22. Cosas del amor
Cosas del amor
Callum
Odio cuando las cosas son una puta mierda.
Y esto es una puta mierda.
Mantengo la mirada clavada en el gran ventanal del costoso hotel.
Me gusta pensar que conozco bien Nottingham, pero paso más tiempo en los alrededores del campus que hacia el centro de la ciudad. Desde este lugar puedo ver parte del centro y es hermoso con su rica arquitectura histórica y las luces brillando, podría decir que es una ciudad romántica si hiciera a un lado el puto detalle de que aquí he pasado de los momentos más precarios de mi vida.
Cuando elegí estudiar criminalística sabía que no era una profesión tranquila más teniendo en cuenta las especialidades que espero hacer después. Sé que al ejercerla es peligro, amenazas y otras cuestiones estarán sobre la mesa, pero se supone que como estudiante las cosas tendrían que ser diferentes.
—Imagina a un Robin Hood moderno robándole a todos los adinerados de la ciudad, a quienes se hospedan en este hotel —digo antes de llevarme el vaso con wiski a los labios— ¿No te da curiosidad que la historia transcurra en Nottingham?
No recibo respuesta, pero no esperaba una, dudo que quiera hablar del ladronzuelo de la historia medieval de esta ciudad, yo tampoco quiero, pero se me conoce por hacer comentarios inesperados.
Bueno, se me conoce por otras muchas cosas, recientemente por destripar.
El gran ventanal muestra mi reflejo pese a no ser tan nítido y miro mi cabello pelirrojo enroscándose en las puntas por no haberlo cortado recientemente, mi piel pálida en contraste con el hecho de que estoy vestido completamente de negro con abrigo incluido y aunque el reflejo no es tan potente, me permito mirar mis ojos nuevamente preguntándome por qué aún son verdes brillantes, cómo es que no reflejan lo que he hecho, lo que estoy dispuesto a ser.
Soy peligroso. Soy un ser humano capaz de llevar a cabo acciones sin culpas, sin arrepentimientos y con capacidad de mentir al respecto. Haber estudiado el lenguaje corporal desde que era un adolescente me ayuda a saber cómo actuar y parecer normal de la manera en la que la sociedad espera de mí.
Porque el mundo no toma bien lo diferente ni los cuestionamientos, está formado de un conjunto de reglas sociales que no se cuestionan ni modifica. Yo no encajo, a mí me considerarían peligroso y cuando lo diferente te da miedo, tiendes a intentar destruirlo.
Pero ¡Joder! A mí nadie me destruirá.
He dormido bien.
He podido comer.
Y ¡Duendes! He mirado a los ojos a las personas que amo y mentido con tal facilidad, me sienta mal faltar a la confianza, pero no temo a decidir que es mejor si no lo saben.
—¿Crees que algún día me arrepienta? —pregunto antes de tomar otro poco de mi trago y girar.
Tío Lorcan, que se encuentra sentado en una silla que parece un trono, moviendo en una mano su trago de wiski y mirándome de manera calculadora, ladea apenas un poco la cabeza antes de responderme.
—La gente como tú no se arrepiente, Call-me, no hay que mentirse. Eres un peligro para la sociedad.
—¿Qué significa eso? ¿Qué vas a esconderme? ¿Entregarme? —Me burlo recargando la espalda del ventanal.
—Significa que el mundo tiene suerte de que no seas un villano y que definitivamente eres capaz de cualquier cosa si te lo propones. Quemarías el mundo por los que ama y a tu conveniencia también, por tus intereses que no creo que sean nobles o colectivos. No eres un enemigo fácil, pero habrá que admitir que eres leal.
»En mi mundo la lealtad es importante, es un rasgo importante para determinar tu valía y tu vida.
—Pero no soy de tu mundo.
—¿No lo eres? —Arquea una ceja— Porque parece que te he visto más de lo necesario, que te he prestado lo que llamas "mis servicios" y familia o no, todo tiene un precio, Call-me.
—¿Qué? ¿Vas a reclutarme? —Me doy golpecitos en el muslo con el vaso.
Honestamente podría imaginar una vida en la mafia, pero no me apetece. No puedo trabajar para ella abiertamente porque sé que rompería el corazón de mis padres y los amo demasiado como para hacerlos enfrentarse a tal decisión. Hasta ahora hago todo este tipo de acercamiento porque no son de conocimiento público por lo que está bien para mí.
