamado egoísta? ¿Quién se cree? Es tan molesto... ¿por qué no desaparece? Hey... deja que me deshaga de él.

- ¡...! - Rui dejó de correr – No... ¡¡Para!! ¡¡No te muevas!! - rápidamente se dio la vuelta.

Tanjiro le hizo caso y dejó de moverse. En ese preciso momento un corte superficial se había formado en su cara, recorriendo desde su frente a su boca. No supo en qué momento, pero había caído entre los hilos de Rui y su cuerpo estaba atrapado entre ellos. Se moviera donde se moviera, recibiría un corte y puede que más profundo que antes ya que estos hilos ya no eran blancos, eran rojos.

- Rui... escúchame... por favor.

El chico le ignoró y volvió a salir corriendo por los pasillos. Ya no quería estar aquí, quería volver a casa, estaba asustado y no sabía cómo solucionarlo.

- Mamá... papá...

- ¡Hey! - Inosuke apareció delante de él cortando su camino - ¡Inosuke-sama te ordena que te detengas! - le señalo con el dedo – Gonpachiro tiene que exorcizarte.

Las manos temblorosas de Rui se movieron solas mandando varios hilos hacia la dirección en la que se encontraba Inosuke pero este los esquivo y se plantó delante del chico sorprendiéndole.

- ¡Yo no caigo dos veces con la misma cosa! - su mano se extendió para intentar agarrar a Rui.

Muévete.

Rui esquivó su mano y cortó con sus hilos el abdomen de Inosuke haciéndole sangrar y retroceder.

Acaba con él.

- Cállate - pasó al lado de Inosuke con la intención de irse, pero Inosuke seguía sonriendo.

- Corre todo lo que quieras, Gonpachiro va a acabar contigo. 

Tanjiro intentó mover su cabeza un poco hacia atrás pero enseguida sintió como uno de los hilos detrás de él le cortaba provocándole una herida. Maldijo en voz baja e intentó apartarlos con la mano, pero el resultado fue más de lo mismo, causando cortes en sus manos.

- ¡Tanjiro! - Giyuu llegó corriendo seguido de Genya y Zenitsu.

- Senpai, Genya, Zenitsu.

- ¿Qué ha pasado?

- El demonio está tomando más control, tenemos que darnos prisa.

- Te sacaremos de aquí y...

- ¡Senpai, no! - Tanjiro le detuvo – No sirve, estos hilos no son como los de antes.

- Los cortaremos de alguna forma, tampoco te vamos a dejar aquí - comentó Zenitsu.

- No, cortarlos no servirá. Tienen que ceder porque Rui empiece a debilitarse.

- Ah, genial, pues dentro de poco ¿no? - Genya resopló mientras Giyuu parecía pensar.

- Oye.

- ¿Sí?

- Dile a Rui otra vez que te gusta.

- ¡¿QUÉ?! ¿QUIERES QUE ACABE COMO TANJIRO?

- Es algo que creo que puede funcionar. Piénsalo, cuando se lo dijiste la primera vez, Rui no atacó ni se volvió violento, es más, se tranquilizó y nos invitó a jugar con él.

- ¿Te recuerdo cómo acabo el juego?

- Genya, lo que dice Tomioka-senpai tiene sentido.

- ¿Tú también? ¡¿Es que acaso queréis que muera esta noche?!

- El demonio araña se alimenta de su tristeza y esa tristeza...

- Desaparece cuando se siente querido – Giyuu completó la frase de Tanjiro.

- Exacto – dio el visto bueno con una sonrisa – La confesión de Genya hizo que se sintiera amado.

- ¿Habláis en serio? Oh mierda, habláis en serio.

- Genya, tu momento vuelve a llegar.

- ¡Pero que fácil es hablar! - se llevó las manos a la cabeza frustrado – He vivido muy poco.

- Ve – le ordena Giyuu.

- Mierda, en que maldito momento me he metido en la escuela de noche con este grupo de locos.

Refunfuñando, Genya dejó a los chicos allí y salió en busca de Rui. Al girar en uno de los pasillos acabó chocando de lleno con Inosuke, cayendo ambos al suelo.

- ¡Ay, estúpido Genta!

- ¡Oye! ¡¿Dónde mierda...?! - Genya dejó de hablar al ver la sangre salir del abdomen de Inosuke – Mierda, no te vayas por ahí por tu cuenta.

- Casi le tenía. Le daré una paliza y le llevaré con Gonpachiro para que saque al demonio.

- ¿Dónde está ahora mismo Rui?

- Se ha dio por ahí - señaló más hacia delante – Será un demonio o lo que sea, pero si se mete con un dios como yo, no le espera nada bueno.

- Quédate aquí, ahora me encargo yo.

- ¿Tú? - ladeo la cabeza confundido - ¿Y qué vas a hacer?

- Pues... tu estúpido plan otra vez.

- Vaya, oye Genta, ¿no te gustará de verdad?

- ¡QUE ME GUSTAN LAS CHICAS!

Avanzando entre los pasillos oscuros, Genya e Inosuke alcanzaron a Rui frente a una de las escaleras que llevaba al piso de abajo.

- Genta – Inosuke agarró su brazo impidiéndole avanzar, Rui estaba delante pero era imposible llegar a él por los hilos que se encontraban en el camino.

- Mierda - refunfuñando en voz baja, Genya dio un paso más para que Rui se percatara de su presencia – Hey.

- Vete...

- Tengo algo que decirte.

- Si es otra confesión de amor estúpida, vete por dónde has venido.

- Tanjiro tenía razón, eres un mocoso egoísta y caprichoso.

- Él no me llamó caprichoso.

- Lo hago yo. Oye, ¿acaso no quieres volver a casa?

- ...

- Si has armado todo este jaleo porque quieres disfrutar de una familia unida, ¿qué ganas estando así? Aunque tus padres se reconciliaran de la noche a la mañana, ¿crees que vas a poder volver con ellos estando como estás ahora mismo?

- ¿Y qué...?

- Deja que te ayudemos, Tanjiro puede ayudarte.

- ¿Por qué Tanjiro quiere ayudarme? Yo... hice daño a su hermana.

- Ya lo vi pero Tanjiro es... - rascó su cabeza pensando la respuesta – Un pesado, un idiota... en fin, podrías clavarle mil cuchillos en la espalda, pero el muy idiota va a querer ayudarte. Es de ese tipo de gente sin cerebro.

- Vosotros también... - la mano de Rui señaló temblorosa el abdomen de Inosuke - ¿También vais a querer ayudarme incluso después de eso?

- Supongo que sí.

- ¿Por qué...?

- Porque quiero llevarte de vuelta a casa, ¿no te sirve eso?

- Y eso lo haces... - apartó la mirada sonrojado - ¿Por qué te gusto?

