Huracán Callum.

Callum.

—¿Estás bien? —Me pregunta Arlene.

Dejo de ver la pantalla en donde ¡Sorpresa, sorpresa! Kim está llorando en tanto Khloe y Kourtney la miran, para darle atención a mi hermana menor que me ve con cautela.

—Estoy súper bien —Sonrío.

—Tu sonrisa me está dando miedo, Call-me —Se aleja de mi lado yendo al extremo del sofá.

—No seas tonta, estoy bien.

—Bueno —dice no muy segura.

Vuelvo la atención al televisor y frunzo el ceño.

—¡Duendes! ¿Puede Kim dejar de llorar de una puta vez? ¡Mujer! Habla con normalidad y trágate el maldito llanto que ni siquiera te están creyendo, no eres una maldita víctima ¡Habla sin llorar! —grito estresado.

—Call-me... No creo que estés bien.

—¡Qué estoy bien! —Me golpeo los dedos en el muslo.

—Pues no te creo.

—Pues no me importa —respondo—. ¡Deja de llorar, Kim!

—¡Deja de gritarle a Kim! Tiene derecho de expresar sus emociones a través del llanto, ella no tiene la culpa de cuál sea tu problema —grita Arlene.

—¿Y quién es tu sangre? ¿Kim o yo?

—Kim Kardashian claramente no me está gritando.

Estoy por responder cuando me doy cuenta que de hecho he estado alzando la voz, por lo que opto por apretar los labios, volver la vista a la televisión, ampliar las piernas y cruzarme de brazos.

—Lo siento —mascullo.

—Call-me ¿Qué sucede? Soy una buena oyente —Asegura Arlene deslizándose nuevamente a mi lado.

No digo nada, en lugar de ello mantengo la vista en la pantalla refunfuñando ante la idiotez de este episodio, que no es que los otros sean memorables y vayan a cambiar al mundo, pero al menos tienen consistencia y no me estresan tanto, hoy siento ganas de gritar: ¡Cancelen el puto programa!

Pero en el fondo sé que el problema no es el programa.

—El problema es Clover —digo.

—¿Clover?

—Sí, Clover —mascullo sintiendo arder mi molestia.

—¿Qué hizo Clover? —pregunta mi hermanita desconcertada.

—Querrás decir qué no hizo Clover.

Una madrugada llegas a casa agotado del trabajo, lees su mensaje y te dices que lo responderás después de descansar, para luego despertar por el vibrar constante de tu teléfono con infinitas notificaciones en tus redes sociales, mensajes e incluso correos electrónicos y cuando decides pinchar en uno de ellos, te encuentras con fotos de Clover y quién se supone es su ex, peor aún, con el tipo de rodillas y luego una secuencia de deslizamiento del anillo de mierda feo, el abrazo y la celebración de los demás.

Es todavía peor cuando te envían el vídeo junto a un "¿Ella no era tu novia?" y cuando lo reproduje estoy seguro de que mi expresión de asco era tan evidente cómo el cabreo monumental que me embargó. Mi molestia fue tan, pero tan grande que de inmediato me invadió una migraña y aunque no medí mi presión arterial estoy seguro de que se me elevó porque comencé a tener demasiado calor y sentirme agitado en tanto reproducía ese vídeo de terror una y otra vez, hasta que memoricé las palabras baratas que Frankie decía y evalué el lenguaje corporal de Clover tal cómo lo he venido aprendiendo durante años.

