8. El lugar más romántico
El lugar más romántico.
Callum.
— ¿Se lo dijiste? —pregunta Kevin en voz baja a mi lado.
—Sí, la muy curiosa parece que quería detalles —Desvío la mirada de Clover que asiente a las palabras del patólogo mientras hace una abertura en el cadáver—. ¿Por qué lo ocultabas?
Kevin me ve con fijeza y el ceño fruncido, luego me da un empujón no tan suave con su cuerpo que me toma por sorpresa y por poco me hace caer.
— ¿Cómo qué por qué no le dije? —Hace una pausa—. Oh, claro, entiendo, estás perdido en este tema.
— ¿En el tema de que Clover y yo deberías devorarnos? —susurro en respuesta y ahora sus cejas suben.
—Espera, espera ¿Qué está sucediendo? Dame contexto.
— ¿Pueden tener respeto por su compañera y poner atención a lo que hace? —exige el patólogo y ambos nos enderezamos.
—Lo siento, Clover, discutíamos lo bien que están siendo tus aperturas y extracciones —La aliento y ella me da un lento asentimiento.
Y la verdad es que no miento, antes de caer en susurros con Kevin, estaba prestando la mayor atención a lo que ella estaba haciendo.
He tenido prácticas con Clover más que un par de veces en lo que va de mi carrera universitaria, pero es la primera vez que nos toca hacer equipo y por lo tanto es la primera vez que me tomó el tiempo necesario de detallar cada minuto de ello y sé que cuando yo hago mis partes, ella también me ve.
No hay nada romántico sobre ver a alguien abrir un cadáver y extraerle los órganos, en eso hay que ser honesto; sin embargo, hay algo maravilloso y cautivante de ver a quien te gusta o atrapa siendo tan eficaz y apasionada sobre algo en lo que también eres bueno o dedicado. Es cautivante ver la manera acertada en la que ella hace las incisiones y describe el órgano del que extrae muestras, extendiéndomelo para que Kevin y yo demos nuestras respectivas opiniones y discutir con certeza evaluaciones pertinentes.
Si esto no fuese algo tan peculiar cómo abrir un cadáver y descifrar las causas de su muerte, seguramente la tendría muy dura, porque ver a Clover ser ésta inteligente, perspicaz y eficiente estudiante a la que seguramente le espera una carrera cómo forense más que exitosa, sin duda alguna, es algo que me la pondría súper dura si no estuviésemos en este contexto, sin embargo, lo que no evite el tener un cadáver abierto es que los latidos de mi corazón sean un desastre tonto, sé que no me dará un ataque al corazón y sé que esto tiene que ver con la sensación de admiración por Clover que estoy experimentando.
—Listo por aquí —Le dice ella a nuestro patólogo que hace unas anotaciones—. ¿Ustedes están listos para seguir a partir de aquí? —Nos pregunta ahora a Kevin y a mí.
Ambos asentimos y reparo de manera breve en el estado de sus guantes antes de volver a centrarme en las palabras que se intercambia y discusiones de equipo. Lo próximo es la autopsia craneal, Kevin y yo queremos hacerla, así que de manera muy madura realizamos un juego de piedra, papel o tijera que nuestro querido patólogo juzga con la mirada. Kevin gana y yo mascullo una maldición mientras él muy perra me da una sonrisita triunfal.
—No llores, irlandés —Se burla viendo cómo me avanzo para mover el cadáver para él—. Tú ya hiciste la extracción de la parrilla costal.
Pero eso no llevó demasiado trabajo y lo sentí tan rápido que me siento inútil sin hacer algo más porque estoy acostumbrado a hacer la parte difícil o complicada en los equipos a los que me integro.
No me asusta ni perturba acomodar de una manera más cómoda – lógicamente para Kevin vivo y no para Kevin difunto – en la posición en la que ya se encontraba: decúbito supino. Me encargo de que el cráneo esté lo suficiente elevado para facilitarle el corte con la sierra a Kevin.
—No lloraré, pero sí que te agarraré rencor —Le hago saber mientras me ubico al lado de Clover—. Mucho rencor.
—Puedes hacer la autopsia raquídea, de hecho, te encargas de ello —Me dice el patólogo con la atención en Kevin que se encuentra haciendo una incisión coronal con el bisturí.
