•PANTIES•
No sabia que pasaba con aquel chico pero pareciese que lo hacia a propósito.
Se movía de un lado a otro limpiando como si fuera su propia casa cosa que lo molestaba.
Apenas llevaba dos semanas viviendo con el y ya se había ajustado a los horarios de Marinette y de el para hacerles el desayuno u cualquier otra cosa.
Lo cual extrañaba e incluso molestaba aun mas a Adrien sin ninguna razón.
Estaba esperando a que Nathanaël hiciera cualquier mínimo error para ir a gritar le.
Pero no podía.
Nathanaël hacia todo perfectamente bien cosa que lo molestaba aun mas.
Todos los días no hacia mas que mirar como el pelirrojo caminaba de lado a lado dejando todo brillante, como le gustaba.
Pero algo malo tenia que haber.
— Adrien, cariño, ¿Por que pusiste cámaras en la mansión?
— Para capturar fantasmas reales, ¿Tu que crees? — Bufo molesto mientras se acostaba.
— Al parecer alguien esta de mal humor. — Se sentó cautivadora mente sobre el rubio quien solo gruño.
— Grrr, deberías ayudarme. — Marinette soltó una pequeña risa para levantarse y acostarse en su lado de la cama dejando al rubio con las ganas.
Adrien ahogo un grito de frustración y sus ganas de ahorcar a su propia pareja para después golpear la almohada.
— Buenas noches bebe. — Canturreo Marinette.
—Buenas noches — Hablo entre dientes.
Una semana mas sin sexo.
....
Había despertado al medio día con un exquisito olor de comida, se despertó tallando se los ojos, se dio cuenta que Marinette no estaba y su apetito desapareció.
Salio de la habitación y se dirigió a la cocina sin ganas de nada.
— Buenos días. — Nathanaël se encontraba preparando el desayuno.
Adrien se dio cuenta que Nathanaël estaba bien arreglado, parecía un adolescente común y aburrido.
—¿Saldrás?
— Después de hacer el desayuno tengo que ir a clases para regresar por la tarde. — Dijo sin mirar al rubio cosa que lo molesto.
¿Que no podía sentir otra cosa mas que enojo?
Tomo asiento en el comedor y comenzó a comer lentamente, una vez al probar la comida no la pudo dejar de comer.
Era deliciosa.
Pero un simple desayuno no podía comprarlo. Ni hoy, ni nunca.
Esperaría un error del pelirrojo el cual no tuvo que esperar mucho.
....
Después de un mes Adrien comenzó a notar un comportamiento extraño en el pelirrojo, pensó que no era nada pero Marinette lo ayudo a confirmarlo.
— Tu, ¿Haz tomado mi ropa interior? ¡Ah estado desapareciendo! — Chillo molesta. — Se que tienes tus necesidades pero yo necesito mi ropa interior ¡Pervertido!
Salio de la mansión estrellando la puerta, Adrien sorprendido y confundido a la vez logro escuchar como Marinette arrancaba el carro y salia con rapidez.
Sin dudarlo se dirigió a donde estaban las pantallas de las cámaras ocultas para ver lo que estaba pasando.
Definitivamente el no era quien tomaba la ropa interior de su novia.
....
—¿¡Donde esta!? — tomo al pelirrojo del cuello amenazándolo.
—¿!Q-Que cosa!? — Pregunto asustado.
— ¡La ropa interior de mi novia, maldito pervertido! — lo arrojo al pisó. — ¡Se que tu la tienes! — comenzó a hurgar entre las cosas de su empleado sacando todo de los cajones y des tendiendo la cama buscando la ropa.
—¿¡Ro-Ropa interior!? — Nathanaël se sonrojo de golpe.
— ¡Si, ropa interior, se que tu la tienes! ¿¡Donde!?
Nathanaël estaba de rodillas en el piso asustado y sonrojado a mas no poder, como pudo y temblando se puso de pié frente al rubio y comenzó a bajar sus pantalones.
Adrien se quedo estático.
—N-No me digas que tu...
Trago pesadamente, una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo al ver aquella comprometedora vista.
— A-Adrien yo...
—So-Solo limpia todo. — Y salio.
Tuvo que salir... Si se quedaba un minuto mas no lo soportaría, se iría encima de su empleado sin dudarlo como toda una fiera y lo destrozaría ahí mismo...
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