Inosuke decidió mirar para otro lado para que no se viera su cara que en cualquier momento podría estallar en carcajadas mientras Genya empezaba a sudar.

- Emmm... ¿s-sí...?

- ¿Sí? - la mirada seria de Rui volvió - ¿Lo preguntas o lo afirmas?

- ¡Lo afirmo, lo afirmo! M-me gustas así que... ¡ejem! - aclaró su garganta.

- A mí no me gustas.

- Puto niño - murmuró en voz baja.

- ¿Has dicho algo?

- ¡¡SÍ!! - dio un paso hacia delante hasta quedar casi pegado a los hilos que le impedían acercarse al chico - ¡¡Digo que me dejes ayudarte, te llevaré a casa y luego, cuando todo esto pase, haré que te enamores de mí!! ¡¡Acuérdate de mi nombre, Shinazugawa Genya!! Seguro que no saldré de tu mente.

- Shinazugawa Genya... - la postura de Rui se relajó mientras el rojo de su esclerótica perdía color.

Los hilos que les separaban perdieron su color rojo para volverse blancos, esto mismo pasó con los hilos que tenían atrapado a Tanjiro permitiendo que junto a Giyuu y a Zenitsu se reuniera con los demás.

- Genya, buen trabajo – se acercó feliz al chico de la cicatriz.

- Yo ya he cumplido ¿no crees?

- Sí - asintió con la cabeza y caminó lo que pudo hacia Rui ya que los hilos seguían estando en su camino – Rui - extendió su mano hacia él - Acabemos con esto.

Rui dio un paso hacia delante pero con lo que no contó es con que alguien tirara de él desde atrás, lanzando su cuerpo hacia las escaleras.

- ¡¡RUI!! - Tanjiro cruzó a través de todos los hilos cortándose en varias partes de su cuerpo en el proceso y se lanzó por las escaleras para atrapar el cuerpo del chico.

Los ojos de Rui miraron hacia el techo mientras sentía su cuerpo caer, lo que le sorprendió fue sentir como los brazos de Tanjiro le atrapaban y le pegaban a su cuerpo para no recibir el golpe de la caída.

- ¡¡Tanjiro!! - Zenitsu se acercó preocupado a la barandilla de la escalera seguido de Giyuu.

Cerró los ojos esperando el golpe de los escalones en su cuerpo ya cortado en varios sitios por los hilos de Rui pero no recibió ningún golpe. El cuerpo de Tanjiro, junto al de Rui, fue depositado con cuidado sobre el suelo al final de las escaleras causando confusión en el pelirrojo.

- ¿Co... cómo...?

Los ojos de Tanjiro divisaron la figura de un chico alto y rubio de piel pálida junto a ellos. Ahora mismo no le reconocía a pesar de que su figura le sonaba de algo, lo que también le sonaba de algo era la bajada de temperatura que se había sentido de repente, como si su piel hubiera estado en contacto con un bloque de hielo.

- Eh...

- Buen trabajo, Tanjiro-chan – abriendo un abanico dorado, tapó su boca para hablarle – Pero nada acaba hasta que el demonio se vaya ¿no crees?

- ¿Quién...?

El chico rubio negó con la cabeza mientras dejaba escapar una sutil risa y se preparaba para irse.

- ¡Espera! - ante el grito de Tanjiro, el chico detuvo sus pasos – Gracias.

- Jajaja - dejó escapar una pequeña risa – No me las des - giró su rostro dejándole ver el color arcoíris de sus ojos – No soy un aliado, soy... ¿un enemigo del futuro? Tal vez - volvió a caminar por los pasillos dejándoles ahí - Bye, bye~

- ¡¡Tanjiro!! - Zenitsu bajó corriendo los escalones junto a los demás - ¡¿Estás bien?!

- Sí, esto... - giró su rostro para buscar al chico rubio pero ya no estaba.

- ¿Quién estaba contigo? - preguntó Giyuu.

- N-no lo sé.

- Mm... - Rui se removió entre los brazos de Tanjiro, devolviendo la atención de todos al verdadero protagonista de la noche.

- ¿Estás bien?

- S-sí... - se apartó del cuerpo de Tanjiro – Gracias, aunque no era necesario que...

- Sí que lo era - sonrió a pesar de tener su cuerpo lleno de cortes causados por los hilos de Rui – Dije que te salvaría y eso es lo que pensaba hacer.

- No... ¿no estás enfadado conmigo?

- Por supuesto que lo de Nezuko me enfadó, pero no por eso iba a dejarte abandonado. ¿Sabes? El deber de mi club es ayudar a las personas como tú.

Rui se puso de pie con un pequeño temblor en sus rodillas, la energía de la que había dispuesto toda la noche parecía estar desapareciendo de alguna manera. Mirando hacia atrás, divisó la figura de Genya así que rápidamente volvió a mirar hacia delante con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

- ¿Y qué piensas hacer?

Tanjiro sonrió al ver el cambio de actitud en el chico, era el momento de ponerle final a esta espantosa noche. 

Giyuu, Zenitsu, Genya, Inosuke y Rui miraban confusos como en el suelo del club, Tanjiro dibujaba con pintura sacada del salón de arte una especie de estrella dentro de un círculo.

- Tanjiro ¿qué haces? - se atrevió a preguntar Zenitsu.

- Dibujo un...

- Pentagrama invertido – Giyuu terminó su frase haciendo que Tanjiro se emocionara.

- Senpai, ¿lo conoces?

- Es un símbolo asociado en el pasado con el misterio y la magia pero su imagen más popular se relaciona con el satanismo.

- Correcto.

- Topioka otra vez muestra sus estúpidos conocimientos – Inosuke pasó su mano con dolor por encima de su lastimado abdomen – Pero ¿qué vas a hacer con eso? ¿Vas a invocar a un demonio?

- No – se levantó del suelo tras terminar su dibujo – Voy a expulsar a uno - dirigió su vista hacia Rui incomodándole un poco.

- ¿Y qué se supone que...?

- ¿Cómo te sientes?

- ¿Qué?

- Ahora mismo, ¿estás triste?

- Yo... - miró disimuladamente a Genya pero rápidamente alejó su mirada – Quiero volver a casa y a partir de mañana... - bajó el rostro sonrojado tras recordar las palabras de Genya.

- Genta dijo que lo iba a enamorar.

- ¡¿Te quieres callar?!

- Genya – Tanjiro le miró con desprecio – No sabía que eras esa...

- ¡Empieza ya, mierda, que se va a hacer de día!

- Es verdad. Rui, ponte aquí - Tanjiro guio el cuerpo del chico al centro del dibujo en el suelo – Chicos, rodeadle y daos la mano.

- ¿Tengo que participar en esto? - Giyuu se señaló a él mismo.

