Luego de un entrenamiento con mi equipo he regresado a casa, donde me encontré con mi padre, Shikamaru y Naruto hablando en el patio.

Comencé a acercarme a ellos para saber que sucedía.

—¿Estás aprendiendo a manejar la naturaleza de tu chakra? —le preguntó Shikamaru a Naruto, a lo cual este asintió—. Si no tienes ni idea, no merece la pena hacerlo. ¿Te está dando problemas?

—Sí, por eso vine a preguntarle al profesor Asuma —dijo Naruto para luego mirar a mi padre—. Usted tiene la misma naturaleza de chakra que yo, ¿no?

—Así que tu chakra es de naturaleza viento. Esto me impacta —dijo con sorpresa.

—Le pido que me enseñe, por favor. Lo necesito para poder crear una nueva técnica...

—Veamos —dijo mi padre mientras sonreía de manera orgullosa y al ver esa sonrisa he comprendido que pediría algo a cambio—. Lo haré, si tú te encargas de pagar la cuenta cuando vayamos a la barbacoa a celebrar que mi equipo ha completado otra misión —dijo para luego percatarse de mi presencia—. Por supuesto mi hija también estará invitada.

—Eso es aprovecharse —dijo Shikamaru al oír la petición de mi padre.

Naruto se quedó un momento pensando para luego revisar su monedero en forma de rana.

—Supongo que no tengo alternativa —dijo mientras guardaba su monedero—. Es por mi entrenamiento.

—Muy bien. Trato hecho —dijo al momento en que sacaba sus cuchillas de chakra—. Estas son mis cuchillas de chakra. Están fabricadas con un metal especial que absorbe la Naturaleza del chakra de su dueño.

—Impresionante.

—Intenta verter tu chakra dentro de la cuchilla —le dijo mientras le entregaba una de sus cuchillas a Naruto.

Ellos habían comenzado un pequeño entrenamiento por lo que me he alejado junto a Shikamaru.

—¿Cómo te ha ido en tu misión? —me preguntó Shikamaru una vez hemos ingresado a mi casa.

—Horrible. No hemos averiguado nada sobre Akatsuki —dije mientras soltaba un suspiro—, y Ryota ha terminado lastimado; ahora se encuentra en el hospital.

—Cada vez más le perdemos el rastro a Akatsuki —dijo él preocupado mientras miraba a Naruto—. Espero que podamos detenerlos a tiempo.

Shikamaru se encontraba preocupado con el hecho de que Akatsuki iba tras los Biju y Naruto al mantener a uno en él, se encontraba en peligro.

—¿Crees que él pueda crear un jutsu nuevo?

—No lo sé —suspiró—, pero yo hubiera preferido mantener oculto a Naruto de los Akatsuki.

—Hubiera sido lo mejor, pero por cómo me han descrito a Naruto —dije mientras miraba al Uzumaki—, dudo mucho que se hubiera quedado oculto mientras los demás se encargaban de protegerlo.

—Ah, que fastidio es todo esto.

—Para ti todo es un fastidio —resalté haciéndolo soltar una risa—. ¿Te gustaría jugar Shogi?

—Me encantaría —realizó una pausa—, pero lamentablemente tengo que encontrarme con Chiyoko.

Oír el nombre de su novia ha ocasionado que mi pecho doliera un momento.

—Me sorprende bastante que todavía sigas en esa relación —le dije—. Supongo que los polos opuestos sí que se atraen.

Shikamaru simplemente se mantuvo callado mientras me miraba con una mueca y rascaba levemente su cuello. Sabía que cuando hacía ese tipo de acción era porque se encontraba un tanto incómodo.

Así que preferí no hablar de su novia, la cual detestaba completamente por la forma en la que actuaba.

Sinceramente al principio me daba exactamente igual lo que me dijera debido a que tenía demasiada paciencia para soportar este tipo de situaciones, pero mi paciencia explotó el día en que ella se burló de Konohamaru simplemente porque mi primo se puso a llorar de la emoción cuando se enteró de que yo era parte de su familia.

Aquel día le mandé un golpe del cual me sentí tan satisfecha y orgullosa.

✧✧✧

Hoy Kurenai-san me ayudaría a preparar uno de los platillos que tanto le gustan a mi padre.

—Luego le agregas las zanahorias —me dijo con un tono amable—, y luego revuelves para mezclar todo el contenido.

—Espero que a mi padre le guste —dije con una pequeña sonrisa al momento en que probaba el contenido de aquella olla cuando ya estaba terminada—. ¡Está delicioso, Kurenai-san! No puedo creer que haya podido hacer esto sin quemar la cocina.

Ella soltó una risa para luego ayudarme a preparar la mesa y así finalmente servir el platillo que había preparado.

—¿Estás nerviosa? —me preguntó con un tono dulce—. No deberías, estoy segura de que a tu padre le encantará lo que has preparado.

—Nunca había hecho algo como esto por lo que no puedo evitar sentirme nerviosa.

En ese momento oímos la voz de mi padre, quien al vernos ha sonreído y ha apagado el cigarrillo que estaba fumando para luego besar a Kurenai y acariciar mi cabeza con cariño.

—Huele delicioso.

—Es la primera comida que prepara ____ —dijo Kurenai mientras me dedicaba una sonrisa—. Se ha esforzado demasiado preparando esta comida para ti.

