26. +1 Byrne


+1 Byrne

Callum


Clover gime con la cabeza inclinada hacia atrás, el cuerpo arqueado y montándome exactamente como le gusta mientras le clavo los dedos en la cintura y miro la forma preciosa en la que engulle mi miembro envuelto en látex una y otra vez. Sus tetas se sacuden mientras el sudor le cubre el cuerpo.

Es hermosa y toda una diosa.

Se ve libre, desinhibida y decidida a encontrar el placer, sin embargo, la hago bajar para que se incline sobre mí en tanto aplano mis pies sobre la cama le tomo las nalgas abriéndoselas y empujo desde abajo, sus gemidos incrementas mientras el golpe de mis monedas de oro contra su culo resuena por el lugar al igual que su humedad recibiéndome ¡Joder! Está muy mojada.

Su abundante cabello es como una cortina sobre nosotros y sus tetas casi me golpean la cara por lo que tomo la invitación chupando y mordisqueándole los pezones mientras la penetro sin piedad, sintiendo su clítoris presionarse contra mí.

Le azoto el culo y grita pidiéndome más mientras me aprieta en su interior y ¡Duendes! Mis monedas se aprietan de lo tensas que están mientras lucho contra el orgasmo. Mientras empujo hacia arriba, ella lo hace hacia abajo consiguiendo correrse de una manera espectacular en la que me tiene rodando los ojos antes de salir de ella, meterle tres dedos que aprieta en medio de su orgasmo mientras con la otra mano me saco el condón y tiro de mí hasta que me corro salpicándole en las nalgas y parte de la espalda baja.

A ella le encanta cuando hago eso.

Somos jadeos y miembros temblorosos mientras todo su cuerpo cae sobre mí con parte de su cabello cubriéndome el rostro. Mis manos, siempre codiciosas, se deslizan por su culo sintiendo mi semen en las palmas y se extiende por su piel mientras la acaricio. No es que nos importe, nos gusta la suciedad.

—Eso fue... —dice sin aliento.

—Lo sé, mi trébol, lo sé —Le doy una nalgada que la tiene soltando una risita que me hace sonreír.

A veces se relaja tanto que es fácil olvidar que me miente, que me preocupa la profundidad de las consecuencias de aquel día y el cómo lidia con todo esto sin querer ayuda profesional, ni la mía, de su familia o amigos.

Pero se acabó el dejarla salirse con la suya, he tomado la decisión de hacerle saber que sé sobre sus mentiras y abordar el cómo se está haciendo daño a sí misma. No puedo dejar que esta mentira siga sobre nosotros a tan solo tres semanas de nuestra graduación.

Me da miedo irme después del verano a Berlín y ella a Brasilia mientras aun cargue con todo esto sin resolver y tratar, puedo ver que la está hundiendo y envenenando al no tener una salida.

Ella suspira antes de bajar de mi cuerpo y de la cama poniéndose mi camisa para salir de la habitación al baño y la miro antes de clavar mi atención en el techo.

No puedo creer que hayamos terminado las prácticas.

Que nuestras tesis hayan sido aprobadas.

Que estemos solo teniendo evaluaciones finales.

Y que en tres semanas nos graduaremos.

Siento que el tiempo pasó demasiado rápido y aunque hemos hecho que cada día cuente, no se siente suficiente.

En marzo creamos un hermoso recuerdo cuando me invitó a celebrar con ella y su familia la fiesta de Nouruz. Fue increíble, sentí tanto en un ambiente tan bonito y lleno de fe, también conocí a miembros de la familia paterna de Clover.

La mayoría de ellos son practicantes del islam y aunque puede que tuviesen sus reservas hacia mí, no fueron desagradables y yo fui respetuoso nutriéndome de toda la experiencia. Los vi asociar el agua con la salud, reunirse en familia y con allegados alrededor de la mesa con objetos que representaban la pureza, luminosidad, la vida y prosperidad, pedimos nuestros deseos y luego los dejamos ir en un pequeño arrollo.

Comí muchísimo y escuché canciones en persa. No comprendo completamente el islam y dudo que me convierta en un practicante, pero fue increíble apreciar y vivir otra cultura, y confirmo que me pareció una celebración sumamente hermosa.

Pero eso fue en marzo y el tiempo ha ido pasando dejando un sinfín de recuerdos y buenos momentos.

Estamos por terminar una etapa importante de nuestras vidas, una en donde la mayoría tomamos caminos separados.