—No creo que una autopsia de ese tipo sea requerida según lo que hemos establecido al momento sobre el occiso.
—Concuerdo con Clover —secundo, pero con la vista clavada en el cráneo que ahora Kevin deja al desnudo.
—Sin embargo, la harás —determina el patólogo—. Está dentro de las especificaciones de lo que debo evaluar.
—Estaremos aquí hasta la eternidad, entonces —Se queja Kevin en una voz no lo suficiente baja—. Eso toma muchísimo tiempo.
—Así funciona —Es lo que responde el patólogo.
No se vuelve hablar, al menos no hasta que el cerebro está al descubierto y Kevin separa los polos frontales tirando de ambo hemisferios con los dedos hacia él para lograrlo. No puedo evitar, cómo siempre, maravillarme porque el cerebro es quien muchas veces nos hace mandarnos las mayores cagadas de nuestras vidas o aciertos muy increíbles. Incluso cuando te dan un consejo tan inservible cómo "sigue tu corazón" el cerebro es quien acaba por empujarte a tomar decisiones y hacer tus elecciones, y verlo así, manipularlo y estudiarlo es algo que me resulta increíble. Al menos Kevin me deja pesar el cerebro y Clover hace las anotaciones.
—El cerebro parece una gominola ¿Cierto? —pregunta Kevin.
—O gelatina —dice Clover—. Qué impresionante es que algo no tan grande y tan blando tenga tanta responsabilidad en el cuerpo.
—No tan grande y tan blando —repito a su lado en voz baja para que solo ella pueda escucharlo—. Todo lo contrario a...
—No lo digas —Me corta girando el rostro hacia mí y lo único que impide que nos besemos, son las mascarillas.
Ella retrocede y yo mantengo mis ojos enlazados a los suyos. El patólogo se aclara la garganta y ambos volvemos la atención a los dos Kevin.
Estoy complacido con mi grupo de práctica. Kevin es igual de bueno cómo Clover y puede que tenga una personalidad chispeante y comente cosas relajadas o fuera de lugar, pero es serio sobre lo que está haciendo y muy acertado.
Por lo genera me ubico adrede en grupo con algunos flojos para poder hacer todo el trabajo a mi manera y hacer el trabajo difícil y por el contrario a veces soy puesto en grupos con un conocimiento más del tipo promedio que me permiten orientarlos o toman demasiado en cuenta mi opinión, es que cuando se trata de mis estudios soy realmente un puto controlador y no me gusta que mis notan dependan de otros, sin embargo, en esta ocasión no estoy enloqueciendo por tener menos participación o no ser la salvación del grupo.
—Ustedes son realmente buenos —señalo.
—Somos dedicados —responde ella sin verme—, nos interesa lo que estudiamos y de verdad nos esforzamos en ser más que buenos porque esto no es un juego, es algo sumamente delicado.
Asiento porque tienen totalmente razón. Estos cuerpos a los que se realizan autopsias son personas que alguna vez estuvieron vidas, que tuvieron un pasado y en su mayoría con personas que los aman sufriendo su partida, lo mínimo que puedes hacer es dar tu mejor trabajo sin destrozar el cuerpo o haciendo un mal movimiento.
—Estoy segura de que tú eres muy bueno.
—Gracias por tu confianza en mí, Clover, me inyecta adrenalina —Bromeo y la escucho reír. Me encanta eso.
Finalmente, luego de un momento considerablemente largo, me encuentro a nada de iniciar la autopsia raquídea con el patólogo, demasiado entusiasta, casi respirándome en la nuca. Esto es una responsabilidad bastante grande, no digo que los procedimientos anteriores no lo sean, porque cada uno de los pasos es esencial. Es solo que siento que aquí cualquier abertura en falso o trazo y ya lo jodes todo...Y es tan sangriento y un poco raro de ver. No es la primera vez que lo hago, pero siempre me da un pequeñísimo porcentaje de incertidumbre, lo cual no me preocupa demasiado porque en mis planes está dedicarme a la criminología y no precisamente a médico forense, pero sé cuán necesario es tener todos estos conocimientos, son importantísimos.
