La sintió tensarse y besó sus hombros para después lamer sus pechos...

- Inuyasha-kun...

Le gustaba que soltara leves gemidos por su culpa, que gimiera su nombre y no el del idiota de su novio. Ella le volvía loco, completamente deseoso de placer.

Besó sus muslos y se elevó hasta sus labios para contemplarla completamente desnuda bajo su cuerpo. La azabache se acercó a su cuello y comenzó a lamerlo.

- Kagome...

Esto no podía ser así, ella no podía hacerlo temblar de placer... ella no podía hacerlo estremecer bajo su tacto.

Este deseo se le estaba yendo de las manos, lo sabía. Lo confirmó cuando entró en ella mientras besaba su cuello, eso ya no era deseo... era otro sentimiento.

¿Cuál sería, obsesión, atracción?

No, mientras se movía en su interior escuchando los gemidos de la chica en su oído, descubrió que no era ninguno de esos sentimientos.

Se movió aún más rápido haciendo que la chica volviera a gemir mientras sus manos se apretaban en los brazos del ojidorado.

Necesitaba saber el porqué de esa necesidad de ella. Pero no conseguía averiguarlo.

Solo atinó a mirar a la chica que estaba bajo él y gemir a su lado moviéndose más rápido mientras la besaba con fervor y se ahogaba en ese dulce sentimiento que lo embriagaba entre sus piernas antes de ser apretado en su interior.