Capitulo 14
―Llegas tarde, enano.
―Solo fueron cinco minutos de diferencia, deja de ser tan exagerado, Yuno.
Los hermanos se miraban entre si con el ceño fruncido, era como si estuvieran en una competencia de miradas.
― ¿Podrían dejar de pelear cada vez que se ven? ― Nero, quien estaba presenciando tal escena, decidió interrumpir.
―Hmp— ambos chicos solo se limitaron a soltar un monosílabo.
El trio de amigos se encontraba en esos momentos en un enorme parque de diversiones. Al ser sábado y no tener ningún deber para la próxima semana, decidieron salir un rato para despejar su mente y disfrutar de su fin de semana. Asta había invitado algunos de sus amigos, pero al parecer la mayoría de ellos ya tenían sus propios planes. En realidad, solo una persona acepto su invitación.
―Perdón por la tardanza― Una voz femenina se hizo presente.
Al dirigir su mirada a la persona de esa voz, se dieron cuenta que se trataba de Mimosa Vermillion.
Yuno también había dado el paso de invitar a sus dos compañeros de clase, Mimosa y Klaus, pero este último estaba ocupado por lo cual tuvo que negarse.
―Esperamos no haberlos hecho esperar demasiado― Dijo Mimosa.
―No te preocupes Mimosa, yo también acabo de llegar― Menciono Asta.
―Oh, eso es un alivio, ¿Verdad, Noelle? ―La susodicha, que se encontraba detrás de la peli-naranja, asintió.
Noelle, ella fue la única persona que acepto la invitación de Asta. Al principio se había negado, pero luego de unas horas le llego un mensaje donde al parecer cambiaba de opinión y aceptaba la invitación. No sabe que cosa la habrá hecho cambiar de parecer, pero aun así se alegra mucho que haya venido.
―Ya que estamos todos, ¡Vamos a divertirnos! ― Exclamo con energía el oji-jade.
El grupo de amigos empezó a recorrer el parque de diversiones. Tenían todo el día para disfrutar de aquel maravilloso parque.
― ¡Wow! ¡Hay demasiados juegos! ― Asta exclamo emocionado mientras veía todo a su alrededor.
Mimosa al verlo de esa forma soltó una pequeña risa, ganándose una mirada confusa por parte del chico de baja estatura.
―Jeje perdón, verte así de esa manera se me hace muy lin... ¡Ge-genial! Si, eso quería decir― Su rostro no tardo en calentarse al ver como casi comete el error de decirle lindo a su amigo.
Asta solo quedo aún más confundido, pero decidió no prestarle más atención al asunto.
― ¿A dónde nos subimos primero? ― pregunto la azabache.
― ¡Vayamos al barco pirata!
Y tal como lo sugirió Asta, se subieron al barco pirata.
― ¡Esto es increíble! ― Grito Asta. Al momento de hacerlo, una mosca se metió a su boca― ¡Puaj! ¡Creo que me trague una mosca!
―Idiota― Dijeron al mismo tiempo Yuno y Nero.
Al bajarse, todos tenían su cabello algo desordenado.
― ¡Eso fue genial! ― Grito Asta sin regular su volumen de voz― Cada vez que bajábamos sentía un cosquilleo en mi estómago, como si fuera a vomitar.
―Hmp, y eso que no fue para nada extremo― Dijo Yuno― al parecer un idiota como tú no puede soportar demasiada adrenalina.
― ¡¿Ah?! ¡Por supuesto que la puedo soportar, hasta más que tú!
― ¿Me estas retando?
― ¡Ja! Por supuesto.
― Y aquí vamos de nuevo― Nero soltó un largo suspiro.
― ¿De nuevo? ― Pregunto Mimosa con algo de curiosidad.
―Yuno y Asta siempre están compitiendo por cualquiera tontería.
―Entiendo... ¡Oh! ― Mimosa exclamo, logrando así llamando la atención de sus amigos― ¿Qué tal si primero nos tomamos algunas fotos, y luego vamos a comer? Pronto será la hora del almuerzo, así que será mejor buscar un lugar para comer antes de que se llenen.
―Mimosa tiene razón― Comento Nero― Los sitios de comida de este lugar se suelen llenar demasiado, sobre todo los fines de semana.
―Pueden seguir con su competencia después de almuerzo ¿Les parece bien?
La peli-naranja miro a los dos chicos, esperando una respuesta.