Con la sierra de rotación tengo muchísimo cuidado extrayendo las vísceras y escucho el fuerte respiro de alivio de Kevin cuando ve que no he cagado nuestra evaluación, pero ese es solo el comienzo porque ahora que tengo los cuerpos vertebrales expuestos es el momento de usar los pedículos que Clover me pasa para cortar de manera lateral. De verdad es un proceso para el que no creo que muchos tengan estómago.
—Las personas siempre dicen eres hermoso por fuera, pero más por dentro ¡Que absurda mentira! Por dentro somos una asquerosidad que aterraría a cualquiera que no tenga estómago.
—Yo lo encuentro hermoso —dice Clover y detengo lo que hago para verla—. Quiero decir, es hermoso ver el interior del cuerpo humano y ser capaz de entender su funcionamiento, de qué estamos compuestos y cómo el estado de estos puede ser diferente dependiendo de los hábitos o estado del fallecido.
—Aunque el final de tu discurso suena genial, igual el "yo lo encuentro hermoso" te ubica con psicópatas que aman destrozar cuerpos —asegura Kevin.
—Ofensivo —digo apuntándolo con el instrumento en mi mano—, pero si sonó extraño ese comentario porque te quedaste en silencio antes de explicarte, Clover.
— ¿Será que continúas? —Pregunta el patólogo—. El tiempo corre.
—Sí, el tiempo también corría cuando lo estuvimos esperando, mi señor —Le digo antes de volver a lo mío.
Tengo ante mí la medula del Kevin difunto y continúo hasta extraer muestras para estudiar los niveles medulares junto a los ganglios raquídeos y raíces. Cuando he terminado, tengo la espalda tan tensa que podría obtener algún tipo de dolor en el cuello más tarde, pero siento satisfacción de haber hecho un buen trabajo y haber extraído todo lo necesario para el estudio. La palmada del patólogo en mi espalda también me infla un poco el orgullo.
—Bien hecho, Callum —dice Clover y de inmediato mis ojos van a ella, por la forma de sus ojos, creo que podría estarme dando una pequeña sonrisa.
—Ahora, reconstruyan el cuerpo, una vez lo hagan de manera correcta habrán terminado la primera parte de su evaluación. ¿Qué es lo primero que se debe hacer antes de reconstruir el cuerpo?
Estoy muy seguro de que los tres le damos una mirada de: "no te hagas un hijo de puta con una pregunta tan básica", pero Clover tiene la decencia y paciencia de responderle sonando dulce y amable, incluso la pregunta parece hasta un poco insultante.
—Lo primero es que nos aseguremos de tener todas las muestras necesarias, además de quitar así cómo secar todos los líquidos.
—Lo siguiente será rellenar el cuerpo con celulosa —sigue Kevin y lo veo rodar los ojos—, con el fin de que estéticamente quedé presentable y con la mayor normalidad posible...Tan normal cómo puede verse un cuerpo que ha sido abierto de tal forma.
—Volvemos a poner la parrilla costal en el tórax —Hablo, porque si mis dos compañeros hablan, no hay manera de que sea ese alumno que solo asiente—, también se rellena el cuello lo más estético posible—señalo esa parte del cuerpo de Kevin difunto aun abierto— al igual que el cráneo...
—Y se vuelve a colocar el cuero cabelludo, no podemos dejar calvo a alguien que entro con una selva en la cabeza —dice Kevin sin ningún tipo de tacto y Clover le da una mirada de advertencia—, es solo una observación.
— ¿Qué pasa con la sutura? —pregunta el patólogo que ahora juega al imbécil al parecer con sus preguntas tontas.
—Se utiliza hilo o cuerda dependiendo de la zona —respondo fastidiado, sin estas preguntas ya podríamos estar reconstruyendo el cuerpo. Llevamos horas aquí, no sé cuántas, pero han de ser bastante significativas.
— ¿Y luego? —insiste.
—Le damos un suave baño de esponja —dice Kevin y el patólogo lo ve—. Bueno, quise decir que lo lavamos. Hay que dejar el cuerpo lo más presentable posible, en posición decúbito y tapado.
— ¿Y si tenía objetos personales?
—Pues teniendo en cuenta que estamos investigando y no que queremos robar, se los volvemos a colocar —responde Clover y noto la molestia en su voz.
