2. Señor sociable Vs Señor de los viejos tiempos

La segunda parte de Clover, la nueva bilogía de Darlis Stefany, ya está aquí. ¿Podrán el irlandés y su trébol superar las adversidades y mantener encendida la llama del amor? Clic aquí: https://w.tt/3rQcCAz

***

Señor sociable Vs Señor de los viejos tiempos.

Clover.


La pequeña boca del bebé se abre en un bostezo y es tan contagioso que también lo hago, lo que de inmediato tiene a Valentina riendo y a mí mortificada porque se supone no tengo sueño, la noche es joven y yo tengo planes.

—No te duermas, parece que te espera una noche divertida —Me dice ella desde la mesa en donde se encuentra cenando mientras la ayudo con el bebé.

Mi hermanito es un llorón y sé que los bebés hacen mucho eso, pero Shadi en serio nació con el don de atormentar y que nada le guste, excepto pegarse de los pezones de Valentina para extraer tanta leche cómo pueda; papá lo excusa diciendo que es un bebé grande que necesita suministrar nutrientes a su cuerpo, pero yo solo veo un bebé de tres días mimado e insoportable que amamos porque lleva nuestra sangre y porque francamente incluso en sus primeros días de vida ya es lindo.

Posiblemente decir que no quiero tener hijos sea temporal o quizá no, pero entre los gritos de Valentina al traerlo a este mundo, el bebé llorón y la manera en la que ella y papá se ven destruidos en pocos días, la maternidad me parece un río bastante alejado que no quiero cruzar por ahora. Para hacer aún más firme mi punto, cuando mi hermanito comienza a quejarse y posterior a ello el llanto potente que respalda a un buen par de pulmones, lo alzo, apoyando su pequeño cuerpo de mi pecho y sosteniendo con una mano su cabeza contra mi hombro, siento la calidez de su vomito blanquecino correr por mi brazo y pensarías que eso no apesta tanto por tratarse de leche materna, pero sí apesta y es tan desagradable cómo cualquier vómito.

Shadi incluso lo lleva aún más lejos con un temblor en su pañal que luego apesta y que de hecho se desborda del pañal, llenándome el antebrazo que se apoyaba debajo de su pequeño trasero. Estoy impactada.

Nunca nadie me había llenado de mierda e incluso si es un bebé, es infinitamente asqueroso y durante breves segundos pienso en arrojarlo para que no me ensucie más.

Valentina mantiene el tenedor con un trozo de pollo suspendidos en el aire, sus ojos viajando por el desastre de su hijo y luego hace un puchero cómo si me pidiera perdón por la criatura que salió dentro de sus piernas y que me acaba de cagar el brazo tras vomitarme.

—Es bonito —dice con lentitud—, pero no hace cosas bonitas y ahora es un bonito cagado, mi Santi solo tenía su pancita llena.

—No entiendo lo último que dijiste, pero vale.

Rio para no llorar, dándome cuenta de que mi look para esta noche se encuentra arruinado y que pese a mi horror quiero ser de ayuda para la pobre Valentina que está hambrienta, así que le hago saber que me haré cargo mientras ella continúa comiendo.

Shadi lloriquea mientras hago mi camino al primer piso hacia lo que es su habitación magnifica y súper decorada, papá y Valentina hacen que destaque bastante bien todo el asunto de maternidad deseada viendo lo preparados que estaban para esto.

Lo acuesto en su cambiador luego de reunir lo que necesito y mientras patalea haciendo pequeños sonidos de quejidos que no llegan aun a llanto, me limpio con una toallita húmeda el brazo, tengo que admitir que estoy muy asqueada, y luego procedo a cambiar el pañal apestoso

—Es una fortuna que durante un par de meses tus pañales no serán mi asunto —Le hablo limpiándole el trasero—. ¿Cómo alguien tan pequeño logra hacer tanta mierda?

Lo cargo en pañal mientras busco otro pijama porque la otra es un desastre marrón. Una vez está listo nadie creería que hace unos minutos apestaba. Acuno a mi hermanito limpio entre mis brazos y sonrío viéndolo bostezar de nuevo y con los ojos a medio cerrar, pensando que tal vez está a nada de dormirse, comienzo a balancearme al tararearle una canción y pienso que está funcionando hasta que siento un aguijonazo en mi pezón, al bajar la vista lo encuentro chupando la tela que cubre mi pezón cómo una sanguijuela hambrienta.

—¡Teta equivocada! —Le digo—. ¡Ay!

Tiene sentido que se confundiera cuando lo que traigo debajo de la camisa ajustada es un bralette que no hace mucho por ocultar mi pezón erguido, pero en serio él está chupando fuerte y salgo de mi horror para alejarlo, lo que comienza a cabrearlo mientras succiona cómo un enloquecido.

—¡No, Shadi Santiago!

—¿Lo estás amamantando? —Pregunta Callum con desconcierto—No es que vaya a juzgarte si quieres saber que se siente, pero sí me parece algo inesperado.

