31. Confío en ti, irlandés
Confío en ti, irlandés.
Callum.
— ¡Jagger!
Ante mi llamado él se encuentra alzando la vista y dándome una pequeña sonrisa de reconocimiento mientras elimino la distancia entre nosotros. Al alcanzarlo, me dejo caer en la silla frente a él y me planteo robarle una de sus papas, pero al final no lo hago.
— ¿En dónde has estado? No te he visto en años —Le hago saber.
—He estado en todas partes y creo que eres quién ha estado bastante oculto.
—No me di cuenta de que te morías por ver este apuesto rostro —Me señalo la cara—. Entonces ¿Qué hay de nuevo en la vida de Jagger?
—Nada.
Su simple respuesta para mí significa: todo. Pero no hago preguntas que sé que no me responderá y para ser honesto yo también ando en mis propios asuntos.
Puede que Jagger esté ganando rápidamente poder en la universidad siendo aún un novato, pero aun es joven y no quiero involucrarlo en mis problemas, por lo que no comento ninguna actualización y él tampoco menciona el ataque que hubo contra mí incluso cuando tuvo que haber escuchado de ello, no hablamos de los dos estudiantes hospitalizados en un estado crítico por las drogas corriendo en el Campus y tampoco sobre Bryce.
—Falta pocos meses para que termines tu primer año.
— ¿Me darás una medalla o premio por ello? —pregunta sonriendo.
— ¿Qué quieres de regalo? ¿Otro tatuaje? Parece que comienzas a acumularlos rápido.
—Simplemente me gusta... Así que viniste a mi mesa a saludarme y hablar de tatuajes —dice con diversión y desconfianza.
La verdad es que me acerqué con la intención de que me actualizara con cualquier información que pudiese servirme, pero sacarle información a Jagger es cómo ir de paseo a que me extraigan una muela.
—Seré honesto, quiero mendigar si tienes alguna información —acabo por confesar.
— ¿Sobre qué?
—Sobre la situación de las drogas.
—No sé nada —responde y ambos sabemos que miente.
— ¿Qué tal información sobre cualquier cosa de Bryce?
—No puedo.
— ¿Por qué?
Su respuesta es encogerse de hombros y tomar una de las papas. Suspiro, no me frustro porque esperaba esas respuestas, ya lo dije antes, si él me hubiese preguntado yo también habría sido muy vago sobre mis respuestas. Al menos espero y sepa el nivel de peligro de Bryce, pero... ¿Y si no lo sabe?
—Jagger te voy a comentar algo muy casual —comienzo—, sobre Bryce.
— ¿Si? —Su mirada no está enfocada en mí.
—Él no es algo simple y creo que lo mejor sería que no te involucres en nada que tenga que ver con él.
—Claro —responde forma distraída viendo detrás de mí.
—Es en serio, es otro nivel qué... —Noto la forma en la que sus labios se aprietan con desprecio—. ¿Jagger?
Girándome intento descifrar en donde está su mirada, pero hay demasiados estudiantes y un par de personas que creo que son profesores, pero todo se aclara cuando un hombre, que creo recordar alguna vez haberlo visto con Lindsay y lo que lo hizo enojar, lanza una mirada hacia nosotros llena de desprecio antes de que una sonrisita cínica se dibuje en su rostro ¿Qué demonios?
Vuelvo a girarme hacia Jagger que no le quita la mirada intensa de encima y pese a ser tan joven, hay que admitir que resulta intimidante.
— ¿Ese quién es? —pregunto, pese a que creo que la otra vez lo mencionó.
—Una basura —Es su respuesta—, una completa basura que se supone da clases de ética. Varias estudiantes... —Me da su atención, pero no continúa—. Él...
Se calla abruptamente y digo su nombre instándolo a seguir, pero puedo notar cómo se cierra mientras sacude su cabeza en negación.
—Solo es alguien demasiado amistoso con sus alumnas —Se pone de pie de forma abrupta—. Mira, tengo que irme ¿Te parece si hablamos después? Tengo que ir a clases.
—Supongo que te veo luego —Alcanzo a decirle antes de que se vaya y conteste alguna llamada telefónica.