Así que sé que de ninguna manera ese show es real, pero eso no quiere decir que no esté monumentalmente cabreado, histérico y con ganas de ir a quemarle la casa de Frankie (que ni siquiera sé en dónde vive). También me conozco y debido a que siempre estoy de buen humor y que pocas veces estalló, cuando lo hago arraso con todo a mi paso y sabía ¡Joder! Sabía y podía apostar todo el oro de Irlanda que si me comunicaba con Clover no iba a ser sensato y decir cosas adecuadas, porque cada mensaje o etiqueta que me llegaba solo lo empeoraba y cuando el maldito vídeo se hizo viral (casi la mitad que los vídeos de gatitos siendo tiernos o divertidos) decidí que necesitaba respirar antes de hablar con Clover y ver su nombre ahí era una tentación por lo que la bloqueé y cómo mi cerebro está súper avanzado, silencié a Valentina, pero han pasado cinco horas y medias y mi molestia sigue latente, de hecho está creciendo.

Los mensajes y etiquetas no dejan de llegar, también vi que el vídeo tiene casi cien mil reproducciones en Youtube.

¿Puedo pedirle al tío Lorcan que me haga otro favorcito con el detestable Frankie? Jejeje estoy jugando...O tal vez no.

—¡Callum! —grita Arlene sacándome de mis pensamientos y volteo a verla con lentitud—. Quita esa mirada, me da miedo.

—¿Qué mirada?

—Cómo si estuvieses endemoniado.

—Graciosa —Ruedo los ojos.

—¿Qué pasa con Clover?

—Se hizo famosa en un vídeo viral de su compromiso, porque sí, en la madrugada se comprometió con un imbécil, pero fíjate que se le olvidó terminarme.

—¿Estás haciendo una broma?

—No, puedes buscarlo en Youtube, se llama "Romance en fiesta ¡Ella dice que sí!" te saldrá de primero, aunque muchos lo han resubido.

Viendo que de hecho toma su teléfono para hacerlo y no quiero escucharlo de nuevo, me pongo de pie yendo hasta la cocina, tomando un par de uvas y contando hasta ciento cincuenta antes de volver. Me siento en el mismo asiento y Arlene me da una mirada llena de pesar y compasión.

—¿Tenían problemas? ¿O es un viejo amor?

Todo lo que hago es verla antes de sacudir la cabeza.

—No, no teníamos problemas y bueno, sí parece ser un viejo amor o algo así, pero eso no es real Arlene.

»Solo basta con ver su lenguaje corporal, está incómoda, avergonzada e incluso algo molesta, es fácil de leer.

—Para las personas que estudian la lectura del lenguaje corporal puede ser obvio, pero para mí parece una novia sorprendida y un novio feliz —Me interrumpe—. Y si sabes que no es real ¿Por qué estás tan molesto?

—Porque odio ese maldito vídeo viral, las fotos, felicitaciones y todo lo que la gente está diciendo de mi novia. Odio que ese bastardo compartió el vídeo con una carita riendo y un corazón, odio que Clover no ha salido a decir nada y que no me dio una jodida advertencia de esto ¡No es que sea un maldito celoso! Pero pudo mencionar que en la fiesta estaba su ex y que hizo todo este numerito.

»¿Crees que le habría gustado si fuese al revés? ¿Qué le habría gustado despertar viendo fotos de toda mi noche con algún o alguna ex y luego vídeos de compromiso? Estoy seguro de que habría odiado que no le advirtiera, que no mencionara "oye, me encontré con mi ex y resulta que no nos odiamos, no lo deseo ni nada, pero conversamos toda la noche y ¡Ah! Me propuso matrimonio falsamente y las personas le creyeron."

—Puedo entender el punto y que estés molesto.

—No es que me importe la mierda que la gente dice de mí, pero estoy odiando cada notificación y mensaje llegándome sobre esto.

—¡Oh, Dios mío! —Grita mamá desde el piso de arriba— ¡Callum, corre a ver esto!

Asustado por la alarma en la voz de mamá Arlene y yo nos ponemos de pie y subimos las escaleras de dos en dos para encontrar a mamá en la habitación de entretenimiento digital (nombre sofisticado que mis padres le pusieron). En cuanto llegamos, la encuentro con una mano en el pecho y la mirada clavada en el enorme televisor que ocupa casi de largo a largo la pared, en serio es enorme.