Y cuando volteo, lo encuentro apoyado en el marco de la puerta viéndose increíble, pero también desconcertado.

Con cuidado alejo la pequeña boca de bebé de mi pezón y se cabrea, adquiriendo un rostro rojo y contraído cuando comienza a llorar con todas sus fuerzas, tanto que me asusta que sufra algo por tanta molestia acumulada.

Entro en pánico y Callum siendo un salvador, entra y toma al bebé que acuna contra su cuerpo y balancea susurrándole palabras, se inclina hacia mí, olisquea y frunce el ceño.

—Hueles a mierda —dice sin ningún tipo de sutileza.

—¡Es su culpa! Vomitada, cagada y además de ello con un ataque de bebé buscando comida —Resoplo con fuerza—. Llévalo con Valentina para que tenga su querida teta que yo necesito tomar otra ducha y cambiarme de nuevo.

Comienzo a alejarme, escuchando a Callum murmurarle a mi hermanito sobre cómo no debe cagar ni vomitar a su hermana mayor, esperemos y le haga caso.

Después de tomarme una ducha rápida y oler nuevamente decente, tengo que admitir que tal vez Shadi me hizo un favor porque ahora me veo mejor con una pantalón negro ajustado en la cintura que cae suelto hasta mis tobillos de manera acampanado haciendo conjunto una camisa ajustada blanca de cuello en V, cómo hago muy pocas veces me recogí el cabello en una cola alta y retoque mi maquillaje sutil. Cuando llego a la sala, Valentina se está luchado contra el sueño sentada en el sofá mientras amamanta y Callum está entretenido en su teléfono, tiene que ser muy divertido lo que lee porque se muerde el labio inferior cómo si luchara contra la risa.

—Ve a acostarte, Valentina —susurro con cuidado para no exaltarla.

—Estoy esperando a tu... —La puerta se abre mientras habla y sonríe— papá.

Papá nos da una sonrisa, una mirada de reconocimiento a Callum – porque Ehsan es un hombre que al parecer es difícil – y camina directo al piso de arriba para lavarse antes de acercarse al bebé.

Me encanta ver a papá en esta faceta de padre nervioso, pero atento que apoya a Valentina pese a todas sus responsabilidades con la empresa. Él y Valentina lucen cómo si no hubiesen dormido en semanas, pero pese al agotamiento, no se ven arrepentidos y parecen felices.

Beso de forma sonora la frente de Valentina antes de caminar hacia Callum y extender la mano hacia él, no duda en tomarla y ponerse de pie dándome una sonrisa con la mirada clavada en el escote de mis tetas lo que me tiene rodando los ojos, pero soy distraída momentáneamente detallando mucho mejor el hecho de que va vestido completamente de negro: pantalón, camisa básica cuello V y la chaqueta, lo que hace que su piel se vea incluso más pálida y su cabello más rojo.

—Me gusta —susurro deslizando una mano por su pecho—. Te ves súper pálido, pero no de manera espeluznante, solo sexy cómo un vampiro.

—¿Quieres que te muerda? —dice inclinando hacia mi cuello y dejando un mordisco juguetón.

Todo lo que hago es reír por lo bajo y aceptar el beso que deja después en mi barbilla.

—¿Conducimos llevándonos el auto de Valentina o vamos en taxi? No quiero ser conductora designada.

—Taxi, quiero tener más de un brindis contigo.

Asiento, él pide el taxi y espero a que papá baje para despedirme de ambos, el bebé parece estar dormido, seguro lo estará cómo por quince minutos antes de llorar. Tomo un abrigo de Valentina que está en el perchero y le arrojo besos de despedida, sonriendo al verlos juntos en el sofá, ella con la cabeza recargada del pecho de papá y con el bebé contra su pecho.

—Sean cuidadosos —Nos dice papá viendo del uno al otro— y no hagan ruido al volver.

—Nos portaremos bien, señor Mousavi.

—Claro —dice con cero confianza en Callum y dándome una larga mirada.

—Estaremos bien, papá —Aseguro y asiente sonriéndome, escucho el bajo resoplido de Callum y le doy un ligero empujón.

—Ese es nuestro taxi —Me dice cuando suena una bocina—. Seremos 100% cuidadosos, señor Mousavi. Ni siquiera nos gustan las fiestas.

Papá rueda los ojos, pero hay el pequeño indicio de una sonrisa, sé que le agrada Callum de cierta forma; es cierto que la personalidad de mi irlandés súper activa y extrovertida lo pone de los nervios, pero es difícil no agarrarle cariño incluso sin darte cuenta cuando caes.

Subimos al taxi y comienzo a explicarle de nuevo la dinámica de la fiesta a la que vamos en donde sé que estarán algunos pocos compañeros de la escuela, dos amigos, conocidos y desconocidos. Seguramente habrá marihuana y alguna que otra droga, podría producirse alguna pelea y las canciones serán tan variadas en cuanto a ritmo y estilo que no tendrá sentido.