― ¡Me parece bien! ― Comento Asta, mientras Yuno solo asentía con la cabeza, en señal de que estaba de acuerdo.
Terminada la conversación, dieron una larga caminada a todo el parque, deteniéndose de vez en cuando para tomar alguna foto. Luego de esto, procedieron a buscar un lugar para comer.
― ¡Miren, un puesto de ramen! ― Asta señalo con su dedo índice dicho puesto― Comamos ahí, ¿Qué les parece?
―Por mi no hay problema― Comento Nero.
―Para mí está bien― Dijo Mimosa.
―Me da igual― Respondió Yuno.
― ¿Qué hay de ti, Noelle? ― La susodicha, quien se encontraba perdida mirando a un cierto punto, dirigió su mirada a Asta, viendo como este esperaba también su respuesta.
―Si es lo que ustedes quieren, por mi está bien.
―Bien, entonces... ¡Comamos ramen!
Se dirigieron al puesto de ramen. Al sentarse frente a la mesa de barra, un chico castaño, al parecer de su misma edad, se les acerco entregándoles a cada uno el menú.
―Bienvenidos a Ramen House, es un gusto tenerlos aquí ¿Qué desean ordenar?
― ¡Yo deseo un chashu ramen! ― Exclamo Asta, recibiendo así un apretón en la mejilla.
―Deja de hacer tanto ruido― Dijo Nero, ignorando los gritos de disculpa del chico― Me gustaría pedir un ramen tradicional.
―A mi igual― Interrumpió Yuno.
―Muy bien― El joven mesero solo anotaba las ordenes en su pequeña libreta― ¿Y ustedes, señoritas? ― Se dirigió a Mimosa y Noelle.
―Quisiera un curry ramen, ¿Y tú, Noelle? ― Mimosa se dirigió a la joven Silva.
―También me gustaría ordenar un curry ramen.
―Un chashu ramen, dos ramen tradicional y dos curry ramen― Repitió los pedidos, asegurándose de ser correctos― Sus platos estarán listos en unos momentos.
Antes de retirarse, Noelle y el chico cruzaron miradas. Este último aprovecho y le dedico una sonrisa mientras le guiñaba el ojo. La peli-plateada solo quedo perpleja ante dicha acción. Asta, quien fue el único que noto todo lo anterior, quedo confundido ante el comportamiento del chico hacia su compañera.
El grupo de estudiantes se mantuvo charlando mientras esperaban pacientemente su comida.
―Aquí esta su orden― El joven se dispuso a entregar los platos correspondientes frente a cada uno de ellos.
―Gracias por la comida― Dijeron antes de comenzar a comer.
― ¡Delicioso! ― Exclamo, como de costumbre, el peli-cenizo.
―Tienes razón Asta― la peli-naranja concordó con el susodicho.
―Pues me alegro que les guste― Una nueva voz se hizo presente.
Todos miraron en dirección de aquella voz. Era un señor que parecía de unos aproximadamente 50 años, y su cabello castaño estaba, en ciertas partes, cubierto de canas.
―Déjenme presentarles al cocinero de este lugar, el señor Hiroshi Yamada― Anuncio el joven mesero.
―Hisoka, cuantas veces debo decirte que dejes ser tan formal hijo― Hiroshi se quejó.
― ¿Hijo? ― Cuestiono Mimosa.
―Este chico de aquí es mi hijo, Hisoka Yamada― Poso su mano en la cabeza del susodicho.
―Suelo ayudar a mi padre en su puesto de ramen, pero solo los fines de semana― Revelo.
― ¡Oh! Eso es genial Hisoka― Menciono Asta.
―Aspiro a ser un gran cocinero como mi padre, por eso estudio muy duro para entrar a una gran universidad de gastronomía.
―Oh, entonces ¡Buena suerte, Hisoka! ― Declaro Asta.
―Muchas gracias― Sonrió.
Continuaron con su comida tranquilamente, charlando de vez en cuando. Excepto Noelle, ella solo escuchaba atentamente.
―Noelle, ¿Cierto? ― La susodicha al dirigirse hacia la persona que la llamo, se dio cuenta que solo se trataba de Hisoka― Es un lindo nombre.
―Uh... ¿Gracias?
―Nunca pensé ver a una chica tan linda en este lugar― Le dedico una sonrisa coqueta. Noelle solo lo veía sin interés, no era tonta, sabia que este chico le estaba coqueteando― No vienes a este parque tan seguido ¿Verdad?
―No― Respondió secamente.
