XIII. Deseo y primeras veces

Las miradas viajan de un lado a otro, Taehyung nota que dos pares de ojos terminan fijos en él. Sabe lo que preguntaran incluso antes que abrieran la boca para decir: —Cuéntanos, qué pasó ayer.

Y no podrá dar la respuesta que seguramente esperan sus amigos.

—Vimos películas y dormimos abrazados —contesta honesto sin complicarse.

—Entre ver películas y dormir, ¿pasó algo más? —ahora pregunta Jimin mientras Jungkook alza ambas cejas y se concentra intentando leer la expresión tranquila de Taehyung.

—Comimos galletas y frituras envasadas mientras veíamos películas, me pidió que me quedara, hubieron besos —lo dice con las mejillas rojas—, me regaló un cepillo de dientes morado y dormimos abrazados —fin de su reporte.

—¿Solo eso? ¿Te quedaste en su apartamento vacío y durmieron abrazados? ¿Con ropa? —interroga Jungkook sorprendido.

Taehyung asiente.

—Entonces ustedes no...

Desvía la mirada hacia la cafetería. Se le apetece almorzar y la conversación comienza a ponerle nervioso y no sabe bien por qué. No quiere presiones.

—Lo peor es que te creo, si me lo dijera Jimin sería imposible.

El rubio lo mira un poco ofendido y una mano en el pecho. Tanto por la falta habitual de honorífico y por insinuar que mentiría. Bueno, ciertamente con Nam no han compartido una cama sin que hubieran al menos un par de toqueteos antes de dormir.

—¿Podemos almorzar? —pregunta Tae con el estómago que gruñe.

Sus amigos parecen entender su mensaje silencioso y cambian de tema. Escuchan a Jungkook quejarse por lo irresponsable que son algunos de sus compañeros y la poca fe que tiene en que hagan bien su parte del análisis escrito, que por eso no le gustan los trabajos grupales asignados al azar. La gente es como una caja de sorpresas y las sorpresas no necesariamente son agradables.

—Mejor hago el trabajo solo para asegurarme una buena calificación y les digo que hagan la portada, nadie puede hacer mal una portada, ¿o sí?

Taehyung trata de escuchar atento, pero no puede evitar darle una vuelta a la tarde de películas. A ratos los recuerdos regresan, evoca la sensación de los labios esponjosos en los suyos y el calor quema en la mejillas.

Durante la tarde espera toparse con Seokjin por los pasillos, pero sabe que no es muy probable, el mayor tiene exámenes que preparar y presentaciones evaluadas. No pretende ser absorbente de su tiempo, simplemente quiere verlo. Se termina conformando con mirar una foto que guarda en el celular, lucen felices y le gusta mucho que juntos puedan generar sensaciones vibrantes que hacen sonreír a ambos.

Podrían generar mucho más.

Pasa la tarde en la biblioteca junto a su compañera de ufología que estudia literatura, le ayuda a elaborar ensayos y a ratos se distraen conversando de series que comparten como otro gusto en común además de la pasión por los extraterrestres.

Llega un mensaje, su móvil vibra en el bolsillo camino a casa, le da un vistazo rápido, sus labios se curvan y el corazón se agitan, Jin le ha escrito y ha mandado una foto de su rostro cansado, pero sonriente y puño en alto con un "fighting!". Ambos están agotados, los periodos de evaluaciones parecieran ser un consumo masivo de energías en cada facultad de campus. Es la temporada de ojeras, cambios de peso y estrés colectivo.

Una vez en la cama vuelve a pensar en Seokjin, en el peso entre sus brazos y la calidez de su cuerpo. Disfrutó pasar una noche tranquila junto a él. La espalda apoyada en su pecho y los cabellos rosados con aroma dulce hormigueando en su nariz. Se pregunta si su sunbae escuchó lo fuerte y rápido de sus latidos, para él sonaban como tambores en sus oídos, acompañados de la respiración suave de los dos.

A Taehyung le gusta abrazar a las personas cuando duerme junto a alguien. Quizá porque le recuerda a cuando era niño y se aferraba a sus padres o a su abuelita esas noches que estaba asustado y buscaba la protección de los monstruos imaginarios que se escondía bajo la cama o en el armario. También a sus hermanitos o primos que se metían sin permiso a su cama después de ver películas de terror. A sus amigos sin excepción, Jungkook intentaba escapar de la prisión de extremidades y Jimin se dejaba mimar.

