7. Chismes viejos e inesperados


Chismes viejos e inesperados.

Callum.


Podría sentirme ofendida o pensar que causo mal rollo, pero cómo sé que soy una excelente compañía no me tomo el silencio que reina en el lugar cómo algo personal y se lo atribuyo al hecho de que Clover quiere esconderse o salir corriendo y que Kevin parece esperar que alguno de nosotros dos hable.

No tildaré a Clover de tonta porque sé que no lo es ¿Despistada? Eso sí que puede hacerlo, porque si ella leyó el mediocre informe de Jagger su cabeza tuvo que haberse saltada la parte en la que él recalcaba, al menos dos veces, que yo estaría feliz de saber que en efecto ella era la persona a la que buscaba. Ya sabes, si ella analiza o se detiene a pensar se daría cuenta que anoche podríamos haber sido esa escena icónica final de Camp Rock, ya sabes, cuando Joe Jonas descubre que de hecho Demi Lovato es la chica y que esa es la canción. ¿Cómo se esto? Cultura general de mi hermana menor.

Pero no puedo culparla por decidir pasar por alto ello, estoy suponiendo que se siente escandalizada de que sepa las cosas que me escribió y esto no se debe a lo dulce, elocuente o datos de sí misma que compartió, tal vez se trata de las pequeñas cosas obscenas y calientes que dejó escapar más que unas pocas veces. Sin embargo, le tengo fe a Clover y sé que en algún momento aterrizará y se dará cuenta de que no me burlo de sus notas o debe avergonzarse de ellas. Y si no lo descubre sola ¿Para qué estoy yo? Soy súper eficiente y tengo un corazón bondadoso que puede demostrarle y ejemplificarle que las cosas sucias que llegó a escribirme en sus notas, muy bien pueden comenzar a ponerse en práctica.

Clover se está mordiendo el labio inferior, yo quiero mordérselo, pero supongo que eso tendrá que esperar...No mucho. La cosa es que supongo que tiene una conversación interna porque luego sus ojos se encuentran con los míos y me gusta pensar que aunque su mascarilla la cubra, ella me da el intento de una sonrisa cómo si me dijera "puedo con esto". Oh, mi trébol, yo sé que tú puedes con todo lo que te quiero dar.

Dándome cuenta de que el silencio podría volverse eterno y que tal vez la única forma en la que podría ser roto es si el cadáver se levantará para decir algo cómo "¿Qué pasa? Déjense de miraditas y ábranme el puto tórax o el cráneo ¡Pero hagan algo!", decido hablar.

— ¿Por qué tanto silencio? —pregunto acercándome a la mesa de autopsia e intencionalmente pasando tan cerca de Clover que nuestros brazos se rozan, maldita bata que no me deja sentirla.

— ¿Es nuestro tercer compañero? —La escucho preguntarle a Kevin mientras veo el cuerpo blanquecino de un hombre cuyo rostro y genitales se encuentran cubiertos.

—Puedes preguntármelo a mí, no te morderé por ello o al menos no ahora —Le sonrío y la veo exhalar con lentitud.

—Pensé que lo leíste en la hoja, Clover —responde Kevin acomodando sus guantes de látex—. No soy tu asistente o informante.

—No la leí, solo firmé...Debería pedir cambio —Volteo a verla ante sus palabras—. Es decir, creo que debería estar en un grupo en donde esté otro estudiante de ciencias forenses.

— ¿Y qué tenemos de malos los de criminología? Me siento muy ofendido, ni siquiera los estudiantes de policía se atreven a tanta ofensa —reclama Kevin frunciendo el ceño—. Sácaselo, Callum.

— ¿Sacarle el qué? —pregunto viendo la información escasa del difunto en la pulsera de identificación alrededor de su muñeca. Se supone somos quiénes debemos describir y dar las causas de su muerte.

—El tubo de metal que tiene en el culo.

— ¡Te dije que no tengo nada metido en mi culo!

— ¿Estás segura? Porque odiaría pensar que estás siendo un dolor de muelas por el simple encanto de tu personalidad.

—Bueno, parece que alguien está siendo un poco perra —Le dice ella.

—Sí, tú —Le sonríe Kevin—. Una con un tubo metido en el culo.

— ¿Hablaremos de culos? —Pregunto cortándolos pese a que me parecieron entretenidos—Porque no tengo relación con el culo de Clover y en tu caso, Kevin, lo pasado no tuvo que ver con nuestros culos.

Se hacen unos completos tres segundos de silencio y cuando alzo la vista, Kevin está muy ocupado con la vista clavada en el cadáver y Clover viendo de él a mí.