Y ese televisor proyecta el vídeo de Clover y Frankie con la descripción: romance joven se siente.

—Dijeron que pasarían un vídeo viral de amor y me emocioné, pero...Pero —Mamá voltea a verme con desconcierto y preocupación—, es nuestro trébol, Callum ¿Por qué está con otro? ¡Y por favor! Mi hijo es más guapo.

—Quiero arrojar el televisor al suelo —comento y mamá juega con el collar alrededor de su cuello.

—Solo si después vas a comprar uno nuevo mejor que ese —Es lo que me dice.

»¿Qué rayos está pasando con Clover? ¿Quién es ese ladrón atrevido hincándose de rodillas y deslizándole un anillo feo?

—¡Lo sé! Es un anillo horrible —Alzo la voz y los brazos con desesperación— y ese es el jodido Frankie.

—¿Quién es Frankie? Quiero soluciones, Callum, ese es nuestro trébol, no es suyo.

—Trébol no es una posesión, mamá —aclara Arlene con diversión y desconcierto.

—¡Lo sé! Pero es una manera de decir que la vimos antes.

—Técnicamente él la vio primero —Mascullo.

—Técnicamente no me importa ¡¿Qué está pasando, Callum?! ¿Qué le hiciste para que tomara tan desafortunada decisión?

Veo de nuevo a la televisión donde la presentadora de un programa que transmite vídeos virales románticos y divertidos bromea sobre que la novia parecía que quería huir, pero que los nervios siempre actúan y son una pareja joven hermosa a la que seguro le espera un futuro prometedor.

—Eso no es real, mamá, no está comprometida con ese.

—Bien, sabía que ella no iba a tener ese lapsus mental —respira con alivio pasándose la mano por el cabello rojizo anaranjado más claro que el de Moira, Arlene y el mío—. Qué alivio siento.

»¿Cómo es que eso sucedió? ¿Están teniendo problemas, Callum?

—Cuando la molestia me deje pensar y hablar con Clover, eso me gustaría saber —Mascullo, saliendo de la habitación y escuchando a mamá decir:

"El problema de los que siempre son felices es que cuando se enojan, son cómo huracanes llevándose todo a su paso."

Pues bien, soy el huracán Callum.

***

—Eres un encanto, contigo detrás de esa barra no hay manera en la que las personas no quieran volver —Me dice la mujer treintañera tomando el trago que acabo de prepararle.

—Es que soy encantador, ahora vuelvo, disfruta de tu bebida —aseguro con una sonrisa antes de deslizarme hacia otro cliente de traje—. ¿En qué puedo ayudarte?

—En dos cosas, la primera es un trago del mejor ron que tengas y la segunda es que me enlaces con ella —Asiente con disimulo hacia la mujer que acabo de atender.

Desplazo de nuevo hacia la treintañera rubia que sonríe hacia el pequeño escenario en donde una banda de jóvenes con sueños que aún no se frustran se encuentra tocando un cover; regreso la mirada al moreno de reloj caro, calvo, pero ejercitado con un traje hecho a la medida que me ve a la expectativa.

Visualmente harían un pareja matadora, pero me pregunto por qué un hombre atractivo, sexy y con dinero pediría la ayuda de un barman pelirrojo ¿En dónde está la trampa?

—¿Por qué no vas por tu cuenta? —pregunto tomando la botella de ron más cara y de calidad, comenzando a servirle un vaso.

—Soy tímido —responde con una sonrisa ladeada que desmiente tal declaración.

—Intenta con una respuesta más real.

—Porque cada vez que ella viene a este sitio, desecha y aleja a cualquiera que se acerque, creo que odia a los hombres, pero no te odia a ti.

—Porque soy encantador —respondo deslizando el vaso hacia él.

—Te pagaré.

—¿Cuánto? —pregunto con diversión, pero la diversión se va en cuánto escucho la cifra—. ¿Eso no es demasiado para un cupido?

—El amor no tiene precio.