—Suena cómo una buena fiesta —Es lo que dice dejando caer su mano sobre mi muslo—. Ahora ¿Qué tal un besuqueo antes de llegar?

Rio por lo bajo y luego me inclino hacia él, quien termina de acortar la distancia y atrapar mis labios en los suyos. La verdad es que somos bastante desvergonzados porque realmente iniciamos una sesión de besos profundos con mucho juego de lengua y uno que otro sonido de placer. Su mano encuentra el camino a mi cola de cabello y la enreda en su mano tirando de manera leve, haciéndome desear más.

Descubrimos que llegamos porque el taxista se aclara la garganta y riendo bajamos del auto luego de que Callum pague el viaje, el de regreso está a mi cargo. Por la manera en la que siento la boca palpitante, estoy segura de que mis labios se ven más carnosos de lo normal por sus besos y estoy más que un poco excitada por toda la cosa de besos intensos, en su caso, él se encuentra con los pómulos sonrojados y los labios rojizos.

—Empezaron la fiesta sin ti —Me fastidia, tomándome de la mano y viendo hacia la casa de donde se escuchan gritos y risas mientras Beyonce suena.

»Boy im just playing, come here baby —comienza a cantar y me libera la mano para comenzar a bailar— Hope you still like me, if you hate me. My persuasión can build a nation.

Saco el teléfono de mi bolso pequeño diagonal para grabar el momento exacto en el que estoy segura de que está siendo idéntica la coreografía mientras canta. Las pocas personas que aún se encuentran afuera silban y ríen mientras lo alienta, y él no se avergüenza o aflige, hace muecas hacia mí mientras sigue en lo suyo.

Y cuando canta a gritos "Who run the world?" las cuatro veces las personas afuera gritan "girls!" haciéndome reír y a él también antes de que deje de bailar y tome mi mano acercándose a la casa con aplausos de fondo.

—A eso le llamo una llegada triunfal —señalo aun riendo tras guardar mi teléfono.

Lo guío hacia la casa en la que nos recibe un desconocido con una lista en la que estoy y nos deja pasar e indica en donde podemos dejar su chaqueta y mi abrigo. El lugar se encuentra caliente con tantas personas pese a que es bastante amplio, huele a una mezcla de sudor, licor y marihuana además de uno que otro perfume, no es muy agradable, pero ninguna fiesta de este estilo consigue oler a perfume costoso.

Saludo a un par de personas a mi paso presentando a Callum y luego estoy riendo y dando saltos cuando me encuentro con Isaac, mi buen amigo de la escuela que pasaba el rato con Edna y conmigo. Apenas percibo unas pocas burlas hacia él de fondo porque antes solía ser Isabell porque sus padres al nacer le dieron el nombre con base a su sexo, pero desde pequeño se identificó como un niño y gracias al cielo nació dentro de la clase de familia que lo apoyó, le doy una mala mirada a los imbéciles porque no puedo creer que todavía mi amigo lidie con esa mierda, pero Isaac me toma el rostro en las manos para que me enfoque en él, le doy una amplia sonrisa y cuando me libera, procedo a las presentaciones. A Callum parece agradarle mientras le estrecha la mano y ríe ante las palabras de Isaac sobre que le robó el corazón de "su chica."

—No sabía que el corazón tenía dueño, pero tonto no soy y me dije que tenía que ponerme en marcha para que saliera conmigo —grita Callum por sobre la música pellizcándome la mejilla.

—Clover siempre fue bella, pero ¿Su personalidad? Espectacular, la amo —dice Isaac con su sonrisa aniñada que siempre me encantó.

—¿Dónde conseguimos bebidas? —Le pregunta asintiendo hacia su vaso.

—Afuera, hay una estación de bebidas, puedes prepararte el trago o pedirlo.

Callum se inclina hacia mí desde atrás con sus manos en mis caderas y deja un beso detrás de mi oreja antes de susurrar:

—Iré por nuestras bebidas ¿Algo en particular que desees beber?

—Sorpréndeme, irlandés. Tus sorpresas siempre son buenas —respondo ladeando el rostro y cuando nuestros labios se rozan, me da una mordida al labio inferior antes de retroceder.

—Ahora vuelvo —anuncia comenzando a alejarse.

Me encanta la forma en la que nunca se intimida cuando llega nuevo a algún lugar o cómo podemos separarnos sin desfallecer o enloquecer sobre ello. Isaac finge hacerme cerrar la boca y yo rio volviendo mi atención a él antes de que nos alejemos hacia la pared más cercana a la ventana para escucharnos mejor.

—Me duele que Edna no esté, habría sido genial.

—Porque es más divertida que yo —Ruedo los ojos y él ríe.

—No más divertida, pero sí más salvaje y... ¡Oye! Un pelirrojo ¿Eh? Te ves perdida por él.

