Fallcity.
Capítulo 1.
Fallcity.
Como programador en el área de soporte técnico en un corporativo de un complejo de hoteles, Liam no se podía quejar de su salario; bueno, le alcanzaba para pagar la renta, para la membresía del club donde iba a nadar y para sus caprichos, como por ejemplo la buena ropa, tal vez no de marca, sino bien combinada. Llevaba apenas un mes en su nuevo empleo y todo iba de maravilla, a excepción de las últimas palabras de Noah referente a ello.
<<No sé por qué trabajas allí; si tanto te gusta hacer eso, puedes pedirle a papá que te dé el puesto en nuestra cadena hotelera.>> Había dicho su gemelo.
Lo cierto es que estaba bien en Fallcity, lejos de Blue Hills, de la manada y de las elevadas, por no decir imposibles, expectativas de los que vivían allí.
Liam era un simple humano, punto. Jamás iba a correr veloz, jamás cicatrizarían sus heridas rápidamente y jamás iba a aullarle a la luna. ¿Era acaso eso difícil de entender?
En un tiempo para él sí, así fue; se había esforzado muchísimo en demostrar que era capaz y "digno" de haber nacido en el seno de la familia alfa. Entrenamientos arduos, lecciones de finanzas, e incluso, su propio hermano le había mordido para provocar el cambio, y lo único que pudo conseguir con lo último fue casi una infección.
Puede que la gota que derramase el vaso haya sido la situación que se desembocó cuando recibió el rechazo por parte de Jared, aquél guapo delta, de ojos muy hermosos y cabello rojizo, siempre serio, pero educado, rudo, pero justo.
<<Lo siento, no estoy interesado.>> Frías y contundentes palabras de Jared.
Como siempre, su hermano menor le había defendido, arrastrándolo ante Jared, exigiéndole en su presencia una razón válida; porque Noah decía que las cosas no podían quedarse solo así,
El pelirrojo aguantó la cantaleta de Noah, la manera en la que exhalaba y sus aletas nasales se dilataban eran una clara evidencia de su exasperación, entonces, cuando el más joven de los gemelos se calló por fin, Jared dijo, respondiendo prácticamente a todas las cuestiones y acusaciones que Noah planteó en su monólogo: <<No estoy interesado, ni en él ni en otra persona, no tengo deseo alguno de sentar cabeza, ni ahora ni nunca; y ya, dejen de molestarme.>>
¿Eso es lo que era, una molestia?
Después de aquel enfrentamiento, Liam se había refugiado en su dormitorio, en el instituto al que asistía, uno solo de humanos, donde las exigencias fueran alcanzables y los cambiaforma abusivos no pudieran meterse con él.
Pasó días allí encerrado y, para no variar, el primero en buscarle como loco y hallarle fue Noah.
Con sus compañeros de instituto, él era el nerd Liam, el perezoso Liam, el chistoso Liam, el bastardo Liam, o solo Liam. Con la manada era mayormente el hermano de Noah.
<<¿Alguien ha visto al hermano de Noah?>>
En los partidos de baloncesto entre jóvenes cambiaforma Liam era el último en ser escogido, y cuando no sucedía así, era porque definitivamente Noah los había amenazado.
<<¡Mira, allí está el hermano de Noah, qué guapo es!>>
Usualmente las chicas se acercaban a él pensando que era Noah y, cuando notaban que era solo él, no dudaban en "usarlo" para sacarle información del aludido. Para su mala suerte, cuando se declaró abiertamente gay la situación no cambió mucho.
Pero no culpaba a Noah, en un tiempo Liam llegó a pensar que su hermano le tenía lástima por su condición, que lo veía frágil y que por eso le cuidaba y defendía frente a los demás cambiaforma de su edad, pero con el pasar de los años desechó esa absurda idea. Noah le amaba tal cual era, y él amaba a Noah.
Mudarse a Fallcity había sido su decisión en un intento por ser él mismo: una persona alegre, común y corriente, Liam Bennett, un chico que no se molestaba en aparentar en cuanto a sus gustos de ropa y hombres, altivo, un poco sarcástico y presumido a veces.