- Sí - atrapó la mano de Giyuu y le obligó a formar parte del círculo - Cerrad los ojos.

Tras formar entre todos un círculo con Rui en el centro, todos menos este cerraron los ojos. La extraña ceremonia causó dudas en el menor de todos al ver que nada pasaba, pero cuando abrió la boca para hablar, pudo ver como la estrella dibujada a sus pies empezaba a brillar, al igual que un objeto en el bolsillo de Zenitsu.

- ¡Ta-tanjiro!

- Tranquilo – el pelirrojo abrió los ojos y le dedicó una sonrisa – Genya te lo dijo ¿no? Te llevaremos a casa.

- Tanjiro... - giró su rostro para mirar el cuerpo todavía inconsciente de Nezuko en un lado del club – Lo siento... - volvió a unir miradas con el pelirrojo – Y gracias, de verdad... - la esclerótica roja de sus ojos empezó a recuperar su color blanco al mismo tiempo que las lágrimas empezaban a salir de sus ojos azules – De verdad que quiero volver a casa.

- Rui, los padres, independientemente de si se aman entre ellos o no, el amor que sienten hacia sus hijos no cambia. En realidad, nadie puede cortar los hilos que te unen con ellos.

Rui asintió en silencio mientras su piel blanca recuperaba su color bajo la atenta mirada de Tanjiro. Los cabellos blancos recuperaron poco a poco su color negro original y los puntos rojos que adornaban su rostro desaparecieron como si nunca hubieran manchado esa piel.

- Gracias – le agradeció una última vez antes de que su consciencia cediera y cayera desplomado hacia delante, por suerte, Tanjiro lo vio venir y soltó las manos de los demás para atrapar el cuerpo inconsciente del chico.

- Lo hiciste... - el primero en romper el silencio fue Zenitsu que miraba sorprendido el cuerpo nuevamente humano de Rui – Expulsaste al demonio.

- En realidad yo no he hecho nada – Tanjiro miró a Rui entre sus brazos – Ha sido Rui quien lo ha expulsado.

- ¿A dónde ha ido el demonio? - preguntó Inosuke.

- Oh, ahora os enseño - hizo una seña a Genya para que se acercara y le obligó a atrapar el cuerpo de Rui - Está ahí - señaló uno de los bolsillos del pantalón de Zenitsu.

- ¿Mm? - Zenitsu hurgó confuso en sus bolsillos y sacó la araña de plástico que cogieron del laboratorio de biología, la cual, misteriosamente, había cambiado su color blanco por negro - ¿Esto?

- Sí, ahora está ahí dentro.

- Oh, vaya – el rubio tardó un poco en procesar la información hasta que la entendió perfectamente y lanzó el objeto por los aires - ¡¿Y CÓMO DEJAS QUE LO TOQUE?! ¡¿QUÉ HARÉ SI ME POSEE EL DEMONIO AHORA A MÍ?!

- Zenitsu, eso no va así.

- ¡¿Y CÓMO VA?!

- Hey – Genya puso mala cara, la araña de plástico había aterrizado en su cara - ¿Me quieres explicar qué hacemos ahora con esto? ¿Y con él? - señaló al chico entre sus brazos.

- Yo me encargaré de esto - recogió la araña de la cara de Genya – Y en cuanto a Rui... le llevaremos a casa.

- Como siempre, lo más fácil para ti es hablar.

- Senpai, buen trabajo - guiñó un ojo a Giyuu, ignorando a Genya.

- Esta noche ha sido surrealista – la mirada de Giyuu se posó detenidamente en Inosuke y Tanjiro - ¿Cómo vais a explicar eso en vuestras casas?

Ambos chicos se miraron entre ellos, Inosuke tenía los cortes en el abdomen y Tanjiro los tenía repartidos por todo el cuerpo, sumando el hecho de que Nezuko también tenía heridas similares.

- Podemos decir que nos lo ha hecho Genta, después de todo tiene cara de loco peligroso.

- ¡A mí no me líes más con tus tonterías! - se incomodó al bajar su mirada hacia Rui – Bastante he tenido hoy.

- Algo se nos ocurrirá - aportó positivo Tanjiro mientras se dirigía hacia su hermana - ¿Qué os parece si volvemos a casa y...?

- Para – Giyuu pasó por su lado y cogió entre sus brazos a Nezuko – Creo que tú ya estás bastante mal, yo la llevo.

- Senpai... - el rostro de Tanjiro se puso rojo mientras juntaba sus piernas nervioso - ¡N-no pienses que recibirás una retribución especial!

- ¿Retribución especial?

- ¡T-te dije que esta noche nada de muslos!

- No quiero tus muslos.

- ¡Antes me ibas a besar!

- Porque un demonio nos obligaba.

- ¡Senpai! ¡Confiésalo! - Tanjiro le señaló completamente rojo - ¡Tienes pensamientos pervertidos conmigo! Los mismos pensamientos que Genya tiene con Yuichiro y Muichiro.

- ¡¿Pero qué dices?! - protestó Genya.

- Piensa lo que te dé la gana – Giyuu pasó de discutir y salió del club con Nezuko entre sus brazos – Y llévame a tu casa.

- ¿Eh...? ¡¡¿EHHHHHH?!! ¡Senpai! ¡N-no me digas que...! ¡Quieres ir a mi casa para hurgar en el cajón de mi ropa interior!

Giyuu contó hasta tres para tranquilizarse, ¿de verdad llegó a discutir en algún momento de la noche con este chico? Porque ahora mismo no lo parecía.

- Sí, eso mismo quiero - decidió seguirle la corriente solo para molestarle – Quiero ver como de reveladora es tu ropa interior.

- ¡¿EHHHHHHHHHH?! ¡De-devuélveme a mi hermana! Si te enseño mi casa, puede que te cueles un día para espiarme en la ducha.

- ¡Oye! - Genya levantó a Rui en brazos y se fue detrás de Giyuu y Tanjiro - ¡¿Dónde mierda vive Rui?!

- ¿Por qué no le llevas a tu casa? - propuso Inosuke yendo detrás de él - Pero no hagas nada, pervertido.

- ¡Como le lleve a mi casa, esos gemelos rabiosos me matarán!

- Es increíble el harem que te estás formando, Genta.

- ¡QUE ME GUSTAN LAS CHICAS! ¡SOY HETEROSE...!

- Ahora tengo hambre – Inosuke le ignoró.

Cuando Zenitsu vio que todos habían salido, él se dirigió también hacia la puerta para salir pero antes de eso, dirigió su mirada una última vez al pentagrama invertido dibujado en el suelo. Parecía mentira, pero Tanjiro había conseguido algo que él creía que sería imposible. De alguna manera, ahora sentía que había algo como una nueva esperanza.