—No estoy seguro de que la frase funcione así y apostaría de que me hablas de lujuria, el amor te llegará después de realmente hablarle. ¿Estás bromeando sobre pagarme eso o vas a en serio?

—Hablo en serio...

—Callum, ese es mi nombre.

—Hablo en serio, Callum. Soy Lincoln, por cierto —Se saca una tarjeta de presentación y me la desliza.

La leo con rapidez y descubro que este tipo es socio o dueño (tendré que averiguar) de una cadena de hoteles bastante cara y reconocida y reconocida internacionalmente. No entiendo cómo llegó a nuestro bar (que no es de mala muerte, tiene bastante clase), pero qué sorpresa.

La verdad lo hubiese ayudado gratis porque me gusta la idea de conectar a las personas o al menos presentarlas, lo que ocurra después de eso ya es su asunto, pero el dinero suena bien y ya sé que lo haré con ello.

—También considera que tendrás una membresía para acudir a cualquiera de los hoteles a nivel mundial, en cualquier ciudad del mundo en donde encuentres uno.

—Amigo, en serio ella te gusta, genuinamente me estoy planteando si en realidad sí es amor a primera vista.

—Ella es especial.

—¿No la estás acosando? Necesito comprobar que no eres un maldito loco.

—Puedes comprobar que no te estoy mintiendo sobre mi identidad.

—Sí, eso haré —digo retrocediendo y haciendo una seña a Princess (no sé en qué pensaba su madre al llamarla así) para que se encargue brevemente en cuanto compruebo a este tipo.

Lo busco en mi teléfono y en efecto es este triunfador Lincoln George que no tiene escandalo más allá de su encanto (ni siquiera el maldito cliché de mujeriego o fotos con diferentes mujeres que se malinterpreten), sin cargos policiales o algo escandaloso, lo que me sorprende es que tenga abundante cabello castaño en las fotos, pero un clic en su cuenta de Twitter me hace saber que al parecer hubo un evento en dónde se estableció un precio para raparle la cabeza y donar el dinero a alguna fundación, asquerosamente buena persona. Me guardo el teléfono y en lugar de ir hacia él, me dirijo hacia la rubia.

—¿Qué tal el trago? —pregunto.

—Bastante bueno, el trago, el ambiente y el personal siempre me trae de regreso a este bar. No te había visto antes.

—Soy el hijo que huyó de casa —digo con seriedad, pero termino riendo—. En realidad, estudio en Nottingham, Inglaterra y ayudo cuando estoy en casa.

—Supuse que eras de la pandilla pelirroja —Bromea.

—Así que tengo un amigo que te quiere conocer.

—No me interesa —dice volviendo la vista al escenario.

—Pero ni siquiera te he dicho quién es.

—No me interesa —repite.

—¿Eres casada, con novio, novia o solo sientes odio por el romance?

—No. Soy independiente, profesionalmente realizada y sin interés en embarcarme en dramas por unos cuántos orgasmos.

—¡Duendes! —Me rio— Eres ruda y con lo dulce que te ves.

»Pero a ver, haz esto cómo un favor para mí que soy tu nuevo amigo. Me pagarán por esto —Voy con la honestidad— y verás, mi novia y yo estamos teniendo un problemita en el paraíso y con este dinero pienso qué podemos arreglar algo de esto.

—¿Cómo lo arreglaría? Véndeme bien la historia y decidiré si puedo ayudarte.

Suspiro, me paso una mano por el cabello y luego comienzo a hablar sobre por qué quiero el dinero y qué haré con ella en pro del romance, cabe destacar que por supuesto que lo exagero y activo todo el potencial de mi encanto para hacerla suspirar, no es que ella lo haga, simplemente bebe de su trago en tanto me escucha y cuando termino, la veo a la expectativa.

—Me llamo Edén, por cierto —Es lo que dice terminando su trago— ¿Estás seguro de que tu relación tiene potencial?