Habrá que recordar que cuando papá supo que tuve acercamiento con Lorcan, cuando estudié aquel cuerpo espectacularmente infeccioso, las cosas no salieron bien e hice promesas que me doy cuenta que he roto, pero al contrario de lo que dicen los libros, las promesas sí se rompen con facilidad porque la verdad es que las promesas son una cosa frágil y fácil de destruir debido a que cumplirlas tienen un margen de posibilidad muy pequeño cuando las vertientes son tan amplias y hay tantos factores externos.
—Oficialmente no lo haré, pero tengo que reconocer que tienes mucha utilidad —se pone de pie metiendo la mano libre dentro de la parte delantera de su pantalón.
»Vi el cuerpo que destripaste, fue sucio, pero aun así dicen que tu incisión fue hecha para que sufriera antes de morir, sabías dónde iniciarlo y dónde terminar, pero aunque puedes asesinar con facilidad no es eso lo que usaría de ti.
Caminando hacia mí deteniéndose a una distancia prudente, pero con dos de sus dedos me da toques en la cien.
—Esto es lo que me interesa, tu inteligencia, tus conocimientos. Eres demasiado listo y frío, aun puedo recordarte estudiando el cadáver, apuesto que podrías descubrir mucho más rápido esos agentes contaminantes antes que el equipo de la Organización —Da un paso hacia atrás—. Gradúate, sigue aprendiendo, consigue un buen puesto de trabajo y ten siempre tu teléfono en mano para cuando vuelva a necesitarte.
»Sé que cuando matas por primera vez, parece más fácil hacerlo de nuevo, sin embargo, piénsalo bien ¿quieres ir robando vidas a diestras y siniestras o solo las necesarias?
—Hice lo que tenía que hacer para defenderme y lo volveré a hacer si nuevamente son ellos o yo, ellos o los que amo.
—Y así debes mantenerte, no inicies la vida de un asesino sin propósitos porque sería un desperdicio de talento. Sé que de haber una próxima vez, podrás hacer un trabajo más limpio porque no siempre podré arreglarlo.
Tomando su abrigo me da un asentimiento para que lo siga y dos hombres caminan detrás de nosotros. Una vez le pregunté por qué sus hombres iban detrás y no adelante a lo que me respondió es que más difícil darles la espalda a los enemigos que enfrentar a la muerte de frente, pensé que solo alardeaba, pero creo que ahora le encuentro sentido.
Tras salir del ascensor caminamos a una de sus camionetas oscuras y no hago preguntas mientras subo porque me doy cuenta que he aprendido a confiar en él con mi vida y también proceso el hecho de que este cabrón al que llamo tío tiene mi lealtad, de que ¡Por todo el oro de Irlanda! Yo haría lo que me pidiera porque se ha convertido en una figura de autoridad y protección en mi vida.
Sí, pueda que me diga que le debo y que lo cobrará a su manera, pero no tenía obligación de cuidarle el culo al hijo molesto de su mejor amigo ni mucho menos a su novia y, sin embargo, siempre ha respondido a mis llamados.
Es mi familia y no una horrible a la que quiere darle la espalda. Me preocupo por él ¡Duendes! Aun me preocupo de que no hable de Vanessa bajo ningún concepto, como si ella no hubiese existido.
Mi teléfono vibra y lo saco descubriendo un mensaje de Clover.
Mi trébol: vienes, vemos una peli, comemos, follamos y dormimos juntos?
Mi tipo de plan, sin embargo, no sé hacia dónde me dirijo.
—¿Esto tomará mucho tiempo? —pregunto a Lorcan que se encuentra desplazándose por su teléfono.
—Vamos a cenar y me explicarás muy detalladamente tu plan de vida. No me iré de aquí hasta que consideré que es idóneo para que sobrevivas, me seas útil y no te conviertas en un talento desperdiciado.
—Solo tenías que decirme «sí.»
Callum: lo siento. No podré desocuparme hasta unas horas.
Callum: no podré llegar a cenar, pero si aun quieres la peli y follar...
Mi trébol: trataré de esperarte despierta, pero incluso si no es así, ven a dormir conmigo. Usa tu llave
Estoy deseoso de mudarme con Clover, casi desesperado. Se suponía lo haríamos el fin de semana siguiente a mi cumpleaños, pero en vista de que las investigaciones estaban sobre mí, el ambiente sombrío del campus, el papá de Clover inquieto que duró dos semanas enteras en Nottingham y la recuperación de nuestros amigos, lo habíamos aplazado para este fin de semana.