Los demonios podían ser expulsados pero para su desgracia, no sabía si sería una tarea fácil para una sola persona.

Enrollando sus dedos en su pelo, lo cual se había vuelto una horrorosa costumbre, tiro de sus mechones hacia abajo. Aunque confiara en Tanjiro y los demás, aunque fueran amigos, no quería meterles en este problema personal suyo. Apreciaba sus momentos juntos, por eso era mejor mantenerles a un lado.

Tras cerrar la puerta del club, Zenitsu se fue en la misma dirección que los demás.

Mirando de lejos como el último chico se iba, Douma sonreía como si todo hubiera sido un espectáculo divertido de ver. Caminando en dirección contraria que los otros chicos, se dirigió al club de periodismo. La puerta abierta completamente llamó su atención pero no es como si no supiera quien estaba dentro.

- Holi~ - saludó animado al entrar a alguien sentado en su escritorio dentro del club.

- ¿A qué ha venido eso? - Muzan, que estaba sentado en la silla detrás de su puesto, le miró desafiante - ¿Qué mierdas planeas?

- ¿Yo? - se señaló confuso - ¿No has sido tú quien ha tirado a Rui-chan a las esclareas? Eso habría sido un problema.

- ¿Sí?

- Pues claro - sonrió como si estuviera conteniendo la risa - Habría dejado una mancha de sangre muy llamativa en los escalones. ¿Qué hubieras hecho entonces?

Los ojos rojos empezaron a brillar mientras su ceño se fruncía.

- No te vuelvas a meter en mi camino.

- Pero yo no estoy en el camino de nadie.

- ¿Seguro? - su mano tiró de uno de los cajones del escritorio, arrancándolo de su sitio y dejando caer su contenido a la mesa, lo cual fue principalmente hojas arrancadas - ¿Y esto?

- Mmm... - miró atentamente las hojas en el escritorio – Sigo sin saber de qué hablas.

Muzan golpeó con fuerza la mesa y levantó una de las hojas, la cual parecía tener nombres de demonios en ella.

- Reconozco esto pero ¿Por qué lo tienes tú?

- Mmm... ¿no sé?

Muzan se levantó, la luna visible en la ventana detrás de él se ocultó detrás de unas nubes, dejando que sus ojos rojos ganaran todavía un brillo más siniestro.

- Te lo repito otra vez, no te vuelvas a meter en mi camino.

- Yo te digo lo mismo – le señaló con su abanico cerrado – Tampoco me haría gracia que te metieras en mi camino.

- ¿Camino? - arqueó una ceja sin entender - ¿Qué mierda planeas en mi escuela?

- Jajajaja, ya no es tu escuela - abrió el abanico para tapar su boca – Primer director-san.

Las venas se marcaron en el cuello de Muzan debido al enfado, la apariencia de adolescente que había presentado ante Rui todo el tiempo cambió poco a poco a una más adulta, sustituyendo el uniforme escolar por un traje negro.

- ¿Qué mierda planeas en mi escuela? - volvió a preguntar.

- Todavía con eso jajaja - apartó el abanico de su boca para dejarle ver como reía con su boca abierta y sus largos colmillos visibles – Las hojas las arranqué del cuaderno de Tanjiro-chan, perdón, del cuaderno de T. Y.

Los ojos de Muzan revisaron los nombres de los demonios por encima.

- ¿Por qué dejaste nombres de demonios en ese cuaderno?

- No me interesaban – se encogió de hombros – Rui-chan y el demonio araña eran increíblemente débiles, lo mismo pasa con el demonio del sueño y de la biwa. Con demonios débiles, no puedo hacer nada.

- Dime ya que mierda quieres hacer.

Douma hizo un puchero mientras le miraba mal.

- Deja que le añada intriga al momento.

- Habla de una vez - ordenó de manera amenazante.

- Yo... - sacó un segundo abanico de detrás de su espalda y lo abrió como el otro – Quiero absorber demonios fuertes.

Muzan le miró sorprendido pero en el fondo sabía que algo tan loco podría pasar en cualquier momento por la mente de este chico.

- ¿Absorber demonios? ¿Qué tontería es esa?

- Es mi objetivo - respondió con una sonrisa – Y en realidad tampoco es que obstaculice tu camino. Tú buscas presas fáciles para que los demonios se alimenten de ellos, una vez que el demonio está dentro del cuerpo de su recipiente ¿qué obligación tienes tú? Tu trabajo acaba ahí y el mío empieza justo en ese momento.

- Estás loco - negó con la cabeza mientras intentaba controlar la risa - ¿Qué se supone que vas a conseguir absorbiendo demonios? Tú ya tienes uno dentro, ¿no te basta con eso?

- Nop, nop.

- Haz lo que quieras - salió de detrás del escritorio – Pero si te considero una amenaza...

El puño de Muzan fue directo al estómago de Douma con la intención de atravesarlo pero para su sorpresa, eso no llegó a pasar. Su puño atravesó el cuerpo del alumno de tercero, pero no salpicó ninguna gota de sangre ya que su extremidad estaba siendo absorbida por el cuerpo del contrario.

- Vaya – Muzan se mostró sorprendido pero no asustado – He de decir que esto no me lo esperaba.

- ¿No? - los ojos arcoíris se cruzaron con los rojizos – Yo lo vi venir de lejos, siempre sé lo que va a pasar. Me pregunto si existe algo capaz de sorprenderme.

Tirando con fuerza de su brazo, Muzan consiguió sacarlo del estómago de Douma.

- ¿Así es cómo vas a absorber a los demonios? - comprobó que su mano estuviera bien – Eres realmente estúpido, ¿cuánto tiempo crees que tardarán en corromperte? De hecho, puede que el demonio que tienes dentro te consuma antes de que consigas absorber algún demonio.

- Tranquilo – se dirigió al escritorio donde antes estaba Muzan - Aguantaré hasta el final.

Sin intercambiar ninguna palabra más, Muzan salió por la puerta y dejó al chico solo. Douma recogió las hojas arrancadas del cuaderno de Tanjiro y las observó detenidamente.

Demonios fuertes, eso es lo que necesitaba. Ni Rui ni los otros dos demonios de baja categoría significaban nada para él, por eso el Club de Investigación de Demonios no suponía ningún obstáculo para él, al menos por el momento.

- Que mal - suspiró para después girarse y mirar la luna en el cielo – En el futuro tú y yo tendremos problemas, Tanjiro-chan. 

- Ho-hola – Genya saludó incómodo a los gemelos al entrar dentro del club.

- Genya.

- ¡¿Qué mierda te ha pasado?!

Ambos se levantaron de su sitio yendo preocupados hacia el mayor, el cual tenía una tirita en su rostro cubriendo el corte causado por Rui ayer.