Pero maldigo dándome cuenta de que tal vez él no prestó atención a mis palabras y de que yo tampoco terminé con mi advertencia sobre cómo es mejor que no se acerque o indague sobre Bryce. Espero pronto podamos tener esa conversación.
Mi teléfono vibra y sonrío viendo que se trata de Clover.
Mi trébol: Tengo la tarde libre ¿Te apetece salir?
Callum: una cita?
Mi trébol: si eso quieres
Callum: hay una película que quiero ver en el cine
Callum: Puedes conseguir los boletos?
Su respuesta es positiva y sonriendo busco los horarios y la película para que me diga si está de acuerdo y cuando se pone en marcha en ello, me siento satisfecho de que tendremos otra cita. Luego de nuestra fabulosa cena cara, de hecho dos días después tuvimos una segunda en un autoservicio de McDonald's tal cómo lo habíamos dicho esa noche, ella pagó y pasamos un buen momento riendo, besándonos y hablando; fue increíble.
Me encanta la manera en la que las cosas están marchando entre nosotros, no se siente forzado ni nos presionamos, no pensé que las cosas entre Clover y yo se desarrollarían con esta química, pero ha sido una increíble sorpresa.
Pero por mucho que me encante perderme en pensamientos sobre ella, recuerdo que estaba entrenando y que posiblemente apesto, me inclino con disimulo para olerme la axila y por fortuna nadie se morirá a mí alrededor, pero teniendo en cuenta que poco después me llega el mensaje de confirmación de Clover sobre que ya tiene los boletos para nuestra cita en el cine en un par de horas, es evidente que necesito una ducha con el fin de ser un novio perfecto para mi trébol para que ella piense: "siempre soñé con un irlandés."
Poniéndome de pie, tomo el envase con restos de comida que Jagger no botó y lo arrojo al recipiente más cercano antes de comenzar a caminar para ir a mi dulce morada. Debido a que el plan era un trote de cardio, no vine en mi auto, así que comienzo a caminar para hacer el calentamiento del trote de regreso que me espera, pero no llego muy lejos cuando de hecho sé que alguien me está siguiendo y al girar me encuentro a un mierdecilla llamada Bryce.
— ¿Qué pasa? ¿Eres mi más grande fan? —Pregunto deteniéndome y enfrentándolo.
—Me pareció verte a la distancia y decidí pasar a saludarte.
—Ah, qué amable de tu parte —Sonrío—, el otro día me llegaron tus saludos.
Hago alusión al ataque en el que todo pudo haber salido peor y por supuesto que la maldita escoria sonríe.
—Pero creo que no te llegó el abrazo tan fuerte cómo te lo envié —Es su respuesta—. Me contaron que te pusiste cariñoso.
Ah, la puñalada en el muslo de uno de esos bastardos, lo recuerdo con especial cariño.
Le sonrío a Bryce y doy unos pocos pasos hacia él hasta que una pequeña distancia nos separa. Puedo ver el pequeño brillo de sorpresa en su mirada antes de que la ira lo opaque, claramente espera en mí un cobarde o desea intimidarme. No me malentiendas, por supuesto que me asusta todo este asunto de un criminal siguiéndome, pero la ira está tan aferrada a mí que no mide el peligro o al menos no ahora.
—Tenía tiempo sin verte, Bryce, la última vez te veías un poco azul y...Ahogado —Sonrío viendo cómo mis palabras le molestan.
Me doy cuenta de mi hipocresía predicando que Bryce es peligroso y sobre cómo hay que tener cuidado, pero aquí estoy pinchándole la paciencia porque al parecer no puedo cerrar mi gran boca y su simple existencia toca todos mis nervios poniendo a prueba mi sentido de supervivencia.
—No te tomaba por estúpido, irlandés ¿Sabes? Incluso pensaba que podíamos llegar a un acuerdo, pero eso fue antes de que pusieras los ojos en mi chica y te metieras en donde nadie te llamó.
Me llevo una mano a la boca para contener la risa ante la absurda declaración de "mi chica" sobre Clover, pero de igual manera él nota mi burla.
— ¿Qué es resulta tan divertido?
