13-No Olvides El Pasado
Dato sobre Cleo : Antes de ser reina de Prusia y Sacra Emperatriz la llamaban su alteza, su Gran Alteza, Su Graciosa majestad, Su Germana Majestad, Su Excelencia, Su serenísima majestad, y su Sacra Majestad, pero nunca Su Majestad.
Quiero aclarar que el Flashback continúa.
Cleo salió de su palacio al jardín donde había un lago artificial, y se sentó en el columpio, pero una mano la tomó del brazo.
-Cleo, ven conmigo, huyamos, Cleo, cásate conmigo.- Cleo lo miró con los ojos muy abiertos.
- Cómo quieres que haga eso!?
- solo ven conmigo Cleo.- Cleo se soltó y se levantó, sin notar que Dietfried estaba detrás de ellos.
Cleo se volteó y lo confrontó, mientras que Dietfried se mantuvo escuchando.
- déjame en paz
- Cleo Isabelle Anneliesse Viktoria Augusta Alejandrínna, por favor, yo soy mayor de edad, en un año nos podríamos casar, vámonos de aquí.
- quién te dijo que quiero irme? Y si quiero casarme con él? - dijo alejándose de Jönathan, pero él la
tomó del brazo jalándole- Jönathan Isidor Markov! Te ordeno que me sueltes! - le gritó, pero él no obedeció.
- ya te dijo que la sueltes.- dijo Dietfried notablemente molesto, pero el otro joven solo se burló.
- El pequeño niño se hará hombre para defender a su amada?- Dietfried se puso rojo de la rabia.- habla niñito, o es que tienes miedo?- Cleo ya sabía lo que pasaría, Dietfried era rabiético, por lo que le soltaría un puñetazo, Jönathan se enojaría y comenzarían a pelear, Dietfried era unos dos centímetros más alto que Jönathan por lo que no le iría muy bien a "Jöey", sucedió tal y como lo predijo, con la diferencia de que Dietfried no le lanzó un puñetazo a Jönathan, fue al revés, y de todos modos Dietfried salió ganando, usó una técnica de lucha Coreana que servía para esquivar al oponente, se oyó un estruendo, Jönathan cayó al suelo de una manera dolorosa, casi todos salieron a mirar, Jöey salió corriendo y al ver que había sido descubierto, ahora la mayoría buscaban con la mirada a aquel joven apuesto de ojos color Lila y pelo plateado y los otros entraban de nuevo al Kroinprinzessin Palace, por lo tanto solo ellos dos quedaron.
- Isabelle...- dijo intentando acercarse, pero ella solo retrocedió mientras lloraba.- Lo siento mucho Belle, lo siento, nunca quise hacerte llorar, lo siento, pero no llores, no te enojes Belle.- él también estaba a punto de llorar, Cleo lo tomó por los brazos, poniendo sus manos justo debajo de su hombro perdóname Belle, lo siento mucho, no quería lastimarte, pero tampoco puedo hacer algo, lo siento mucho Belle, mejor ve con él, el puede hacerte muy feliz, ve con él, no te preocupes por nada más, solo has lo que creas mejor.- pero Cleo se acercó más y limpió sus lágrimas.
- Me quedo Dietfried, no me voy a ningún lado.
