012.
He mirado ligeramente las heridas que me había hecho cuando había peleado contra Hanako y el mirarlas he comenzado a recordar algunas de sus palabras a las cuales no sabía si creerles o no.
¿En realidad mi padre se encontraba con vida? ¿En verdad sabía de mi existencia?
Y sí eso fuera real... ¿Por qué no ha mencionado nada desde que me encontraba aquí?
—Tal vez ella tenga razón...él no quiere saber nada de mí. —murmuré al momento en que miraba por la ventana pudiendo ver un poco las nubes. —Hoy las nubes están calmadas...
—Eso puede significar que no está sucediendo nada malo o que simplemente hoy no habrá lluvia. —oí mencionar a Shikamaru, el cual había ingresado a mi cuarto de hospital con lo que sería un juego de Shogi. —He creído que te aburrirías estando aquí.
Shikamaru atravesó la habitación hasta llegar donde me encontraba acostada para así colocar aquel tablero de Shogi sobre una mesa que se encontraba a mi lado.
—Es un poco extraño que vengas aquí.
—¿Qué quieres decir? —me ha preguntado sin mirarme, ya que, estaba concentrado en el tablero. —¿Qué hay de extraño en visitar a una amiga?
Su pregunta me había sorprendido un momento, pero no he tardado en realizar una pequeña sonrisa.
—Esta vez si te ganaré.
—Como tú digas.
Ambos hemos comenzado a jugar Shogi, lo cual duró varios minutos y a pesar de que había mencionado que yo ganaría he terminado por perder contra él.
—Es imposible ganarte.
—Solamente debes saber bien tu jugada. —me ha mencionado mientras ligeramente veía la pieza que decía "Rey".
—El Shogi me recuerda a la vida ninja. —he mencionado captando de esa forma su atención. —¿Qué pieza te considerarías?
—Sinceramente no lo sé. —respondió al momento en que soltaba un bostezo. —¿Y tú? ¿Qué pieza te considerarías?
—¿Qué pieza crees que sería yo? —le pregunté con una pequeña sonrisa a lo cual él se ha sorprendido, posiblemente porque no esperaba aquella pregunta y ante ello he reído un poco para luego dirigir mi mirada hacia la ventana de aquella habitación. —Yo sería un simple "peón". Mi vida no es tan importante...
Un pequeño silencio se produjo en la habitación.
—Sigues pensando en las palabras que te ha dicho tu antigua compañera, ¿verdad?
—Yo he venido a Konoha para buscar información acerca de mi padre... —he mencionado sin dejar de mirar por aquella ventana. —...sinceramente tenía la esperanza de que él estuviera buscándome, así como yo lo hacía o incluso que había muerto, pero que me ha querido... —dije con un ligero tono de tristeza e incluso de molestia al recordar un poco las palabras de Hanako. —Sin embargo, solo me he enterado que él se encuentra con vida y que no quiere saber nada de mi existencia.
—No deberías creer siempre todo lo que te dicen.
—¿Qué estás queriendo decir?
—Digo...que deberías primero averiguar más acerca de aquel tema antes de saltar a las conclusiones.
—Dime... ¿Tú sabes algo acerca de él? —me he atrevido a preguntar a lo cual él se ha quedado mirando las piezas fijamente sin hacer o decir nada, pero luego de unos segundos ha soltado un suspiro.
En ese momento he pensado que me respondería, pero simplemente ha tomado una de las piezas de aquel tablero para así mirarlo detalladamente.
—Sí. Esta es la pieza.
—¿De qué hablas? —le pregunté, pero no he obtenido alguna respuesta de su parte. —¿Shikamaru?
—Tengo unos asuntos que atender por lo que debo de irme. —me ha dicho ignorando por completo la pregunta que le he hecho. —Podremos jugar otro día.
—El día de mañana deberé volver a mi aldea. —he mencionado ocasionando de esa forma que él ligeramente se sorprendiera. —No habrá otro día.
El Nara se había quedado por un momento quieto, pero en tan solo unos segundos había recobrado la compostura y ha comenzado a dirigirse a la puerta.
—Siempre hay otro día.
Diciendo esas últimas palabras él ha abandonado mi habitación dejándome un poco inquieta y confundida conmigo misma por las sensaciones que estaba comenzado a sentir.