- ¿Qué te ha pasado? - la mirada de Muichiro reflejaba preocupación.

- Emmm....

- ¡Idiota! ¿Te has pegado con alguien? ¿Cuántos años tienes?

- No ha sido nada, ha sido un corte con...

- Lo besaré - Muichiro le interrumpió haciéndole sudar.

- ¿Qué?

- Besaré tu herida, quédate quieto - intentó quitarle la tirita pero Genya no se dejó.

- ¡No la quites! Estoy bien, solamente fue un...

- Yo te besaré a ti – Yuichiro intentó atrapar su rostro – Un beso en los labios tendrá más efecto que un beso en una herida.

- ¡Que no hace falta que...!

- Yui, suelta.

- ¡No! Suelta tú.

- Podéis... - Genya perdió su infinita paciencia con ambos - ¡¿Podéis parar ya?!

Ante el grito de Genya, ambos gemelos le soltaron. Siempre hacían lo mismo pero parece que ahora el enfado de Genya era serio.

- Salíos del club - ordenó de forma seria – No os quiero en él.

Muichiro y Yuichiro se miraron confusos entre ellos.

- ¿Y eso por qué? - se atrevió a preguntar Yuichiro.

- Pues... - apretó los puños y evitó mirarles, después de lo que pasó por la noche con Rui, Genya tenía algo muy claro. Estar en este club era peligroso, el corte en su cara y los de Tanjiro, Inosuke y Nezuko lo confirmaban. Era un demonio contra lo que habían luchado - Podríais haceros daño, ¿veis esto? - señaló su corte – Yo ya tengo una cicatriz enorme en la cara pero ¿vosotros? No quiero que vuestros rostros se manchen con algo tan horrible como una cicatriz ¿me entendéis?

- Genya – Muichiro dio un paso hacia delante – Se nota que estás enamorado de nosotros.

- ¡NO ES ESO!

- Tú estás en este club, pues nosotros también - Yuichiro se cruzó de brazos con el rostro sonrojado – Un corte no es nada si significa que podemos estar a tu lado.

- ¡Pero eso no es lo que yo quería que...! - las palabras de Genya se interrumpieron cuando Muichiro saltó hacia él para besarle en los labios.

- ¡Oye! Mui, no ataques sin avisar.

- Me gusta que Genya se preocupe por mí - intentó volver a besarlo pero Yuichiro le apartó para abrazar al mayor.

- Genya se preocupa solo por mí, ¿verdad, Genya?

- Me temo que eso no es así Yui, la mente de Genya es un 99% yo y un 1% tú.

- ¡Esos porcentajes están mal! Yo soy el 100% en la mente de Genya.

- Pero creo que yo aparezco con más frecuencia en los sueños húmedos de Genya.

- ¡NO TENGO SUEÑOS HÚMEDOS!

- ¡Pero Genya se excita con mis besos!

- No – Muichiro negó con la cabeza – Se excita porque me ve a mí.

- ¡Mentira! Es porque siente nuestras lenguas chocar.

- Imposible. No creo que Genya considere que tienes una buena técnica. En cambio, cuando nuestras lenguas chocan, Genya siempre se pone a temblar. El otro día, cuando nos besamos en el descanso, sentí como experimentaba una erección.

- ¡¿QUÉ?! - el rostro de Yuichiro se puso rojo - ¡¿Cómo que le besaste en el descanso?! Eres un tramposo, yo no estaba en ese momento. ¡GENYA! - se giró para mirarle enfadado – Me debes un beso, con lengua y contra la pared. ¡Y más te vale excitarte!

- Dejadme en paz por favor - empezó a llorar en silencio.

- Shinazugawa Genya – Kanao entró en el club asustando a Genya por su sigilo – Preséntate en el despacho del director.

- ¿Eh? - pestañeó confuso, le gustaría pedir explicaciones, pero solo por ser como es, no podía hablar con Kanao.

- ¿Y eso por qué? - para suerte de Genya, Yuichiro preguntó en su lugar.

- No lo sé - se sentó en una de las sillas y abrió uno de sus comunes libros de poesía - Mis órdenes eran simplemente avisarte. Tanjiro y los demás se encuentran ya allí.

- ¿Tanjiro? ¿Se puede saber qué ha pasado? - Yuichiro intentó buscar alguna explicación en Genya pero este salió del club sin explicar nada.

Sin molestarse en decir nada a los gemelos y mucho menos a Kanao, Genya se dirigió directamente al despacho del director. Una vez delante de la puerta, llamó y esperó a que se le concediera el permiso.

- Hola Genya – Tanjiro le saludó nada más verle entrar, a su lado estaban los demás miembros del club.

- Tú tan tranquilo - farfulló en voz baja.

- Buenos días, Genya – una suave voz le saludó desde detrás de un elegante escritorio de caoba – Me honra tener tu presencia.

- S-sí - caminó nervioso hasta quedar delante del escritorio junto a los demás.

El hombre delante de ellos era Ubuyashiki Kagaya, el actual director de la escuela Sakurajima. Siempre en calma y tranquilo, ningún alumno había sido capaz de ver a este hombre enfadado y dudaban mucho de que fuera capaz de mostrar un rostro semejante. Por esa razón, Genya se pudo relajar, supuso que no habría ninguna regañina pero el problema es que en la sala había más personas.

- ¿Se puede saber que os ha pasado? - preguntó Shinobu a la izquierda de Kagaya.

- ¡Mis chicos! ¡Tenéis un aspecto horrible! - Rengoku, a la derecha del director, comentó lo que pensaba.

No era de extrañar que ambos estuvieran presentes, eran el presidente y la vicepresidenta del consejo estudiantil después de todo.

- Tanjiro, pareces malherido.

- N-no, si no es nada - intentó sonreír, pero los cortes visibles por su cara eran abundantes.

- Inosuke, tú tampoco te ves bien.

- ¿Qué me quieres decir con eso? Tú eres feo y yo no te he dicho nada.

- ¡Cállate! - le regañaron Genya y Zenitsu al mismo tiempo mientras se ganaba una mala mirada de Shinobu.

- ¿Para esto nos ha llamado? - Giyuu, un poco más alejado de los demás, por fin abrió la boca.

- En realidad no, lo que quería comentaros... es sobre el destrozo que han sufrido algunas zonas de la escuela.

Zenitsu empezó a sudar al darse cuenta de por dónde iban los tiros. Rui destrozó varias cosas mientras tenía al demonio araña dentro y, evidentemente, ellos no podían cubrir esos destrozos. Pero no había pruebas en su contra ¿no? No había manera de que supieran que estuvieron aquí por la noche.

- Tanjiro – Kagaya volvió a llamarle - ¿Estuviste en la escuela por la noche?