Han pasado tres semanas y medias desde mi épica fiesta de cumpleaños y podemos decir que las cosas comienzan a normalizarse porque la universidad de Ocrox es una experta en olvidar, en fingir que nada pasó y avanzar. Lo loco es que mi cumpleaños es catalogado como una de las mejores porque antes de lo sucedido, la fiesta estaba en su máximo esplendor.
Para mí no es fácil olvidar lo que sucedió y no solo por lo que hice, se trata también de mirar a Maida, mis hermanas que se fueron una semana y media después con nuestros padres, de Kevin con sus muletas o apretando los dientes cuando finge que no tiene dolor o que no está enfadado. Es pasar por el memorial de los fallecidos o cruzar mirada con algunos de los heridos. Es pensar en Alaric, el chico que mi novia y yo besamos, y que aún permanece en coma mientras sus padres se encargan del traslado a un hospital en Escocia junto a ellos.
Lorcan había esperado a tener un espacio libre para finalmente venir a hablar conmigo y darme respuestas, llegó hace unas horas y se irá en la madrugada.
Las investigaciones de lo sucedido fueron amañadas por él y eso explica por qué terminó tan rápido. Fui declarado como una víctima más y todo concluyó en problemas de una pandilla con el estudiante fallecido metido en las drogas. Esa fue otra prueba para mí de cómo la justicia se compra mientras tengas los contactos correctos, sobre cómo no puedes confiar en la autoridad.
Callum: llegaré tarde, pero llegaré, mi trébol
Me responde con una selfie de ella sonriendo y con el pulgar acaricio su rostro. Clover no me pregunta por qué llegaré tarde, sabe que estoy con Lorcan conversando de lo sucedido. Aun le desconcierta que lo sucedido no se debiera a Bryce y la frustra no saber de qué Cobra le hablo, lo que nos lleva a conversar una vez más de sus recuerdos perdidos, pero como siempre, se incómoda, se pone a la defensiva y quedamos al filo de una conversación.
No quiero presionarla porque ahora también guardo mis secretos, pero me preocupa esa fingida sanación de su parte, el falso optimismo cuando habla de estar superándolo y el misterio de las terapias.
Terapias que sé que no está recibiendo.
Cada vez que me miente sobre ello, una grieta aparece en mi corazón, porque me duele, pero más me afecta que se mienta a sí misma.
Bloqueo el teléfono y respiro hondo mirando las luces de la ciudad por la ventana. Nottingham es preciosa, se siente como ser parte de la elegancia y la distinción, la encuentro mucho más hermosa que el lúgubre y aburrido Londres, se ha vuelto mi ciudad, ha forjado mi carácter.
—Ericka es la hija bastarda del hijo de uno de los Capos de los Fischer —Me dice Lorcan y me volteo para mirarlo—. No está reconocida porque es la hija de una de las mujeres que robó y prostituye manteniéndola adicta a la droga, a Linus le encanta esa mierda de robar mujeres y venderlas, le pone la polla dura.
Mi mueca de asco tiene que ser bastante evidente.
Estoy tan cansado de escuchar ese puto apellido, era feliz cuando no sabía de ellos.
—Es su bastarda y la hija de lo que libremente llama una puta sin valor, pero digamos que la quiere o al menos le es útil. Ella debe tener problemas de papá y esta extraña necesidad de que la aprueben —Rueda los ojos—. El punto es que Bryce a veces la usa para sus idioteces.
Deja que las palabras se asienten en mí.
—Déjame adivinar —digo fastidiado—. A Ericka le dicen La Cobra.
—Tan inteligente —dice con Burla.
—¿Y por qué esta mujer vino por mí cómo un mensaje para Clover?
—Ella tiene una cicatriz profunda desde aquí —Se apunta la esquina del ojo izquierdo— hasta aquí —termina sobre parte de su labio inferior.
Las palabras sobre marcar a La Cobra que me dijo el bastardo difunto comienzan a tener sentido, pero...
—Es una cicatriz bastante fea. Unos dos centímetros más y comprometía su ojo, le quitó y trozo del labio superior deformándoselo y ya sabes cómo es la vanidad, todos quieren ser los más bonitos.
»También tuvo una herida en el abdomen bajo, no creerás lo que una llave bien usada, oxidada y sucia puede dañar, pero creo que le enfada más su cara que haber sido apuñalada con una llave.
