Recuerden que en todo el capítulo hablan en Coreano, si es en otro idioma se los resaltaré.

- Entonces, en orden son Hae-Lee, Ji-Soo, Yoon-Seung, Taemuyng, Ha-Neul, Dae-Hyun, Chin-Hwa, Sunhee y Eun-Woo.- Dijo el azabache mencionando a cada niño mientras los señalaba, al final todos asintieron, sentados a su alrededor.

- ¿Y tú, Papá? ¿Cuál es tu nombre?

- Dietfried Augusto Bougainvillea Evergarden.- Los mayores ladearon la cabeza.

- ¿No tienes un nombre coreano? Mamá si tiene uno...-dijo la pequeña Ji-Soo.- ¡El nombre de mamá es muy bonito!- Los demás niños asintieron.- Pero queremos saber el tuyo.

- Si no me equivoco es...Rim-Ah.- La niña agrandó su sonrisa.

- ¡Va en juego con el de mamá!- Ji-Soo, una de las más grandes rió un poco, pero fue opacada por la amargura de su "Hermana" mayor.

- Si, van en juego.

De repente uno de los gemelos empezó a llorar, Eun-Woo, su hermano lo había dejado fuera del círculo. Dietfried lo tomó entre sus brazos bajo la atenta mirada de los demás, apenas el niño vio a Dietfried empezó a reír, lo cargó con cuidado y le dio palmaditas en la espalda, haciendo que el niño volviera a reír, después de eso lo dejó junto a su hermano, dentro del círculo.

Aún no se acostumbraba a que lo llamaran papá, pero le gustaba como se sentía, como una corriente que pasaba por su cuerpo cada vez que lo llamaban así, era verdaderamente raro, no lo esperaba cuando llegó a Corea, así que seguía siendo extraño para él.

Cleo miraba la escena desde el marco de la puerta, pero la pequeña niña la anunció sin vergüenza, haciendo que Dietfried la mire.

- ¿Qué hacen?

- Papá nos está enseñando a hablar alemán.

- ¿Y qué han aprendido?- Preguntó con una sonrisa mientras se acercaba.

- Ja, hallo, guten morgen, prinzsessin y mein.- Cleo sonrió al escuchar a la pequeña niña decir cada una de las palabras de manera correcta, pero pronto notó la mirada de Dietfried sobre ella y lo miró también, pero no pudo sonreír, no mientras sabía que estaba a punto de robar su libertad.

Por la tarde escogió comer en su habitación, pero alentó con una sonrisa a Dietfried a ir con los niños a ver el palacio.

Dietfried supo desde el principio que algo pasaba, claro, algo aparte de que su hermana menor había renunciado a sus títulos, y aunque fue con los niños no paró de preocuparse por ella, querían que viera todos los lugares por más pequeños e insignificantes que fueran.

- Príncipe Mayor Imperial, tenga una buena noche.

No...

Eso solo significa que...

Continuará