Maida hará un postgrado en Liverpool sobre investigación y biología para poder especializarse en ello profesionalmente al no poder ser médico forense. A Oscar le ofrecieron una plaza en una de las morgues de la ciudad en donde hizo sus prácticas lo que funciona porque Kevin estará haciendo un postgrado aquí en la OUON. Edna tiene que hacer una especialización en la universidad de Londres en donde gracias al cielo fue aceptada (fueron meses de angustia) y mi imbécil Stephan está listo para regresar a Manchester en donde se encargará de realizar diversos cursos y especializaciones mientras ejerce como ayudante en una clínica de ortodoncia.

Siento que será difícil para nosotros reunirnos en el futuro y da miedo, porque nos hemos convertido en una unidad que siempre está cerca, me asusta que la distancia nos separe, pero trato de ser optimista ante el hecho de que todos vamos por caminos separados.

Me estiro sobre la mesita de noche para revisar mi teléfono, pero aún no hay noticias de Lorcan. No hemos hablado desde aquellos días posteriores a mi cumpleaños lo que quiere decir que aún no hay nada hecho sobre La Cobra, un cabo suelto que no olvido.

Con el pasar de los meses fue más sencillo dejar de pensar en lo que sucedió esa madrugada, pero tranquis, no olvido que asesiné, es solo que no me perturba o le doy demasiado de mis pensamientos.

Nuestros últimos meses en la universidad transcurrieron como debían ser entre romance, fiestas, estrés, evaluaciones, discusiones normales y diversión. Ha sido increíble. Así que siento nostalgia de saber que en semanas tiraremos el birrete y luego nos iremos, pero sé que nada es para siempre y algunas cosas tienen su final.

Suspirando cierro los ojos y me dejo ir en una corta siesta tratando de no inquietarme por el futuro.

***

Este es nuestro segundo intento, pero esta vez es un restaurante bonito y algo lujoso. Clover y yo estamos sentados lado a lado y en las sillas restantes se encuentra nuestra familia.

El ambiente no es denso, pero papá y Ehsan básicamente se ignoran y si se lanzan miradas, estas conllevan mucho recelo.

El papá de Clover al final supo que ella se había mudado conmigo y no le hizo gracia, pero tampoco la podía obligar a deshacerlo. Sé que no me odia ni le caigo mal, simplemente es sobreprotector y le cuesta entender que su hija creció. Constantemente su mirada va hacia nuestros anillos y aunque hemos asegurado que nos casaremos en el futuro y no ahora, puedo ver las dudas aun en él. Me ofende su falta de fe, pero no lo odio por ello.

Pese a ello la cena está transcurriendo bien, no es incómoda y los demás llenamos el silencio. Valentina parece especialmente llevarse bien con Moira y Clover está demasiado ocupada respondiendo cualquier ocurrencia que Arlene pueda tener, los demás conversamos entre nosotros, aunque Ehsan siempre ha sido un hombre de pocas palabras.

Pero lo más bonito de esta mesa es Shadi, quien es un bebé sentado en una sillita alta que se lleva un esparrago en la boca mientras gorgotea y grita. Tiene abundante cabello oscuro como los Mousavi y la forma rasgada de los ojos de Clover, pero son tan azules como los de Valentina y también heredo su nariz, excepto que sus labios también son los de Clover. Está vestido con un traje rojo que le queda de maravilla y parece feliz con cualquiera que le dé atención, esta mañana lo vi gatear como si estuviese en alguna competencia.

Papá se ablanda con él y le hace muecas que lo tiene riendo y eso relaja un poco a Ehsan, Dios bendiga a Shadi.

La razón de esta cena en el centro de Nottingham es que mañana será nuestra graduación ¡Duendes! Se me acelera y todo el corazón porque no me puedo creer que los años de universitario pregrado finalmente culminan.

Mis padres y hermanas habían llegado hoy, pero los de Clover lo hicieron hace tres días por lo que Clover ha pasado más tiempo con ellos que conmigo y eso está bien, yo he pasado gran parte de mi tiempo con Stephan o al menos cuando no está con Maida a veces me cuelo con ambos y me dedico a mirarlos coquetear y contenerse con lo que en serio es una gran química y atracción.

Paso tiempo con Stephan porque en dos semanas, cuando terminemos de desocupar la casa, él irá a Manchester y yo estaré tres semanas en Londres con los Mousavi en donde nos organizamos para pasar un fin de semana todos juntos antes de definitivamente pasar un buen tiempo separados, espero no sean años. Después de ahí, iré a Irlanda a pasar lo que resta del verano, Clover pasará tres semanas conmigo y luego tendré que ir a Berlín a revisar el piso en donde espero residir el tiempo de mi postgrado, hacer recorrido de la universidad y tener todo en orden antes de iniciar a mediados de septiembre.