—¿Qué es exactamente lo que me estás haciendo, Shikamaru? —me he preguntado mientras tocaba mi pecho, donde podía sentir un pequeño sentimiento de felicidad y tranquilidad; algo que no había sentido durante mucho tiempo.
❀❀❀
Antes de irme a mi aldea he decidido caminar por última vez por las calles de Konoha y mientras lo hacía he logrado llegar a lo que sería un cementerio.
No sabía por qué he comenzado a caminar por aquel lugar mientras miraba una a una de las tumbas, logrando de esa forma llegar a un monumento donde tenían escrito varios nombres y al leerlos me he sorprendido bastante al ver el nombre de mi madre en él.
¿Cómo era posible eso?
—Debe ser solo una coincidencia. —he mencionado mientras alejaba mi mano de ahí. —No creo que...
—Tu madre era una de las mejores Kunoichi de su generación aquí en Konoha. —han mencionado a mi espalda ocasionando que me sobresaltara. —Aquel monumento tiene su nombre escrito porque ha muerto como una heroína...aunque eso se supo tiempo después...
—¿Qué quiere decir? Mi madre es de la aldea de la cascada...
—Eso es algo que se te hizo creer. —me dijo mientras miraba fijamente aquel monumento. —La verdad es que tanto tu madre como tu padre son pertenecientes a Konoha.
—¿Por qué ella no me había dicho nada? ¿Por qué debo enterarme años después?
—Esto es algo complejo de asimilar. —me ha dicho mientras me miraba fijamente sin realizar algún tipo de expresión. —Tu madre quien se encontraba en una misión secreta se ha enterado de que estaba embarazada de ti por lo que intentó dejar aquella misión para volver a su hogar. Sin embargo, las personas al mando de aquella misión no le han permitido regresar.
—¿Qué ha hecho ella?
—Ella no estaba de acuerdo con aquello y por el bien del bebé que esperaba ha decidido dejar de todos modos aquella misión sin saber que más adelante la nombrarían una criminal de rango S.
—¿Qué...?
—Cuando me he enterado que ella había sido nombrada una criminal de rango S he comenzado a buscar algún rastro de ella esperando a encontrarla antes que los demás que la buscaban y cuando finalmente la he encontrado me he sorprendido al saber por qué exactamente había abandonado todo.
En ese momento he recordado unos pequeños fragmentos de mi madre hablando con un hombre, el cual era exactamente a la persona que se encontraba frente a mí en este momento.
—Esto es tan confuso...
—Tu madre ha confiado en mí para cuidarte si algo llegara a sucederle, pero no he podido traerte a Konoha conmigo debido a que todavía no me encontraba emocionalmente estable. —me ha dicho mientras miraba fijamente uno de los nombres escrito en aquella piedra y al mirar bien he podido leer el nombre de Uchiha Obito. —Sin embargo, he hablado con el tercer Hokage y le he explicado la situación, donde él ha sacado el nombre de tu madre de aquel libro de criminales para luego anunciar que ella ha muerto protegiendo a Konoha.
Aquella historia me ha sorprendido y a pesar de que he logrado comprender un poco mejor la situación...todavía había algo que me inquietaba.
—¿Y qué hay de mi padre?
Hatake Kakashi se ha quedado en silencio por unos segundos para luego mirarme fijamente con una expresión neutra.
—Ella le ha ocultado tu nacimiento debido a que habían terminado su relación y no quería entregarle una gran responsabilidad.
—Entonces él...
—No sabía de tu existencia...aunque desde que has llegado se ha percatado poco a poco.
—¿Qué quiere decir?
—Eres idéntica a tu madre, aunque también tienes actitudes similares a las de tu padre...y eso es algo que él ha podido ver desde que has llegado aquí. —ha mencionado el señor Kakashi al momento en que colocaba una expresión calmada. —Asuma Sarutobi y Nozomi Hatake tienen una excelente hija.
—Hatake...eso quiere decir que usted es...
—Hatake Nozomi es mi hermana por lo que te convertirías en mi familia. —me ha dicho con un tono amable. —Es agradable volver a verte.
Finalmente había logrado saber quién era mi padre,pero también había logrado saber quién era en realidad mi madre y aquello era algo que me dejaba un poco desconcertada.
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