—¿Recuerdas cuando Edna mencionó cuando vinimos de visita la última vez, que estaba dejando notas de amor? Bueno, no eran notas de amor, pero eran para Callum.

—¡No me jodas! —Sus ojos azules se abren mucho haciéndome reír—. Mis respetos, ahora el chico está aquí contigo.

—No puedo tener todo el crédito, básicamente él dio el primer paso para que hiciéramos más que la cosa de las notas —Estoy sonriendo—, pero me alegra que lo hiciera porque él es —Hago gestos con la mano que lo tienen riendo—...Demasiado.

—¿Bueno?

—Totalmente bueno en todos los sentidos y aspectos.

—No cómo ese ex tuyo que conocí cuando fui, tremendo imbécil te follabas.

—Podemos olvidarlo, fingir que no ocurrió.

Vuelve a reír tomando lo que resta de su trago mientras mueve la cabeza al ritmo de la canción, aun no me acostumbro a que sea pelinegro y no su original rubio, pero le queda bien.

—Y fuera de tu pelirrojo ¿Qué más ha pasado?

Podría hablarle de la manera en la que fui acosada por un criminal, casi agredida sexualmente, que conocí al Subjefe de la mafia irlandesa, que salgo con su sobrino y que hace un mes y medio perdí recuerdos de horas de mi vida, que me metieron un dedo por el culo y que paso básicamente mojada porque Callum me calienta, pero en su lugar sonrío y sacudo la cabeza.

—No mucho —acabo por responder—. Estudiando, teniendo citas...

—Abriendo muertos.

—No abro tantos cómo piensas —Ruedo los ojos—. ¿Cómo te va a ti en la universidad?

—La dejé —responde encogiéndose de hombros ante mi sorpresa—. No era lo mío. Me estaba estresando hasta el punto de enfermarme, no lo disfrutaba y en lugar de ayudar a mi técnica, me bloqueaba.

—¿Dejaste la música?

—No, sigo tocando el piano, vivo para ello, pero ya no voy a la escuela de música, mi abuelo está profundamente cabreado por ello, pero a la mierda, ya él ha vivido sus ochenta y tantos años de vida, que me dejé vivir la mía, además se está ahorrando el dinero.

—¿Y qué estás haciendo?

—Estoy dando clases y si supieras que eso me llena bastante bien —Sonríe—. Recuperé mi inspiración y me gusta incluso si la paga hasta el momento es poca...Ah, también me rompieron el corazón ¿Recuerdas a Susan?

—Muy bien, era bonita y encargada del periódico escolar.

—Sí, salimos un mes y luego me dejó por una chico, dijo que yo la confundía con respecto a la cosa de que soy un chico, pero que para ella soy una chica.

—Pero eres un chico y espera...Fue a la escuela con nosotros por lo que sabe todo y lo sabía al empezar a salir contigo.

—Sí, pero me dijo que se sentía lesbiana al estar conmigo y que ella no lo era, que era mucho para manejar y no era tan fácil cómo pensaba.

—¿Y te gustaba alguien así?

—No juzgues, todos caemos por amores equivocados de tanto en tanto.

—Bueno, dicen por ahí que esa sería una bala esquivada.

—Sí, fue una conversación muy incómoda sobre mí siendo un chico, pero ella negándolo por "las evidencias", nos enfadamos y no volvimos a hablar, está aquí en la fiesta con una chico, al final decidió que solo quería experimentar.

—Lo siento, Isaac.

—Llegará la indicada y si no sucede, al menos llegará alguien especial—Me guiña un ojo con su siempre optimismo y alegría—. ¿Sabes quién también está aquí?

—No, aun no alcanzo a ver a todos y no creo que lo logre, hay muchas personas.

—Frankie —responde y abro los ojos hacia él.

—¿Quién?

—F-r-a-n-k-i-e —deletrea.

—¿Frankie Coleman?

—Ese mismo Frankie —dice con cautela viendo mi expresión—. Él que fue tuyo.

—¿Qué? Nunca fue mío.

—Ah, cierto, ese era el problema.

—Pero ¿No está en España estudiando?

—Lo está, pero vino a pasar unos días de visita y aquí está, te lo advierto porque sé que entre ustedes las cosas quedaron medio raras.

—¿Medio? Quedaron horriblemente raras sin ningún tipo de aclaración.

—¿Cuándo fue la última vez que se enrollaron? ¿Un año?

Niego con la cabeza y enarca una ceja.

—¿Más o menos que un año?

—Menos.

—¿Antes del imbécil de tu ex?

—Un poco después, unas semanas después, de hecho —admito cómo alguien que ha cometido un crimen y por su expresión, creerías que es lo que hice.

—Pero... ¿Por qué te hiciste eso, Clover? ¿Te va el masoquismo?

Hace una mueca de pesar hacia mí y no puedo evitar desplazar la mirada por el lugar cómo si esperara descubrirlo en cualquier lugar, pero en su lugar encuentro a Callum avanzando hacia nosotros con dos vasos y sonriendo mientras conversa con un tipo que no conozco, pero que al parecer ya es su amigo. Sonrío, típico de mi irlandés.