Ah, ¿Era eso un secreto? Pero si incluso Oscar lo sabe.

— ¿Kevin? —pregunta Clover con una incertidumbre creo que algo de curiosidad.

— ¿Empezamos? —pregunta Kevin quitándome la hoja de las manos y con una mirada de advertencia para que me calle.

— ¿Kevin? —Insiste Clover y al ver que no le responde clava sus ojos oscuros en mí—. ¿Qué quisiste decir, Callum?

—Que no estoy familiarizado ni con tu culo ni con el de Kevin. ¿Y por qué estamos mencionando tanto a palabra "culo"?

Parece querer exigirme hablar más sobre lo que insinúe de Kevin y mi mirada la reta a preguntar, pero entonces el grito de Kevin nos toma por sorpresa a ambos.

— ¡Oh, por Dios! ¡No puede ser! ¡No!

— ¿Qué? ¿Qué sucede? ¿Kevin qué pasa?

Admito que hasta yo me alarmo por el tono de voz que usa Kevin mientras lee la identificación en la pulsera alrededor de la muñeca del cadáver. No leí nada que fuese alarmante, pero tal vez me distraje, cosa que no suele suceder cuando se trata de mis estudios.

—Él se llamaba Kevin, estoy frente a un Kevin muerto y se me erizan los vellos del cuerpo ante eso —Sus ojos están muy abiertos—. Es un Kevin muerto.

Casi quiero reír porque dice "un Kevin muerto" cómo una especie de raza en peligro de extinción. El entrecejo de Clover se frunce a medida que se lleva las manos a las caderas.

— ¿Es en serio, Kevin? ¡Me has asustado!

—Nos ha asustado —corrijo.

Me acerco al cuerpo y le tomo una mano evaluando los dedos, específicamente las uñas para conocer el estados de estas.

—Su cuerpo fue encontrado hace seis días —Lee Clover—. Treinta y un años.

—A simple vista no se ve signos de violencia, pero eso no descarta un asesinato.

—Qué bueno que precisamente estamos aquí por una autopsia por lo que abrirlo nos dará respuesta —comenta Kevin.

— ¿Por qué estará aquí? —murmura Clover, pero antes de que pueda responderle: "porque está muerto", ella se me adelanta—. Me refiero a que no reclamaron su cuerpo y terminó aquí, colaborando con la ciencia.

—Por favor no empieces —Se queja Kevin.

— ¿Qué no debe empezar? —pregunto sin importarme el sonido de protesta que ella hace.

—Ella siempre hace eso, Oscar odia que lo haga —Me responde Kevin—. Estaremos a nada de comenzar una autopsia y revolverá mis malditos sentimientos hablando de cuán solitaria debió ser la vida del difunto para no haber sido reclamado por un familiar o ser amado.

»Sin embargo, Clover, por favor no lo hagas esta vez, me siento especialmente sensible porque él se llamaba Kevin.

—Llama —corrijo iniciando el examen externo del cuerpo—. ¿Qué dice su historial clínico?

Escucho la voz de Clover darme la información y se hace un pequeño silencio mientras los tres comprendemos que éste hombre más allá una intervención quirúrgica para una extracción de apéndice hace diez años, enfermedades virales comunes y dos fracturas en el brazo izquierdo durante los últimos dos años, parecía no padecer de alguna enfermedad o condición mortal, pero también es evidente que podemos descubrir algo durante nuestra evaluación.

— ¿No les pone los pelos de punta saber que la profesora y médicos certificados nos están viendo por la cámara? —pregunta Kevin con la vista clavada en una de las cámaras.

—No, es normal tener supervisión —respondo—. No puedes hacer una práctica sin supervisión.

—Lo sé, pero hablo de que es raro. Es cómo iniciar una película de terror.

—O una rara de terror con algo más —dice Clover y escucho el entusiasmo en su voz—. Imagina el argumento. Tres jóvenes en un cuarto frío con un cadáver cuya muerta fue horriblemente violenta, el espíritu maligno vaga por el lugar porque antes de morir hacia practicas demoniacas.

»Es de noche, los tres jóvenes están cansados cuando cosas extrañas comienzan a suceder. Primero el cuerpo se mueve.

—Puede ser por los reflejos de gases aun en su cuerpo —Interrumpo y ella me da una mala mirada, sonrío—. Solo decía.

—Luego, sonidos extraños llenan el lugar, instrumentos se caen y el lugar se pone más frío. Pides ayuda a tus supervisores que te observan por la cámara, pero resulta que son unos sádicos esperando que los tres jóvenes se maten entre ellos y determinan que solo uno puede salir con vida.