—La mentira en la que vives en donde crees que te robé alguna chica. ¿Estás colocado que andas imaginando esas cosas?
Mi tío me pidió que tuviese cuidado y aquí estoy yo, jugando con fuego. Es que de verdad no aprendo o hay algo mal en mi medidor de peligro.
—Ten cuidado con lo que dices, irlandés.
— ¿Crees que te tengo miedo? —pregunto.
Sí, le tengo, pero nadie tiene que saber eso o al menos no él.
—Deberías.
— ¿Sabes cuál es tu error? Creer que todos correrán al escuchar tu nombre. Aquí estás, de pie mientras todos tus sucios lacayos venden tu sucia droga, creyéndote poderoso mientras otros te cuidan la espalda, pero ¿Sabes qué? Que no me conoces —Estiro la mano acomodándole la chaqueta y luego el cuello de la misma con demasiada fuerza.
»Me encantaba la forma en la que te veías azul mientras pensaba cuánto tiempo tomaría que dejaras de respirar, casi saboreé tu vida escapándose y cuando me obligaron a liberarte me sentí triste de que aun estuvieses en el mundo de los vivos —murmuro en voz baja para que solo él me escuche, aprieto más el cuello de su chaqueta ahora con ambas manos—. No me arrepentí y todavía no lo hago ¿Y lo del cuchillo en el muslo de tu amiguito? ¡Joder! Tal vez debí apuntar más arriba, perforar algún órgano suficiente vital que dejara en claro que no están cazando a un corderito.
Mi dedo presiona sobre su pulso y hay que darle crédito de que no le late de prisa, no es que esperaba asustarlo, pero supongo que finalmente entiende que no correré gritando "Bryce, déjame en paz".
— ¿Sabes que es lo que más me gusta de lo que estudio? —pregunto, pero obviamente no espero su respuesta— Que sé cómo funciona el cuerpo humano, comprendo la forma en la que los órganos dejan de funcionar, sé qué errores no cometer en la escena de un crimen, sé qué lugares causan más dolor y no le temo al desastre de la sangre o las tripas, sesos o vísceras —Le sonrío de costado y aprieto tan fuerte el cuello de la chaqueta que estoy seguro de que le quedará la marca del roce—. Solo imagínalo, un criminalista sabe cómo actuar sin dejar evidencias.
»Puede que te sientas diferente y él más grande, pero cuando mueres eres igual que cualquier otro cuerpo inerte y frío que es abierto antes de volverse simple ceniza. No eres inmortal, tampoco eres un rey y no eres mi dueño. Si esperas que sea tu perra llorosa y asustadiza, te equivocaste de irlandés.
Hay unos tensos segundos de silencio, nunca sabré lo que pasa por su mente, posiblemente mil maneras de asesinarme, pero me mantengo firme porque este tipo huele la debilidad, busca atacar a quienes cree son presas fáciles que no se podrán defender, comienzo a entender que cuando las presas se alzan se le aloca el sistema porque entonces se da cuenta de que no tiene el control ni el poder.
—Vas a sangrar —Me advierte— y me encargaré de que lo hagas sobre una bandera de tu querida Irlanda.
— ¿Y tú que tienes en contra nuestra bonita nación, pequeño Bryce? —dice una voz detrás de mí.
Ambos nos sobresaltamos ante la voz y de alguna manera consigo ver a una corta distancia que hay unos tipos que se supone son estudiantes, pero que reconozco cómo de aquella fiesta, le cuidan la espalda a Bryce.
La mano de la voz que vino detrás de mí, se posa sobre mi hombro y me tenso brevemente antes de que vuelva a hablar y el acento irlandés junto a la entonación me haga tener un masivo aceleramiento de corazón.
—Amenazar con ensuciar nuestra bandera de sangre es ofensivo —dice con lentitud la voz detrás de mí—. No pensé que esa sería la primera cosa que te escucharía decir, Bryce.
— ¿Y quién mierda eres tú? —pregunta, claramente está perdiendo el control de su ira o locura.