Giro de nuevo hacia Isaac y me inclino para susurrarle al oído.

—Pero es pasado, aquello fue un desliz y la verdad es que estoy con alguien que me importa mucho, me siento diferente con Callum y él me corresponde.

Cuando me alejo Isaac me sonríe y se inclina para ser quien me hable en oído esta vez.

—Me contenta, porque no se debe sufrir eternamente por amores no correspondidos y te veo feliz con tu irlandés.

—Lo soy —Sonrío alejándome, viendo que Callum está riendo con el tipo todavía—. Él es especial.

Mientras Callum abandona a su nuevo amigo y se acerca a nosotros con el ritmo de la música, pienso en cómo pensé tontamente en ser solo el trébol de las notas por no querer arriesgarme y mantener todo platónico y en cómo cuando me expuso, argumenté que quería estar soltera porque supuestamente era la etapa de la vida en la que quería estar; casi me saboteé cómo lo he hecho otras tantas veces en mi vida y cómo seguramente haré otras tantas en el futuro.

Cuando Callum llega hasta nosotros, hay un atractivo meneo de caderas al ritmo del rap, que habla de follar culos, antes de que me entregue mi bebida que huele bastante fuerte.

—Es tequila con Redbull —Me dice ubicándose detrás de mí, envolviendo un brazo alrededor de mi cintura mientras se mueve al ritmo de la canción y sostiene su trago en la otra mano.

—Parece una combinación interesante y altamente peligrosa —grito por sobre la música oliendo el contenido.

—Sabe bien y es un tequila de calidad, traído de México. El vodka y ron que tenían eran baratos y sin calidad, te iba a dar una resaca de mierda. Mejor mi coctel.

Me encojo de hombros y bebo descubriendo que sabe bastante bien, me gusta. Sigo el movimiento de las caderas de Callum, lo que hace que iniciemos un baile mientras Isaac anuncia que va a recargar su bebida y saludar para ver a cuántos conoce.

Mi irlandés tiene ritmo, es uno de esos raros tipos que se mueven y no se quedan postrados cómo una pared, eso sí, sus movimientos no son muy inocentes al restregarse contra mi culo y susurrar la letra obscena del rap en mi cuello. Doy otro sorbo de mi bebida antes de girar y pasar un brazo alrededor de su cuello, agradecida con el calzado alto que me hace más fácil no estar tan lejos de su cara con nuestra diferencia de altura. Bebe de su trago en tanto su otra mano se mantiene en una de las mejillas de mi trasero sin dejar de moverse.

—Vi que hiciste un nuevo amigo.

—Ah, fue de lo más divertido porque mientras me preparaba el trago lo vi jugando algo que a Stephan le encanta. ¿Lo conoces?

—Para nada, es un desconocido para mí.

—Tal vez te lo presente más tarde —dice con diversión.

—Yo soy la que te presentara a más personas, vamos, señor sociable.

—Solo espera que termine la canción, me gusta todo esto de follar con ropa al ritmo de un rap sucio que sería censurado en la radio.

Riendo le sigo la corriente siendo tentada y restregada contra su cuerpo, para cuando la canción termina, estamos sudados y algo afectados. Hacemos un camino hacia afuera para recargar las bebidas y consigo a algunos excompañeros que se contentan de verme y a los que le presento a Callum.

Decidimos quedarnos afuera y una vez más, terminamos cerca de Isaac que se encuentra con un par de desconocidos, pero con otro rostro que sí me es familiar y que grita al verme, pero eso lo ha hecho siempre, por lo que estoy riendo cuando me abraza mientras continúa gritando emocionada.

—¿Por qué nadie me dijo que estabas aquí, Clover?

—Porque moríamos por escucharte gritar, Paulette —bromea Isaac.

Estoy muy segura de que las palabras en francés de Paulette son un insulto seguro para nuestro amigo antes de que me tome el rostro en las manos viéndome fijamente, contengo la risa por su expresión de absoluta concentración y emoción.

—Pero qué preciosa, si estás hecha un bombón, mi dulce niña.

—Deja de actuar cómo una francesa vieja con clase —Se queja Isaac.

—También estás hecha un bombón, Pau. Déjame que te presente a mi novio —Salgo de su agarre y hago un ademán con la mano hacia Callum que extiende la mano.

Paulette, amiga francesa que nunca perdió su acento y de la que admito muchas veces sentí celos en la escuela por mi propia inseguridad, ve con la boca abierta a Callum y luego murmura en francés con apreciación antes de estrecharle la mano.

— ¿Quién tiene más suerte? —pregunta a nuestro pequeño grupo— ¿Clover de tenerte o tú de tenerla? Una pareja impresionante. N'est-ce pas, mon idiot d'ami? —Le pregunta a Isaac.

—Sabes que no hablo francés —Se queja nuestro amigo.

