Lo prometo.

Capítulo 28

Lo prometo.

¿Liam?— la voz de Kris a través del auricular pareció acariciarle; Noah se había ido a duchar y Liam por fin había decidido atender el teléfono, pues desde esa mañana, cuando Kris y Noah "se enfrentaron", había silenciado el móvil.

—¿Sí?

¿Cc-cómo estás?

Era la primera vez que escuchaba a ese magnífico hombre titubear.

—¿Cómo debería estar?— no se le ocurría qué más responder, salvo con otra pregunta.

Kris carraspeó, —fue una gran sorpresa, para ambos, es decir, yo no tenía idea de que tú fueras un cambiaf-

—Ey, no te equivoques, chico guapo— le interrumpió Liam, —yo no lo soy.

Pero tu hermano, él es... son gemelos y...

—¿Y qué con eso?

Pues que él... tú...

—¿Qué deseas exactamente? ¿Para qué has llamado?— preguntó Liam, como siempre, era bastante directo.

Hubo un silencio de dos segundos y luego Kris dijo: —¿Podemos vernos? Me gustaría hablar contigo.

Liam miró la puerta del baño dubitativo, la ducha ya se había apagado y era cuestión de segundos para que Noah saliera, luego preguntó a su interlocutor, —¿cuándo?

Cuanto antes, mejor. ¿Podría ser hoy por la noche?

El humano mentiría si dijera que no tenía curiosidad, después del inesperado encuentro de esa mañana, y ahora que el "susto" había pasado, pensaba que las cosas se podían hablar civilizadamente; —está bien— dijo, —¿qué te parece a las diez treinta?—; apenas pasaban de las cinco de la tarde y había hecho planes con su hermano, iba a ir con Noah a mirar las tiendas; por eso pensó que las diez treinta era una hora adecuada.

Me parece perfecto, estoy hospedado cerca del bar donde nos conocimos, podemos reunirnos allí; o donde tú lo prefieras.

—No, no; en el bar estará genial.

Bien— el titubeo regresó a su voz, —entonces, yo... te veo por la noche.

—Sí, hasta entonces— y colgó.

La puerta del baño se abrió y Noah, únicamente con una toalla en la cintura, salió y dijo: —Li, sabes que jamás desearía escucharte hablar con ese amigo tuyo, pero es inevitable en un departamento tan pequeño— con su oído cambiaforma era obvio que había escuchado, sino toda, gran parte de la conversación.

Liam rio, —¿es la manera de justificar tu actitud cotilla?— cuando la pregunta abandonó su boca se arrepintió, pudiera ser que con aquello evocara lo sucedido con Lucian.

Pero no fue así, o al menos Noah lo disimuló muy bien, porque contestó: —no, solo digo que deberías conseguirte un piso mejor.

—Por supuesto que no, estoy ahorrando para un auto.

—¡Hermano, me hubieras dicho!— le abrazó por los hombros, —hace unos días fui a mirar nuevos modelos, hubiera escogido uno para ti— lo cierto era que Noah había sopesado la posibilidad de obsequiarle un auto a Lucian, seguramente una camioneta todo-terreno, pues pensaba que era más su estilo, además de que le gustaría verlo conduciendo una; sin embargo, eso fue algo que no pudo concretar, al menos no todavía; pero no iba a dar detalles del porqué estaba en una agencia de vehículos.

—Ya te dije que no, no quiero que me estés regalando cosas solo porque sí— se quejó Liam.

—No sería solo porque sí; puede ser el obsequio por nuestro cumpleaños— le sonrió.

—Faltan algunos meses para ello.

—Adelantarlo no será problema.

Liam rodó los ojos y negó con la cabeza, su hermano era un caso perdido en ese aspecto, siempre hacía obsequios ostentosos.

La leve risa de Noah se fue apagando y luego dijo algo serio, liberándolo del abrazo y regresando al tema que escuchó tras la puerta del baño, —y... ¿ese bar está muy lejos?

Liam se frotó el rostro, —sí, un poco.

—Entonces iremos en auto, primero al centro comercial y luego-

—¡Espera! ¿Iremos?— cuestionó el humano.

—Claro, no voy a permitir que vayas solo, no cuando vas a reunirte con un lobo desconocido.

—No es desconocido— si se lo preguntaban, Liam diría que en "ciertos aspectos lo conocía bastante bien".

—¿Sabías que era un lobo? No, claro que no— preguntó y se respondió a sí mismo, —puede que hayan compartido besos y más, pero en lo que a mí respecta, es desconocido y algo agresivo, además de que seguramente guarda muchos más secretos.