La mano libera mi hombro y avanza hacia Bryce cómo un depredador; la basurita no baja la mirada, pero luce desconcertado con la nueva presencia en nuestro acalorado debate. Bryce está acostumbrado a intimidar a todos, pero no a que alguien con un aura tan poderosa y una presencia tan imponente le descuadre sus juegos.
El recién llegado alza la mano haciendo que un grueso anillo plateado en su índice destaque y creo que a Bryce le toma segundos identificarlo y eso dice mucho porque muy pocos saben el significado de la joya, solo aquellos que viven o se relacionan con los duros del mundo criminal tienen el conocimiento.
—Cuando veas a tu papá dile que Lorcan McCarthy le manda saludos y que si su hijo quiere ser amistoso, con gusto le daré mi cariño y no creo que eso vaya a gustarte, pequeño Bryce —dice con voz fría mi tío.
»Ahora, creo que es tiempo de irte, pero descuida, tú y yo nos veremos pronto, Bryce Rhode ¿O prefieres que te llame Bryce Fischer? Tal vez se te hace más familiar tu dulce apodo de Rhoypnol, tú dime con qué nombre te sientes más cómodo y con gusto lo uso, después de todo, planeo que seamos cercanos.
Hay un completo minuto de silencio y luego Bryce gira y se aleja, así sin más y yo estoy tan desconcertado.
Cuando tío Lorcan gira, tiene una expresión de fastidio en el rostro mientras simplemente veo a este hombre varios centímetros más alto que yo e imponente con su musculatura envuelta en un traje de tres piezas, lo que es una inesperado contraste de elegancia con lo casual en su cabello rubio despeinado y todos esos músculos, nunca entenderé cómo es que se ve más joven, no es que me diga su edad, pero sé que es por varios años menor que papá.
—Sígueme, Call-me y procura mantener tu gran boca cerrada hasta el auto.
Y sorprendentemente obedezco, bastante intimidado por su sorpresiva presencia. Subo sin rechistar junto a él en el asiento trasero de una camioneta plateada totalmente blindada, dos hombres que estaban en los asientos delanteros, bajan.
Mi cabeza da vueltas, llamó a Bryce por otro apellido y un apodo francamente terrible, claramente sabe muchísimo, pero lo primero que digo no es nada de eso:
—Te ves jodidamente joven, tío —Le palmeo el brazo— ¡Duendes! Pareces un mafioso sexy de película.
—Así que no solo eres estúpido por teléfono —Sonríe de forma ladeada y luego me evalúa—. Has crecido, jaguar.
—Sí, soy un tipo alto —murmuro de forma distraída viendo su anillo— ¿Por qué Bryce reconoció tu anillo?
— ¿Por qué crees?
Lo que me temía. Sabía que era peligroso, pero no imaginé que a tal magnitud. Trago.
— ¿Bryce Fischer? —indago en el nombre por el que lo llamó.
—Es su casa criminal, una austriaca —dice sin emoción— y antes de que lo preguntes Rhoypnol es un apodo derivado Rohypnol, conocida cómo droga de la violación.
—Creo que vomitaré —susurro.
Es un apodo asqueroso y solo imaginar la forma en la que lo consiguió hace que se me revuelva el estómago y él pensó en Clover...
—Bryce es el hijo de una figura muy importante dentro de la mafia austriaca de la familia Fischer, aun sin un cargo importante. Fue enviado aquí para que usara los prototipos de una droga experimental de las cuales supongo que ya estás viendo el resultado en el estudiante muerto y los dos hospitalizados.
— ¡Por toda la maldita suerte! —Estoy sorprendido, pero él no se detiene.
—Es joven y estúpido, desde su punto de vista tiene todo el poder y control en esta universidad y ese es el problema de los novatos, la prepotencia y arrogancia los ciega haciéndolos cometer demasiados errores.
»Además de ello, pasa demasiado tiempo metiéndose cosas en la nariz, inyectándose heroína y todos saben que no comes lo que vendes, es un error de principiante y cómo al parecer no estaba lo suficiente jodido, tiene serios problemas con su cabeza, un lunático completo. Podemos llamarlo violador en serie.
En serio quiero vomitar con toda esta información.
—Se volvió descuidado por lo que estoy seguro de que en unos pocos meses, menos de un año, Los Fischer lo mandarán a buscar porque está atascando el proceso y se ha vuelto una carga inestable.