Me mira fijamente y luego chasquea la lengua.
—¿Tu novia te lo dice todo?
—Sí o al menos casi todo.
—Casi todo —repite pensativo—. Parece que se dejó por fuera algo importante.
—No desconfiaré de Clover —digo con firmeza porque puedo desconfiar de cualquiera, menos de ella.
—Clover fue quien la desfiguró y la apuñaló.
—Creo que hay una confusión.
—No hay confusión en destrozarle el rostro a alguien ¿Conoces los dientes diagonales que tienen algunas llaves? Créeme, fue un corte bastante feo y profundo, además, supongo que Bryce no hizo un buen trabajo cosiéndola.
—No lo entiendes. Clover no la conoce y no...
¡Por los duendes malditos!
Esa mañana.
Esa tarde perdida.
Los recuerdos bloqueados.
La única razón por la que Clover lastimaría a alguien es para defenderse... Y recuerdo la llave ensangrentada que en ese momento no dimos atención debido a la preocupación. Eres frío y sereno hasta que atacan a alguien que amas, solo podía pensar en llevarla a un médico.
—Parece que ahora lo crees.
—Clover... No lo recuerda, no lo sabe —Me paso una mano por la boca—. No tiene ni puta idea y esta mujer tiene un rencor, pero tuvo que hacerle algo para que mi trébol...
»Tengo que eliminarla, no puedo dejar que esté libre por el mundo...
—No puedes eliminar a cualquier persona sin consecuencias —Me corta—. Es la hija de Linus y a su manera la quiere, si le tocas un pelo a esa mocosa, él actuará y debido a que te cuido el culo es un conflicto de intereses. No puedes tocarla si ella no te ha afectado directamente.
—¡Intento matarme para llegar a Clover!
—Pero no lo logró y eliminamos las pruebas. Si la atacas te verás como si dieras el primer paso y seamos honestos, ni siquiera sabes en dónde está o cómo luce y no te lo diré para que te arruines la vida y que consigas que te maten, eso le dolería a Donovan y a Erin.
—¡Ah! Así que ahora si pensamos en mamá y papá —digo con sorna sin importarme una mierda.
—A veces pienso en cortarte la lengua a ver si mides mejor lo que dices.
—Entonces me siento y tal cómo con Bryce espero a que esta cabrona venga por mí. Maravilloso.
—Ya no eres el asunto de Bryce, el mocoso no tiene intenciones en ti, casi creería que te respeta por las cosas que hiciste.
—No me sorprende cuando claramente está desequilibrado.
—No puedo tocar a la mocosa de Linus sin razones válidas, Call-me.
»Creo que después de saber que su plan salió mal y que no eres un tranquilo conejito podría retroceder, no está obsesionada, simplemente está enfadada, pero tampoco tiene tiempo para enfocarse en ustedes y no es muy inteligente, prueba de ello fue esa mala ejecución de venganza.
El auto finalmente se detiene en el estacionamiento de un lujoso restaurante al que nunca había venido y al que traeré a Clover a una cita en algún momento.
—Dices que ella no puede ser eliminada o sancionada hasta que meta la pata en algo relacionado a tu Organización en lo que tenga que pagar —digo con calma—. Entonces, necesita un señuelo, necesita cometer un error o ser incriminada. Puedes hacer eso, Lorcan.
—Puedo, pero ¿Por qué hacerlo? Ya sabemos que se dio cuenta que no eres fácil de eliminar, no le interesas.
—E irá por Clover.
Eso no cambia su expresión despreocupada y lo entiendo porque para él, ella es solo otra estudiante más, pero para mí ella es... Todo, mi futuro, mis sueños, mi lugar seguro, mi amor ¡Joder! Mis malditos pulmones porque cuando estoy cerca de ella, respirar se siente mucho mejor.
—Lorcan, no sé si lo puedas entender, pero amo a esa mujer ¿De acuerdo? Cuando veo un futuro lo hago con ella, cuando pienso en niños pienso en tenerlo con ellas, cuando pienso en calma es ella, cuando siento dolor es por ella y cuando pienso en amor es ella.
