Resumen: Alexander vs la barba de John.

Palabras: 648

Alexander podía admitía muchas cosas. Era inteligente, sabía escribir grandes documentos para sus casos al estar bajo presión, que los gatos lo querían más que los perros y que se casó con el mejor hombre que existe toda la Tierra o Galaxia. Aunque ahora por culpa de ese hombre llamado John Laurens no podía admitir algo importante.

¿Por qué esa fucking barba debía interponerse entre los mimos que le daban? ¡Se negaba a que esa cosa peluda le quitará a su marido!

Podía escuchar dentro de su cabeza como Meade le decía que está siendo dramático, otra vez. Lo cual no es del todo mentira, a veces puede ser un poco exagerado ―solo un poco, nada del otro mundo.

―Aféitate.

John apartó la mirada de su sketchbook sin comprender exactamente a lo que Alexander se refería, noto que estaba de brazos cruzados observándolo con molestia. Seguía sin entender que había hecho.

―No comprendo a que te refieres.

―¡Jack! ―grito―. Me refiero a que te quites esa fea barba, se que en ti todo luce sexy; pero esa cosa peluda no.

―Pensé que te gustaba, dijiste que te parecía linda ―comentó.

―Sí, solo que eso fue antes de que picara los labios.

Se quedaron en silencio. John analizaba exactamente que sucedió, era solo una barba. El trabajo a veces no lo dejaba afeitarse, era residente de quinto año y debía prepararse para ser titular de neurocirugía. Echarse espuma y pasarse un rastrillo era el menor de sus problemas, a la vez que no tenía importancia en su vida diaria.

Excepto que para su dear boy era la tercera guerra mundial y a su vez le debía 20 dólares a Chris por decir que Alexander era un DramaKing. Negó con la cabeza, decidió dejar a un lado sus dibujos para tomar de los brazos a su esposo y tirarlo hacía él. Como si fuera un gato, Hamilton empezó a moverse intentando separarse de ese abrazo, estaba molesto y que lo estuvieran mimando no probaba su punto original.

―¡John Laurens!

―Mi barba no te hace ningún daño, ni siquiera está larga ―argumentó.

―¡Ese es el problema! Los pelos es lo que me fastidia.

El rubio suspiró; no obstante, iba a seguir firme ante su idea. Le gusta su barba y al ser su cuerpo, a él tiene que gustarle mucho más. Soltó a su dear boy quien continúo refutando en voz alta. Era divertido escucharlo.

―La barba se queda, Alexander ―sonrió.

Alexander juro venganza.

Una semana después, Alexander se rinde. No lo malentiendan, decidió primero prohibir toda actividad sexual hasta que John se afeite, cosa que no ocurrió y para Laurens fue mucho mejor ya que se concentraba más en su carrera de esa manera, al final es que desistió fue el mismo pelirrojo. Eso sí, se rechazaba todo contacto de labios, cosa que al rubio le pareció extraño; pero no dijo nada.

―No entiendo porque no quieres besos ―hablo John, mirando el techo con los brazos extendidos detrás de su cabeza.

―Ya te dije, tu tonta y sexy barba me da cosquillas.

―¿Solo eso?

― A veces es molesto sentir esos pelos en mi cara, Jack.

Se quedaron en silencio un rato, ninguno hizo algún movimiento en la cama. Alexander estaba pensando en volver a sentir los besos de su esposo y John iba a decir que se podía afeitar.

―¡Al diablo! Ven, Jack ―pidió el pelirrojo abriendo los brazos.

John sonrió, apoyo sus brazos en la cama hundiéndola un poco y de esa manera ponerse encima de su marido. Se acerco a su cuello y comenzó a repartir besos, ocasionando risas en Alexander. Oh, como le encantaba oír su melodiosa voz de esa manera tan genuina. Con las mejillas rojas, Hamilton dejo que su amado hiciera lo que quisiera.

La barba se iría aunque se podría disfrutar del ambiente romántica por ahora.

¡Un drabble para llenar sus corazones! Es que debía hacerlo, un dibujo me inspiro y lo pondría, pero la artista no permite que se respoteen asi que dejaré su cuenta: pupbee.paws en Instagram 

Ahora pueden elegir entre :

One Shot de aprendiendo a montar caballos o AU de Almas Gemelas