—Muy bien, hagan todo eso y luego rellenen el registro de las muestras para los estudios histológicos, verificaré que los hayan hecho bien porque no queremos registros equivocados.
Ah, pero es que sí va de hijo de puta, confirmadísimo.
—También hacemos el registro de órganos completos nosotros ¿Correcto? —pregunta Clover.
—Jovencita no haga preguntas estúpidas, pero ¡Por supuesto!
En un acuerdo no dicho, los tres decidimos no responderle y simplemente completar nuestra práctica para ver la luz del sol nuevamente y respirar aire fresco. Afortunadamente hacemos una buena reconstrucción del cuerpo, en efecto no queda perfecto porque eso es imposible, pero se ve presentable y estéticamente está bien, la sutura del cabello por parte de Clover es bastante impresionante, si me lo preguntas.
—Él debió tener una historia —Murmura Clover cubriendo todo el cuerpo—. Todos morimos teniendo una historia que contar incluso si la consideramos simple.
Unos asistentes del patólogo entran a llevarse el cuerpo mientras llenamos los registros que él revisa y en los que no necesitamos ninguna corrección, posterior a ello nos recuerda que debemos rellenar nuestras planillas y hacer los estudios correspondientes a lo extraído con su supervisión y un experto forense.
Cuando sale del lugar, Kevin deja ir el suspiro más profundo que he escuchado en mi vida.
—Ese tipo era un cabrón, ni siquiera me dejó despedirme de Kevin difunto —Lo escucho decir cuando estoy sacándome los guantes.
—Es un idiota —concedo—, pero escuché que es realmente bueno en lo suyo y eso se vio bien hoy.
—Bien nos vimos nosotros haciendo una autopsia patea trasero ¿Y la reconstrucción? Fue casi perfecta, el cuerpo quedó lo mejor que pudo.
—Te ves muy feliz, Kevin —dice Clover con diversión—. Apuesto que fastidiarás a Oscar con ello hasta el viernes que él tenga su práctica.
—Me conoces bien.
—Ni tanto —Ella me da una significativa mirada—, porque me he enterado hoy de algo que desconocía.
—Cosas que pasan —lo minimiza Kevin quitándose los guantes—. Una chupada secreta no cambia vidas, mucho menos la tuya.
—Ya, pero es que me ha sorprendido y lo de Oscar ¡Ufs! Es que todo lo tenían muy guardado.
—Ellos, porque en mi caso simplemente no voy por la vida contando, soy un absoluto caballero —aclaro.
—Claro, Callum, lo que tú digas —dice Kevin con lentitud—. Ahora, vamos a limpiar y desinfectar todo esto para irnos. Siento que llevo toda una vida aquí.
Y eso hacemos, comenzamos a limpiar y desinfectar los instrumentos usados así como la camilla. Mientras lo hacemos, ellos conversan y la verdad decido no incluirme porque soy curioso sobre escucharlos a hablar.
— ¿Y a dónde te fuiste anoche? Cuando Oscar y yo volvimos ya no estabas.
—Me dio dolor en la panza —asegura y una risa se me escapa.
—No te burles, Callum, a todos nos ha dado diarrea, no tiene que ser algo para avergonzar a una persona.
—Me disculpo —digo conteniendo la risa ante la mala excusa de Clover—, no debería reírme, lo siento, Clover. De hecho es admirable que no te cagaras encima.
Ella no me mira, pero por el leve rubor en los pómulos intuyo que se encuentra mortificada. Nos dividimos el limpiar y Kevin termina primero, tal vez porque está desesperado por encontrarse con Oscar. Yo soy el siguiente y sin decirle una palabra a Clover, salgo del lugar yendo a uno de los cuartos de baños en donde podré lavarme y desinfectarme las manos.
Cuando estoy listo, sé que Clover no tenía tanto con lo que ponerse al día y que de hecho podría estarse retrasando adrede, dándome tiempo para irme, así que saco mi teléfono para entretenerme mientras la espero detrás de la puerta, entro en mi grupo de chat familiar, ignoro los que llegaron antes para leer los más nuevos.
