12 𖥻՚ᵢ❋᜔ܱ𝆬֗༣: COSQUILLEOS

▭▬ CLASES DE ESPAÑOL
a johnny orlando fanfic◡̈
𖥻 ﹙ DOCE !

SÁBADO

Abrí los ojos, inmediatamente sentí un peso en la cara, tome mi celular el cual reposaba en mi boca y sonreí instantáneamente al recordar el motivo por el que estaba ahí.

Anoche Johnny no quería dejarme sola, así que hicimos FaceTime y hablamos toda la noche y parte de la madrugada, cuando el sueño empezó a hacerse presente el me obligo a ponerme cómoda y cantó una suave melodía, no se en que momento mis ojos empezaron a cerrarse sólo se que instantáneamente me quede dormida con su voz de fondo.

Me levanté de la cama, agarre mi cabello con una cola y fui al baño a hacer todas las cosas de higiene personal.

—Buenos días.—mi mamá salió de la cocina con una pizza en la mano.

—Hola mami bendición, buenos días.—la abrace y me senté dispuesta a comer.

—Dios te bendiga mi amor, hoy como que se te pegaron las sábanas.

—¿Qué hora es pues?—agarre un pedazo de la pizza y lo mordí, saboreanda, admito que estaba más buena que nada.

—Exactamente las 2:30.—sonrió.

—Ya va, ¿enserio?—deje la pizza en el plato.

—Si, mi amor. Anoche como que te acostaste tarde.—me guiño un ojo y se fue a la cocina con dos pedazos de pizza en la mano.

—¿Dónde esta Diego?—grite para que pudiera escucharme.

—Salió a comer con una chica, vendrá más tarde.

Verga Diego, quien te viera vale.

Termine de comer, lave el plato, me serví agua y me senté en la barra, mi mamá estaba ordenando la cocina mientras tarareaba un canción.

—Sofi.—pasó el paño como por quinta vez a la barra.

—Dígame hermosa mujer.

—No creas que se me olvido la cena a la que te dije que invitaras a Johnny, supongo que no vino porque no pudo. Espero que no sea porque olvidaste invitarlo.—volteo y me miro como molesta.

—¿Olvidarlo? No vale, fue porque tenía un compromiso pero un día de estos lo retomaremos.—sonreí.

Obvio que lo había olvidado.

—Me voy a mi cuarto.—no espere respuesta de su parte, me levanté rápido y salí fue directo a mi cuarto.

Como no tenía más nada que hacer y era fin de semana decidí ponerme a ordenar todo.

᪤๋݊˖໋˟🍰ꕀ˖๋໋☕╯໋

—Por fin.—me pase la mano por la frente quitando cualquier residuo de sudor.

Fui a bañarme, estuve como 30 minutos porque me tenía que lavar el cabello, entonces puse música y prácticamente tuve mi propio concierto. Me vestí, cepille mis dientes y salí del baño.

—No sabía que cantabas, lo haces increíble. Pero la que más me gusto fue Last Summer.

Ave María purisima creo en dios padre todo poderoso, amén.

—Hola Orlando.—bese su mejilla y me senté a su lado.—¿Qué te trae a mi hermosa habitación?

Menos mal que estaba ordenada, porque sino pasando pena.

—Vine a visitarte y tu mamá me dejo entrar, además de que me contó sobre una cena a la que no pude venir por unos "compromisos."—me miro con una ceja levantada.

Hay que ver que mi mamá no deja pasar ni una.

—Puedo explicarte, lo que pasa es que mi mamá me dijo eso y a mi se me olvido preguntarte entonces hoy me dijo y le invente eso, lo siento.—sonreí inocentemente.

—Igual no importa.—puso una mano en mi hombro.—Tu mamá me invito hoy, obviamente acepte. Quien podría resistirse a sus encantos.—sonrió.

¿Es normal sentir celos de tu mamá?