Oh, merci pour le compliment —Habla Callum y los tres lo vemos— mais je suis le chanceux que Clover me donne le temps.

—¡Y habla francés! —Aplaude Paulette.

—Y habla francés —repito desconcertada.

—No lo hablo, pero ayudaba a mi hermana a practicarlo cuando estudiaba, ella es la experta en francés, yo solo sé un poco porque fui obligado y chantajeado a prestar apoyo en sus prácticas.

—Me encanta, cásense y reprodúzcanse —Nos guiña un ojo Paulette—. ¿En dónde está Edna? Ella tiene la fiesta con ella.

—En la universidad, vine de escapada.

—Oh, entiendo —Ve hacia los dos chicos que se mantienen y sonríe—. Este es mi folla amigo Paolo, es italiano —Me dice señalando hacia uno— y éste es mi buen amigo Liam, con él no follo.

—Tan especifica —digo sacudiendo las manos de ambos chicos—. Soy Clover, un gusto conocerlos.

—En este momento este es un grupo variado —comenta Isaac—. Un irlandés, una francesa, una iraní mezclada con Brasil, un italiano y dos británicos. Es cómo una pequeña reunión de la ONU.

—O un festival internacional de música —agrega Callum antes de beber de su trago.

No me sorprende lo fácil que se incluye al grupo cuando comenzamos a hablar incluso cuando a veces parece que mis dos amigos hacen un recorrido por los recuerdos. Los amigos de Paulette también se integran bien solo que son mucho más silenciosos que Callum que habla, aporta y parlotea sin ningún tipo de problema.

En algún punto Paulette se va a bailar con sus dos amigos e Isaac negado a ser un mal tercio se retira dejándome a solas con Callum que ahora sostiene nuestros vasos vacíos uno encima del otro.

—Parece que tienes el don de encontrar buenos amigos, son agradables.

—Les caíste muy bien —aseguro acercándome a él, pasando los brazos alrededor de su cuello.

—Es que soy encantador, mi trébol.

—¿Qué tan encantador? —murmuro cuando acaricia con su nariz la mía.

No me responde, en lugar de ello me lame el labio inferior antes de comenzar a besarme de manera lenta y seductora. Entrelazando los dedos en la parte baja de su nuca me entrego al beso, dejando escapar un sonido de placer cuando siento su mano tirar de mi cola de cabello para tener mejor acceso a mi boca.

—¿Clover? —preguntan detrás de mí.

Y Callum lo registra primero porque deja de besarme, lamiéndose los labios mientras ve detrás de mí y cuando giro me encuentro con un castaño de ojos marrones y sonrisa familiar. No puede ser.

¿El amigo con beneficios que me enseñó muchas cosas buenas, pero también muchos males de amores? Sí, ese mismo es él, Frankie Coleman.

Hago un recorrido en él: alto, cuerpo tonificado, cabello corto casi al ras y castaño, ojos cálidos marrones, piercing en la nariz y labios carnosos. Sexi y atractivo, igual que siempre.

—Sí, sabía que eras tú —dice con una sonrisa ladeada.

Avanza hacia mí y antes de que pueda parpadear me tiene envuelta en un abrazo cálido que devuelvo de manera torpe, vagamente registro que trae el mismo perfume de siempre y cuando retrocede no se aleja demasiado, en serio, la distancia es muy corta mientras continúa sonriendo y viéndome con la típica mirada que me derretía.

—Qué sorpresa encontrarte aquí. Alguien me dijo que te había visto y te busqué porque no había manera en la que me quedara sin verte y aquí estás.

—Aquí estoy.

—Sí, aquí está ella —dice Callum detrás de mí.

La sonrisa de Frankie disminuye un poco viendo detrás de mí, tal vez en este momento está recordando que acaba de encontrarme besándome con alguien, pero vuelve su atención a mí cómo si le restara importancia a la situación. La mano de Callum se mantiene en mi espalda baja mientras permanece detrás de mí.

—Él es Callum y Callum él es Frankie —Los presento.

—Soy su muy buen amigo —Le sonríe Frankie estrechándole la mano—. Años de historia ¿Eh, Clover?

—Soy su muy buen novio —Se encoge de hombros Callum con una media sonrisa—. Una historia bastante genial ¿Eh, Clover?

Veo de uno a otro y asiento aunque no sé a qué lo hago, el ambiente es un poco denso y si pudiera, me iría corriendo.

—Así que tienes novio de nuevo, Clover, que mala sincronización la nuestra —dice Frankie metiendo las manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón— ¿Algún día será un buen momento para nosotros?

»Pensé que podríamos ponernos al día desde la última vez que nos vimos o hablamos, pero veo que no —Le da un rápido vistazo a Callum.

—Eh, pues no —digo frunciendo el ceño—. Quiero decir, podemos ponernos al día, pero no así.

El significado del "así" queda flotando en el aire y comienzo a transpirar en la frente y siento calor ante la situación.

