Segunda clase. Hipólita
Hipólita. Reina amazona
Advertencia-. La historia de este personaje histórico, fue modificada para integrar la historia de Ladybug y Chat Noir, así como otros miraculous, a pesar de intentar adjuntar la historia verdadera. Espero su comprensión y disfruten la lectura.
Marinette caminaba hacia su escuela, su mente se encontraba en su mundo, pero esta vez no era por distraída, sino porque algo extraño pasaba en su vida. Durante sus últimas dos clases de historia, la chica tuvo una clase de regresión, causando que tuviera contacto con las antiguas Ladybug.
"Me pregunto si Chat pasara por lo mismo" suspiro la chica cruzando la calle
"Marinette! Cuidado!"
La chica reacciono ante esa voz, la cual estaba al otro lado de la calle, pertenecía al chico el cual le robaba el aliento. ¿Hace cuánto que no pensaba en él? El rosto de preocupación del chico llamo su atención, así como el de sus compañeros y su mejor amiga.
La chica volteo hacia su lado, notando que un carro se dirigía hacia ella. El claxon del auto sonó. Los gritos alrededor se hicieron presentes.
Adrien quedo sin habla, así como sus compañeros. ¿Como una chica podía hacer algo así?
¿Instinto? Probablemente, ella ni siquiera noto cuando sucedió.
La chica se impulsó con sus piernas, saliendo del paso del carro, y haciendo que su vida no estuviera en riesgo.
Todos quedaron en silencio, Alya corrió hacia su amiga abrazándola fuertemente entre lágrimas. Una de las maestras llevo a Marinette hacia la enfermería, para asegurar que estaba bien, mientras que un rubio observaba asombrado lo que recién presencio.
Recostaron a la confundida Marinette en al enfermería mientras que la doctora llegaba, físicamente no tenían anda por suerte, sin embargo no podían pasar de largo lo sucedido
"Quédate aquí, más tarde llega la doctora" dicto la maestra para después retirarse del lugar.
Marinette se quedó recostada en ese lugar, cuando sus ojos comenzaron a pesar.
"Ella en verdad es una guerrera!" dijo una voz llena de orgullo
"Tranquila, ¿No la presiones mucho bien?"
"¿Yo? ¿Presionarla? Para nada!, solo le enseñare un poco de mi"
Efectivamente, Marinette al abrir los ojos ya no se encontraba en su escuela. Nuevamente estaba en ese misterioso lugar, sin embargo, en esta ocasión, dos chicas se encontraban frente a ella.
"Cleopatra, y..." –menciono dudosa Marinette
"Hipólita, Reina de las amazonas y también una portadora de Tikki" –Su voz era algo fuerte, al escucharla inmediatamente te sentías inferior a ella. Sin embargo, su mirada daba confianza, y con tan solo verla, te daba la sensación de que merecía completa admiración.
"Es el encanto de Hipólita, al ser una reina, aprendió a tener la confianza de su súbditas, su respeto, su admiración, pero al ser una Amazona, su gusto por la guerra y la justicia fue más que admirable, aunque aterrador para algunos" –Aclaro Cleopatra
"Una reina debe ser eso y más, tienes muchas responsabilidades y debes encargarte de todo con orgullo y fuerza. Pero bueno, regresando a lo importante, es normal que no sepas nada de mi, en tu época, no se tienen las mismas creencias de antes, por lo que soy una completa desconocida"
"Las amazonas, se un poco de ellas, sin embargo..." la chica bajo la mirada tímidamente, al no saber mucho de la mujer. Hipólita sonrió, para pasar su mano por su cabeza y acariciarla.
"Nadie nace sabio, la vida nos enseña a hacerlo"
"Sin embargo, nosotras estamos aquí para ayudarte en ese aspecto" –Interrumpió Cleopatra
Las tres sonrieron amistosamente, entonces, Hipólita se separó de Marinette unos pasos, dejándola ver su pasado.
"Nosotras, las mujeres Amazonas, éramos guerreras, educadas para pelear, amar la guerra, y sobre todo, protegernos entre nosotras.
Nuestro destino era tan grande, que cada ves que una nueva guerrera nacía, se le despojaba de su seno derecho, el cual estorba al momento de la guerra, cuando querías usar el arco y flecha, o la espada, sin embargo, nuestro labor como mujer era importante, y el seno izquierdo se mantenía, para poder alimentar a nuestra dependencia.
Mi destino fue escrito desde antes de nacer, nunca tuve algún privilegio de algún tipo. Al nacer perdí mi seno derecho, creí, y cuando aprendí a caminar, el entrenamiento empezó.
Pelea cuerpo a cuerpo, el uso de la espada, el uso del arco y flecha, amor por la guerra, la importancia de nuestra raza, toda clase de enseñanzas no eran brindadas desde nuestro nacimiento.
Nosotras éramos gobernadas por mujeres, vivíamos con mujeres, y no solían existir hombres en nuestra aldea, a menos que fueran esclavos, o fueran requeridos para reproducción.