—Eso si no los mata el espíritu demoniaco, estoy suponiendo —agrego y creo que sonríe pese a que no puedo saberlo con exactitud por la mascarilla.

—Exacto —asiente.

¿Lo ves? Definitivamente ésta chica fue la que escribió cada nota que me hizo sonreír y esperar por otra, suena totalmente cómo ella y eso cómo que me emociona un poco.

—Tengo una duda y una acotación —dice Kevin y cuando lo veo, se encuentra enarcando una ceja—. Mi pregunta es ¿Por qué tiene que ser Kevin un espíritu demoniaco? Podría ser simplemente que fue asesinado de forma violenta y su espíritu nos pide que lo venguemos porque fueron los supervisores quienes lo asesinaron.

—Es un interesante giro de trama.

—Funcionaría, pero mi idea llena de violencia, suspenso y peligro por todas partes suena más interesante. Tendría más ventas en taquilla.

—Bueno, hay que admitir que suena más interesante tu versión, pero me niego a un Kevin demoniaco —Rio por lo bajo de esas palabras dichas por Kevin—. Ahora sobre mi acotación.

— ¿Qué hay de ello? —pregunta Clover entrecerrando los ojos.

—Estoy suponiendo que ustedes serían la típica pareja que se lo monta en grande, follando sin control y diciendo suciedades mientras se hacen tomas de tetas y culos, habría un gritón clímax y luego aparecería el espíritu demoniaco a cortarles el rollo por lo que a medio vestir comenzaría un enfrentamiento.

Veo de Clover a Kevin, éste último está sonriendo, también sonrío porque que maravillosa acotación, excepto por la parte en donde un espíritu demoniaco me haría quedarme con bolas azules.

—No tengo problemas en representar ese papel —aseguro.

—Kevin estoy segura de que tú serías el que muere primero —sisea ella.

— ¡Qué va! En teoría soy el chico gay que lucha solo y tiene un amor al que volver, además de llamarme igual al espíritu, ese es un argumento perfecto para que todos adivinemos que el protagonista vendría siendo yo, pero tranquilos al menos se echarían un buen polvo antes de morir.

Este sería un buen momento para analizar dos cosas:

La primera es si este tipo de conversaciones siempre sucede entre ellos y la segunda es si debo preocuparme de que sean tan creativos y hablen de dicha hipótesis cómo una realidad. No es que me asuste, pero me siento bastante intrigado por la divertida dinámica que manejan.

— ¿Dónde se supone está el patólogo que nos acompañara? —pregunta Clover cerrando la conversación de la hipotética película.

—Esa es una excelente pregunta, Clover —concedo—. No podemos empezar sin él, es nuestra supervisión presencial y el experto que evitará que la caguemos.

—Cagarla en tu tercer año es cómo una señal de que no deberías estar en esta profesión —La escucho decir.

—Por fortuna soy bueno en mi profesión y sé que escogí bien —señalo alzando el brazo del cadáver.

—No sigas haciendo el examen externo —Me regaña Kevin y me detengo—. Debemos esperar por el patólogo y te están viendo —Asiente hacia la cámara—, no puedes iniciar sin la presencia de nuestra niñera, podrían bajarnos puntos o sancionarnos por no seguir las reglas.

—Lo siento, en estas situaciones actúo en automático en busca de respuestas.

Puedo sentir que los tres nos estamos impacientando esperando a que llegue el patólogo para iniciar, vamos con retraso y estar aquí sin hacer nada se siente raro, pero mientras esperamos me dedico a ver a Clover y sé que adrede ella está evitando encontrarse con mi mirada. Sabe que yo sé y sabe que yo sé que ella sabe.

Pese a que la mascarilla le cubre la mitad del rostro, eso no me impide detallarla. Paseo la mirada por su frente adornada con dos cejas definidas y gruesas, con un ligero arqueamiento en ellas que casi parece malvado, luego me dirijo a los ojos almendrados que me recuerdan un poco a la princesa Jazmín que mi hermana ama, porque en las esquinas son muy similares y además son bastante oscuros cubiertos de unas espesas pestañas que una vez la vi defender.

En serio, algún imbécil bromeo sobre los musulmanes y nacionalidades del medio oriente teniendo pestañas larguísimas y nariz aguilera en un tono de voz burlista "Clover ¿En dónde está tu jodida nariz musulmana? Las pestañas ya las tienes, pero te falta eso" eso evidentemente, y con debida razón, a Clover le pareció tan racista cómo me lo pareció a mí y en pleno auditorio, con pocas personas porque aún no iniciaba la clase, la vi darte bofetadas verbales al idiota del comentario. Fue cautivante ver la convicción y fuerza verbal con la que se defendió, con la que lo redujo al ignorante que era, nunca más el tipo la molestó.