Sí, Clover y yo no tenemos meses para que juegue con nosotros mientras su querida familia lo manda a buscar y tener a un jovencito mafioso detrás de mi culo irlandés no es bonito ni alentador.
—No tengo meses —murmuro viendo a mis manos y luego hacia él—. No puedo esperar meses. O me mata o lo mato.
Y asusta un poquito que lo digo con honestidad, es decir, casi lo ahogué y hace minutos le declaré que me arrepentía de qué no muriera. También apuñalé a alguien y no sé hasta dónde soy capaz de llegar por protegernos.
— ¿Qué fue lo que le hiciste? Dijiste que casi lo matas, pero no encontré nada de ello.
Estoy sudando cómo si estuviese trotando, me siento sofocado y se lo hago saber, razón por la cual abre apenas un poco de las ventanas delanteras de la camioneta.
—Él intimidó a mi novia y quiso llevarla a algún sitio dónde... —Ni siquiera quiero decirlo— Desde ahí no paró. Es como si tuviese un placer perverso por perseguirla y agobiarla. Comenzó a enfrentarse a mí cuando supo que estamos saliendo y entonces una noche en una fiesta...
»Lo encontré tocándola mientras ella no lo quería y nadie ayudaba. Se lo quité de encima, pero luego comenzó a hablar sobre que "no" es sí, sobre todas estas mujeres a las que ha obligado y perdí mi mierda —Me paso las manos por el pantalón deportivo intentando eliminar el sudor de ellas—. Estaba cegado y solo pensaba en que dejara de respirar, comencé a ahogarlo y si no me hubiesen detenido, estoy seguro de que Bryce ya no estaría aquí.
—Por eso te quiere hacer sangrar —dice con serenidad.
—Y supongo que también por placer y perversidad.
—Seguramente —concuerda con un leve asentimiento y la vista al frente—. Es evidente que te quiere muerto.
—Muchas gracias por el consuelo, tío amado.
—Y también que tiene un encaprichamiento por tu novia, el hecho de que no ha podido tenerla es lo que lo alimenta aún más y no se detendrá, si le quedan meses aquí, encontrará el tiempo para dedicarlo a ustedes, sobre todo ella.
—Wow, eres experto en reconfortar a las personas —digo y supongo que no se pierde el tono de mi voz porque enarca una de sus cejas.
—La cosa es que no puedo ir por la vida eliminando a miembros de otras organizaciones, eso desencadenaría mucha sangre, turbulencias e inconvenientes, básicamente una guerra en donde incluso civiles se verían afectados —Su ojos azules se vuelven a mí— y respondo ante una organización incluso si mi rango está muy por encima. No puedo asesinarlo o al menos no en este momento, este tiempo.
—No te pedí que lo hicieras.
— ¿Para qué me contactaste? —Casi suena burlista.
—Yo quería información...
—Y ahora que tienes la información ¿Qué harás? —Ahora definitivamente se está burlando.
Está claro que no sé qué responder porque en primer lugar no esperé que conseguiría todo este horrible cuento criminal de un tipo que no imaginé que estaba tan marcado de oscuridad.
—Eso pensé —concluye ante mi silencio—. No puedo tocar a ese mierdecilla inútil sin que su familia reaccione, pero podemos hacer algo bastante simple.
—Me gusta el plan simple —digo y eso lo hace sonreír.
—Primero dime algo ¿Cuánto te falta para graduarte?
—Poco más de un año.
— ¿Y todavía planeas estudiar en una Maestría en Irlanda y Doctorado en Suecia?
—Sí soy aceptado.
—Tienes notas impecables y un buen perfil, lo serás y de no ser así yo me encargaré.
—No tienes qué...
—Sí tengo, Callum, porque en el momento en el que yo digo que estás bajo mi protección para que ese mocoso lunático no te toque, tú vuelves a Irlanda al graduarte para que misteriosamente no te suiciden o tengas un accidente.
»Haces tú maestría en Irlanda donde tengo los ojos en ti, estudias tu doctorado en Suecia y luego el mundo es completamente tuyo donde sea que te apetezca estar.