—Estás exagerando.

—Puedes ser, pero voy a ir contigo.

Liam entrecerró los ojos, —no si puedo evitarlo.

Noah imitó su gesto, —inténtalo, aunque pudieras escapar de mí, puedo rastrearte, hermano.

—No me amenaces, yo soy el mayor.

El lobo se cruzó de brazos y encogió los hombros, era un gesto que solían usar cuando eran cachorros, era un despectivo y retador "¿y qué?".

Liam bufó y dio media vuelta para entrar el baño, era su turno de ducharse.

.

Andar por el centro comercial fue agradable, nadie podría decir que la noche anterior Noah hubiese "estado sufriendo y llorando por amor", pues parecía animado y sin rastro de lágrimas. Pero Liam sabía que solo era una fachada, sobre todo porque le había visto un poco nervioso cuando parejas, sin importar el sexo, pasaban tomadas de las manos.

—Oye, Noah, ¿es correcto que hayas dejado Blue Hills por todo el fin de semana?— le preguntó cuando se detuvieron en una pintoresca cafetería, apenas darían las nueve de la noche y habían recorrido bastante; como era algo común, la camarera comenzó a mirarles risueña, pero ninguno le prestó más atención de la necesaria.

—¿Quieres que me vaya?— Noah exageró su sorpresa.

Liam frunció el ceño, —no tergiverses mis palabras, lo pregunto por tus deberes; dijiste que estabas planeado lo del comedor comunitario.

Los ojos de Noah se iluminaron, —sí, y está yendo de maravilla, el terreno está en una buena ubicación y la construcción pronto dará inicio.

El mayor le sonrió sincero, —tal vez no te lo había dicho, pero estoy muy orgulloso de ti, creo que es una iniciativa increíble y gran labor.

Las mejillas de Noah se colorearon de un leve rosa, —gracias, pero no es para tanto, tengo el apoyo moral de mamá y Lily me está ayudando con los contratos y proveedores.

—¿Y qué hay de papá?

—Él consiguió la aprobación— se encogió de hombros, —dice que el plan que presenté fue aceptado por los socios casi de manera unánime, pero yo creo que papá tuvo mucho que ver en ello.

Liam se cruzó de brazos y se echó hacia atrás apoyándose completamente en el respaldo de la silla, se sintió un poco más mezquino de lo usual, pues él en realidad no había aportado nada, todos apoyaban a su hermano, excepto él; incluso era la primera vez que preguntaba sobre el proyecto en concreto.

La camarera les trajo sus pedidos y miró a Liam batiendo un poco más de lo usual sus pestañas, luego miró a Noah haciendo lo mismo antes de recordarles que estaba a sus órdenes y luego marcharse.

—No creo que papá se haya involucrado, tú eres muy capaz— retomó el tema Liam.

—Agradezco tus elogios, pero eso no es suficiente, no cuando se trata de dinero y es lo que menos desean poner en riesgo, sobre todo los abogados lame-botas.

—No es un riesgo, al contrario, si lo ven desde otro punto de vista, hacer obras de caridad o contar con una fundación los hace una empresa socialmente responsable, eso da cierto status— Liam regresó a su pose anterior, con los codos sobre la mesa y agregó, —ya verás que cuando inaugures tu proyecto será un éxito, entonces todo el mundo querrá asociarse, las acciones subirán hasta las nubes y-

—Ey, Li, tranquilo— le tomó del antebrazo y, riendo, agregó, —no lo hago por eso, no quiero status.

—Lo sé, eres demasiado honesto.

—Y tú muy bueno para los negocios, deberías regresar a casa para echarnos una mano.

Bien, hacía un tiempo considerable que el lobo no había mencionado aquello, y cuando Liam apretó los labios, Noah supo que tal vez no debió hacerlo, así que se disculpó, —lo siento, esta es tu nueva casa y estás cómodo, no debí-

—No, tienes razón— le interrumpió con una sonrisa, —solo he ido esporádicamente a Blue Hills, ni siquiera me he quedado una noche; pero lo haré, iré de visita y me quedaré una larga temporada cuando inaugures tu proyecto.

—¿De verdad?— la mirada de Noah se iluminó.

—Sí, lo prometo.

Y la sonrisa del lobo, debido a esas palabras, no pudo ser más radiante.