Aunque no recordaba sentir que alguien encajara tan bien arrimado a su cuerpo hasta que rodeo a Seokjin hyung por la cintura y su brazo se adormeció tras unas horas inmóvil.

Fue en absoluto sincero cuando dijo que era el mejor hyung del mundo. Adora los gestos lindos que Jin le brinda a destajo y con sonrisas. Trata de hacerlo en igual medida, aunque siente que es torpe y no siempre resultan como espera.

También le gustan mucho los besos y que sus cuerpos sincronicen cada movimiento. Inevitablemente se pregunta por qué el mayor no siguió. Incluso en ese instante se cuestionó si hizo algo mal. O quizás fue muy rápido y Seokjin es de los que van lento. Tae nunca se lo cuestionó, cuando se trata de su hyung está a plena disposición de dejarse llevar. Si quiere ir despacio, así será, si quiere avanzar, no pondrá barreras y corresponderá con todos los ánimos de aprender mucho de lo que no sabe y que se ha limitado a escucharlo de sus amigos y verlo en videos porno —con sus mejores amigos también—.

Los mismos dos chicos que partieron insinuando la naturaleza de la junta que tendría con Seokjin en un apartamento a solas. Hasta antes de eso no planteaba la posibilidad que fuera más que una sesión de películas, besos, abrazos y comida.

—Ha llegado el momento de una conversación seria —inició Jungkook con expresión imperturbable.

—¿Has pensado en lo que quieres con Seokjin? —continuó Jimin sonriendo y con mirada de picardía.

—Seguir conociéndonos, salir, una relación —respondió sin entender qué buscaban sus amigos y qué se supone que era esa "conversación seria".

—¿Solo eso?

—En lo sexual, Taehyung —especificó Kookie dejando que apareciera una semi sonrisa.

—Ya sabes, qué posición quieres ocupar.

Taehyung los observó en silencio como si meditara la información sin hacerlo realmente. 

—Jimin se refiere a que si quieres dar o que te den por...

—¡Jungkook! —interrumpió—. Aunque siempre pueden cambiar, no es una regla fija —el rubio rio suave mientras Tae seguía con la mirada perdida y la atención dividida entre la posición y la conversación.

—¿Ya has cambiado con Namjoon? —Jungkook aprovechó de indagar.

—...No —contestó mordiendo su labio inferior.

—¿Y te gustaría? —el menor terminó sonriendo amplio, acababa de hacer que las mejillas de Jimin pudieran ser la envidia de los tomates.

—¿Por qué estoy teniendo esta charla con ustedes? —preguntó finalmente Taehyung sonrojado también.

—Porque Seokjin te invitó a su apartamento a solas.

—Y a ver películas —Jimin dijo con segunda lectura. 

—Veremos películas.

—Sí claro y Jimin en virgen y casto —rodó los ojos—. Ten, para que se diviertan un rato —le tiró una caja de condones con sabores.

—Tampoco pueden faltar de estos —le tendió unos sobrecitos de lubricante.

Igual los había guardado en su mochila en un pequeño bolsillo interno. Está seguro que siguen ahí. ¿Qué tipo de amigos tiene? Se pregunta y a la vez se responde que son de los que promueven una sexualidad responsable. Y también gracias a quienes inició su vida sexual en una adolescencia donde las hormonas se alborotaban por cualquier cosa.
   

   

  

—No es algo de otro mundo, varios amigos ven porno juntos —Jungkook alzó los hombros y pasó al siguiente video.

Taehyung estaba asombrado mirando la pantalla, lo más lejos que llegó fue con algunas revistas, cómics y con algunos clips cortitos por mensajería instantánea —algunos enviados por Jungkook—, pero aquí estaba junto a sus dos mejores amigos. El menor de su pequeño grupo mostraba variedad de material.

A momentos estaba intrigado y en otros incómodo en toda la regla, con cada una de sus neuronas espejo activándose, haciéndole encoger en su sitio ante la imagen de algo que parecía más doloroso que placentero. ¿Cómo cabía eso tan grande en alguien tan pequeño? Práctica, suponía, como los gimnastas porque también hacían unas posturas bastante complejas para personas cuya flexibilidad no supera la norma. Apretó el brazo de Jimin, quien entre ligeras risas comentaba lo atractivo que le resultaba el rostro del actor moreno, destacando lo exótico de las mezclas étnicas.