—Ya veo —sonrió al momento en que se sentaba a lo cual nosotras le hemos imitado. Él agradeció por la comida para luego probarla a lo cual comencé a sentirme nerviosa—. ¡Está delicioso!

Una sonrisa se ha formado en mi rostro al oírlo para luego comenzar a comer aquella comida que yo misma había preparado.

—Espero aprender más platillos y así preparártelos, padre.

—Estaré esperando por ello —sonrió ampliamente.

Los tres hemos comenzado a comer de manera tranquila, pero mientras los minutos pasaban he podido percatarme de que ellos me miraban un tanto intranquilos e incluso podía ver que abrían la boca como si quisieran mencionar algo, pero simplemente se mantenían callados.

—¿Qué sucede? —pregunté seriamente luego de cansarme de esta situación que se tornaba incomoda—. ¿Qué están ocultando?

—Nosotros —balbuceó mi padre al momento en que miraba de reojo a Kurenai, la cual se encontraba bastante nerviosa—. Demonios... no sé cómo te tomarás esta noticia...

—¿Es mala?

—Depende de cómo lo veas —me dijo y entonces he visto como sostenía la mano de Kurenai para así tranquilizarla—. Nosotros seremos padres.

Mi cuchara ha terminado en el suelo por aquella confesión; me levanté abruptamente de mi silla por un momento, pero luego volví a sentarme y comencé a analizar la situación.

—Ustedes dos —dije intranquila—, serán padres...

—Asuma ha querido decírtelo desde el primer momento en que se enteró —hablaba Kurenai y por su tono de voz podía notar que estaba nerviosa—, pero no sabía cómo reaccionarías...

—Sé que esta es una noticia bastante sorprendente y que quizá no lo aceptes...

—No puedo aceptarlo —les dije y he visto como ellos se miraban afligidos—, no puedo aceptar el hecho que no me hayan contado desde el primer momento en que lo supieron. Obviamente me pondría feliz de tener un hermanito o hermanita y más si la madre es Kurenai-san a la cual considero parte de la familia.

En ese momento Kurenai ha comenzado a llorar para luego acercarse y abrazarme con fuerza.

—Eres una gran persona —dijo entre sollozos—. Estoy segura de que serás una excelente hermana mayor.

—Cuidaré del bebé muy bien —le dije y en eso he visto como mi padre se acercaba por el otro lado para así abrazarme—. No me gustan demasiado los abrazos, pero lo dejaré pasar solamente porque son ustedes y esta es una situación especial.

Ellos rieron ante mis palabras y así nos mantuvimos unos minutos abrazados para luego comenzar a hablar sobre los planes que haríamos cuando aquel bebé llegara a este mundo.

Estaba feliz, demasiado feliz con esta noticia debido a que nosotros éramos como una familia.

✧✧✧

—Es la primera vez que eliges una Escalera de Plata desde el principio —me dijo Shikamaru con un tono de sorpresa—. Tenemos tiempo así que juega calmadamente.

—Es una forma de romper las defensas enemigas —le dije—. A veces me gusta jugar de esta forma.

—Mientes —me dijo mirándome seriamente—. Odias este estilo tanto como yo.

—Cuando se está ante un enemigo habiloso debes de hacer sacrificios para proteger al Rey —le dije mientras movía otra pieza de Shogi—. Si tú y yo fuésemos piezas de Shogi, tú serías el caballo.

—¿Por qué?

—Aunque no sea muy fuerte, el caballo puede avanzar saltando sobre sus enemigos —le dije—. Ese movimiento único se asemeja a tu forma de pensar flexible.

—¿Qué pieza serías tú? —me preguntó mirándome fijamente—. ¿Sigues pensando en lo mismo que hace tres años?

—Sí. Sigo pensando que soy un peón —le dije mientras veía como él se deshacía de mi pieza—. Para ti ¿quién sería el Rey?

—Lo tengo bastante claro desde hace mucho tiempo —me dijo con una sonrisa—, pero no pienso decirte. Al menos no todavía.

—Entonces te digo lo mismo —le dije con una sonrisa—. Tampoco te diré quién sería el Rey para mí.

Ambos seguimos jugando Shogi hasta que finalmente él terminó por ganarme.

—Otra victoria para mí —dijo con orgullo.

—Algún día te ganaré.

—Eso me has dicho hace tres años, pero aún no lo logras.

Solté un bufido al escucharlo debido a que era cierto. Yo no había podido ganarle ninguna sola vez y es que no podía contra su cerebro que pensaba en los miles de movimientos posibles.

—Te pediría la revancha, pero debo de encargarme de la cena —le dije mientras me levantaba—. ¿Te gustaría quedarte a cenar?

—Me gustaría —dijo con una sonrisa—. La última vez Asuma estuvo presumiendo la buena comida que le has preparado y se me antojó probarla.

—Mi padre exagera —le dije mientras me dirigía a la cocina—. Si quieres puedes esperar en el sillón o ayudarme.

—Prefiero ayudarte o si no me quedaré dormido en tu sillón —dijo mientras se colocaba a mi lado y yo he soltado una risa al oírlo—. ¿Qué debo de hacer?

Comencé a explicarle lo que debía hacer y así ambos comenzamos a preparar la cena de esta noche mientras hablábamos sobre varias cosas.

Aunque el principal tema había sido el de su novia, con la cual al parecer no estaba llevándolo muy bien.

No pude evitar sentirme feliz ante la posibilidad de que ellos rompieran.