Ya está, todo se había ido a la mierda. Kamado Tanjiro podía ser muchas cosas, amable, dulce, torpe, cabeza hueca, fan número uno de Rengoku pero había una cosa que no era y eso era un buen mentiroso.

- Mmm... sí... nooouuuu – su postura se volvió tensa y su cara rara.

- Tanjiro, por favor... - Zenitsu rezó internamente a cualquier dios existente porque Tanjiro consiguiera ser menos obvio al mentir.

- Mientes fatal – Shinobu se permitió borrar su típica sonrisa y fruncir el ceño - Hashibira Inosuke, ¿qué hiciste ayer por la noche?

- Dormir – Inosuke infló el pecho con orgullo – JAJAJAJA, te has quedado de piedra ¿verdad? Con mi respuesta te he impedido saber que estuvimos aquí ayer.

- ¡CÁLLATE! - Genya le golpeó la cabeza - ¡Eres un cerdo idiota!

- ¡Al menos a mí no me gustan jovencitos!

- Pero vosotros... - Shinobu apretó los puños, estaba muy enfadada.

- Ya veo – Kagaya intercambió miradas durante un momento con Rengoku – Shinobu, ¿puedes abandonar la sala un momento, por favor?

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Tranquila Kochou, ¡todo está bien! - Rengoku levantó el pulgar en señal de aprobación.

- Si tú lo dices - pasó por el lado de Giyuu dedicándole una mala mirada y abandonó la sala.

- Bien, hablemos ahora un poco más. Tanjiro ¿cómo te has hecho esos cortes?

- Mmm... me... me corté - su espalda empezó a torcerse hacia atrás mientras sus ojos miraban hacia el techo.

- ¡Jajaja! ¡Tu cara es increíble! ¡Es un buen rostro! - elogió Rengoku – Me gusta – sus ojos se posaron encima de Giyuu y aunque este lo notó, no le devolvió la mirada en ningún momento.

- Te cortaste ¿por toda la cara? ¿Con qué?

- Con... - miró alrededor para encontrar una buena excusa – Con unas tijeras.

- ¿Te cortaste con unas tijeras? ¿En la cara?

- Sí... n-no sé manejarlas bien.

- Comprendo – Kagaya pasó a mirar a Inosuke - ¿Qué pasó por la noche, Inosuke? Varias zonas de la escuela están hechas un desastre. ¿Tuvisteis algo que ver?

Zenitsu y Genya miraron al chico jabalí y le indicaron energéticamente con la cabeza que negara todo, pero en ningún momento Inosuke los miró.

- Todo eso lo ha hecho el demonio.

- ¡AHHHHH! ¡IDIOTA!

- ¿Demonio? Comprendo – la actitud tranquila de Kagaya no se alteró - Es un alivio que estéis bien.

- ¿Nos cree? - Giyuu le miró desconfiado – Es una locura lo mire por donde lo mire.

- Puede ser, pero creo que dentro de toda locura hay un poco de razón. Podéis marcharos.

- ¿Eso es todo? - Genya se sorprendió - ¿No nos va a castigar?

- ¿Por qué? Los destrozos no los habéis causado vosotros.

- Pero... es tan surrealista lo que le hemos contado.

- Creeré en vosotros, aunque si os quedáis más tranquilos, puedo castigaros.

- ¡No, no! Gracias, s-si le parece bien nos vamos – Zenitsu tiró de Tanjiro e Inosuke hacia la puerta mientras Giyuu y Genya les seguían.

- Tanjiro – Kagaya le llamó una última vez.

- ¿Sí?

- Deberías aprender dónde está el límite de tus capacidades. Ayudar está bien pero siempre habrá un sitio que tu mano no podrá alcanzar.

- ¿Qué...? - Tanjiro quiso preguntarle a qué se refería, pero la puerta se acabó cerrando, dejando a Rengoku y al director dentro y al resto fuera.

- ¡Inosuke, ya te vale! ¡¿No podías estar con la boca cerrada?! - nada más salir, Zenitsu empezó a regañarle.

- Pero si no ha pasado nada malo, ¿de qué te quejas?

- ¡De que eres un idiota!

- ¡Soy un dios! ¿Tú qué eres?

- ¿Cómo está tu hermana? - preguntó Giyuu mientras los otros dos continuaban discutiendo.

- No recuerda casi nada, y lo poco que recuerda cree que fue un sueño, pero no consigue explicarse los cortes de su cuerpo.

- ¿Se lo vas a decir?

- Yo... - miró hacia el suelo – No quiero que Nezuko esté cerca de los demonios, si pensar que ha sido un sueño la mantiene a salvo, entonces lo de ayer fue un sueño.

- ¿Y ahora qué? - Genya preguntó y Zenitsu e Inosuke dejaron de discutir - ¿Qué vamos a hacer ahora?

- ¿A qué te refieres? - Tanjiro no entendió la pregunta.

- ¿Eres tonto? Ayer podríamos haber muerto. Esto no es un juego.

- Ya lo sé, los demonios existen y sus víctimas son tan reales como ellos, por eso les ayudaré, como hicimos con Rui.

- ¡Yo me apunto! - Inosuke levantó la mano.

- Yo también - menos emocionado, Zenitsu mostró su confirmación.

- ¿Tú también? ¿En serio? - Genya se sorprendió, una cosa era que Inosuke le siguiera la corriente al pelirrojo, pero otra cosa es que Zenitsu, uno de los chicos más sensatos que conoce, hiciera lo mismo.

- ¿Hay algo raro con eso? Yo... - tiró disimuladamente de su pelo hacia abajo – Me uní para investigar demonios.

- Senpai, ¿tú que dices?

- ¿Tengo opción? Debo quedarme en el club un año entero u os lo cerrarán.

- ¡Sí! - Tanjiro se enganchó a su brazo – Tomioka-senpai se queda.

- Debería enfatizar en que no lo hago por gusto.

- Te quedas que es lo importante, Genya ¿y tú? Creo que eres bueno con los demonios, manejaste bien a Rui.

- Eso solo fue gracias a mí - Inosuke se mostró orgulloso de su plan.

- ¿Y me puedes explicar que hacemos con Muichiro y Yuichiro?

- Podemos hablarles de los demonios.

- ¡No digas estupideces!

- Pero Genya, si se lo cuentas tú seguro que nos creen.

- ¡Me da igual! No quiero meterles en esta locura - agarró a Tanjiro por el cuello de la camisa alejándole de Giyuu – Y como les pase algo por tu culpa te juro que te voy a...

- Oye – la voz de Rui sonó detrás de Genya asustando a todos.

- Ah... - Genya giró su rostro lentamente mientras iba perdiendo color – Ho-hola...

- Hola Rui – Tanjiro le saludó animado - ¿Qué tal te encuentras?

- Bien - miró a Genya un momento a los ojos para luego apartar la mirada avergonzado.