La sesión le sirvió a Tae para explorar en sus preferencias, concluyendo en cuanto a mujeres, le gustaban de cuerpo esbelto, poco pecho, pero caderas amplias con piernas gruesas y torneadas. Mientras en hombres, los hombros anchos le resultaban muy atractivos, sumado a un rostro de facciones proporcionalmente esculpidas —el culo redondito aplicaba para ambos sexos, no había distinción—. Cuando aparecía alguien de esas características, también lo hacía el calor en su entrepierna y en la cara.

—Bien, voy al baño... —Kookie se levantó con una pequeña sonrisa.

—¡Sin detalles! No queremos saber qué harás —comentó Jimin.

Jimin apagó el televisor. Tae seguía con la mirada perdida y los labios entreabiertos. Imaginando.

—Mañana tenemos excursión escolar y nos estamos desvelando —dijo el mayor cuando vio llega a Jungkook con una expresión relajada. Partió a tomar su turno en el baño.

—Y bien Tae, ¿cuál fue tu video, actriz, actor favorito?

El aludido negó mientras el otro chico reía con ganas. Buscó su pijama y se paró fuera de la puerta del baño a la espera que Jimin saliera.

Jungkook se apropió del colchón en solitario, ninguno de los otros dos protestó. A Taehyung le gustaba dormir acompañado, más si hacía frío. El cuerpo de su amigo se amoldaba bien y su cabello siempre olía a frutas o postres.

Jimin apegó su espalda al pecho de Taehyung, quien aprovechando su altura y el largo de sus extremidades envolvió a su amigo con ellas.

—Eres como mi calefactor personal —juntó más su cuerpo al otro, soltando un suave "mmh" debido a lo grato que le parecía la calidez ajena.

Ese sonido de satisfacción llevó a su mente directo a los videos, al rostro bonito de labios llenos y hombros anchos del actor que calificó como "su favorito", y al cuerpo esbelto de pechos pequeños y muslos gruesos de la chica que fue "su favorita". Mala jugada de su cerebro que se negaba a suspender sesión y dejarle dormir.

El calor volvió a su entrepierna y fue peor cuando intentó apartarse un poco del cuerpo de su amigo, que para su terror era como combinar atributos del actor y la actriz y, además, se negaba a la distancia, volviendo a apegarse a Taehyung como si fueran imanes.

Pequeña fricción que fue un destello placentero que abría las puertas al alivio del problema que tenía entre las piernas y a necesidades que deberían estar dormidas, como ellos. Solo tenía que empujar contra el trasero firme de su amigo. Se estaba negando a sus deseos instintivos con lo que tenía de autocontrol.

—Tae-Tae~, ¿tienes una erección? —preguntó en un susurro con tono juguetón.

Jimin mantuvo los cuerpos juntos, riendo y balanceándose ligero, sintiendo la presión de algo rígido en la curva más abajo de su espalda.

Taehyung deslizó la mano bajando por el vientre de su amigo hasta encontrar lo que buscaba. Apretó y tiró con delicadeza, escuchando en respuesta un suspiro del chico en sus brazos.

—No puedes reclamarme, también tienes una.

—No estoy reclamando —dijo con su voz dulce, empujando un par de veces contra la mano grande de Tae—. ¿Me ayudas? Puedo ayudarte también —volteó para quedar frente a su amigo más alto.

La mano se movió de arriba hacia abajo sobre la delgada tela de la ropa para dormir. Jimin gimió suavecito para no despertar a Jungkook, llevando la suya de palma pequeña y dedos rellenitos a la erección desatendida.

Taehyung pensaba que no debían ser ni los primeros ni los últimos amigos que se prestaban ayuda mutua en este tipo de situaciones. Le pareció conveniente que justo ocurriera con el mayor del grupo; no se reiría de él como seguramente lo habría hecho Jungkook sin ayuda incluida. Le gustaba Jimin, era atractivo y un buen amigo, podía entregarse con plena confianza, saltar a sus brazos con ojos cerrados y de espalda, seguro que lo recibiría, aunque ambos acabaran de culo en el suelo.

Entonces... ¿esto los convertía en algo como "amigos con derecho"? Jimin le había comentado que a veces las amistades fracasaban en este paso. No quería que su amistad fracasara, le aterraba la idea. Habría intentado recurrir a la fuerza de voluntad y detenerse, pero la pequeña mano había tirado del pantalón suelto y tocaba directo sobre su piel caliente y sensible. Las luces de raciocinio se apagaron una a una.