Su cabello hoy va recogido en una cola baja y el cuerpo lo tiene cubierto por la bata blanca. Noto cómo sus ojos la traicionan y por el rabillo del ojo me ve, sonrío y rápidamente desvía la mirada cuando sabe que la he pillado. Ella y yo debemos hablar, solo que supongo que será luego de la práctica, de verdad me tomo en serio mis estudios y estoy comprometido con ser bueno en la profesión que elegí y que casi infartó a mi mamá cuando vio que era serio sobre mi elección.

—De acuerdo, esto ya es demasiada impuntualidad —Se queja Kevin—. Iré a ver qué sucede y volveré con nuestro patólogo.

—Yo puedo ir —dice ella tomándole el brazo.

—No, yo hablé primero, yo voy —Me lanza una mirada—. ¿Sabes qué, Clover? Quédate mientras lo busco y Callum puede decirte de qué manera nos conocemos y cómo de bien conoce a Oscar, apuesto a que te mueres por saber.

»Callum, tienes mi autorización para abrir tal caja de pandora. Ahora, iré por nuestro patólogo.

Y en efecto, Kevin sale del lugar dejándonos a solo a nosotros dos o tres si cuentas a Kevin difunto. Mi mirada no abandona a Clover que ahora toquetea una de las bandejas con algunos de los instrumentos.

Pocas veces en la vida he tenido que esperar porque soy una persona impaciente, pero Clover Mousavi además de hacerme esperar por su nombre con las notas, ahora me hace esperar cómo un mendigo que me hable y no me ignore, supongo que me enseña sobre la paciencia sin siquiera saber, algo sobre lo que definitivamente no quiero aprender.

— ¿Qué pasó con Kevin? ¿O qué pasó con ustedes?

Ah, la espera terminó.

Por inercia llevo mis manos detrás de mí para apoyarme en una pose más cómoda, pero maldigo en cuanto hago contacto con piel fría que se siente demasiado tersa: Kevin difunto. De inmediato me alejo y me giro hacia el cuerpo.

—Disculpa, no pretendo irrespetarte —mascullo al Kevin difunto.

Me giro de nuevo hacia Clover y pese a su mascarilla, por la forma en la que las esquinas de sus ojos se encuentran, creo que podría estar sonriendo.

— ¿Quieres saber sobre lo que insinúe de Kevin? ¿Por qué?

— ¿Quién no querría saber? Es cómo pescar un anzuelo. ¿Qué pasó con Kevin?

Lucho contra las ganas de pasarme las manos enguantadas por el cabello y de recargarme nuevamente de la mesa de autopsia. Creo que ella está impaciente de esperar mi respuesta, ahora puede entender un 5% lo que se siente esperar por saber algo que sientes tan esencial ¡Aprende la lección, Clover!

—Así que sobre Kevin...Creo que la forma más fácil de decirlo es ser directo sobre este chisme —Anuncio y luego lo suelto sin muchas ceremonias—: Kevin me la chupó en la primera fiesta de nuestro primer año. Estábamos ebrios y calientes, apostamos una mamada, el perdió, yo gané. El chupó, yo me corrí.

Bueno, este es el momento en el que mi mamá me gritaría: ¡Dios, Callum! No tienes que ser tan malhablado y explicito, la sutileza no te dejará en la pobreza.

Los ojos de Clover se encuentran muy abiertos y creo que no se da cuento de que juega con sus dedos de una manera inquietante mientras me ve.

— ¿Es broma?

—No, es real.

Y la historia es tan real cómo lo he dicho. Kevin es atractivo, divertido e inteligente. La primera semana de clases ya había tonteado con una chica y luego en la primera gran fiesta que fui, pasé el rato con compañeros de muchas de mis clases y Kevin era uno de ellos, nos caímos bien, bebimos un montón, apostamos cosas calientes y luego la apuesta se cumplió. La verdad estábamos tan borrachos que casi lo vomito cuando de manera grosera me corrí en su camisa y él tan borracho que se quedó dormido cómo un minuto después sobre mis pies. Stephan me ayudó a llevarlo a su habitación y luego a despabilarme.

Lo que más me gustó de Kevin es que ambos aceptamos que fue algo de una vez, de borrachos calientes, que no lo hicimos raro ni memorable, nos reímos de ello y continuamos nuestras vidas de desastres por separados sin necesidad de hacer un drama de ello o volverlo más grande de lo que en realidad fue. Kevin es un tipo genial.

