Introducción.

Introducción.

Liam y Noah.

Poco a poco fue soltando el oxígeno a través de su nariz, las burbujas no eran impedimento para saber hacia donde se dirigía. Una, dos, tres brazadas y ladeó el rostro para poder respirar; volvió a sumergir la cabeza en el agua y siguió avanzando, pataleando y braceando; ya faltaba menos.

Liam emergió triunfante cuando llegó al final de la alberca de cincuenta metros de largo, se quitó los googles y miró su reloj de pulsera aprueba de agua, aún con la respiración agitada, sonrió orgulloso al notar que estaba muy cerca de romper su propio récord. Y lo volvería a intentar de nuevo, justo en ese momento, de no ser porque estaba realmente cansado, así que salió de alberca, se sacó las aletas y se colocó las sandalias plásticas para caminar por la orilla hacia los vestidores, también se quitó el gorro plástico y sacudió su cabello. Sería buena idea que, después de tomar una ducha, recorrería el centro comercial, definitivamente necesitaba un gorro y aletas nuevas, ya tenía cerca de seis meses con esos accesorios y la práctica diaria les estaba pasando factura.

Miró hacia el área de vestidores, al lado de la puerta estaban las gradillas metálicas, esas que cuando había competiciones eran colocadas cercas de la alberca; Liam sonrió cuando notó a su hermano menor en ellas, absorto en la pantalla de su teléfono móvil.

Cuidando de que el agua que le escurría por el cuerpo no hiciera mucho chapoteo, se acercó con cautela y le saludó, —Hola, guapo. ¿Cómo me encontraste?

Liam era abiertamente gay, aunque su saludo: "Hola, guapo", no tenía nada que ver con eso, sino que era una broma y una referencia a sí mismo, pues eran gemelos idénticos; y, sinceramente, bastante atractivos. Su cabello castaño oscuro hacía ver mucho más clara su piel, la nariz respingada, los labios finos y los ojos verdes sin duda llamaban la atención, además de los lunares que parecían haber sido colocados estratégicamente en sus rostros: Noah tenía solo uno sobre su labio superior derecho, mientras que Liam tenía puntos finos en mejillas y su cuello.

Noah dejó de prestarle atención al artefacto y, cuando su mirada se encontró con la de su hermano mayor, sonrió enormemente. Bajó de un salto de las gradillas y se acercó.

—Tengo un buen sentido del olfato— explicó y tocó su propia nariz.

Liam soltó algo entre un bufido y una risa.

—¿Qué? ¿Te molesta que esté aquí?— preguntó Noah siguiendo al otro, pues solo alentó su paso al ingresar a los vestidores, más no se detuvo.

—Solo si papá te ha enviado a espiarme.

—Entonces, hermano mío, puedes estar completa y absolutamente tranquilo.

—¿Así que viajaste hasta aquí por tu cuenta y papá no tuvo nada qué ver?— indagó Liam al finalizar de colocar la combinación del candado que abría su taquilla.

—Claro, por supuesto.

—¿Por qué?— echó su gorro y las aletas al interior del contenedor metálico.

—Porque te extraño.

—Pensé que estarías demasiado ocupado con la presidencia de Silver Star, ya sabes, lleno de esos lujos y privilegios, haciendo cumplir tu voluntad— Liam tomó su toalla y una bolsa plástica transparente con zipper, Noah pudo ver que dentro de ella había una botella chica de champú y una pastilla de jabón. Silver Star era la agencia de seguridad de la cual su padre era inversionista.

—Lo estoy, lo hago, por eso decidí tomarme un respiro y heme aquí.

Liam caminó pensativo hacia una de las duchas privadas y cerró la puerta.

—A no ser que estés huyendo de tus responsabilidades.

—Jamás lo haría— se quejó Noah.

—¿Y por cuánto tiempo piensas quedarte?— preguntó Liam antes de abrir la regadera, era sábado y no tendría que ir a la oficina de su nuevo empleo, sino hasta el lunes; esperaba que su hermano menor no decidiera estar más de ese tiempo, sino no podría estar con él. Era cierto que Liam se había alejado de la manada debido a su condición especial, pero jamás podría estar tanto tiempo lejos de su hermano menor, de hecho, estaba sorprendido de que hubiera tardado tanto en ir por él.

—Me iré el lunes por la mañana— dijo Noah en voz alta, de esa manera podría ser escuchado a través de la ducha.

No recibió respuesta, pero tampoco la exigió, sino que esperó paciente a que Liam finalizara.

Minutos después, Liam salió del pequeño cubículo con la toalla enrollada en su cintura, la bolsa plástica en una mano, y su traje de baño en la otra, pues su vestimenta para nadar era de cuerpo completo, como el de los buzos.

—¿Entonces, me acompañarías al centro comercial?— pidió Liam.

—Por supuesto, hermano.

—Después iremos por el almuerzo, ¿quieres ir a un restaurante tailandés?

—Mejor a uno donde haya vino— Noah hizo un mohín con los labios.

—¿Papá sabes que eres adicto?— bromeó Liam mientras comenzaba a vestirse.

—¡No soy un adicto! Es solo que el vino me gusta demasiado.

—Sí, como digas.

—No es asunto mío que no sepas apreciar las buenas bebidas— se cruzó de brazos

—Apuesto a que solo Lily soporta tus gustos finos y caros— atacó de nuevo el mayor.

—Te equivocas, tengo nuevos amigos.

—¿Los abogados lame-botas?— Liam mencionó el calificativo que Noah usaba.

—Obviamente no— rodó los ojos, —está Duncan, y recientemente me reuní de nuevo con Samuel, de hecho, he estado pensando en ofrecerle a Sam trabajo en las oficinas de Silver Star, como bombero retirado su conocimiento sería de mucha utilidad.

Liam finalizó de vestirse, colocando el botón de sus jeans y subiendo el zipper, tratando en ese tiempo de remembrar quién era Duncan, a Samuel sí lo conocía, pero al otro no.

—¿Quién es Duncan?

—¿Recuerdas a Jared?— indagó Noah.

Claro, ¿cómo no recordarlo? Jared era el guapo lobo delta del que estuvo enamorado, el que le había rechazado diciendo que las palabras: pareja, compromiso y relación no eran para él.

Liam asintió, dándole la pauta a su gemelo para que continuara.

—Pues bien, Jared se ha emparejado con un sujeto llamado Duncan, y no creerás las cosas de las que me ha hablado.

El mayor tragó saliva, así al final Jared sí había aceptado a alguien en su vida; cerró su taquilla y decidió que eso ya no le amargaría más la vida, sino que disfrutaría de ese fin de semana con su querido hermano.

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***Recuerda que la colección de libros de este Universo sigue el orden:

01. Creciente.
02. Menguante.
03. Moonlight.
04. Sunlight,
05. ¡Sam, me gustas!
06. Clear.
07. Starlight.
08. Hidden.

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