Terminaron sus bebidas y, ante la mirada coqueta de la camarera, pagaron, se retiraron y tomaron el elevador para ir al estacionamiento subterráneo; el bonito Maserati de Noah les esperada, dejaron las bolsas en la cajuela y entraron al auto. A insistencia y cuenta de Noah, Liam ahora tenía varias prendas de vestir nuevas, el humano no estaba muy cómodo con ello, pero también sabía lo mucho que a su hermano le gustaba "mimarlo", además de que, sinceramente, también le hacía falta ropa nueva.

Todavía faltan algunos minutos para la hora acordada, pero irían de una vez al bar.

Porque para ese entonces era un hecho, Noah le acompañaría, eso sí, con la promesa de mantenerse lo suficientemente lejos para no escucharle.

Cuando llegaron, notaron que en realidad no había muchísima gente como esperaban, así que escogieron un lugar donde la música no llegara tan estridente; era una mesa cerca del final de un amplio pasillo, se sentaron uno frente a otro; para conseguir una copa la gente debía ir directo a la barra, cosa que ninguno de ellos hizo.

Noah miró alrededor, buscando algún indicio del "amigo de su hermano" o de algún otro lobo, pero no tuvo éxito.

—¿Qué estás buscando?— le preguntó el mayor.

—¿Qué no es obvio?

—Te comportas como un paranoico.

—Solo estoy siendo precavido.

Liam suspiró, —mira, Noah, ya basta de estar cuidándome así, lo agradezco, en serio, pero ya estoy grandecito.

Noah le miró con una ceja alzada, —aunque te moleste, lo seguiré haciendo, ahuyentaré a cualquiera que quiera hacerte daño.

El humano hizo un mohín con los labios y desvió la mirada; Noah lo comprendió, por eso suavizó su gesto y afirmó, —no lo quieres lejos, estás enamorado de él.

Liam meneó la cabeza de manera afirmativa, —estoy consciente de que no seré correspondido, pero no pude evitarlo; aun sabiendo que para Kris lo nuestro es solo una excitante aventura.

Noah quería darle palabras de aliento, pero no podía, porque para empezar no conocía al sujeto, mucho menos su dinámica; si Liam decía que no era correspondido seguramente era por una buena justificación, así que no tenía más remedio que creerle; el lobo exhaló y dijo, —tal parece, hermano, que entre tantas cosas que compartimos, también está nuestra mala suerte en el amor.

Liam frunció un poco el entrecejo antes de decir serio: —puede que tengas razón, hay algunos malos entendidos que no tienen remedio; además, siendo Lucian como es de introvertido y callado, puede que nunca lleguen a aclarar lo sucedido.

Noah se relamió los labios, en el fondo había esperado un comentario positivo por parte de su hermano, no eso, así que preguntó, —¿en verdad lo crees?, en un principio pensé que te agradaba, aunque fuese un poco.

Liam sonrió mordaz, regresando a su humor característico, —en realidad me da igual, solo quiero pagarte con la misma moneda, si tú ahuyentas y hablas mal de mis citas yo haré lo mismo con las tuyas; ojo por ojo, hermanito.

Noah bufó y viró el rostro, ¿por qué no le sorprendía la actitud de su hermano?

Entonces, cerca de la entrada vio a Kris, —allí está el señor sujeto lindo— anunció, luego se puso de pie, —te esperaré en la puerta— y caminó a la salida, rodeando el salón para no encontrarse con Kris en el trayecto, aunque era un hecho que ambos estaban conscientes de la presencia del otro.

.

Kristopher miró a "la copia de Liam" abandonar la pequeña mesa e ir hacia la salida, trató de evitarlo y para su alivio el otro lobo hizo lo mismo durante su camino.

Cuando llamó a Liam horas antes aún no había pensado muy bien qué tanto pudiera decirle, era obvio que no podía hablarle de las actividades que realizaba con David, porque al parecer ni su propio padre había incluido a los gemelos en ello, ¿o sí? Como fuera, no podía echarlo a perder, porque no solo era su trabajo, había muchísimo en juego, y si quienes hasta el momento dirigían la operación no los habían involucrado era por alguna buena razón. Dejando ese tema de lado, Kris se preguntaba si Liam era en verdad un lobo y había sabido mantener oculta su naturaleza todo ese tiempo; recientemente había conocido a un lobo que practicaba la magia, Sirhan, así que no le sorprendería mucho que alguien pudiera encontrar los medios para ocultarse. Entonces, por obvias razones, no podía decirle que sabía que él y su hermano eran hijos de Isaac y Nelly Bennett, porque entonces tendría que mencionar que se habían reunido; así que decidió que lo mejor era no mencionar ese tema. Y sobre ser su pareja... quería dejar ese asunto clarísimo, pero aquí estaba otra duda: si Liam era un lobo, seguramente se había dado cuenta de que su conexión iba más allá, si era así, ¿por qué él mismo no le había dicho? Además, estaba lo sucedido en la mañana:

"Es un lobo, un alfa", había dicho el otro gemelo.