La ciudad de Fallcity era un territorio neutro, así que ningún cambiaforma se metería en su camino, además de que su hermano podría ir y venir si quisiera, justo como había estado haciendo desde algunas semanas atrás.
—Sé lo que te digo, Carol se puso furiosa cuando papá anunció que Jared había comprado más acciones— era Noah al teléfono, le estaba platicando sobre la reciente reunión con los inversionistas y los movimientos, al parecer eso último dejaba a Jared como el segundo socio mayoritario, después, claro, de Isaac y Nelly Bennett, los padres de los gemelos.
—Me imagino que se puso histérica— contestó Liam.
—Poco le faltó, pero legalmente no puede reclamar nada, la compra-venta y demás decisiones solamente las puede hacer nuestro tío, o en su defecto Valentina, cuando tenga la edad suficiente. Pero sé que papá preferiría dejarle todo a Jared antes de permitir que Carol pusiera las manos encima de nuestro patrimonio.
Por tradición y desde hacía varias generaciones, la riqueza que los Bennett iban acumulado pasaba a manos de los hijos, dando prioridad y preferencia al primogénito, después la repartición se hacía de manera proporcional entre los demás hijos. Por eso su padre, Isaac, tenía mayor participación que su tío, y qué bueno que había sido así, porque Carol, la esposa de este, no parecía una buena mujer.
Pero dado a que Liam había "renunciado" a ello, por no decir huido, el título de magnate iba a recaer totalmente en Noah en unos cuantos años, y justamente para eso se estaba preparando, porque estar al frente de una compañía de seguridad tenía su razón de ser; luego, seguramente, su padre le mandaría a administrar los hoteles y el complejo clínico; como futuro dueño de todo, tenía mucho qué aprender.
Lástima que el mundo cambiaforma no fuera así, pues solo los alfas nacidos herederos eran vistos como la autoridad máxima en la manada, y ni él ni Noah lo eran. Su padre lo era, su tío también, pero, nuevamente, Isaac por ser el primogénito tenía el cargo; la siguiente en la línea de sangre sería Valentina, y solo de esa manera pudiera ser que Carol obtuviera parte del poder que deseaba, si la niña resultaba ser una alfa, claro.
—Oh, por cierto, Samuel aceptó el empleo— Noah cambió el tema, el segundo gemelo estaba consciente de no abrumar a su hermano con cosas muy específicas de los negocios, es decir, por algo había renunciado, ¿no?
—¿En serio? ¿Qué hay con su tienda?
—Estamos adecuándonos a ello.
—¿Qué significa eso?
—Significa que haré un contrato especial para él, algo que le permita manejar su tiempo— explicó.
—¿Desde cuando eres tan generoso con tus empleados?— se mofó antes de darle un sorbo a su refresco de cola con coñac, apenas iba a oscurecer y Liam ya estaba en un bar, era sábado, ¿qué mas iba a hacer?
—No es solo un empleado, se ha convertido en un buen amigo.
Sí, Liam lo recordaba, en la última visita su gemelo le había platicado sobre el incidente en el que el chico llamado Leonel se vio envuelto. Y Noah le había ayudado al poner a su disposición a los médicos de la clínica.
<<¿De qué sirve tener tanto dinero sino podemos ayudar?>> Había sido el contraataque de Noah cuando Liam le preguntó por qué lo hizo. Y no porque estuviera en desacuerdo, sino porque le gustaba comprobar lo parecido que podían ser a veces, obviando su físico.
Discutió y bromeó con su hermano por unos minutos más, hasta que Noah lanzo un bostezo exagerado y dijo que se iría a dormir, aseguró estar muy cansado y que, a pesar de ser mañana domingo, los abogados lame-botas le tendrían lista la documentación para Samuel desde muy temprano, Noah tenía planeado llevárselo a la tienda ese mismo día, ya bastante se había aplazado ese contrato.
El área del bar donde se había instalado se encontraba lejos de la música, por eso había podido platicar con Noah y, aunque seguramente había notado el sonido del ambiente, el segundo gemelo no dijo nada.
—¿Estás solo?— un tipo de buen ver, delgado y rubio se sentó a su lado en la barra.
Liam dudó que le estuviera hablando a él, pero no había nadie más.