—Por todo el oro de Irlanda que lo estoy.

—Siendo así, haré el sacrificio ¿Quién es tu amigo?

Asiento hacia donde Lincoln se encuentra ahora frunciéndole el ceño al teléfono pareciendo furioso ¿A dónde se fue el Lincoln feliz?

—No sé, se ve demasiado bueno ¿Por qué no se acercó él?

—Te ha visto rechazar a todos y es tímido.

—Tímido —repite—. Bueno, te haré el favor, pero consígueme otro trago por este sacrificio.

—No es sacrificio, es bastante sexy y es caliente, también parece una muy buena persona.

—Ya veremos —Me sonríe—, pero yo no busco envoltorios bonitos, me interesa lo sustancial que tienen para dar.

Y dicho eso, se pone de pie, alisa su vestido negro ajustado y camina hacia Lincoln que parece sorprendido de que de hecho, yo lo lograra. Me palmeo el hombro a mí mismo, satisfecho por mi logro cuando ella se desliza en el asiento de su lado y le sonríe.

—¡Llegué! —dice Kyra dándome un pellizco en el brazo.

—Tarde —Me giro hacia ella.

—Es que estaba viendo un Kdrama, no podía venir sin ver el final.

—Por supuesto que podías —aseguro, siguiéndola mientras se lava las manos—. ¿En dónde está Moira?

—Llevando a Arlene a una fiesta —Se recoge el cabello—, llega en treinta minutos más o menos.

—Son unas irresponsables.

—¿En dónde me necesitas? Para que dejes el drama te dejaré ser el que mande hoy.

—Afuera, atiende las mesas, ya el lugar se está llenando —respondo.

—Perfecto... ¡Oh! ¿Cómo te estás sintiendo? Leí en el grupo lo de Clover y que no lo tomaste precisamente bien.

—¡Es malditamente viral!

—Lo es —Concede—. Mundialmente está siendo visto y todas sueñan con una petición así ahora, también quieren el seguimiento de los preparativos de la boda.

—¿Qué clase de consuelo es ese, Kyra?

—Ah, perdona ¿Tenía que consolarte? —Sonríe.

—Lárgate, mal intento de pelirroja —La empujo hacia la salida de la barra y ríe.

—No soy un mal intento de pelirroja, cosa fea —Ladea el rostro y me sacude su cola de cabello en la cara—. Soy la encantadora rubia rojiza que resalta entre pelirrojos.

—Lo que digas, ahora lárgate a trabajar.

Solo me tomo el minuto de un respiro antes de ponerme de nuevo en marcha porque el bar se está llenando y pronostico que será una noche movida cómo la de ayer, que es infinitamente bueno, pero también bastante agotador.

Mientras atiendo a los clientes, envío una que otra mirada a Lincoln y Edén, sus lenguajes corporales me hablan de deseo y atracción, pero también de reservas y tensión de ambas partes por lo que no tengo ninguna idea de cómo terminará eso.

Moira llega una hora tarde y le grito un poco sobre cómo se lo diré a mamá y papá (que se encuentran en el otro bar) y ella me dice que me depilará la cejas mientras duermo si lo hago.

—¿Qué tan difícil es llegar temprano? —exijo saber viéndola servirse un chupito— ¡Pero si eres tan sinvergüenza que te estás echando un trago!

—Para poder soportar al Callum dolido porque la novia se le comprometió con otro —Me dice antes de beberlo en seco sin sal o limón.

—¡No está comprometida con otro!

—Uhm, eso no es lo que se dice en internet.

—Voy a golpearte y eso estará bien porque no te veo cómo una mujer, te veo cómo a mi hermana.

—Si me golpeas, te daré un puñetazo de regreso, en secreto toda la familia me estará agradecida de que te golpee para ver si eso consigue reiniciarte el humor.

—Estoy de un humor súper genial ¡Uní a una pareja! —Señalo hacia Edén y Lincoln.