"¡¿Lo eres?!", la sorpresa de Liam pareció bastante genuina.

Así que, finalmente, Kris estaba allí sin saber muy bien qué información iba a soltar, por lo que decidió que lo mejor era "tantear el terreno"; y debía darse un poco de prisa, David estaba trabajando en algo esa noche y no iba a dejarle solo.

—Hola— dijo al ocupar la silla en donde antes estuvo el otro lobo, no le agradó la idea, pero era la única cercana disponible.

—Hola— respondió el humano de igual manera.

Kris miró alrededor, no buscaba nada en específico, estaba algo nervioso.

—Y bien, ¿de qué deseas hablar?— le incitó Liam.

—Creo que es bastante obvio, lo sucedido esta mañana nos ha traído una enorme sorpresa a los dos.

Liam cruzó los brazos sobre su pecho, —sí, evidentemente.

—Jamás pensé que tú fueses uno, nunca lo percibí— Kris prefirió no usar las palabras "lobo" ni "cambiaforma", era cierto que la gente alrededor estaba en lo suyo, pero no por eso no iba a ser precavido, además ambos sabían de qué iba el tema.

—Te lo dije antes, yo no lo soy.

—Pero tu hermano sí, y son gemelos.

Liam exhaló tratando de ocultar su fastidio referente a ese tema, aun así, aclaró de nuevo, —no te confundas, solo nos parecemos en el exterior.

—¿Quieres decir que...?

—Sí, soy normal, un humano normal.

Kris entrecerró los ojos, pensativo, dubitativo.

—No es común, pero tampoco imposible— explicó Liam, —así como hay niños que nacen con enfermedades o problemas físicos y genéticos, aun cuando sus padres y antecesores son completamente sanos; el nacimiento de un humano en el seno de una familia de cambiaformas puros puede suceder.

La mirada del lobo se suavizó, incluso sus cejas se arquearon un poco.

—Ey, puedo soportar los insultos, pero no permitiré que me tengas lástima— Liam se puso a la defensiva.

—No es lástima, jamás la tendría hacia ti.

—Entonces no me mires de esa manera.

Kris negó con la cabeza, —no es eso, sino que... nunca había escuchado algo así, mucho menos conocido a alguien con esa condición.

—Lo dices como tuviera alguna enfermedad.

—No es cierto, no lo hago.

Luego, solo la música se escuchó entre ellos; hasta que Liam carraspeó y cambió la atención y dirección del tema hacia Kris.

—Ahora esa obligación tuya de casarte tiene mucho más sentido.

—Te lo dije, estoy comprometido.

—Lo sé y lo entiendo; aunque no lo parezca, estoy al tanto de las costumbres— meneó la cabeza, como sopesando si decir lo siguiente o no, al final habló: —porque mi hermano también está comprometido.

—Pero él es un beta— puntualizó Kris, no era muy habitual considerar a un beta para los matrimonios arreglados, aunque luego se dijo que pudiera ser que con la familia de Liam nada fuera común.

—He aprendido a aceptarme, he luchado por mantenerme lejos de esas costumbres y ser normal; de lo único que me lamento y realmente detesto es haber dejado a mi hermano menor con toda la carga y las responsabilidades que eran mías por nacimiento, le he dejado solo.

Eso explicaba el compromiso del beta, pero para Kris una frase sobresaltó en todo eso: "ser normal"; estar atado a un lobo, que, además, perseguía criaturas de la noche iba a llevarle por un camino totalmente opuesto; así que no, no podía decirle que eran compañeros, al menos no todavía.

—No deberías se tan duro contigo mismo por eso— dijo Kristopher, —no está en tus manos, son las costumbres.

Liam sonrió con esa malicia que le caracterizaba, —por supuesto, imagino que tu prometida es una atractiva alfa, fuerte y agraciada, que te dará cachorros sanos y hermosos— y agregó con sorna, —claro, las costumbres pueden ser un verdadero dolor en el culo—, la idea de que Kris no solamente hubiera ocultado su condición cambiaforma y que tuviera más secretos no le pareció descabellada en ese momento, podría estar incluso ya casado y con cachorros.

Kris sonrió, a pesar de la intención de las palabras del humano, su humor picante solo avivaba y confirmaba el deseo hacia él, —dedujiste y has acertado prácticamente en todo.