—Por ahora sí, aunque estoy esperando a alguien— mintió, por supuesto que había ido al bar a ligar, pero tampoco iba a dejarle las cosas demasiado fáciles.
—¿Al chico con el que hablabas?
Bien, si el sujeto rubio tenía alguna oportunidad la había perdido completamente al declararse un cotilla.
Liam tomó un trago corto y dijo, —justamente a él, mi novio es algo rudo y celoso, no creo que le guste verme contigo.
El tipo le miró alzando una ceja, calibrando tal vez si se trataba de una mentira o no, fuese cual fuese su veredicto terminó gruñendo un improperio y se largó de allí.
Perfecto, podría beber un poco más a solas y cuando "entrara en calor", se lanzaría a la pista de baile.
Y así lo hizo, más refresco de cola y coñac entró a su sistema; Noah le decía que eso terminaría por dañarle el hígado, que bebiera mejor vino; pero daba igual, cualquier tipo de alcohol podría dañar con el tiempo el humano hígado de Liam.
Cuando se hizo más tarde, la música más ruidosa y la gente más animada, decidió ir a bailar, la lengua ya la sentía un poco torpe, pero estaba bien, nada con lo que no hubiese lidiado antes.
Su pantalón imitación cuero, color negro, ajustado como una segunda piel a sus piernas era más cómodo de lo que aparentaba y su playera un poco ancha, en color gris y estampado plateado al frente, le quedaban bastante bien, nadie podría adivinar que allí se escondía el envidiable torso ejercitado de un nadador. Se introdujo al mar de gente danzante, y cuando una pista musical conocida comenzó por los altavoces, no dudó en comenzar a moverse, Noah solía reírse de sus pasos, Noah... Era tiempo de olvidarse de él, al menos por esa noche, y hacer algo que normalmente su gemelo no haría o aprobaría, no repararía en lo que el menor pudiera pensar de él. Amaba a su hermano, pero también era justo tomarse un tiempo para sí mismo.
El bar no era exclusivo gay, pero eso ya era "tan común" que todo tipo de parejas se hallaban divirtiéndose.
Minutos después, una chica, mucho más ebria que él, golpeó su espalda.
—Lo ss-siento— balbuceó ella al tambalearse; Liam pensó en ayudarle a llegar a la barra, pero otra chica llegó por ella sacándola de la pista.
Una vez que comprobó con la mirada que ambas estaban seguras, en una mesa donde otros jóvenes las esperaban, volvió a girarse para seguir bailando.
Entonces chocó con algo duro y firme. Miró hacia arriba y las luces parpadeantes le dejaron ver el rostro de un hombre muy guapo, su cabello negro frondoso era hermoso, la línea de vello facial que recorría desde sus patillas hasta unirse en el mentón era perfecta, los ojos azules del sujeto parecieron brillar cuando sonrió y se inclinó hacia él.
—¿Bailamos?— la voz sedosa se deslizó haciendo que el cerebro de Liam se derritiese, o tal vez era el efecto tardío del alcohol; este hombre no había preguntado si estaba acompañado o no, fue directo por lo que quería, y eso le gustó.
Liam sonrió de lado, esa sonrisa que Noah decía que le hacía lucir como un demonio a punto de tentar a alguien. Pero Noah no estaba, esta noche iba a ser lo que Liam quisiera y nada más.
—Por supuesto— exclamó, justo antes de que la combinación de luces de la pista cambiara y la música se hiciera más estridente.
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ESPACIO PARA CHARLAR: Creo que este capítulo fue bastante "explicativo" en cuanto a la relación de Liam y Noah, pero aún hay algunas cosas por revelar, ya lo verán. Recuerden que este libro es el número seis (6) del Universo Wwolfe, así que lectores nuevos, si de repente se menciona a alguien desconocido, no desesperen.
En la página de FB están los días y fechas de actualización de este libro, así que ya lo saben, nos leemos hasta la próxima.
*La página de FB la pueden encontrar como "Indigo: El Baúl del Tesoro" o sino como "IndigoER.The Real". Según yo, puse el enlace en mi perfil de esta cuenta, pero creo que algunos no lo pueden ver. El avatar que uso es el mismo que aquí (una cola de sirena color aguamarina).
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