~Salto en el Tiempo~
Que incómodo era todo después de ese sábado 3 de Agosto de 1940, y era peor ya que ese mismo domingo estaban saliendo a Corea, Cleo había ido un montón de veces, pero con Dietfried solo había ido una vez, claro, por temas oficiales, pero eso no quita lo mucho que se divirtió, su tía haría las funciones del emperador, y ellos irían a Corea, los reyes del imperio irían a Corea a discutir algo importante para todos, como Cleo no estaba casada no estaba obligada a llevar a un acompañante, pero eligió llevarse a Dietfried con la excusa de "Algo tiene que aprender." pero la verdadera razón era que no quería que Dietfried se quedara con su padre solo en casa, Gilbert se iba con Claudia y su madre se iba con unas amigas, y la última vez que Dietfried se había quedado solo en casa Cleo había tenido que rescatarlo por segunda vez, no quería que eso pasara de nuevo, incluso si las cosas estaban incomodas entre ellos no quería que su padre lo golpeara, las cámaras capturaban cada movimiento de los reyes, pero sobre todo veían al joven que acompañaba a la reina de Wurtemberg, la reina iba vestida con uno de los uniformes navales femeninos de gala, el uniforme honorario, chaqueta azul marino con las condecoraciones, gorra de almirante negra, falda azul marino y zapatos negros de tacón y el joven iba con un traje negro donde estaban al menos 3 condecoraciones, ambos con guantes blancos. Aunque notaban la presencia de todos los monarcas, Cleo y Dietfried eran el centro de atención, los Habsburgo-Lorena y muchas ramas de los Habsburgo habían sido conocidas por sus descendientes de rostro no muy bello, los Habsburgo-Banyer habían tenido a los príncipes alemanes más bellos, dos claros ejemplos eran Cleo y Laira de Prusia, sobrina y tía, también Madián de Drossel, la reina consorte de Drossel y madre de la princesa Charlotte, hermana adoptiva de Cleo e hija de un primo de su padre, Cleo y Dietfried estaban más callados que nunca, pero por pedido del emperador actuaban como si fueran compañeros de verdad, ella lo tomaba del brazo, y ocasionalmente se dirigían algunas palabras, pero solo para explicarse algunas cosas, sabían que los diarios tendrían en sus portadas todo sobre esos momentos y sobre su estatura, Cleo era del tamaño del rey de Sajonia con 1.68 y Dietfried media 1.79 lo que los hacía bastante altos para su edad, llegó el momento de viajar, Dietfried la ayudó a subir a uno de los aviones, cabe destacar que no podían viajar juntos el rey y la heredera, apenas cerraron las puertas Cleo se dejó caer en la silla, no había dormido bien, así que quedó dormida de inmediato.
Cuando llegaron a Corea Cleo se arregló el cabello y el traje, al bajar vio que habían sido los últimos en llegar y en bajar, Dietfried la ayudó a bajar y luego caminaron hasta donde estaban la reina y el rey de Corea, ahí el rey Dowon de Corea y la reina Augusta de Wurtemberg inclinaron sus cabezas con respeto al otro, igual con la reina, Dietfried solo inclinó su cabeza ya que él no era Coreano, fue todo un acontecimiento, una reina rubia de 14 años, con solo un año siendo reina se había ganado el respeto y amor del pueblo, y acompañada por su guapo prometido, era una vista digna de ver, la Daewogun de Corea y futura reina madre, una rubia de 14 años, quién diría que ella era coreana?
Al ir al palacio todos hablaban en Coreano, era visible la cara de confusión de Dietfried, Cleo hablaba una mezcla entre japonés y Coreano, en la reunión se iba a cumplir un trato de paz entre el pueblo germano, el imperio Romano , el reino de Wei, el imperio Japonés y el antiguo reino de Corea, los que iban a cumplir ese trato era Cleo Isabella o más bien Augusta Alejandrínna I de Wurtemberg por el imperio Romano, ya que ella era la descendiente de los romanos, por los Germanos Hans Adam II, Dowon III por Corea y Taisho V por Japón, era una ceremonia oficial, el sultán de Marruecos, el rey de Bután, el sultán de Egipto y el de Irak, los otros reyes alemanes y muchos otros reyes estaban observando la ceremonia, Cleo estaba nerviosa, Dietfried lo sabía porque Cleo no soltaba su brazo, él se soltó de su agarre, la tomó de la cintura y habló en su oído "Tranquila Bella", la chica se relajó, pero en toda la ceremonia él no la soltó, ya por la tarde cada quién se fue a una propiedad de la Ciudad Real, Dietfried y Cleo se fueron al que había sido hacer más de 100 años la residencia del príncipe y rey Rim-ah, ahí se formó un silencio incómodo por una rato, pero después hablaron sobre lo que pasaría con ellos, quedaron en no dejar que se volviera raro estar juntos, y en no volver incómodas las cosas, los problemas se resolvieron.