―Me lo imaginaba, de ser así ya te hubiera visto ya que una chica como tú no se olvida.
― ¿Esas son las frases que le das a todas las chicas que llegan aquí?
―Hmm quien sabe― Apoyo su brazo en la barra para luego apoyar su barbilla en su mano― Pero estoy seguro de algo, y es que eres la chica más hermosa que he visto.
Ante esas palabras, Noelle no pudo evitar ruborizarse un poco.
— ¿Cómo te digo? ¿Romeo? — Una pequeña risa salió de los labios de la peli-plateada.
—Por mí no hay problema.
De las personas presentes, solo dos estaban prestando atención a la curiosa interacción de la Silva con el joven mesero, esos eran Mimosa y Asta. Nero y Yuno solo les interesaba en su comida.
—Menos coqueteo y más trabajo, hijo— Hiroshi llamo la atención de Hisoka. El susodicho se rasco la nuca.
—De inmediato padre— Antes de retirarse por completo, dirigió unas palabras al grupo de jóvenes— ¿Se quedarán para el show de fuegos artificiales?
— ¿Habrá un show de fuegos artificiales? — Dijo curioso Asta— ¿A qué hora será el show?
—A las 6:30. Una vez que el sol se esconda comenzara el show.
—Sera grandioso verlo, ¿Qué les parece chicos? ¿Nos quedamos para el show? — Pregunto el oji-jade a sus amigos.
—A mí me encantaría — Dijo Mimosa.
—Está bien— Dijeron al mismo tiempo Yuno y Nero.
—Por mi no hay problema— Comento Noelle.
Una vez tomada la decisión, el grupo de amigos continuo con su comida. Al terminar, pagaron y agradecieron por la deliciosa comida. Siguieron con su recorrido por el parque, subiendo a todos los juegos que se atravesaban en su camino. Yuno y Asta continuaron con su competencia, cabe resaltar que hubo algunos cuantos vómitos después.
La tarde paso de manera rápida, pero también tranquila. Faltaba poco tiempo para que el sol se escondiera y comenzara el show. Ante esto, el grupo de amigos busco algún lugar para ver mejor el espectáculo.
El parque de diversiones se encontraba mucho más lleno que cuando llegaron, estaba tan lleno que era difícil caminar sin llegar a tropezarte.
Noelle, ante tanta multitud, sentía que no podía respirar. No esta familiarizada con este tipo de situaciones, en realidad, le incomoda, lo único que la reconforta en estos momentos es su pri...
¿Dónde está Mimosa?
Empezó a mirar por todos lados, buscando ansiosamente aquella cabellera naranjada que tanto anhelaba encontrar.
Un momento...
¿Dónde están todos?
No solo Mimosa había desapareció, todos los demás también lo hicieron.
Su corazón empezó a latir más rápido de lo normal, su respiración se volvía cada vez más agitada y sus manos no paraban de temblar. Las voces alrededor de Noelle se volvieron lejanas, lo único que podía escuchar era un zumbido constante.
— «Tengo que salir de aquí...» — Se dijo a sí misma tratando de controlar su ansiedad.
La sensación de estar atrapada en medio de la multitud se intensificó más al no poder lograr escapar de aquella situación abrumadora. Buscó desesperadamente un lugar para refugiarse, pero cada vez que intentaba moverse, más personas se interponían en su camino. De repente, vio un pequeño callejón cerca de ahí, sin esperar más, se dirigió hacia aquel lugar con dificultad, pero logrando llegar. A pesar de estar lejos de la multitud, su ansiedad no disminuyo, todo a su alrededor se volvía borroso. Sus lágrimas, las cuales le costó retener, comenzaron a fluir sin control mientras luchaba por respirar adecuadamente.
Busco desesperadamente su celular, necesitaba llamar a Mimosa. Pero le fue imposible, sus manos temblorosas le impedían desbloquear el dispositivo, y además veía la pantalla demasiado borrosa.
— ¡Mierda! — Fue tanta la rabia que tiro su celular lejos de ella. Sus piernas de un momento a otro le fallaron, lo cual hizo que cayera al suelo.
Por favor...
Alguien...
Sin saber que su celular empezó a sonar, Noelle se hundía en su ansiedad cada vez más.
— ¿Dónde estarán? — Pregunto Asta.
No sabe en qué momento paso, pero está perdido. Toda esta multitud hizo que sus amigos y él se separaran.
—Espero que estén bien.