Me doy cuenta de que creé un horrible hábito en el que Frankie podría tener la idea de que cada vez que nos vemos y estoy soltera sucumbo a viejos sentimientos no correspondidos por un par de horas de placer, en cierta manera me sabe mal que tenga esa concepción de mí porque es exactamente lo que estuve haciendo.

Se hace un incómodo silencio y siento la mirada de Callum en mí, cuando volteo a verlo enarca ambas cejas antes de dirigir la mirada a Frankie. Me encojo de hombros y murmura un "Uhm, ya veo".

—Estoy feliz de verte —Rompe el silencio Frankie—. ¿Cómo está tu papá y Valentina? La última vez que los vi fueron geniales, creo que tu papá es de los pocos tipos que se ríe de mis chistes—Me lo pregunta, pero ve a Callum que le devuelve la mirada.

La mención de mi papá tiene a mi irlandés cruzándose los brazos a la altura del pecho, cómo si se protegiera del golpe bajo de que mi papá sea un congelador con él, pero se ría de chistes malos de Frankie.

—Ellos están bastante bien, de hecho ahora tengo a un hermanito recién nacido, no te lo dije la última vez que...Eh...Nos vimos, pero Valentina estaba embarazada.

—Bueno, es que esa vez hablamos muy poco, fui a visitarte para que conversáramos, pero me parece que hicimos todo menos eso y ya luego me fui con el mar sabor de haberte dicho todo lo que quería, pero con la sonrisa de todo lo que pasó —Me sonríe de costado.

—Interesante —comenta Callum—, pero sí, Valentina tuvo un bonito bebé que llora un montón, pero es bastante lindo.

—Sí, mi hermanito es lindo —Sonrío queriendo mantenerlo en la conversación—. Callum vino conmigo para conocerlo, nos iremos mañana o bueno, en unas horas. Vamos a la misma universidad, bueno, la misma escuela, así nos conocimos y ahora estamos juntos.

—Soy experto quitando las articulaciones de las personas y sacándole los órganos también sé tapar la escena de un crimen...Bueno, también sé descubrirlas.

Volteo a verlo de inmediato encontrándolo con una sonrisa ladeada y una mirada desafiante, pero cuando nota que lo observo me guiña un ojo lo que me hace sacudir la cabeza riendo.

Frakie nos da un asentimiento y ve del uno al otro antes de preguntarme por Edna y luego hacer un breve recorrido por el pasado, lo que me tiene respondiendo un tanto nerviosa porque no quiero hablar de ello ni incomodar a Callum que se mantiene murmurando "uhm" "interesante" "ya veo" "ah". Para mi fortuna uno de los amigos de Frankie lo llama, pero antes de irse vuelve a hablarme.

—Sé que tienes nuevo número ¿Me lo das? Sería bueno hablar, ponernos al día, tal vez visitarte cuando vuelva estar libre de la universidad o esté por acá y ya sabes, ver qué sucede...

Hay tres segundos de silencio porque los cuento, luego Callum lo rompe.

—Ver lo que sucede —repite Callum con sequedad—. Sí, Clover, deberían hablar y ya sabes, ver lo que sucede por los viejos tiempos.

Frankie dirige la vista a él y yo veo cómo mi irlandés borra la sonrisa y le da una mirada seria.

—Y que no se pierda que era sarcasmo —dice Callum en voz plana—. Amigo, es una mierda lo que estás haciendo. Tiene novio y de hecho estoy aquí y si la conoces tienes que saber que no me hará la mierda de cuernearme para revivir los viejos tiempos contigo.

»De hecho tu viaje por el pasado la ha hecho sentir incómoda, pero bueno, no es mi asunto decirlo —Me da un breve apretón en el hombro—. Iré por nuestras bebidas, te dejo aquí con tu viejo amigo que cree que sería bueno hablar y ya sabes, ver qué sucede...

—Callum no es... —digo y me interrumpo cuando sonríe y me da un beso en la boca.

—Lo sé, mi trébol. Ahora vuelvo, iré por nuestras bebidas.

Lo veo alejarse, sintiendo insectos en el estómago y sabe que lo veo por la manera en la que sacude la mano sin voltear y eso me hace reír.

—¿Es celoso?

De hecho nunca lo había visto celoso, suele ser bastante despreocupado y no le doy razones para sentirse inseguro, pero puedo ver cuán incómodo resultó todo esto.

—Un poco de celos inofensivos no hacen daño cuando la situación se pone tensa —Es lo que respondo aun persiguiendo con la mirada a Callum.

—No pretendía incomodar solo quería hablar contigo. Es en serio lo de que cuando te visité quise hablar contigo de varias cosas, pero de alguna manera se nos fue de las manos y ocupamos el tiempo en otras cosas.

—Tu amigo te llama —Le digo volteando a verlo rápidamente y cortando el rumbo de la conversación—. Ha sido agradable ver que estás bien, te veo luego ¿De acuerdo?

—Creo que nos debemos una conversación, Clover, siempre lo hemos hecho.