Arlene: ¡Oh Dios mío! Mamá me regaló mi primer vibrador
Moira: recuerdo cuando me dio el mío *suspiro*
Kyra: ¡Alguien dígale a mamá que eso es raro!
Callum: ¿Por qué tengo que saber de los vibradores de mis hermanas? #Perturbador
Mamá: cariño, no seas así fui precisamente yo quien te regaló condones y lubricante. A todos mis hijos los trato por igual
Papá: *gruñido*
Callum: en serio mamá, encuentra tu equilibrio
Kyra: ella no tiene un equilibrio
Moira: ¡Mamá es malditamente perfecta!
Arlene: ¿Si lo meto me romperá el himen? ¡Es un miedo real!
Moira: envíame una foto, te responderé con base al grosor y tamaño
Papá: *súper gruñido*
Kyra: por favor basta
Mamá: Arlene resolveré cualquier duda que tengas
Arlene: ¿Callum me romperá el himen?
Callum: te matará, si lo metes te destrozará la vida
Moira: te destrozará la vida porque luego te darás cuenta de que un pene real no vibra y funciona cómo el aparato #Cruda realidad
Callum: no te matará Arlene. Estoy bromeando
Arlene: ¿Callum obtuvo un juguete para su trasero cuando supieron que le gustaban los chicos?
Mamá: Callum solo me aceptó el lubricante y los condones, fue reservado sobre aceptar el juguete
Kyra: ¡Porque esa no era tu responsabilidad, mamá!
Arlene: les haré saber cómo me va con el juguete
Kyra: no necesitamos saberlo
Papá: *Súper gruñido fuerte*
Mamá: mis bebés están creciendo #MamáOrgullosa
Moira: ow ¡Eres la mejor, mamá!
Kyra: sí, pero no regales más juguetes
Callum: eres la mejor x3
Arlene: x4 mamá bella y hermosa
Papá: x5
Papá: *gruñido calmado*
¡Duendes irlandeses! Están loquísimos, en mi familia nunca hubo cordura, tal vez un poco por parte de Kyra y otro poco en papá, pero la normalidad nunca fue una opción. Los extraño, pero estudiar aquí fue mi decisión y por el momento vivo con el hecho de verlos unas pocas veces al año.
Guardo el teléfono cuando diez minutos después la puerta se abre. Cómo estoy detrás de la puerta, ella no me ve mientras comienza a lavarse las manos hasta los antebrazos y luego se desinfecta, la bata debió quitársela afuera.
—Nunca nadie me acusó de que le pusiera tan caliente cómo para generarle una diarrea —Aludo a la excusa que le dio hace un rato a Kevin.
— ¡Mierda! —grita ella girándose con una mano sobre el pecho, bueno, más sobre una teta.
—No quiero ser un acosador ni nada así, así que si me pides que me vaya, lo haré, pero me gustaría quedarme a conversar sobre un par de cosas, Clover ¿No crees que es el momento de hablarlo?
Ella traga y se mete de manera distraída un mechón oscuro de cabello detrás de la oreja, yo sigo el movimiento con la mirada teniendo un breve pensamiento sobre sentir ese cabello sedoso y abundante sobre mis muslos ¡Qué sucio, Callum! ¿Pero cuando he sido yo un muchacho inocente?
— ¿Me quedó, Clover? ¿Vamos a hablar de lo que pasa?
Pienso que me pedirá que me vaya porque se ve un poco nerviosa o que no me responderá y deberé tomar su silencio cómo un "vete" y me iría, porque sería desagradable acosar a alguien y no estaría bien, pero por fortuna ella termina asintiendo y yo sonrío viendo cómo se quita la mascarilla de papel y la arroja a una papelera.
—Bien, hablemos de ello —su voz suena nerviosa pero su postura cambia a una un poco más segura.
— ¿Se me permite poner seguro a la puerta para que nadie entré a estorbarnos?
Parece indecisa, pero luego asiente con determinación y el clic de la puerta se siente cómo un coro de ángeles en mis oídos.
—Primera pregunta para ti, Clover.
— ¿Cuál?
— ¿Eres el trébol de éste irlandés?
🍀🍀🍀🍀🍀🍀🍀¿Continuará?🍀🍀🍀🍀🍀🍀🍀
Sí, obvio que la historia continuará...
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