Gruñó casi encima de los labios de Jimin y acarició con vehemencia. Sintió la firme pierna del menor rodear su cadera, anulando la más mínima distancia. Taehyung usó su mano de dedos largos para envolverlos a ambos.

—Pañuelos —logró pronunciar, estirándose para tantear la superficie y el interior del cajón de la mesita al lado de la cama.

—C-creo que no tengo.

—¿Cómo que no? —mordió su labio y gimió, quizás fue un poco más alto de lo que habría querido—. T-todos tienen pañuelos al lado de la cama-ah —dijo rápido en susurros, tratando de no cortar la frase entre jadeos y suspiros.

Taehyung apretó y movió su mano. Jimin se deshacía en ruidos bajitos, que intentaba reprimir apretando los labios, el menor fijó sus ojos en ellos, podía apreciar el contorno con la escasa luz, los veía tan llenos y se le atojaban suaves y...besables.

Fue la primera vez sintió ese tipo de hambre. Unas ganas intensas de besar a otra persona y que naciera de él y no corresponder a lo que quería alguien más o como respuesta a saciar una curiosidad. El aliento tibio y mentolado acariciaba sus labios y se entregó a sus impulsos, su otra mano se aferró a la nuca de su amigo, tirando de él hasta sentirlo chocar contra su boca.

Besó con hambre y Jimin correspondió con la misma intensidad. La sensación de la lengua escurridiza y los sonidos húmedos eran estímulos que llegaban directo a su ingle. El hormigueo que nacía en sus testículos le anunciaba lo cerca que estaba.

Llegó al orgasmo sin despegarse de los labios de Jimin, quien después de un par de empujes gimió en su boca acabando también. La vibración cosquilleaba. Estaba hipersensible y todo era un estímulo agradable, en especial los dedos acariciando su pelo, mientras ambos batallaban por regular sus respiraciones.

—No creas que seremos amigos con derecho.

Jimin rio flojito, le besó primero sobre los labios y después en la frente.

—Tampoco busco eso.

Primera vez compartiendo algo tan íntimo con alguien. Primer acercamiento sexual, también lo fue para Jimin. Y ambos coinciden en que no pudo haber una persona más adecuada. En lugar de debilitar la relación, estableció cierta complicidad. Si a alguien podía comentarle temores sin pena era a ese hyung que sonreía con los ojitos cerrados.

  

  

Ahora Tae vuelve a sentir esa hambre intensa que tuvo cuando los labios de Jimin brillaban húmedos frente a sus ojos en la penumbra. Solo que el hambre está magnificada, desea como no recuerda haberlo hecho en la vida la boca blanda y abultada de Seokjin, la fricción y esas manos suaves sobre su cuerpo. Está famélico. Desea poder aferrarse a los amplios hombros desnudos. Desea acariciar desde su vientre plano hasta lo que se oculta bajo la ropa interior de su mayor .

Se encoge en su cama y la mano se cuela dentro del pijama. Endurece aprisionado por sus dedos. Comienza a imaginar. Se toca pensando en Jin, en su rostro bonito, labios gruesos y figura delgada. En cómo lo envolvería con esas piernas largas, en lo bien que se podría sentir estar empujando entre ellas o también lo mucho que podría disfrutar sentado en su regazo. No tenía por qué limitarse a una posición. No tendría queja alguna de seguir el consejo ajeno respecto a cambiar. Dejaría al mayor decidir, él sería su entusiasta aprendiz.

Toma los pañuelos que guarda al lado de la cama —gran enseñanza que dejó Jimin— y se corre con un "Seokjin hyung" . Primera vez que se autocomplace pensando en alguien que conoce. Sus fantasías anteriores no tenía a alguien definido.

Limpia su piel manchada y arroja los papeles que caen fuera del basurero cerca de su cama. Se queda tendido de espaldas regulando su respiración. En verdad desea mucho a su hyung y siente que vuelve a ser un chiquillo de hormonas alborotadas.

Se pregunta si Jin también lo ha hecho. Tocarse con su imagen en la mente. Espera que sí, le apenaría un poco se el único que lo piensa y anhela tanto.