Saco su celular del bolsillo de su pantalón, busco en sus contactos a Yuno y de inmediato le marco, no tardo mucho para que respondiera.
— ¿Dónde estás Asta? —Pregunto Yuno detrás de la otra línea.
—Al parecer estoy por los puestos de los juegos de premios.
— ¿Noelle está contigo?
— ¿Noelle? No, ¿Acaso no está con ustedes?
—No, al igual que tú, Noelle se separo de nosotros. Mimosa esta muy preocupada, ella y Nero la han estado llamando, pero no contesta.
—Dile a Mimosa que iré a buscarla, una vez que la encuentre los llamare.
—Bien— Fue lo ultimo que dijo para colgar la llamada.
Asta no espero ni un segundo más para comenzar a buscar a Noelle. Debe estar cerca, no fue muy lejos el lugar donde el grupo se disolvió. Trato de llamarla, pero fue inútil, no contestaba.
— ¡Noelle! — Grito a todo pulmón, teniendo la esperanza de que la chica lo escuchara.
De vez en cuando tropezaba con las personas, lo cual hizo que se ganara uno y que otro regaño, pero no le importaba, en estos momentos lo único que le importaba era encontrar a Noelle.
— «¡Piensa Asta! Si fuera Noelle que haría... Ella talvez busco a un lugar a donde no hubiera tantas personas. Bien, entonces, si quisiera alejarme de tanta gente ¿A dónde iría?» — Miro hacia todos los lados para encontrar alguna respuesta, hasta que vio...— ¡Un callejón!
No perdió el tiempo y se dirigió hacia aquel lugar. Al llegar, se adentro al pequeño callejón y al ver a la persona que se encontraba ahí le hizo sacar un suspiro de alivio.
— ¡Noelle, que bueno que te encuentro! — La alegría de haberla encontrado se hizo notar en su voz, pero al no recibir ninguna respuesta por parte de la peli-plateada, la preocupación empezó a florecer dentro de el— Ey Noelle, ¿Estas bien?
A medida que más se acercaba a ella podía notar como todo su cuerpo temblaba, también alcanzaba a escuchar su respiración agitada. Al ver esto no dudo en arrodillarse frente a ella.
— «¡Mierda, esta teniendo un ataque de pánico!» ¡Noelle, escúchame! — Trato de llamar su atención, pero no funcionaba— Noelle... — sin dudar de su siguiente acción, Asta envolvió a la Silva en sus brazos— Se que estas pasando por un momento difícil y es demasiado abrumador para ti, pero tranquila, estoy aquí— Con su mano derecha dio pequeñas caricias a la espalda de la chica.
Ante esto, Noelle trato de relajarse en los brazos cálidos del chico. Cerro los ojos mientras se concentraba en respirar profundamente, inhalando y exhalando lentamente, esto hizo que su cuerpo poco a poco parará de temblar. Pasaron aproximadamente 10 minutos para que Noelle se recuperará por completo y tuviera control de su cuerpo.
— ¿Estas mejor? — Pregunto Asta.
—Si...— La respuesta de Noelle fue corta y sencilla.
Ambos jóvenes seguían en envueltos en aquel cálido abrazo.
—Ya... puedes soltarme— Soltó la oji-rosa.
— ¡Ah! Si, perdón — Rápidamente Asta rompió el abrazo, al hacerlo se levanto del suelo y extendió su mano hacia Noelle— Vamos, todos están preocupados por ti.
Noelle apenas vislumbro la mano del chico durante unos breves instantes para luego aferrarse a ella. El roce de sus manos generó una sensación de calidez inexplicable pero indudablemente placentera para ambos jóvenes. Mientras sus manos se entrelazaban, el joven de cabello ceniza ayudo a su compañera a levantarse, permitiéndole incorporarse. Una vez que ella estuvo de pie, sus manos se separaron, y con ello, la agradable calidez que los envolvía se desvaneció gradualmente, cediendo su lugar a una presencia gélida.
Sin darle importancia a la anterior sensación, ambos salieron del pequeño callejón y fueron en camino para buscar a los demás. Asta llamo a Yuno para avisarle que encontró a Noelle y para preguntar por su ubicación.
—No están tan lejos— Menciono Asta— Estaremos a tiempo para ver los fuegos artificiales todos juntos. — Sin esperar más tiempo, se dirigieron hacia el lugar que indico Yuno.
