Dedicado con amor a YukijiVilla ✨Cada vez que veo que hay un mensaje tuyo, algo dentro de mí se enciende, como estrellitas o luciérnagas que iluminan la noche. Muchas gracias por ser una amiga y fan tan fabulosa. Espero poder seguir trayéndote cosas que te hagan sonreír, fufufu. 

***

Aquella era su primera cita. ¿O no lo era? Tristán no estaba muy seguro, pero sí sabía una cosa: habría sido mejor pedirle ir a otro lugar.

—Jeje —rio nervioso—. ¿Muy raro?

—Algo —contestó el rubio con un ligero fastidio. Estaban en el cementerio, agazapados, esperando a que sucediera algo en aquel lugar tan silencioso, y Tristán fingía mirar fijamente por el lente de su cámara para no tener que mirar el rostro de su "mejor amigo".

Siempre había querido compartir ese momento con él, el momento en que los fantasmas de Casper Hall salían a bailar. Sus espíritus eran tan fuertes que incluso los no creyentes podían verlos. Los confundían con luciérnagas. Y él, por alguna razón, había considerado eso muy romántico. Pero las cosas no fueron como había planeado.

Lancelot había tomado esa salida como un campamento, casi le da un infarto cuando le preguntó "dónde estaban los otros". Para colmo de males, los espíritus parecían particularmente tímidos esa noche, y ahí estaban ellos, mirando hacia la nada, apuntando sus cámaras hacia el pasto común y corriente que apenas podía verse con la creciente neblina.

—Tristán...

—Solo unos minutos más, ¿sí? —Algo tenía que pasar. No podía ser que aquella salida fuera tan mala. Si al menos pudieran ver las estrellas, o el vuelo de los murciélagos, pero ni siquiera eso era posible. El cielo se encontraba tercamente nublado, no se veía la luna. El vampiro solo detuvo su observación infructuosa cuando el rubio colocó la mano sobre su lente.

—Nadie más va a venir, ¿verdad? —No podía seguir dando la excusa de que "estaban por llegar" cuando casi era media noche—. No invitaste a nadie, ¿cierto? —No sé atrevía a mirar. Sentía como sus orejas se iban calentando lentamente, el rubor subiendo silencioso por su piel pálida.

—S-sí lo hice —mintió—. Pero no era obligatorio venir. Seguro pensaron que el cementerio no era un buen lugar para...

—Corta el rollo —Había algo extraño en el tono de Lancelot. ¿Emoción? ¿Enojo? ¿Algo más?—. Habías planeado esto para estar los dos solos, ¿verdad?

—Yo... —No había caso. Parecía que su amigo podía leerle la mente—. Lance, yo... —Había llegado la hora de sincerarse. Volteo a verlo lentamente, temiendo lo que pudiera encontrar en sus ojos, y apenas lo hizo, todas las cosas que había esperado que pasaran ocurrieron al mismo tiempo.

Un viento fortísimo se elevó entre ellos, despejando el cielo y la niebla que lo cubrían todo. Los rayos de la luna cayeron en abundancia, directamente sobre el albino. Al mismo tiempo, los fantasmas decidieron que era hora de bailar, y se elevaron a la vez, rodeándolos de lo que parecía un enjambre de luciérnagas.

—Lance... —Pero lo que sea que fuera a decir, murió en sus labios al ver la expresión de su amigo.

Estaba pasmado. Tenía los ojos abiertos de par en par, la boca formando una "o", y el cuerpo en tensión, como si no supiera si huir o correr hacia él. Tristán no podía saberlo, pero súbitamente se había convertido en la criatura más hermosa que Lancelot había visto. Todo él, desde su pelo hasta su suéter, parecía de un blanco tan puro que opacaba la luna. Cuando pudo volver a respirar, el chico rubio se fue acercando lentamente, como si temiera que se fuera a desvanecer con solo tocarlo. Cuando finalmente lo tuvo a solo unos pasos, levantó la mano hacia su rostro, como si lo fuera a acariciar.

—Ángel... —murmuró, tan bajo que un humano no lo hubiera oído. Pero Tristán sí. No pudo evitarlo. Al albino se le escapó una risita al mismo tiempo que el rubio volvía en sí.

—Ay Lance, yo...

—¡Al suelo!

—¡¿Eh?! —Antes de entender lo que pasaba, se vio derribado por su amigo, justo a tiempo para escapar de un par de disparos de lo que parecía ser una bala de pintura.

—Fa-fa-fa... ¡Fantasma! —gritó un chico a unos metros temblando tanto que apenas sostenía el rifle—. ¡Estaba ahí! ¡Lo juro!

—¡Te lo dije! Aquí sí que se aparecen los espíritus —le contestó otro—. ¡Quizá incluso era un vampiro!

—¡Cállate, me asustas!

—¡Mejor vamos a ver qué era eso!

—Mierda —gruñó Lance por lo bajo—. Esos imbéciles. Tristán, ¿estás bien?

—Pe-pe-perfectamente —contestó, y de hecho, así era. ¿Cómo no estarlo, si estaba atrapado bajo el peso de su cuerpo, que usaba para cubrirlo protectoramente?

—Entonces párate, ¡tenemos que escapar! —Tal vez esa cita no había ido tan mal después de todo. El resto de la noche se la pasaron huyendo de una turba furiosa de fanáticos caza monstruos. Los fantasmas que los vieron no se habían divertido tanto desde que estaban con vida. 

***

Y así, las travesuras de Halloween comienzan 🎃💕 ¡Hola a todos! Aquí Coco, quien hoy se viste de gala y de negro, pues ha llegado por fin la Spooky Season, y está lista para celebrar. ¡SIIIIIIIIIII! 🤪✨🦇💀👻🎃 *se toma un momento para mantener la compostura, y pone cara seria tipo mayordomo* Disculpe usted, caballero/dama🧐 Lo que quiero decir es que, a partir de ahora, las cosas se pondrán aún más dulces, traviesas y tenebrosas 🤭

Qué suerte que esta divertida historia llegó con el auge de la temporada fuerte. Lance y Tristán nos acompañarán por lo que reste del otoño, Spooky y Cozy Season, y serán ese caramelito de calabaza que nos suavice cada domingo por si lo demás se pasa de intenso. Porque sí, intenso va a estar 😈 ya me conocen, ¡Coco ama ser traviesa en el mes de las brujas! Pero mejor no les adelanto todo, fufu 😏

Basta con decir que estoy muy feliz de tenerlos acompañándome en esta oscura y mágica época del año. Les mando un beso, un abrazo, mis mejores deseos para este inicio de semana/mes/temporada y, por supuesto, ¡BIENVENIDOS SEAN A LA SPOOKY SEASON! Si las diosas lo quieren, nos vemos pronto para más 💋