Ahora sus lenguajes corporales son de molestia, pero ¿Qué pasó?

—Claro, Call-me —Moira rueda los ojos y me da una palmada fuerte en la mejilla—. Me haré cargo por un rato de la barra ¿Por qué no vas y tomas un descanso? Parece que lo necesitas.

—No lo necesito, pero lo tomaré —digo saliendo de la barra, caminando hacia la puerta trasera y tomando un merecido respiro.

Inhalo y exhalo cómo si estuviese trotando, haciendo un ejercicio de respiración y absorbiendo todo el aire frío de la noche.

Sacándome el teléfono le escribo un mensaje a papá.

Callum: Moira y Kyra llegaron tarde

Papá: no crié a un soplón

Callum: criaste a un hombre honesto

Papá: pero no a un soplón

Callum: a un hombre con sentido de la responsabilidad y justicia

Papá: pero nunca a un soplón

Callum: Bieeeen! Lo entiendo, mañana llegaré súper tarde entonces

Papá: hazlo y te despido

Callum: injusto

Papá: la verdad es que no nos cae bien el Callum gruñón

Callum: ¡Papá!

Papá: había que ser honesto

Papá: no queremos al huracán Callum

Callum: se supone eres mi padre y me amas en todas mis facetas

Papá: tonterías

Papá: hoy me caes mal

—¡Ja! Que le caigo mal —Me rio y le envío emoticones llorando antes de salir de su chat e ir al de Clover.

»Muy bien, tengamos esta conversación —murmuro desbloqueando su número y luego presionando llamar.

El teléfono no suena demasiado porque de inmediato ella está respondiendo diciendo un "¿Callum?" y ¡San Patricio! Me derrito escuchando su voz incluso si suena insegura.

—Clover Mousavi —digo recargando la espalda de la pared.

—Estás enojado.

—No —digo—, estoy cabreadísimo.

—Y esa es una gran diferencia —suspira.

—Exacto.

Se hacen unos largos segundos y me paso una mano por el cabello.

—¿Qué carajos ha sido todo esto, Clover? ¿Cómo es que un día despierto siendo etiquetado en vídeos virales de amor de mi novia con el detestable Frankie? ¡Saliste en un programa de televisión irlandés!

—Pero ¡No es mi culpa! Ni siquiera sabía que él iba a hacer eso.

—Y tal vez, no sé, de casualidad ¿No pensaste en llegar a casa y contármelo? Ya sabes, algo cómo: Oh, Callum, en la fiesta estaba Frankie y pasamos el rato hablando porque no me cae mal y sé que confías en mí y el hecho de que no haré nada malo, pero te lo menciono para que no hayan malos entendidos ¡Ah y por cierto! Se hincó en la maldita rodilla y con un anillo horrible fingió pedirme matrimonio.

—Entonces sabes que es mentira.

—¡Por supuesto que sé que es mentira!

—¡¿Entonces cómo por qué me bloqueas y me haces pasar una puta angustia?!

—Creo que hemos establecido que estoy cabreadísimo, Clover, soy como un puto huracán.

—¿Y no pensaste que podemos hablar de esto cómo personas adultas?

—Hablar —Me rio pasándome la mano por la cabeza—. Hablar exactamente cómo no lo hiciste para advertirme de esto.

—Estabas cansado y supuse que dormías.

—Pero me escribiste diciendo que estabas en casa y así cómo hiciste eso pudiste decirme lo que había sucedido.

—No pensé qué...

—No me vengas con eso, Clover. Sabes que las personas lo graban todo ¡Todo! Y que no había manera en la que uno de ellos no lo subiera en redes, más cuando se hizo toda esa escena ridícula ¿Cómo te sentirías si hubiese sido al revés? Estoy seguro de que no te gustaría ni un poquito.

—¡Lo habría odiado! Pero no te habría bloqueado y aplicado la ley del hielo ¿Por qué hiciste eso?

