-Cuando la plaga llegó a Roma causó muchos estragos y muertes, incluyendo la de Lucio. -Comenzó ella hablar.

-¡Lucio está muerto! -Dedrick parece realmente sorprendido.

-Sí, mi padre habló con aquellos sirvientes que aún quedaban con nosotros, como sabes nadie está obligado a quedarse. ¿Te acuerdas de Acacia?

-Sí, la pelirroja sonriente.

-Para este momento ya debe estar muerta y seguramente mi padre también, él me mandó en una travesía sin retorno con Adastros, Azeneth y mi hijo Octavio.

Una mueca de dolor se refleja en el rostro de Claudia.

-¿Tu hijo? ¿Tuviste un hijo con Lucio?

-Sí, tiene tres años.

-¿Y dónde está ahora?

-Con Almar. Jamás dejé de amarte Dedrick, bien en cierto quise a Lucio y él me dio un hijo maravilloso pero siempre estuviste presente en mi corazón.

Dedrick toma las manos de Claudia, que siente como un calor la recorre desde la punta de los dedos hasta la nuca.

-Yo tampoco dejé de amarte, cuando te fuiste sentí un vacío que nunca pude llenar completamente.

Sus miradas se encuentran, Dedrick le pide a Claudia que continúe el relato.

-En el camino tuvimos algunos percances, una noche cometimos el error de encender una fogata, hacía mucho frío, nos ubicaron unos hombres, que no parecían ser germanos más bien lucían como Unos.

-"Unos" Se encuentran muy lejos de casa.

-Roma está siendo invadida por fuerzas mayores a su control, porqué sorprenderse que ellos hayan cruzado nuestras fronteras también.

-¿Qué sucedió? ¿Te hicieron algún daño?

-No, pero mataron a Adastros y hubieran hecho lo mismo con mi hijo y Azeneth si yo no interfiero.

-Interferir, ¿A qué te refieres?

-Cuando ese hombre mató a sangre fría a Adastros, algo se apoderó de mí, no te puedo explicar la ira que sentí, la sangre empezó a correr con más velocidad por mis venas y sin pensarlo tomé su espada y lo enfrenté.

-¡Lo enfrentaste Claudia!, ¿Cómo pudiste? -Dedrick lucía consternado.

-Lucio me enseñó a defenderme y lo hizo bien por algo estamos aún con vida.

-Me estás dando a entender que lo venciste.

-Pareces sorprendido, no sólo Ilse sabe pelear, aunque debo admitir que no se sintió tan reconfortante matarlo como esperaba, pero si no lo hacía el resto de mi familia moría.

-¿Qué hizo el líder? ¿Cómo reaccionó?

-Creo que me tomo respeto porque me dijo que mientras estuviéramos bajo su custodia nadie tocaría a Octavio o a Azeneth.

Claudia continúo con su relato hasta llegar a la parte donde fue comprada por Assus y lo que él intento hacer en su recamara, no entró mucho en detalles pero los ojos de Dedrick se abrieron como platos, se reflejaba la furia contemplada en su interior.

-Ese cerdo se atrevió a tocarte, acaso él.... -(No termina la frase) sus puños se vuelven a cerrar tratando de controlar la rabia que eso le causaba.

-No, te lo dije, sé cuidarme, lo herí, escapé, me encontré con Almar y nos pusimos en camino a la aldea.

-¿Cómo escapaste? ¿Con qué lo heriste?

-Con un cubierto, se lo clavé en el hombro, salté por la ventana que no estaba a tanta altura y me topé con Azeneth que vigilaba la casa, ella me trajo con Almar. No nos pudo acompañar porque las condiciones en las que realizábamos el viaje no eran adecuadas para su edad, un joven se quedó con ella, creo que se llama Ethelbert. No he sabido nada de ella desde nuestra partida, pero mi corazón me indica que pronto se reunirá con nosotros. Bien, ya sabes mi historia creo que ahora te toca a ti contarme.

-Primero quiero darte mis condolencias por lo de Lucio y Adastros, y decirte que lamento muchísimo todo lo que te ha tocado sobrellevar, creo que los dos hemos sufrido de formas similares. Con respecto a mí, si no me equivoco ya Almar te habrá contado.

-¿Por qué crees eso? la verdad no hemos tenido tiempo de conversar.

Dedrick sonríe dando a entender que no creía que Almar no mencionara nada.

-¿Qué? -Responde ella contrariada.

-Si conozco a mi tío como lo conozco, te ha dicho todo, por lo que no veo la necesidad de agregar más.

-¿Tan obvio es?

-Eres transparente, no se te da mentir.

-Quería decirte tantas cosas, y ahora no tengo palabras para expresarte cuánto lo siento Dedrick.

-Fue doloroso, amaba a Ilse a mi manera, ella era como una hoguera que me encendía, era más pasión que sentimientos. Ella no despertó lo que tú moviste dentro de mí, nunca sentí por ella lo que siento por ti Claudia. Y no te voy a mentir me dolió su muerte pero lo sobrellevé, perdí a mi hijo pero también lo sobrellevé, pero sabes qué fue lo que realmente me hizo perder la alegría y las ganas de vivir, el saber que no me quedaba nada y que a pesar del tiempo transcurrido te seguía amando como la primera vez. Ilse opacaba tu presencia y al faltar ella te hiciste tan latente que llego a ser insoportable. En mi pensamiento te veía con Lucio y cuando me daba cuenta estaba llorando de ira, de saber que pertenecías a otro, que te deje ir, la vida no tenía sentido para mí.

-Oh Dedrick, mi Dedrick.

Claudia se aproxima a él y lo abraza. Podía escuchar cómo su corazón latía presuroso, se sintió segura, protegida, como si ya nada la pudiera dañar. Dedrick pega su cabeza con la de ella, acaricia su rostro, ella sonríe y es cuando ambos buscan los labios del otro. El tacto de los labios de Dedrick sobre los de ella hizo que el corazón palpitara aún más rápido, se sintió suspendida como si flotara y hasta un poco mareada, como si de repente no pudiera asimilar tantas emociones de golpe. Recordó aquel primer beso en el sauce, y él último en el río, tan diferentes los dos, y ahora este beso de reencuentro era mejor que cualquiera de los anteriores. Deslizó sus dedos en el cabello de Dedrick tomándolo por la nuca, él, al sentir la caricia de Claudia presionó sus labios aún más sobre los de ella. Claudia saboreó otra vez el calor de aquellos besos que hacían que cada parte de su cuerpo se estremeciera.

Aún estaban abrazados, extasiados por aquel bombardeo de deseo y pasión cuando la puerta se abrió y fueron sorprendidos por Almar que traía a Octavio en brazos.

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Hola, perdón por dejarlos sin actualizar la semana pasada. Quise hacerlo pero me fue imposible.

Bueno, de verdad espero que les esté gustando la historia ¿Qué tal el camino que está tomando las cosas? ¿Sorprendidos?

Un abrazo, feliz inicio de semana.