Capítulo 10: Algo Llamado "Brillo"
Leonida: "Hola, ¿estás?" — por el teléfono, en una llamada, la voz del joven se escuchaba del otro lado. Que era atendido por otro estudiante.
Tal estudiante se encontraba caminando en la tarde hacia su habitación. Con una bolsa de compras.
Heber: "Si. ¿Qué pasa?" — contestó con indiferencia y con un tono cansado.
Leonida: "Solo quería avisarte que tu pequeño delincuente está en movimiento."
Heber: "Perfecto. Espero y su ego se levante más."
Leonida: "¿Conmigo cómo objetivo? Lo dudo." — rio en sarcástico.
Heber: "Contigo como objetivo probablemente se emocione más." — si bien quería hacer una broma, su voz monótona daba otra imagen. Aunque el estudiante del otro lado lo captó igual.
Leonida: "Jajaja. [Te vas al carajo]."
Heber: "Japonés, Leonida."
Leonida: "Perdón hombre, déjame traducir: Vete a la mierda."
Heber: "Mucho mejor." — tras terminar su comentario, la llamada terminó. Un día normal hablando con Leonida.
***
Kiyotaka: "Viniste..."
Gwen: "Tu llamaste." — la chica de cabello plateado dijo, cruzando sus brazos frente a ella.
El calor emanaba del lugar. En un edificio, en las escaleras, ambos se encontraban parados en un pasillo tanto arriba como abajo.
Gwen: "Hace mucho calor aquí. Siquiera puedo pensar bien." — ella se abanicó con su propia mano, en busca de algo de aire frio en movimiento.
Kiyotaka: "Si... Es el lugar perfecto para tenderle una trampa a alguien como Sudou. ¿Puedes ayudar?"
Gwen: "Me pregunto. Aunque si lo pides tú no puedo negarme. Te debo una después de todo."
Con el recordatorio de aquella tarde en donde Kiyotaka ayudó a Gwen con una compañera que se le quería confesar, ella menciona la deuda que pagará aquí.
Kiyotaka: "Hm... El testimonio de Sakura nos ayudó a posponer por un día la sanción. Aunque la pelea ocurrió aquí, no hay ninguna cámara de seguridad."
Gwen: "Exacto. Si hubiera una cámara, todo esto no hubiera ocurrido... No, espera, tengo algo."
Kiyotaka: "¿Hm?"
Él miró con curiosidad momentánea a Gwen. Mientras se preguntaba que pensaba ahora mismo. Puesto que no tenía la más mínima idea.
***
Leonida estaba caminando hacia la azotea de la escuela. Tranquila y desinteresadamente con las manos en los bolsillos mientras tenía unos auriculares del tipo Bluetooth, escuchando una de sus canciones favoritas.
Paso a paso subía los escalones con los ojos cerrados mientras tarareaba la canción, a pesar de saber perfectamente inglés. Al llegar al último piso del establecimiento, abre la puerta como abre los ojos. Sin encontrarse a nadie en el atardecer, se saca los auriculares apagando la música y apoyándose en el barandal.
El viento lo peinaba de pies a cabeza. Su uniforme se movía con la ráfaga como lo hacía su cabello. El modo existencial se apoderó de él, invadiendo toda su mente para hacer una única pregunta.
Leonida: ¿De qué color es un espejo?
"No pensé verte solo, y menos aquí."
Una voz irrumpió su duda existencial. Aunque el estudiante reconoció tal voz, aún así se giró para ver a la persona.
Leonida: "¿Ara? ¿Me querías ver solo?" — bromeó él.
Chabashira: "¿Qué dirías si dijera que si?" — vio la oportunidad de devolverle la broma que él le dijo hace tiempo y no la desaprovechó. Con una sonrisa y un cigarro en su boca, bromeó y sacó un encendedor.
Leonida: "En ese caso, ahora me tienes aquí. O si no, llama cuando quieras." — respondió con toda naturalidad con una sonrisa mientras se apoyaba de espaldas al barandal de metal.
Chabashira: "No seas idiota... Y por favor, aléjate del barandal." — primero dios una rosa y después un tono serio, pero Leonida mantenía su sonrisa.
Leonida: "Fufu. ¿Preocupada por mí?"
Chabashira: "Más bien, por mí. Si mueres, es mi responsabilidad."
Leonida: "Vaya... Que cruel... Pensé que te preocupaba."
Chabashira: "Depende de tu definición de preocupación, Leonida."
Leonida: "Jejeje. Bueno, puedo decir que yo me preocupo por ti." — él se acercó a la mujer, para poner su dedo en la punta del cigarro y apagarlo. — "Si te vuelvo a ver fumando, te sacaré una foto."
Chabashira: "¿Que significa eso?"
Leonida: "Para ti, que te quiero mucho." — *guiño de ojo*
Con eso, y la palma saludando, se va de la azotea. Sae solo suspira para si misma.
Chabashira: "Ese chico..."
Luego de rascarse la cabeza, solo se relajó cruzándose de brazos. Agarró el cigarrillo apagado de su boca y lo tiró a la basura.
***
Mirando el cielo anaranjado, Heber se apoyaba en el respaldo de la banqueta al aire libre, inhalando y exhalando el aire libre del mundo. Era tarde, así que casi nadie pasaba por ahí, casi.
Arisu: "¿Tomando sol?"
Heber: "Eso quería."
Contestando su broma con naturalidad, Heber cruza de brazos y piernas. Aunque no dejó su apoyo de cabeza en el respaldo del banco verde. Arisu, sin titubear, se sienta a su lado.
Arisu: "Las demás clases se están divirtiendo, ¿No te parece?"
Heber: "Si... Axel y Leonida me dijeron de sus respectivas clases."
Arisu: "Que interesante. Puede que sus clases estén en guerra, pero no dejan de llevarse bien."
Heber: "Cosas de conocidos, supongo."
Arisu: "¿Sólo conocidos?"
Heber miró por primera vez, aunque de reojo, a la pequeña estudiante. Con su típica sonrisa y bastón en mano, Sakayanagi seguía mirando al cielo.
Heber: "Sólo conocidos." — afirmó, volviendo su vista al cielo.
Arisu: "Ya veo. Iré a mi habitación." — ella se levantó, desviando la mirada.
Heber: "Te acompaño, después de todo ya es tarde." — siguiéndola, él se levanta colocando sus manos en los bolsillos.
Arisu: "¿Te preocupas por mi seguridad?"
Heber: "Si lo interpretas así no te detendré."
Ella solo soltó una risita, mientras caminaban lentamente en la poca oscuridad que empezaba a aparecer.
Fin del Cap.
Leonida: "Como que - Sae-verse - tiene más capitulos, ¿No?"
Sae: "Ya, ¿Y?"
Leonida: "No se, solo digo."
Sae: "Hasta que no haya un capítulo en el que te de duro contra el muro, no me interesa."
Leonida: "... Pinche calenturienta..."
En fin, ¡Nos vemos!
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