—Porque no quería decirte cosas imprudentes en el calor de la ira y arruinarlo todo.

—¡Podías decirme eso! "Clover, ahora no puedo hablar porque quiero quemar el puto mundo, pero no significa que te odie y crea esa locura."

—Claro, porque en mi lugar tú hubieses sido así de racional.

—Por supuesto que sí.

—Claro, Clover, lo que tú digas.

Me doy cuenta de que mi respiración es rápida y que al igual que yo, ella ha comenzado a alzar la voz.

—Pude manejar esto mejor, es cierto —Intenta hablar con calma—, pero ya está hecho.

—En efecto, ya está hecho —murmuro con sequedad.

Más silencio pesado.

La puerta detrás de mí se abre y Moira aparece, ha de percibir mi estado de ánimo porque hace una mueca.

—Lo siento, Call-me, pero te necesito, el bar está a nada de reventar.

—Dame un minuto —Le pido y asiente antes de volver a entrar.

»Debo volver al trabajo, Clover y creo que la conversación no nos ha salido muy bien ¿Hablamos después?

—¿Cuándo es después?

—Quizá mañana porque algo me dice que estaré ocupado toda la noche. Dale mis saludos a Valentina y tu papá, ten una buena noche.

—Tú igual —susurra—. Hablamos mañana ¿De acuerdo?

—Vale.

Finalizo la llamada con una sensación incómoda por cómo han ido las cosas y tras un suspiro entro de nuevo al bar que se encuentra bastante lleno. Una vez detrás de la barra me doy cuenta de que Lincoln y Edén ya no están.

—Los clientes que Kyra dice que uniste, se fueron —Me dice Moira.

—¿Juntos?

—No sé si juntos, pero sí al mismo tiempo, no parecían muy felices.

—Qué decepción, pensé que había potencial ahí, pero al parecer todo hoy me sale mal y es una noche de mierda —Mascullo enojado.

—De todas maneras, el hombre te dijo que lo llamaras para darte lo acordado, lo que sea que eso signifique —Hace una pausa—. ¿Estás bien? ¿Necesitas conversar o algo? Siento que llevas demasiado tiempo así de enojado...Y raro.

Veo a los clientes esperando y a Kyra yendo de un lado a otro antes de volver la vista a Moira.

—Tranquis, estoy súper bien —respondo antes de girarme y continuar mi trabajo.

—No, no lo estás —alcanzo a escucharla.

***

—Levántate —Me exige alguien mientras intento aferrarme a mis horas de sueño—. Sé que me estás escuchando, levántate.

Quiero dormir, porque pensé demasiado al llegar del trabajo y estoy agotado de todas las maneras posibles. Aun no me quiero levantar y enfrentar que estoy teniendo una racha de mierda.

—Déjame —gruño presionándome la almohada de la cabeza, solo para que me la arranquen—. ¡Qué me dejes dormir!

Algo frio se presiona contra mi frente luego de ser cargada ¡Un arma! Abro los ojos con rapidez y me encuentro frente a frente con alguien que no esperaba ver.

—Si te digo que te levantes, te levantas, Call-me.

—¿Qué clase de visita es esta, tío Lorcan? —cuestiono sintiendo la frialdad del arma contra mi frente.

Pero ¿Qué carajos? Supongo que hoy es otro día para ser sorprendido.

Holissss jejeje ¿Qué tal todo?

Clover diciéndole a Callum que habría reaccionado mejor (en sus sueños claramente) son todos los lectores que cada vez que un personaje la caga o se equivoca dicen: "yo lo hubiese hecho mejor" "¿Por qué no hizo tal cosa?" "Qué idiota". No, Clover, no lo habrías hecho mejor, confía en mí, el desmadre sería peor jejeje.

Posdata: no me insulten a mis niños, que se supone son humanos y sienten y también se enojan y pues pelean y así :(

Bueno... ¿Cómo te hace sentir este capítuo?

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Espero les guste.

Un beso.