Me paso las manos por la cabeza, porque puede que esos sean mis planes iniciales, pero se siente sofocante que suene cómo algo impuesto por culpa de Bryce. Estoy bien con todo el asunto de volver a Irlanda a estudiar porque desde que tengo memoria esa ha sido la meta, pero sobre Suecia aun cuando es el objetivo final o Escocia, todavía falta tanto para ello que se siente mal pactar mi futuro de esta manera.
— ¿Por qué lo dudas? Dijiste que te gustaba lo simple.
—Mi novia...
—La peor enemiga del hombre habita entre sus piernas y esa es la polla —Se lamenta— ¿Vas a hablarme de amor?
—Solo quiero saber cómo encaja ella en esto.
—Extenderé mi ayuda hacia ella, pero a diferencia de ti, ella no tiene un vínculo familiar conmigo cómo estableceré contigo.
—No puedo tomar decisiones por ella, tiene que tener oportunidad de elegir.
—No veo muy difícil el elegir entre ser violada o salvada, vivir o morir, pero si eso es lo que quieres. Llévame a buscarla y terminemos con esto de una vez, necesito volar en la noche de regreso a Irlanda.
— ¿Quieres verla?
—Sí y ahora.
—Antes de hacer algo respecto a eso, necesito que me digas que es todo esto de la protección.
—Hago saber en un mensaje que yo respondo ante ti, que si te tocan nosotros reaccionamos y eso te mantiene limpio.
—Entonces ¿Por qué quieres que me vaya de Londres al graduarme?
—Porque ninguna tregua es eterna. Es todo lo que puedo ofrecerte, Callum y siéntete afortunado, no todos tienen este tiro de suerte.
Tiene razón. No todos tienen quien le cubra la espalda y te respalde para volverte intocable, él me está presentando una salida sin sangre y dolor para mí y para Clover y todo este asunto de estudiar afuera ya estaba en mis planes y en el caso de Clover ella estará en Brasil durante un tiempo. Es la salida perfecta y rechazarla sería sentenciar nuestro futuro.
Sin embargo, necesito que Clover tenga el poder de elegir, que sea su decisión porque es su vida, su futuro. Así que le hago saber a mi tío que le escribiré a Clover para que se una a nosotros en el auto y así poder ir a un lugar que él establece es perfecto y seguro para toda esta conversación.
No le digo a Clover que estoy con mi tío, solo le hago saber que necesito que nos encontremos en este lugar.
—Si ella acepta ¿Significa que estaremos a salvo durante todos los meses que Bryce esté aquí?
—Es lo que di a entender.
Pero ¿Y los demás? Si nosotros no somos las victimas ¿Quiénes lo serán?
—Por cierto, bonito anillo mafioso ¿Es platino? —pregunto para calmar mi pensamientos.
—Es paladio.
—Qué clase —murmuro viendo por la ventana a la espera de Clover—, ese es un mineral bastante caro y valioso.
—No hay nada que no pueda tener.
—Suenas caprichoso —Le hago saber—, pero supongo que así se sienten todos los tipos que tienen poder.
»No puedo creer que de verdad acudí a ti, no pensé que esto pasaría alguna vez. No te ofendas, pero es que papá siempre nos advirtió que no hiciéramos contacto con esa línea de tu vida.
—No me ofende, tu papá es muy listo y tiene razón, Call-me no tienes nada qué hacer con mi gente ni por qué mezclarte con nosotros, sin embargo, es algo bueno que me contactaras o estarías muerto.
—O Bryce estaría muerto —digo con bastante seguridad de que me habría encargado de eso.
—Lo que te haría estar muerto. Tócale un pelo a ese mocoso engreído y desearás una muerte rápida ante todo lo que te haría su organización. Estarías muerto.
—Qué terrible consuelo.
—No vine aquí a llenarte de esperanzas y mentirte, eres lo suficiente fuerte para escuchar todo esto.
—Por cierto, esto será un secreto, papá ni ningún miembro de mi familia puede saberlo.
Las palabras me queman porque entre nosotros nunca ha habido secretos y las mentiras siempre han sido piadosas, pero es lo mejor.