- Puto Inosuke.

- ¿Qué dices de mí, Genta?

- ¡Que me cago en tu vida!

- Ejem – Rui se aclaró la garganta llamando la atención de todo – Mi cuerpo se encuentra bien, la enfermera de la escuela me llamó esta mañana para un chequeo.

- ¿Enfermera? ¿Tamayo-san? - Tanjiro se confundió, ¿por qué Tamayo había querido examinar a Rui? - De cualquier forma, me alegra que estés bien, Rui.

- Sí... esto... ¿puedo comentaros una cosa?

- Claro, ¿de qué se trata?

- Es que... hay algo extraño en mis recuerdos de cuando el demonio estuvo en mi cuerpo. Sé que estuve hablando con alguien, de hecho, vine a la escuela porque ese alguien me llamó, pero no recuerdo quién es, no sé por qué.

- Ya veo – Tanjiro asintió con la cabeza – De todas formas, gracias por informarnos.

- Siento no poderos decir nada más después de que me salvarais.

- Tranquilo, tranquilo, ayudar es nuestro trabajo.

Rui agachó el rostro mientras empezaba a jugar nervioso con sus dedos.

- Esto... ¿ocurre algo más?

- Shi... Shinazugawa Genya - contestó y el nombrado empezó a sudar todavía más - M-me dijiste que recordara tu nombre.

- Ehhh.... ¡AH! ¡Mira que tarde es! - miró su muñeca en la que no llevaba ningún reloj - ¡Tengo que irme para...!

- Genya – Muichiro llegó delante de él seguido de Yuichiro - ¿Qué ha pasado dentro?

- Mierda.

- Si habéis acabado, volved al club – Yuichiro tiró del brazo de Genya pero Rui tiró del otro - ¿Ah? ¿Se puede saber qué haces?

- Dejad a Shinazugawa Genya.

- ¿Qué? - Yuichiro frunció el ceño - ¡Déjale tú! - volvió a tirar del chico pero Rui no le soltó.

- Shinazugawa Genya está enamorado de mí, ayer se me confesó.

- Mierda.

- ¡¿Qué?!

- Genya – el siempre pacífico Muichiro frunció el ceño - ¿Qué está diciendo?

- Mierda.

- También me dijo que me iba a enamorar, así que soltadle ya.

- Mierda.

- ¡Genya! ¡Explícate de una vez!

- Mierda.

- Por la noche estuvimos juntos.

- ¡¡¿QUÉ?!! - los dientes de Yuichiro crujieron ante esa confesión mientras Muichiro dudaba de cómo debía actuar así que simplemente agarró el mismo brazo que su hermano y tiró como él.

- Castigaremos la infidelidad de Genya pero ahora suéltalo.

- No, soltad vosotros a Shinazugawa Genya.

- Puto Inosuke... - Genya empezó a llorar mientras los alumnos de secundaria tiraban de su cuerpo - ¡PUTO INOSUKE!

- ¡Hey! ¡Más respeto a tu dios! Gracias a mí tienes un harem.

Una nueva discusión entre Inosuke y Genya empezaba con Zenitsu y Tanjiro como espectadores, el rubio cansado de las peleas de este dúo y Tanjiro contento de verlos tan energéticos. Viendo que ahí ya no pintaba nada, Giyuu metió las manos en los bolsillos y empezó a alejarse del ruidoso grupo, pero Tanjiro se percató de eso y salió detrás de él.

- Tomioka-senpai.

- ¿Qué? - preguntó sin darse la vuelta ni dejar de andar.

- Gracias por todo. 

- No me las des.

- También debería disculparme, no quería discutir. Es verdad que a veces no pienso bien, pero por eso me alegro de que los demás estuvieran ahí.

- Bien por ti.

- Senpai - alargó la mano hasta atrapar el brazo de Giyuu, haciendo que este tuviera que parar de andar.

- ¿Qué pasa ahora? - por fin se dio la vuelta.

- No te contesté.

- ¿A qué?

- Si pudieras ser otra persona ¿quién serías? ¿Te acuerdas? Tú querías ser Santa Claus.

- Ah, eso – se encogió de hombros – No hace falta que contestes ya.

- Quiero contestar.

Giyuu iba a insistir en que no hacía falta, pero seguramente sería como hablarle a la pared.

- Como quieras, ¿quién serías entonces?

Tanjiro le sonrió y soltó su brazo.

- Tú.

- ¿Qué? - la respuesta sorprendió a Giyuu - ¿Yo?

- Sí - asintió feliz.

- ¿Crees que mi vida es emocionante o algo así?

- No me gustaría ser tú por eso, me gustaría porque... supongo que porque eres difícil de entender para mí.

No lo iba a reconocer, pero eso casi hace reír a Giyuu. ¿Él era el difícil de entender?

- Aunque solo fuera por un día, me gustaría ver como ves el mundo. Me gustaría saber un poco más sobre cómo es Tomioka Giyuu.

- ¿Ser yo te ayudaría a entenderme?

- Sí.

- No merece la pena conocerme, te lo digo yo.

- Pero quiero hacerlo, si eres parte de mi club quiero saberlo todo sobre ti. De momento sé que te gusta el salmón con daikon, que no has besado nunca, que te gustaría ser Santa Claus y que guardas fetiches con los muslos.

Giyuu se sobresaltó por lo último, pero decidió ignorarlo. A este paso, él mismo se iba a creer que de verdad tenía ese fetiche con los muslos.

- Ya sabes mucho ¿para qué saber más? - volvió a andar con Tanjiro detrás de él - ¿Por qué me sigues?

- ¿Cuál es tu color favorito?

- Ninguno.

- Mentira, seguro que es el azul. ¿Estación favorita?

- Puede que ahora el verano porque es cuando más lejos te tendré.

- A mí me gusta la primavera.

- No te he preguntado.

- Senpai, ¿volvemos hoy juntos a casa?

- ¿Por qué me preguntas si al final vas a hacer lo que te dé la gana?

Tanjiro rio y dejó de andar detrás de él para empezar a caminar a su lado. Si antes Giyuu lo tenía claro, ahora lo tenía todavía más, nunca iba a recuperar sus días pacíficos. Ya sea porque tengan que exorcizar a un demonio o porque Tanjiro esté revoloteando a su alrededor.

Hablar de besos, de lo que harían en su último día en la tierra o de quien les gustaría ser. Hacía tiempo que Giyuu no mantenía conversaciones normales de adolescente normal, principalmente porque para hablar se necesitan dos personas y él siempre estaba solo.