Clover me visitará en Alemania antes de viajar a Brasilia a principios de noviembre y lo demás, lo iremos viendo en el camino.

—No puedo creer que Call-se me gradúe en una de las mejores universidades —Me fastidia Moira y ruedo los ojos.

—Todos sabemos que soy el más inteligente de todas ustedes.

—Eso quisieras —Bufa Kyra y sonrío.

—Mi alma mater es la número dos en el ranking mundial durante los últimos años y mi universidad de postgrado la número uno, llora sobre eso, Kyra —presumo.

—Niños —dice mamá—, lo importante es que tú y Clover vivieron años maravillosos en el campus.

Maravillosos mi culo.

Fue increíble, pero a veces me sentí maldecido por siete años con todo lo que viví hacia el final.

Volteo a ver a Clover y da una sonrisa forzada antes de clavar la mirada en su postre y no me pierdo el sudor en sus sienes ni lo tensa que luce antes de que se las masajee.

—¿Estás bien? —pregunto en un susurro.

—Solo me duele la cabeza —responde antes de ponerse de pie—. Iré al baño.

La miro irse y aprieto los labios. En la madrugada tuvo otra pesadilla, nuevamente se asfixiaba, solo que esta vez gritaba mientras me golpeaba para que me alejara. Me costó hacerla despertar y traigo sus rasguños a carne viva en mi cuello cubierto por la camisa que estoy usando.

Esta situación nos está apretando hasta el punto de que temo que explotemos en cualquier momento, quiero que lo conversemos, pero cuando he tanteado el hablarlo, se va o cambia de tema.

—¿Ella está bien? —Me pregunta Valentina, pero antes de que pueda responderle, Ehsan habla.

—¿Embarazaste a mi hija?

—¿Tendré un sobrino? —pregunta Moira.

—Podemos llamarla Chanel —ofrece Arlene.

—¿Seré abuela, Call-me?

Las preguntas siguen una tras otras recordándome el tipo de locura al que pertenezco y me toma cinco minutos conseguir decir que Clover no está embarazada. Para cuando ella vuelve la mesa está en silencio y cuando me mira, me encojo de hombros antes de tomar su mano por debajo de la mesa.

***

Reviso el refrigerador de la enorme suite en la que se hospeda mi familia, es de dos pisos y estoy seguro de que es absurdamente caro, pero debido a mi estrecha relación (jejeje exagero en mi beneficio) con Lincoln, el hombre del bar al que ayudé, conseguí que solo pagaran el cincuenta por ciento y no tuve que mentirle a mi papá cuando le conté la historia de las que mis hermanas eran testigos.

Tengo prisa por ir a la fiesta de una de las fraternidades que se celebra en honor a los graduandos, pero papá dijo en la cena que necesitaba que estuviera para una importante reunión familiar, así que tomo una botella de agua y me recargo de la pared mientras veo a mis padres sentados y tomados de las manos.

Espero y no sea que se vayan a divorciar porque entonces no creería en el amor, pero si se divorciaran no se agarrarían de las manos o al menos eso creo. Tampoco espero un nuevo bebé porque sería agotador para ellos criar a otra persona y Moira sería una dramática sobre que somos demasiados.

Entonces...

Abro la botella de agua mientras papá se aclara la garganta.

—Así que tengo algo muy importantes que decirles —comienza.

—Eso explica este suspenso —menciona Kyra y mamá le lanza una mirada que la silencia.

—Como sabrán el detective amplió la búsqueda de su hermano o hermana, lo volvió internacional y ha sido una búsqueda exhaustiva en la que Erin y yo no quisimos involucrarlos para no generarles estrés.

—No hubiese sido estrés —asegura Moira y estoy de acuerdo.

Casi nunca recibimos actualizaciones de lo que ha sido una larga búsqueda y siendo honesto, en ocasiones hasta lo olvidé.

—El punto es que finalmente tras una búsqueda en el reino unido, Italia y Alemania hemos conseguido resultados.

—¡Mierda! —Se le escapa a Kyra mientras que yo escupo parte de mi agua en el cabello de Moira, sentada frente a mí, que grita mi nombre.

—¡Maldito asqueroso! —Me grita rabiosa y solo porque es una idiota, me quita la botella de agua bebiendo lo que resta y escupiéndomela en la camisa.

—Nunca conocí a alguien tan estúpida como tú, Moira —confieso y Arlene ríe.