»Haría cualquier cosa por Clover Mousavi incluso matar, iría a la cárcel por ella, me arrancaría la piel por ella. Llámalo amor obsesivo, intenso, sorprendente o inentendible, pero a Clover le pasa algo y acabaré con el puto mundo incluso con los que pudieran ayudarme y no lo hicieron —Ante mis palabras su ceja se arquea—. Puede que yo sea un puto loco, peligroso para la sociedad o lo que quieras, pero Clover es un ser humano excepcional que nunca debió verse envuelta en esto. Si ella marcó a esa basura tuvo que ser por defenderse de esa tarde traumática que bloqueó de sus recuerdos.
»Trabajaré para ti si eso es lo que quieres ¡Duendes! Haré cualquier puto sacrificio, pero ayúdame a que esa tal Cobra cometa el error que la lleve a su muerte.
—Los amores enfermizos matan, Call-me.
—Entonces el mío no lo es porque mi amor por Clover me hace sentir vivo.
—¿No has pensado en que alejarte de ella, dejarla libre y tomar caminos diferentes es la solución para que todo mejore?
Sí, me ha rondado la cabeza, pero soy egoísta, leo muchas novelas y creo en el romance oscuro, por lo que tengo claro que verla con otros me mataría, que sería un bastardo infeliz y que ella me ama tanto como yo la amo. Además, separarnos no es garantía de que todo vaya bien, hay un margen de error.
Este irlandés no se alejará de su trébol mientras ella me quiera a su lado.
No le respondo a tío Lorcan, en lugar de ello me dedico a mirarlo hasta que suspira con fastidio.
—Tus deudas conmigo no dejan de crecer —dice abriendo la puerta y saliendo.
Sonrío porque eso significa: bien, intentaré hacerlo.
E intentaré hacerlo significa: lo haré.
***
Cierro con cuidado la puerta detrás de mí y estoy tan acostumbrado a pasar el rato en este apartamento pequeño que sé moverme en la oscuridad mientras me encamino a la habitación de mi trébol.
Cierro la puerta de la habitación y sacudo la cabeza en negación viendo que dejó las ventanas abiertas y que tiene frío por la manera en la que se encuentra envuelta en las sábanas, así que me hago cargo de cerrarlas dejando la habitación en una tonalidad más oscura al correr lo suficiente las cortinas mientras me desvisto hasta quedar en bóxer y calcetines
Con cuidado levanto las sábanas y subo a la cama dejando caer la cabeza en la almohada y arrimándome a su cuerpo para hacer cucharitas, suspirando en cuanto su culo se encuentra acunado contra mi ingle.
Y vale, la polla comienza a levantarse, pero no hago nada al respecto mientras la abrazo e inhalo el dulce olor de su cabello.
Esta hermosa mujer se defendió aquel día e hizo lo que tuvo que hacer, no voy a juzgarla ni cuestionarla. Voy a ayudarla a salir de esto y esforzarme en que lleve una vida tan normal como se puede cuando se encuentra enamorada de alguien como yo.
—Clover, Clover, Clover —susurro apretándola más contra mí y se remueve.
—¿Callum? —pregunta con voz rasposa.
—¿Acaso esperas que alguien más se meta en tu cama? —bromeo en voz baja y se remueve contra mi prometedora erección—. Cuidado, mi trébol.
Ella consigue alzar el rostro y ladearlo para poder mirarme con la poca claridad que hay.
—¿Todo bien? —Me pregunta con los ojos hinchados y la marca de la almohada en la mejilla, tampoco se quitó bien el rímel por lo que tiene manchas de mapache que me tienen sonriendo.
—Todo bien —aseguro dándole un corto beso.
Pero sus labios se abren y mi lengua indaga, entonces su culo se balancea contra mi erección y mi mano le acuna una teta jugando con su pezón. Después le alzo el camisón y la toco entre las piernas descubriendo que no trae bragas y consiguiendo humedecerla antes de que ella se estire a la mesita de noche por un condón y yo me baje el bóxer para follarla en cucharita con lentitud, gimiendo bajo mientras nos besamos y disfrutando cuando entierra la cara en la almohada para amortiguar los sonidos. El orgasmo llega lento, pero intenso dejándonos saciados.
Estoy más dormido que despierto cuando voy al baño para quitarme el condón y botarlo, esperándola en la cama cuando ella va y luego hacemos de nuevo la posición de cucharita solo que esta vez ella está envuelta detrás de mí.
—Te amo —murmuro y sus labios presionan un beso en mi espalda.
—Te amo, mi irlandés.
No hay cosa más aterradora que estar enamorado y amar tanto a alguien, pero soy Callum Byrne y a mí el miedo nunca me detiene.
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