𝕸𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊

—Mi madre me dijo que nunca confiara en nadie ¿puedo confiar en ti? —preguntó Alan recostado en su cama, los ojos bien cerrados, cubierto de una espesa obscuridad

—¿Para qué me llamarías si no es para ser sincero? —preguntó ella desde la esquina de la habitación—. Libera tus penas, sabes que sin eso yo no podría vivir.

—¿Para que necesitas vivir?, ¿por qué me necesitas a mí?

—Yo no te importo, pero si quitas ese estúpido aro de sal te juro que te importare —dijo riendo entre dientes.

—No quiero hacerlo.

—Entonces solo habla.

—¿No se lo dirás a nadie?

—Tú sabes la respuesta.

—Ayer en la tarde quise hacer algo malo, algo malo de nuevo a ella, y creo que le eh ordenado algo difícil ¿eso es muy malo?

—Depende, ¿qué fue lo que ordenaste?

—Nunca te enamores de nadie quien no sea yo, yo seré tu primer y tu último pensamiento, todos los días durante toda tu vida y en la próxima no encontraras calma alguna hasta que encuentres mi compañía.

—¿Algo más?

—Si te lo pido, morirás por mí.

—¿Eso es conveniente no? Un moribundo como tú necesitado de un corazón para seguir viviendo, y un corazón latiente a tu poder; sabes que no te libraras de tu destino, tu destino es venir conmigo ¿no te olvidas del trato que hicimos?

—No podría olvidarlo ni, aunque quisiera... tú me liberarías de todo y yo te daría mi alma.

—En efecto ¿y qué mejor manera de liberarte que matándote?, estos son los mejores días de tu vida, no tienes más preocupaciones, sabes cómo y porque morirás, incluso que viene después ¿eso no te da liberación acaso?

—¡Claro que no demonio idiota! —Alan se llevó las manos a la cabeza mientras respiraba rápidamente y lágrimas rodeaban sus cachetes.

—Alan, ¿por qué no abres los ojos y me miras?, aunque sea una vez —dijo ella manteniéndose quieta.

—No lo deseo.

—¿Y tú crees que ella desea morir por ti?

—Ella lo quiere, eso yo ya lo sé.

—Oh Alan, de verdad que eres un moribundo terco —ella se acercó pasando el circulo de sal, subió a la cama de Alan y tomándole de la cara lo beso y le dijo— a, y tu pequeña protección no me afecta, pero esperare, es lindo ver tu cara desesperada de vez en cuando.

Numero de letras: 2138

Participante del concurso: Clocktober 2021

Reto iniciado en el grupo de Facebook: El club de lectura de la escritora del reloj 🕰️📖

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