—Además podremos pasar más tiempo juntos.—puse mi cachete en su hombro.

—Eso me gusta.

—A mi también.

Estuvimos unos momentos en silencio hasta que el ruido de mi teléfono nos interrumpió.

—¿Soy el único que se da cuenta que cada vez que estamos juntos te llaman?

—Créeme que no.—camine hasta la mesa y conteste sin ver el nombre del contacto.

Era Valentina.

—Ya vuelvo Johnny.—el asintió y tomó su teléfono.

Salí de mi cuarto y entré al de Diego, para poder hablar tranquilamente.

—Hola, Tina, ¿cómo estas?

—Hola, Sofi, bastante arrepentida para ser sincera.—su voz sonaba triste.—Quiero pedirte perdón porque actúe como una niña caprichosa estúpida, no puedo creer que dejara de lado nuestra amistad por Johnny.

—Por mi estas totalmente perdonada, aunque yo también quiero pedirte perdón. Porque no debí ocultarte algo tan importante para ti y se cuento significa Johnny en tu vida. El no sabe nada de esto, pero prometo que se lo contare y tal vez hasta puedas ser su amiga.

—Y después me lo terminas cuadrando.—grito provocando mi risa.—Bueno entonces amigas de nuevo.

—Amigas de nuevo.—sonreí.—debo irme hablamos luego. Te quiero.

—Oye, antes de que cuelgues, quiero preguntarte algo.

—Soy todo oídos.

—¿Estas con el ahora? ¿Cómo es? ¿Su cabello es tan suave como luce?—iba a seguir preguntando hasta que la detuve.

—Si, estoy con el. Es Johnny Orlando.—reí.—no lo se, que clases de preguntas haces mujer. Hablamos más tarde y podrás seguir con tus preguntas.

—Esta bien, hasta más tarde. Te quiero.

—Yo más.—tranque la llamada.

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—JOHNNYYYY, YAAAA, POR FAVOR.—gritaba mientras intentaba soltarme.

Les explico, hace 5 segundos Johnny me hizo elegir entre Joey Birlem o el, mi respuesta no le agrado y empezó a hacerme cosquillas.

—No te dejare hasta que admitas que soy mejor que todos ellos.—seguía haciéndome cosquillas.

—Yoooo... Yo... Yo... Esta bien, eres mejor que cualquier otro chico en este planeta.—se bajó de mis piernas y se colocó al lado de la cama.—Menos Shawn, Shawn es sagrado Orlando.

—Eso es más que suficiente para mi.—se movió un poco hasta donde yo estaba y me abrazo.

Luego de comer y que mi mamá le preguntará a Johnny hasta el nombre de sus perritos, salimos al patio trasero.

Nos acostamos en el césped, la presencia de algunas estrellas en el cielo hacia todo mucho más bonito. Ninguno decía nada, sólo se escuchaba el ruido de mi mamá en la cocina, haciendo no se que coño.

Voltee la cara hacia la derecha y me encontré la escena más bonita que alguna vez vi. Johnny estaba mirando hacia el cielo, sus ojos brillaban más que cualquier otro día, sus mejillas levemente a coloradas y su típica sonrisa.

El tiempo se detuvo y no podía dejar de mirarlo, lucía tan tranquilo y eso me hacia tan feliz.

Sabía que estaba empezando a sentir cosas por el, cosas que por más que no lo admitiera estaban empezando a volverse sentimientos reales y fuertes. No quería demostrárselo pues hasta cierto punto no sabía si el actuaba de esa forma conmigo por agradecimiento y educación o porque sentía lo mismo que yo.

Estaba tan concentrada en eso que no me di cuenta de que Johnny estaba mirándome, nuestras miradas se conectaron por algunos segundos y sentí un cosquilleo en las manos y el estómago, además de como mi corazón empezaba a latir más rápido.

—No sabes lo feliz que me hacen estos momentos.—tomo mi mano e instantáneamente el cosquilleo volvió.

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