—Son tan incivilizados —Suspira Kyra mirándonos con fingida decepción.

—Cállate Kyra y que sepas que no usé comas adrede—Se burla Moira.

—Callum tiene razón, eres la persona más estúpida que he conocido —asegura Kyra y sonrío complacido.

—¡Oye! No sean malos con Moi-Moi —interviene dulcemente Arlene.

—¿Podemos volver al punto? —pregunta papá con un gruñido.

—Oh, cierto, era el punto importante del drama —digo—. Repite lo que dijiste.

—Hemos encontrado resultados —dice con seriedad y trago asimilando el peso de sus palabras.

No sé si es un sueño o pesadilla, pero estoy nervioso.

—¿Es mujer u hombre? —pregunta Arlene.

—¿De dónde es? —Me atrevo a preguntar.

—¿Está vivo o viva? —esa es Kyra.

—¿Está afuera de la habitación esperando a hacer una entrada impresionante e inolvidable? — concluye Moira y los tres volteamos a verlas—. ¿Qué? Así pasaría en algún libro.

Mamá y papá comparten una mirada y sin darme cuenta me encuentro inclinándome hacia adelante, apoyando las manos en el respaldo de la silla en donde se encuentra sentada Moira nuevamente.

—Los resultados fueron arrojados en Londres —dice mamá.

—Londres —repite Kyra.

—He estado en Londres —murmuro armándome miles de escenarios en segundos.

—Pero Londres es lo suficiente grande para que no te hayas topado con él o ella —me tranquiliza mamá.

—Por favor acaben con el misterio —pide Arlene—. Quiero saber.

—¿Estamos seguros de que estos resultados son correctos? —pregunto.

—Sí, se hizo un profundo seguimiento y pruebas de ADN, es la descendencia de Desiree y Donovan.

Desire como la exnovia o exligue de papá, como la mamá de este bebé perdido o perdida.

Papá explica toda la búsqueda de manera experta que nos desespera mientras toma una carpeta que mis hermanas y yo seguimos con la mirada, al filo de la desesperación. Me estresa que Arlene haga preguntas de detalles científicos que no importan, pero al contrario que con Moira o Kyra, no me sale ser malo con mi hermanita por lo que la dejo hacer preguntas innecesarias y evito decirle que cierre la puta boca.

—No lo sabe y quiero hablarlo con ustedes antes de proceder porque esto cambia nuestras vidas —concluye papá.

—Suelta la maldita carpeta —Se desespera Moira.

Papá la abre y saca una hoja de foto completa que nos tiene a los cuatro acercándonos para deslizar la mirada por cada aspecto de su rostro.

Kyra jadea con sorpresa y a mí se me acelera el corazón sin registrar lo que sea que Arlene dice.

—Es nuestra familia —musita Moira.

—Es una ella —recalco sin creerme que sigo siendo el único niño de los hermanos.

—Kyra, te pareces a ella —asegura Arlene y tiene razón.

Pese a que esta mujer es rubia y de ojos grises, es de la misma complexión que mi hermana. Su mirada es seria y un poco fría en lo que parece una foto profesional. Labios pequeños y carnosos, nariz perfilada... Tiene parecido a nosotros, pero más con Kyra, es no dudar de que tienen parentesco.

—Mi hermana es rubia —digo.

—Como Desiree —Me explica papá.

—¿Cómo se llama? —susurra Kyra tomando la foto.

—Fabricia Bianchi —responde papá con voz afectada a ver nuestras reacciones—. Fue adoptada y llevada a Italia a temprana edad, pero se emancipó a sus diecisiete años yendo a vivir un año después a Londres.

—Es preciosa —sonríe Arlene.

—Se ve triste —dice Moira.

—Fría y distante —No puedo evitar decir sintiéndome inquieto porque dudo que seamos recibidos con calidez y emoción, su mirada me lo dice.

—Muy bien ¿Qué es lo que sigue? —pregunta Kyra.

Y sé que el principio para conectarnos con Fabricia Bianchi podría ser lo más difícil, pero ¿Cuándo hemos abandonado a los nuestros?

Se derraman algunas lágrimas, se hablan de hipótesis y miramos una y otra vez la foto de Fabricia comprometiéndonos a no buscarla en redes sociales hasta que papá se encargue de que todo esté listo para conocerla.

Mi hermana perdida ahora tiene un nombre y apellido y temo por cuál será el desenlace de esto.



JEJEJE siempre lo supe, pero fue divertido que ustedes no.

En fin, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.


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