—Creo que es tarde para esa deuda de la conversación —Me encojo de hombros y le doy el intento de una sonrisa—, ya no la necesito. Tengo novio y lo quiero.

»Callum tiene razón, me ha puesto algo incómoda todo el rollo de hablar del pasado porque creo que ambos sabemos bien cómo fue nuestra historia y no me gusta hablar de ello.

—Oh, lo siento, no creí qué...

—No, no te preocupes, es bueno que finalmente te lo diga y eh...También quiero aclarar que no es que siempre esperara que ya sabes...Lo hiciéramos o algo al vernos, porque tengo la impresión que pensaste que estaba aquí y...

No continúo, pero el significado queda implícito. Frunce el ceño y ve hacia donde Callum está preparando las bebidas y hablando con un desconocido que seguramente será su nuevo amigo, a mí de nuevo.

—Siempre hemos tenido algo especial, pero sabemos que no siempre funciona. De alguna manera nunca son los tiempos, tienes novio o yo tengo novia o simplemente no estamos en la misma página —Medio sonríe—. Parece una trágica historia.

—No creo que sea exactamente así.

—Si lo creo, somos el tipo de película cliché que aun así se haría popular. Tal vez aun no es nuestro tiempo.

—O quizá nunca lo sea, hubo oportunidades y no fue.

—¿Estás segura?

—Lo estoy. Mi historia ahora es otra y estoy bien con mi relación.

—Espero te vaya bien en ello y en todo, lo digo en serio. Nunca me gustó verte triste o infeliz.

—Gracias, también espero te vaya bien en todo y en España, buen bronceado por cierto —digo lo último torpemente y eso lo hace reír.

—¿Ves cómo es difícil que no me gustes?

—Mira, tu amigo te sigue llamando —miento y ríe de nuevo.

—Vale, lo capto, lo entiendo. Te veo luego, Clover Mousavi, espero la pases bien y que nos reencontremos, tal vez en un mejor momento.

Me da un ligero asentimiento y luego comienza a marcharse, pero no lo veo irse porque regreso mi atención a Callum que alza uno de los vasos hacia mí en la distancia con una sonrisa.

Hace un buen tiempo estaría por el piso o sintiéndome una mierda por rechazar a ese amigo con beneficios que me daba placer, pero no correspondía mis sentimientos o aun peor: habría fingido que no me dolería tener sexo con Frankie cuyos sentimientos parecían nunca ir más allá de lo amistoso, era mi absoluta tortura de la adolescencia porque siempre era honesto y aun así yo seguía lanzándome al desamor. Pero actualmente no es así, hoy le doy la espalda y sonrío flexionando mis dedos hacia Callum en una señal de que venga a mí y estoy riendo cuando una vez más lo hace bailando.

Cuando llega hasta mí me entrega la bebida y me ve con ojos entrecerrados.

—¿Qué pasa, irlandés?

—¿Me vas a contar la historia con el señor de los viejos tiempos?

—¿Quieres escucharla?

—Sí, para odiarlo un poco más de lo que ya lo hago.

—Celoso.

—Absolutamente lo estoy. Te comía con la mirada y ¿Lo del número y ver "qué sucede"? En serio quise maldecirlo por siete años.

»Ahora cuéntame la historia, hazme odiarlo más porque en serio me cabreó, Clover.

—No creo que lo odies, no fue mala persona y el daño me lo hice yo misma.

—Espera ¿La historia me hará llorar? Porque no quiero hacerlo y seguramente me cabrearé e iré a golpearlo si escucho que te hizo daño.

—No, no te hará llorar —Me rio.

—¿Entonces te hizo daño?

—No adrede o porque así lo deseara.

Él se deja caer sobre la césped y luego tira de mi mano para que me siente entre sus piernas, haciéndome recargar la espalda de su pecho y jugando con mi cola de cabello.

—Siendo así, comienza el chisme, quiero saberlo, mi trébol. Estamos en confianza, no te juzgaré.

No me molesta hablar del pasado porque ahora sé que eso es lo que es incluso si Frankie asegura que somos alguna historia sucediendo con otro tipo de final. Quiero que mi historia sea con Callum, ese es el tipo de destino que quiero y sabiendo que en efecto no me juzgara y que es un buen oyente, suspiro antes de comenzar a hablar.



Holissss ¿Qué tal todo?

Bueno, en la primera parte en varias oportunidades Clover mencionó a ese amigo con beneficios y solía decir "pero esa es otra historia" o algo así. Buehhh vamos a ver qué tanto conocemos de él por estos lares...

Gracias por el apoyo y amor que le dan a la historia. En esta segunda parte verán un poco más de romance porque Clover y Callum tienen menos tensión sobre la escoria de Bryce, sin embargo, saben lo que implica más romance...

Redes sociales:

Instagram/ Tiktok/ Younow: DarlisStefany

Twitter: Darlis_Steff

Espero les guste.

Un beso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top