A la mañana se sorprende de torparse con su hyung que lo espera en la entrada de la facultad, lo recibe con una caricia en el pelo, sonrisas y una invitación a almorzar. No puede evitar sonrojarse, su mente estuvo bastante creativa anoche.

Seokjin le recuerda sobre la fiesta a la que lo invitó, al principio había pensado en negarse, pero luego se dijo "por qué no". Hay que salir de la zona de confort. También irán sus mejores amigos. No viene mal una salida en grupo y distraerse de las presiones académicas.

Se adelanta con Jimin al apartamento que comparten Jin y Namjoon, novio de su amigo, lo anunció en el chat grupal rodeado de muchos corazones y emoticones de enamorado.

Deja en claro que se encargará de hacerlos lucir como a los chicos más deseables de la fiesta y desordena el armario de Namjoon buscando las prendas para un outfit perfecto. El chico de cabellos morados lo mira como pidiendo ayuda, Taehyung no sabe qué hacer, porque después sigue él y no hay nadie que detenga al rubio cuando su estilista interno aclama un fashion emergency. Varias veces su cabello pasó de color tras color. 

Le gustaba como le quedó el rojo. Medita si volver a teñirlo, las raíces oscuras comienzan a notarse.

Cierra los ojos y siente a Jimin aplicar sombras y delinear con absoluta delicadeza. Se fuerza a no saltar cuando escucha la voz de Seokjin.

La mirada del mejor hyung del mundo es intensa, lo estremece por dentro. Aprieta sus labios, sintiéndose deseado. Por primera vez alguien le transmite eso con una expresión que lo hipnotiza.

"¿Entonces por qué te detuviste?", quiere preguntar y también gritarle que lo desea y mucho, que no quede rastro de duda.

Jimin con pequeños empujoncitos a Nam y Tae los moviliza a salir de la habitación. El menor se mira en un espejo y realmente luce muy atractivo con el maquillaje aplicado suave y el cabello casualmente revuelto.

  

  

Llegar a la fiesta le hace acordar las razones por las que no suele ir. Humo de cigarrillo, música estridente, cuerpos amontonados de personas que con vasos en la mano hablan a gritos y derraman líquidos: un caos. Un bombardeo de información fuerte y confusa a sus sentidos. Las personas se acercan a saludar, opta por sonreír cordial y al mismo tiempo quiere correr lejos, volver a casa y ver una película devorando una caja de galletitas.

Muchos saludan a Seokjin, entre los empujones y la personas que van y vienen, termina por desaparecer de su campo visual. Sabe que es popular y es normal que la gente quiera estar con él. ¿Quién no querría? No puede, ni quiere ser egoísta, si su hyung desea compartir tiempo con más personas no piensa impedirlo.

Puede que haya pequeños rastros de pena y vergüenza por querer aferrarse al de cabellos rosados y decirle infantilmente "quédate conmigo, vine especialmente por ti", pero también cada día busca crecer y madurar. No pretende amargarse y no duda en sujetar la mano de Jimin cuando lo invita a bailar junto a su novio.

Les agradece a ambos que no lo dejen a un lado, se siente tan incómodo entre tanta gente y música que retumba hasta en sus entrañas. No puede evitar apegarse a ellos como si fuera un niño perdido que acaba de encontrar a sus padres.

Se siente como un niño perdido.

Vuelve a repetirse que no está en una fiesta para amargarse. Ya regresará Seokjin, en tanto se deja llevar, mira las sonrisas bonitas de ambos chicos, se deja inundar por la música que ya no suena solo estridente, también pegadiza y le hace moverse a su son. Jimin baila coqueto frente a él y Nam a su espalda, percibe el calor de ambos. Le contagian la alegría y le causa gracia verse en medio de ambos que empieza a reír.

La alegría aumenta porque su hyung ha regresado. Sujetan sus manos y bailan al ritmo de la melodía, balancea las caderas muy próximo a Jin que es todo sonrisas y ojos que brillan de emoción casi gritando que le encanta esa canción. Se asegurará de recordarla, la pondrá en su lista de reproducción, ya que acaba de crear un bonito momento con ella.

"Primera vez bailando juntos".

Se arrima más, no hay distancia y el roce se siente tan bien que gime despacito pero no llega a oídos de Seokjin, el ruido ambiental es muy fuerte. Sus dedos aprietan las caderas contrarias y se niega a dejar que se aleje de nuevo.

Jin tampoco quiere separarse.