Un poco fuera del parque de diversiones se encontraba un campo abierto, aquel sitio era perfecto para ver el show y al parecer todos opinaban igual, el campo estaba repleto de personas que esperaban con emoción el gran espectáculo. Al principio a ambos se les dificulto encontrar a sus amigos, pero una vez encontrados se acercaron a ellos.
— ¡Noelle! — Mimosa al ver a su prima se lanzo a ella para rodearla en sus brazos— Me alegro que estés bien, estaba muy preocupada — Las esquinas de sus ojos retenían pequeñas lagrimas— No contestabas ninguna de mis llamadas, no te veía por ningún lado yo...— Mimosa fue interrumpida por su prima.
—Ey tranquila ¿sí?, estoy bien— Su mano dio pequeñas palmadas a la espalda de Mimosa para calmarla.
— ¡Ya va a comenzar! — Escucharon decir a alguien que se encontraba en aquel campo, esto causo que todos los presentes dirigieran su mirada hacia el cielo.
El cielo poco a poco se sumió en la oscuridad anticipada, preparando el escenario para el ansiado y majestuoso espectáculo que estaba por desplegarse. En un abrir y cerrar de ojos, las primeras chispas de luz estallaron en el firmamento, como destellos de magia que se liberaban de su escondite. Los colores, vívidos y deslumbrantes, pintaron el lienzo nocturno con trazos de alegría y maravilla. Los fuegos artificiales parecían danzar con una coreografía celestial, cada estallido y destello contando su propia historia en el lienzo nocturno.
Asta y los demás tomaron asiento en el suave pasto, observando atentamente aquel magnifico espectáculo.
Los estallidos más grandes resonaban como aplausos en el cielo, iluminando los rostros maravillados de la multitud. Algunos estaban tan cerca que parecía posible tocarlos, mientras que otros se desvanecían lentamente en pequeñas lluvias de destellos brillantes.
Asta, inconscientemente, clavo su mirada en su compañera de cabellos plateados, quien estaba inmersa en el brillante espectáculo que se encontraba delante.
A medida que los estallidos alcanzaban su punto culminante, las sombras de la noche jugaban en el rostro de Noelle, creando contrastes que resaltaban sus rasgos delicados. Una sonrisa sutil se dibujaba en sus labios mientras sus ojos seguían el frenético ballet de luces en el cielo, sumergida en una especie de asombro que solo aumentaba su belleza innata.
Asta no podía evitar sentir que estaba presenciando un instante mágico y único, como si el universo mismo hubiera conspirado para enmarcar a Noelle en este esplendoroso escenario. La forma en que su compañera se dejaba llevar por la maravilla del espectáculo solo añadía un aura de encanto a su figura ya deslumbrante.
¿Qué le pasaba? ¿Por qué no podía apartar su mirada de Noelle? ¿Por qué su corazón latía de manera tan rápida?
Su mirada retomo el show de fuegos artificiales al verse atrapado por su compañera, su rostro se calentó de gran manera por tal situación.
— «¿Qué carajos?...»
Bajo el manto oscuro de la noche y los brillantes destellos de los fuegos artificiales, un confuso pero hermoso sentimiento empezaba a nacer en no solo uno, sino en dos jóvenes.
Sin embargo, por el momento, lo mejor era permitirles deleitarse con el espectáculo. Mientras los fuegos artificiales continuaban pintando el cielo, numerosos corazones se entrelazaron en emociones compartidas. El despliegue visual y emocional de luces y colores se convirtió en un festín para los sentidos, dejando una marca indeleble en la noche y en la memoria de cada afortunado espectador que formaba parte de aquel momento mágico.
¡Hola a todos! Han pasado 6 meses desde el ultimo capitulo. Durante este tiempo no tuve nada de tiempo para continuar con la historia, a penas me estoy adaptando a esta nueva etapa llamada "universidad". Pero ahora que estoy de vacaciones quise traerles este fantástico episodio que tanto anhelaba escribir.
Tuve algo de ayuda en narrar algunas escenas, la verdad es que aun siguió siendo una principiante en el tema de la escritura, pero aun así disfruto escribir.
En estas vacaciones intentare adelantar el próximo capitulo, pero no prometo nada.
Le agradezco a esas personitas que han seguido mi historia a pesar de las muy lentas actualizaciones <3
Espero terminar esta historia pronto, porque tengo ciertas ideas que quiero escribir sobre el ship Astelle como otros ships que son de mi agrado.
Es todo lo que tengo que decir, cuídense.
¡Hasta la próxima!
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