—Kevin nunca lo dijo —Creo que lo dice más para sí misma— ¿Y por qué lo estoy imaginando?

—Oh, Clover ¿Qué tan buena es tu imaginación?

— ¿Qué? ¿De qué hablamos? No he dicho nada —Se aclara la garganta—. Entonces, Kevin...

— ¿Me la chupó? Sí.

Wow me resulta impactante, cómo una revelación —Puedo ver a través de sus ojos la manera en la que sus pensamientos revolotean, me gustaría poder ver sus labios para saber qué muecas está haciendo con ellos.

— ¿Hace eso alguna diferencia?

— ¿Sobre qué? —Me pregunta.

«Sobre cómo te sientes por mí» «Sobre nosotros» «Sobre tus notas» «Sobre ser mi trébol» «Sobre ser tu irlandés» En su lugar, no le respondo y si hubiese querido hacerlo, no creo que hubiese alcanzado a hablar porque ella da un repentino respingo.

— ¿Y qué fue lo que dijo de Oscar? No podría haber sucedido nada con Oscar porque hasta hace cuatro meses fue oficial que es bisexual y que Kevin es su primer chico...

—Su primer chico sexual —corrijo.

— ¿Qué me estás queriendo decir?

—Oscar me abordó en una fiesta y me dijo que necesitaba hacer una prueba —Me encojo de hombros—. Fuimos a una habitación y lo dejé besarme, no es que fuese un sacrificio, Oscar es ardiente.

—Lo es —confirma casi de manera automática ¿Quién podría negar que Oscar gusta mucho físicamente?

—Oscar estaba confundido y quería saber si se sentía así únicamente por Kevin o por los hombres en general.

— ¿Y? —Me insta a hablar cuando me detengo.

Pequeña curiosa, casi creería que esta conversación le parece sexy, que podría estarla poniendo un poco.

—Y le gustaron los besos porque sucedió por unos buenos minutos, lo ayudé a aclararse y cómo sabrás, ahora él no tiene dudas de que es bisexual. Ama a Kevin, pero también sabe que le gustan los hombres de manera general.

— ¡Vaya! Qué amable de tu parte adentrarlo al mundo de los chicos y abrirle las puertas al goce de la sexualidad —No lo dice con ironía, suena sorprendida y un poco divertida.

—Solo fueron besos, lo demás debemos darle el crédito a Kevin.

—Seguro —dice de forma distraída—. Así que te enrollaste con mis dos amigos... ¿De casualidad también te metiste con Maida?

—No, no —Alzo las manos enguantadas—. No me hagas sonar cómo un fácil.

—Perdona, no era mi intención. Solo estoy sorprendida y algo impactada. Lo de Oscar tuvo que ser reciente.

—Cinco o seis meses, realmente no lo sé, pero por favor no te enojes con ellos por eso o por no decírtelo.

— ¿Por qué me enojaría?

Ambos sabemos a qué me refiero, pero una vez más, ella lo está ignorando. Me aseguro de clavar mis ojos en ella cuando digo mis próximas palabras.

— ¿Podemos hablar de ello, Clover?

— ¿De qué?

—De anoche, de los besos y cómo te fuiste, cómo huiste —Miro hacia el techo midiendo mis siguientes palabras antes de volver la vista a ella—. Y del...Para ti, irlandés —cito las palabras finales de cada nota y veo el leve estremecimiento que la recorre.

—Yo, yo...Yo...

—Lamento la tardanza —dicen sobresaltándonos y al voltear encontramos a quien tiene que ser nuestra supervisión y a su lado está Kevin—. Soy su patólogo, además de su supervisor, tengo especialización en ciencias forenses por lo que sé lo que estaremos haciendo aquí hoy.

» ¿Quién será el primero en hacer el examen externo? —pregunta y Kevin se adelanta—. Bien, empieza.

Retrocedo y me ubico al lado de Clover que se encuentra silenciosa, nuestra conversación ni siquiera pudo empezar, pero hay tiempo, puedo esperar, puedo esperar un poco más.



Holisss, les quiero decir que en lo referente a la autopsia de hecho muchas cosas son reales solo que traté (a partir de este capítulo) de plantearlo con la personalidad de estos chicos y en algunas cuestiones me tomé licencia de autora para agregar algunas cositas que le diera más contexto a la escena (me refiero a esta y la de el cap que le sigue). Pero en su mayoría el proceso de cómo lo realizaran, es real. Advertidos para el próximo capítulo que tendrá dicho con

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