[🥊] 04: Sesión familiar

Con miedo y una enorme tristeza llegó a su casa, abrió la puerta lo más despacio que pudo e ingresó.

Su madre sintió un extraño presentimiento por lo que rápidamente se dirigió a la entrada y pudo observar a su hijo con el pómulo hinchado, la cabeza gacha y con su suéter hecho un asco en la mano.

—Te fallé, madre, yo...

A su madre no le importó el suéter, por lo que se lo quitó a su hijo y lo arrojó a un costado de ellos y solo abrazó fuertemente a su hijo.

—¿Qué te sucedió, mi Jinnie? ¿Quién te hizo esto?

Hyunjin negó, intentando aguantar sus lágrimas.

—No quiero hablar de ello.

La señora Hwang sujetó a su hijo y acomodó su cabello.

—Sube a darte una ducha en lo que yo preparo la cena, tu padre muere de hambre. Cuando estés listo, bajas con nosotros a cenar —ordenó ella mientras guiaba a su hijo hacia su habitación.

En el proceso, Hyunjin se desvistió lentamente y después abrió la regadera donde reguló la temperatura y una vez lista, se adentró bajo la misma.

Sin poder controlarlo, sus lágrimas comenzaron a salir, una tras otra, mezclándose con el agua.

No sabía porqué la vida lo trataba de esa manera tan cruel. ¿Acaso era un castigo por amar a alguien que no le corresponde?

¿Qué estaba haciendo mal? No lo sabía.

Ya no quería esa vida, quizás terminando con su sufrir terminarían también todos sus problemas. Hyunjin tomó un cinturón que estaba a un costado de la bañera, lo sujetó del tubo de la cortina de baño y luego se lo colocó alrededor de su cuello y comenzó a hacer presión al encoger su pie.

El cuerpo de Hyunjin comenzó a sacudirse por la falta de oxígeno, sin embargo la barra no pudo soportar el peso de su cuerpo y terminó doblándose, ocasionando que Hyunjin cayera al suelo reclamando aire.

Aquello quizás era una clara muestra del destino de que debía seguir adelante con su vida.

Su madre no tardó en llegar al baño encontrándose a su hijo tirado en el suelo, el tubo de la cortina roto y el cinturón todavía alrededor del cuello de Hyunjin. Una clara imagen de lo que había ocurrido.

La señora Hwang ayudó a su hijo a levantarse y no se fue de ahí hasta haber ayudado a su hijo a terminar de ducharse, para después esperar a que se vistiera y juntos bajar al comedor, donde el padre de Hyunjin esperaba expectante.

Durante la cena nadie dijo nada, en cambio, el ambiente se sentía tenso y la señora Hwang tuvo la decisión de indagar sobre lo que le sucedía a su hijo.

—Hyunjin, cariño... ¿Qué está pasando?

El pelinegro negó y solo movió su comida en el plato de un lado a otro.

—¿Esto tiene que ver con una persona? —cuestionó ella a lo cual Hyunjin asintió.

—No lo entiendo... mami, ¿por qué me siento triste? —dijo Hyunjin de nuevo al borde de las lágrimas—. ¿Debería olvidarme de él o sentirme mal?

—No, cariño. No te ahogues en tu sufrir, deberías...

—Ve por la garganta, Hyunjin —interrumpió su padre atrayendo la atención de ambos—. No lo pienses más y ve por la garganta. Hazlo.

Las lágrimas de Hyunjin cesaron al escuchar lo que su padre le había dicho.

La garganta.

Sí, eso no sonaba tan mal.

Soobin se las vería con Hyunjin, mañana en el receso.

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