Disfrutan canción tras canción, nota que el sudor resbala por su frente. Tiene calor y sed. Se despegan cuando la necesidad de aire y líquido es más grande.

Dedos entrelazados avanzan entre la multitud. Ubican a Nam y Jimin cerca de la barra.

Taehyung pide una Coca-Cola y Seokjin un trago dulce, del cual el menor roba pequeños sorbos. Piensa en eso de los besos indirectos y ríe. Sin duda los prefiere de sus labios abultados.

—Nunca había bailado tanto —dice con entusiasmo y aparta los cabellos que se apegan a su frente húmeda. Se apoya en uno de los hombros anchos.

—Y yo que tantas veces intenté hacer que Taehyung bailara con nosotros y el ochenta por ciento del tiempo se negaba —expone Kookie con una semi sonrisa.

Se avergüenza expuesto frente a su hyung que lo mira de una forma que le causa ternura. Ciertamente se negó mucha veces a ir a fiestas con sus amigos, por lo general los recibía después de sus andanzas cuando llegaban ebrios y chocaban con los muebles, les exigía silencio para que sus padres no despertaran.

Algunas pocas veces los acompañó y una sola vez se emborrachó. Fue terrible, Jungkook soltaba carcajadas que resonaban por toda la cuadra y Jimin lo sostenía en tanto toda la comida terminaba en un basurero. Nunca más.

Regresa a la pista con el sunbae hermoso de cabellos rosado. Bailan con distancia nula, la pierna de su hyung presiona entre las suyas. Suspira y continúa con movimientos ondeantes. Mira sus labios detenidamente, se debate si morderlos o no.

Taehyung quiere besarlo.

Quiere más que solo besarlo.

Seokjin parece leer sus intenciones. Afín a su deseo, lo besa. No piensa en nadie, no le importa si compañeros de la facultad los observan, abre la boca y responde con hambre. Nota como las piernas tiemblan y se derrite por dentro. La lengua tibia acaricia la suya y a Tae le produce un agradable escalofrío.

Un poco más.

Quiere empujar hacia delante y presiona su pelvis a la pierna del mayor, pero Jin se aparta acalorado y le dice cerca del oído un: —me encantas.

Taehyung lo abraza con fuerzas. Se aferra y esconde su rostro en uno de sus espacios favoritos, justo entre el hombro y el cuello.

No entiende muy bien qué pasó, pero Hoseok se acerca a Jin, se aíslan y la conversación es breve. Luego entre disculpas le comenta algo vago acerca de Namjoon y que tendrá que volver al apartamento, aunque antes buscan a Jimin.

—Jungkookie desapareció con alguien —comenta el rubio—. ¿Volvemos?

Acepta y su estómago hormiguea cuando Jin deja un corto beso en sus labios tras despedirse. 

El cansancio baja de golpe y suspira con ganas de tenderse en un colchón a dormir muchas horas. En el camino Jimin ríe y le menciona lo mucho que le gusta verlo junto a Seokjin hyung, que supo desde el principio sobre la química entre ambos.

—Te ves tan feliz.

—Me siento feliz —dice Tae abriendo lo más silencioso posible la puerta de su casa.

Entran a oscuras directo a la habitación del menor. Se quitan la ropa y Taehyung saca un par de pijamas. Se mueven con el sigilo de un ninja en el trayecto de la habitación al baño, los únicos ruidos son los pasos ligeros por el pasillo y el tic-tac del reloj de pared.

Jimin se acomoda entre los brazos ajenos. Siempre es agradable dormir recibiendo mimos y los años han hecho una costumbre consolidada que acostarse junto al chico de cabellos miel es sinónimo de prisión de extremidades.

—Nunca me había gustado alguien de la forma que lo hace Seokjin hyung —confiesa en voz baja—. Si esa tarde en su casa hubiera querido llegar más lejos que solo unos besos, habría aceptado.

—¿Quieres llegar más lejos?

—Demasiado.

—Entonces toma la iniciativa.

Le gusta la seguridad que logra encontrar en Jimin y no sentirse juzgado. Definitivamente tomará su consejo.

  

  

***
Mi alma necesitaba un poco de Vmin (bueno, había insinuado antes que algo hubo entre ellos, así que no es sorpresa uwu).

Gracias por leer, comentar, votar, todo ;u; 💜

Y felices fiestas a todas/os/es 💕 espero que la hayan y estén pasando bonito >u<

Muchos cariños~

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