4 años más tarde
Dietfried estaba en Alemania, ya había pasado una semana desde que estaba en Alemania, pero no había visto a Cleo ni un solo día, si madre le había dicho que fuera allí para olvidarse de lo pasado con su padre, pero ir fue peor, Cleo estaba demasiado ocupada, se había mudado al palacio de Baden, pero de nuevo estaba en Wurtemberg porque habían problemas y asuntos ir requerían que ella estuviera ahí, y Dietfried estaba en Baden, poco a poco los pensamientos suicidas y macabros, las malas miradas, los golpes y los gritos de su padre lo estaban consumiendo, y el hecho de que su madre nunca lo defendía lo hacía mucho peor, los pequeños y casi invisibles cortes en sus muñecas eran algo que solo Cleo habría notado, al parecer a su familia no le interesaba ir tan mal lo estuviera pasando, ese día era en el que peor se sentía, quién lo extrañaría si muriera? Según él nadie, lo máximo que harían sería un funeral, y si Cleo estaba tan ocupada lo más probable era que ni siquiera fuera, abrió la llave de la pluma de la bañera y agarró unas dagas mientras se desvestía, si los cortes horizontales no dolían qué tal los verticales? Solo había una manera de saberlo, entró a la bañera e hizo lo que iba a hacer, su vista se nubló, "Adiós Sufrimiento." Ese era su único penda mientras cerraba los ojos.
Se despertó en una habitación blanca, pero no era de hospital, miró esa habitación, un Piano negro, un librero, foto de él y Cleo en una de las paredes, en otra pared una pintura de Cleo vestida de Reina de Wurtemberg con las insignias reales, manto, cetro, corona y orbe, y junto a ella en esa pintura estaba él, era reciente, tenía solo dos años, ya sabía dónde estaba, él el Kroinprinzessin Palace, en Baden, no estaba en el mismo lugar que antes, miró la esquina de la habitación, Cleo lo miraba fríamente, ella volteó la mirada.
- Si va a suicidarte al menos no lo hagas en mi baño.- no le hablaba con dulzura como siempre, era dura, como su mirada.
- Belle...-dijo susurrando, lo más alto que podía hablar.
- Belle nada! No hagas eso! Si quieres morir entonces no me hagas estar esperando poder abrazarte y besarte aunque sea una sola vez el fin de semana! No me hagas llegar a casa esperando poder verte y encontrarte con la piel blanca como azul! No me hagas tener que ver todo lleno de sangre, saber que es tuya y que probablemente no vaya a verte de nuevo! Por Allah, Dietfried, no poder ver tus bellos ojos de nuevo, como voy a vivir feliz si no estás tú, y sé que no he sido una buena compañera, pero no tienes que ser tan cruel...- poco a poco su tono de voz iba bajando hasta convertirse en un susurro mezclado con sus sollozos, por fin tenía una buena razón para llorar.
-Isabella...- Cleo se acercó hasta sentarse en la cama y abrazarlo, Cleo lloraba amargamente, tanto que hacía que él mismo llorara, normalmente Dietfried la hubiera calmado hasta que parara de llorar, pero esta vez le dolía tanto todo el cuerpo que lo único que pudo hacer fue acomodar su cabeza él en cuerpo de la chica.
- No me hagas esto de nuevo, si estás triste puedes decirme, incluso si estoy ocupada.- Con la fuerza que tenía Dietfried la abrazó.- solo falta que me digas que no estás bien para que pare todo lo que esté haciendo solo para hacerte sentir mejor Dietfried, pero no me dejes, en serio te necesito, no tienes ni idea de cuanto te amo.- El chico se sorprendió, ahora entendía que había cometido el más grande error de su corta vida.
- To también te amo, lo siento mucho Hae-Ryung, no lo volveré a hacer.
- De ahora en adelante debes decirme si no te sientes bien.
- Está bien, cuánto tiempo tengo aquí? que fue lo qué pasó?
- Llevas 8 horas, ya son las dos de la mañana, cuando llegué Nany te encontró en la bañera, pero no me dijo directamente qué pasaba, así que fui, y te vi ahí, ahora estamos en el Kroinprinzessin Palace, cuando vengas te vas a quedar aquí, según los doctores tienes depresión, y no es leve, tu madre va a llegar, pero nadie le va a decir a tus hermanos, al menos hasta que tu decidas que se enteren Gilbert y Gennovive, que son los más grandes, tienes que tomarte todos los días esta pastilla por un mes.- Cleo ya no lo miraba tan fríamente, no se veía tan enojada, pero si triste, y sus ojos se veían violetas, Dietfried poco a poco iba recuperando la fuerza y la volvió a abrazar.- sigue descansando, vendré con lo que me falta hacer.
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