Liam amplió su sonrisa, —lo sé, soy un maldito genio.

El lobo iba a hablar de nuevo, pero su vista periférica captó algo: era un sujeto alto y largurucho, demasiado delgado, portaba gafas de pasta gruesa y su piel era pálida, ceniza, el sujeto estaba abandonando un taburete al otro extremo del salón, parecía haber estado allí desde hacía un rato, le vio dar un último trago a su pequeño vaso y caminar en dirección hacia los servicios.

Un tiempo atrás, él y David habían estado rondando ese lugar porque habían seguido el rastro de vampiros impuros, no obtuvieron grandes pistas después, pero gracias a ello había conocido a Liam en ese mismo bar.

¿Cuánto tiempo había estado ese sujeto sospechoso en el mismo recinto? Seguramente no advirtió en su presencia por andar pensando en la situación con Liam. Liam, era mejor hacerse cargo de la situación, no iba a correr riesgos con él presente; lo que fuera era mejor si seguía al sospechoso y de ser necesario enfrentarle, pero lejos de allí.

Kris se puso de pie y dijo con seriedad, —lo siento, debo irme, he recordado que tengo un asunto.

El humano le miró ceñudo, —ésa es la excusa más increíble y repentina que escuchado; si quieres terminar la charla, solo debes decirlo.

—En verdad, lo lamento— le eludió, —no me iría sino fuera importante, es cuestión de trabajo.

Liam ondeo la mano fingiendo que no le daba importancia, —está bien.

Kristopher miró al hombre sospechoso desviar su camino al regresar sobre sus pasos y dirigirse a las escaleras; el bar tenía una segunda planta, la cual aparentemente estaba más concurrida; debía darse prisa, sino iba a perderle.

—Te llamo luego, ¿de acuerdo?— dijo alejándose de la mesa.

—¿En serio lo harás?

—Lo prometo— y se fue de allí.

Liam sintió su corazón trastabillar debido al par de palabras, sabía que eso era lo máximo que podría obtener de Kris, el lobo no dio indicio de romper su compromiso con aquella alfa, pero tampoco dijo algo sobre terminar con sus encuentros furtivos, y eso estaba bien, podía aferrarse a ello.

Suspiró y se obligó a desechar cualquier pensamiento negativo, buscó a Kris con la mirada y le vio ir en sentido contrario a la salida, ¿qué no dijo que tenía que irse por algo del trabajo?

Miró sobre su hombro, vio a Noah charlar con un par de personas, un chico y una chica; negó con la cabeza, no le sorprendía, a veces su hermano era bastante hablador y sociable.

Volvió la mirada hacia las escaleras, sospechaba que Kris era un lobo con secretos, y la idea de descubrir lo que ocultaba se le antojó muy atractiva, así que se puso de pie con rapidez y se perdió entre la gente para ir escaleras arriba.

.-

David miró su reloj de pulsera, recién pasaba de las once de la noche, y pronto sería la hora acordada para la reunión con Nicholas y Sirhan.

—¿Estás en un bar?— exclamó cuando contestó su móvil, Kris le había llamado, era evidente por el ajetreo que se escuchaba de fondo. Horas antes le había dicho que iba a reunirse con Liam y que después le alcanzaría para continuar su búsqueda; le sorprendió que le llamase antes.

Sí, y estoy siguiendo a uno— no dijo qué, pero ellos sabían.

—¿Estás seguro?

Totalmente, apesta a muerto.

—¿Dónde?

Kris le dio la dirección, enfatizando que le había seguido por el interior de la planta alta del local, luego el individuo había tomado las escaleras de servicio que daban a la parte trasera del lugar, seguramente a una sucia callejuela.

David tomó nota mental de la ubicación y le aseguró que llegaría lo antes posible con Nicholas y Sirhan.

...

..

.

Jared estiró el brazo y, elevando la mano un poco más arriba de su cabeza, miró el dorso de sus dedos. Admiró bajo la luz de la luna el brillante anillo de oro que resplandecía y, recordando las palabras de Duncan hacía unas horas, sonrió.

<<Jared Black, te tomo como mi esposo, pareja y compañero para amarte y protegerte y, en especial, para hacerte feliz, siempre.>>

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ESPACIO PARA CHARLAR: El próximo capítulo continúa con la última escena (Jared y Duncan), luego regresaremos a los hermanos Bennett.

Espero hayandisfrutado esta doble actualización (fue la sorpresa que mencioné en el Baúldebido a su primer aniversario). Nos leemos en El Baúl del Tesoro. 

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