—No me pasaba por la cabeza decirle a Donovan que su pequeño tiene una vena asesina y debido a ello tengo que protegerlo. De mí no lo sabrá.
—Gracias, en serio, gracias.
—Somos familia e incluso si no eres mi favorito, te vi crecer y sería una pena que dejara que te torturaran y mataran —suspira—. Nunca dejaría que un hijo de mi buen amigo tuviera tal destino incluso si es un bocón pelirrojo.
Muy a mi pesar rio por lo bajo, también creo que es una risa nerviosa.
—¿En dónde está tu prometida? Pensé que la conocería —No me responde—. ¿Estoy invitado a la boda?
—¿Te apetece rodearte de toda la Organización armada?
—La verdad es que me da curiosidad, pero creo que no.
—Curiosidad —repite y luego ríe por lo bajo ante de despeinarme el cabello—. Sigues siendo igual de peculiar que cuando eres un niño, siempre saliendo con lo inesperado y diciendo lo que te pasa por la mente.
»Eres autentico y por eso te creo cuando dices que podrías matarlo —Borra su sonrisa— y la verdad es que me sorprende esa oscuridad en ti, pero no lo hagas, Call-me, déjame hacerme cargo y no desvíes el brillante futuro que tú y tu familia esperan para ti.
—No quiero que él la lastime, ella ha estado tan asustada y la forma en la que la hace sentir —Me estremezco—. Me doy cuenta de lo que haría, casi lo hice.
—Pero ahora estoy aquí, con soluciones, no te ensucies las manos. Déjame lidiar con la situación.
—Supongo que es lo que debo hacer —Me encojo de hombros y vuelvo la vista a la ventana.
Visualizo a Clover a lo lejos y abro la puerta de la camioneta, bajando para que me vea y su sonrisa se tambalea cuando nota el ambiente extraño de los tipos afuera y el auto del que he descendido, no es que crea que le tendí una emboscada o la traicioné, pero el desconcierto es muy evidente en su expresión.
Cuando me alcanza estoy por abrazarla, pero recuerdo que no he tomado una ducha y me tengo que conformar con tomar una de sus manos y apretarla en un gesto tranquilizador.
—Quiero presentarte a alguien —digo con voz calmada y ella enarca una ceja en respuesta.
— ¿A quién?
Me hago a un lado para que pueda ver al hombre dentro de la camioneta.
—A mi tío Lorcan. Tío, ella es mi trébol.
Ambos comparten una mirada y luego los ojos muy abiertos de Clover están en mí.
— ¿Confías en mí? —pregunto.
Su vista va de nuevo a mi tío y su mano tiembla, pero sus ojos marrones me enfocan dándome un lento asentimiento.
—Confío en ti, irlandés... Pero él es... La MI —Esto último casi lo susurra.
—Lo sé, pero solo quédate a escuchar, confía en mí, por favor.
—De acuerdo, no enloquecer, no enloquecer —Se dice a sí misma y puedo sentir su mano comenzando a sudar—. Confío en ti.
Esas tres palabras me dan una sensación de paz porque también confío en ella y vagamente recuerdo a papá diciéndome que la clave en su matrimonio con mamá ha sido la confianza. El amor es súper importante, la pasión indispensable, pero la confianza es imprescindible, sin ella no hay nada y con ella lo puede haber todo.
Quiero todo con Clover y que se quedé aquí, conmigo, dándome su mano y dispuesta a escuchar, habla mucho sobre el vínculo que hemos construido en este tiempo. Me impresiona y me hace sentir un montón de emociones en las que pensaré más tarde.
Buenas, se pueden enamorar del tío Lorcan bajo su propio riesgo. Y sí, en un futuro lo verán por otros lares seguramente, es probable porque ajá: mafía, crimen, muertitos, guerra, etc.
Lo que Callum tiene de bello, lo tiene de temerario, esa boca preciosa suya no sabe cuándo callarse y ya vemos que se vuelve loco presionando a Bryce.
Redes sociales:
Instagram/ Tiktok/ Younow: DarlisStefany
Twitter: Darlis_Steff
Espero les guste.
Un beso.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top