Miró disimuladamente a Tanjiro mientras este seguía hablando y hablando, no sabía muy bien de qué y tampoco le importaba. Giyuu estaba mejor solo, así es como le gustaba estar, por lo tanto, Tanjiro era solo un chico molesto que perturbaría su paz. Una parte de él quería espantarlo para que dejara de hablarle, pero puede que hubiera otra parte dentro de él que buscaba justo lo contrario. Si no ¿por qué a veces le seguía la corriente? ¿Por qué a veces resultaba divertido molestarle?

¿De verdad quería estar siempre solo? Era molesto que Tanjiro le hiciera dudar de esto.  

Una vez que las clases acabaron, Rengoku miraba por la ventana del despacho del director como varios alumnos salían para regresar a sus hogares. Entre las cabelleras de tantos adolescentes, una en específico llamó su atención. Unos hermosos cabellos pelirrojos que se mecían por la velocidad con la que el chico corría para alcanzar a un alumno de un curso superior, era Tanjiro corriendo para alcanzar a Giyuu y seguramente caminar juntos a casa.

- Kyojuro – Kagaya le llamó sentado detrás de su escritorio - ¿Todo bien?

- Sí - cerró los ojos un momento y se dio la vuelta de manera energética - ¡Todo genial!

- Si quieres volver a casa, deberías volver.

- ¡No se preocupe! Además, como presidente del consejo estudiantil todavía me quedan muchas cosas que hacer hoy.

- Comprendo – una sonrisa involuntaria se dibujó en su rostro – La adolescencia es difícil, ¿verdad?

- ¿A qué se refiere? - preguntó confuso.

- Nada, nada - apiló un montón de papeles que luego guardó en un cajón - Kamado Tanjiro parece un chico increíble, ¿no crees? - preguntó mientras acercaba un marco de fotos de su escritorio.

- ¡Lo es! - volvió a mirar por la ventana por si volvía a verle – Oyakata-sama, ¿puedo preguntarle algo?

- Por supuesto.

- ¿Por qué da una recomendación a Tomioka todos los años?

El examen realizado cada año antes de empezar el curso escolar era bien conocido por todos los alumnos de la escuela Sakurajima. Solo los mejores alumnos de la escuela participaban en él y solo podías acceder a la realización mediante la recomendación de un profesor, sin embargo, Giyuu era la excepción a la regla ya que era recomendado por Ubuyashiki Kagaya, el director, todos los años.

- Es un chico muy capaz.

- No lo demuestra.

- Que no lo demuestre no quiere decir que no lo sea - giró su silla para mirar a Rengoku - ¿Por qué quieres hablar de repente de Giyuu? ¿Acaso estás preocupado por saber más sobre tu rival?

- Creo que como presidente del consejo estudiantil ya lo sé todo, sus notas se mantienen siempre en el límite del aprobado y tampoco destaca en otras disciplinas.

- Kyojuro - tapó su boca para evitar que una risa se le escapara – Yo no hablaba de rival académico. El amor también es una batalla ¿no?

Rengoku iba a abrir la boca para contestar, pero unos golpes en la puerta le interrumpieron. Después de que Kagaya diera permiso para entrar, la puerta se abrió dejando entrar por ella a la enfermera de la escuela.

- ¡Tamayo-san, buenas tardes! - saludó Rengoku con energía.

- Gracias por pasarte, Tamayo – Kagaya la sonrió.

- No es ningún inconveniente y de todas formas teníamos que hablar – la mujer se dirigió hacia una de las sillas que estaban delante del escritorio del director y se sentó en ella – He revisado a Ayaki Rui esta mañana.

- ¿Cómo se encontraba?

- Su condición física era normal, no creo que haya nada dañado dentro de él.

- Es una buena noticia, todo gracias a Tanjiro y a sus amigos.

- Sí.

- Tamayo, ¿ocurre algo?

Los puños de Tamayo se apretaron contra sus ropas.

- He visto a Tanjiro, tenía cortes por la cara.

- Sí, yo también los he visto.

- ¿Y? - Tamayo le miró sorprendida - ¡¿Y vas a dejar que sigan haciendo esto?! ¡Podría haber pasado algo peor! ¡Podría...!

- El Club de Investigación de Demonios ha cumplido con su misión, siempre lo hacen ¿no?

- No - miró el marco de fotos del escritorio de Kagaya – No siempre lo hacen.

- ¡Tamayo-san! – Rengoku dio un paso hacia delante – ¡Tanjiro y los demás estarán bien, daré todo de mí para que así sea!

Tamayo no se molestó en mirar a Rengoku, su vista siguió encima del marco de fotos.

- Ubuyashiki – Tamayo echó la silla para atrás y se levantó - Si llega a pasar lo peor, prométeme que buscarás cualquier excusa y cerrarás ese club.

- Aunque busque excusas, no es tan fácil hacer que Tanjiro se rinda ¿no? - intercambió miradas con Rengoku.

- ¡Le puedo asegurar que eso es imposible!

- Entonces... seré yo la que tendrá que tomar medidas.

Tamayo se retiró sin decir más palabras, dejando a Rengoku y a Kagaya solos.

- Tamayo-san no se va contenta – Rengoku comentó lo obvio.

- Ella solamente está preocupada, siempre ha sido así - Kagaya tomó el marco de fotos entre sus manos.

- Iban juntos a la escuela ¿verdad?

- Así es – una sonrisa nostálgica se dibujó en su rostro al ver los cinco rostros de la foto. Su mismo rostro, pero más joven estaba plasmado en la fotografía junto al de una Tamayo adolescente. Pegado al brazo de Kagaya estaba una chica de pelo blanco y en el centro de la foto, dos personas prácticamente idénticas, se podría decir que gemelos. Colgando de las orejas de uno de los gemelos destacaba un par de pendientes hanafuda – Tengo buenos recuerdos de esa época, cuando ambos éramos parte del Club de Investigación de Demonios.  


Hola!!! Hasta aquí el capítulo. Se resuelven algunas dudas pero surgen más, que mala soy😇 . 

Ya sabemos que fue Douma quien arrancó las hojas que faltan del cuaderno de Tanjiro, creo que todas las sospechas en su momento fueron para Muzan. Me gusta mucho meter a Douma como villano en las historias porque es como un segundo villano que busca algo distinto al villano principal y puede suponer hasta una molestia para él. 

Ahora, las nuevas dudas que surgen: ¿Dónde está la heterosexualidad de Genya? ¿Por qué quiere Douma absorber demonios? ¿Quién es el siguiente demonio que tendrá que enfrentar el club? ¿Qué pasó en el Club de Investigación de Demonios de Ubuyashiki y Tamayo? Creo que sobre el club de Ubuyashiki y Tamayo, tendré que hacer un capítulo entero pero todo a su tiempo. 

Por último, parece que Rengoku siente algo por el rayito de sol ¿creéis que esto causará problemas en el futuro? 

Gracias por leer, os quiero y nos vemos en el próximo capítulo. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top