Contantemente combatíamos contra los griegos, los cuales siempre querían el poder de todo.
Hombres estúpidos.
Estas peleas eran historia de toda mi vida, han estado presentes desde que tengo memoria. Debido a mi tipo de vida, la guerra era lo que más amaba, sin embargo, algo que amaba más que eso era ganar, y obviamente, defender a mi pueblo. Ahí fue donde apareció Tikki.
Si pensaba que tenía lo necesario para defender a mi pueblo, me equivoque, Tikki me ofreció un poder mayor, y ahí fue cuando todo comenzó.
Finalmente fui nombrada Reina, era respetada y amaba por mis mujeres. Cierta ocasión, mi padre me entrego un cinturón, el cual usaba orgullosamente para hacerme destacar sobre todos.
'Hipólita, este poder se debe usar para el bien, cuando aparece, es porque la maldad está rondando, y tú debes controlarla'
Este poder no era gratis, tenía su razón de ser, tenía que luchar con alguna clase de mal, pero si podía defender a mi pueblo, con gusto lo hare.
Cuando alguna pelea se nos dificultaba, Tikki aparecía, dándome el poder para poder salir victoriosas.
'Hipólita, porque tanto amor por la guerra?' cuestiono Tikki
'Es algo que eh tenido presente desde mi nacimiento Tikki, es mi forma de vida, y es lo que hare hasta el final'
Tikki amaba a Hipólita, no de forma sentimental, sino su forma de ser. A pesar de la vida tan violenta que llevaba, sus ojos tenían cierto brillo de pureza, la cual era todo un enigma para la pequeña rojiza.
'Reina, un barco anclo a unos kilómetros de aquí, parecen ser hombres'
'Gracias, puedes retirarte'
'Tikki, vamos'
La noche era su cortina, la mujer se escabullo entre los frondosos árboles de esa selva que conocía tan bien, y finalmente llego.
Tal como le había dicho, el barco resguardaba hombres, no eran mucho, pero portaban armas.
La mujer sonrió emocionada, una nueva pelea, con lo que parecían ser griegos.
"Hey tu"
Hipólita volteo de inmediato poniéndose en guardia.
A escasos metros, una figura corpulenta, con gran pelaje y ojos verdes la observaba.
"¿Quién eres?" la chica en pose de batalla tomo su espacio, para tan solo recibir como sorpresa una risa.
"Siento alterarte, solo quería preguntarte algo"
"¿Preguntarme a mí? Quien te crees que..." Hipólita se quedó en silencio, estuvo a punto de revelar quién era ante un desconocido, y peor aún, con su transformación.
Su rostro realmente no estaba cubierto, sin embargo, la noche ayudaba a no revelar las identidades de ambos individuos.
"¿Quiénes son? ¿Qué hacen aquí?"
"Tenemos una misión, es todo, no planeamos crear líos o tener guerra"
"¿Qué clase de Misión?"
"Preguntas mucho para no decirme nada"
Por primera vez en toda su vida, Hipólita ignoro sus principios, y guardo su espada, pensaba que era mejor sacar algo de información antes de luchar.
"Soy una simple habitante de esta tierra que moriría por defenderla"
"Me impresiona que una simple habitante tenga la capacidad de estar en este lugar ¿Acaso guardas algún secreto?"
Hipólita se tensó mentalmente, manteniéndose serena en el exterior, ladeo su cabeza levemente, como plan para desviar la pregunta de aquel hombre. "¿Secreto?, necesito un secreto para recorrer la selva en la que vivo?"
El hombre tan solo dejo salir una carcajada "Tienes razón, mis disculpas"
"bien, debo retirarme, no pueden notar mi ausencia" El hombre le dio la espalda a la mujer durante unos segundos, para después regresar su mirada a ella.
"Si no me atacaste es por algo, entonces creo qu epodo confiar un poco en ti"
El hombre sonrió para desaparecer entre la obscuridad.
Por alguna razón, esas palabras hicieron enfurecer a Hipólita, la mujer tan solo se dio la vuelta, y regreso a su hogar.
Al siguiente día, todo iba como siempre, sin embargo, no podía olvidar esa molestia por aquel hombre. Para ella no era peligroso, pero diversas preguntas habían aparecido. ¿Por qué estaban aquí? ¿Cuál era esa misión? Y lo más importante, ¿Cómo llego ahí?
"¿Tikki?"
"¿Que pasa Hipólita?"
"¿Él tiene un poder como el mío cierto?"
Tikki la observo en silencio, para después esconderse nuevamente tras la ropa de la chica.
"Un silencioso si ¿Eh?" La mujer sonrió levemente para seguir su camino.
Esa noche, se propuso a ir de nuevo a ese lugar. Tenía una deuda con Tikki, ella obtuvo ese poder a cambio de restablecer la paz. Y la aparición de ese otro hombre con un poder similar, debía significar algo.
"¿Nuevamente aquí?"
Hipólita volteo hacia el hombre. Este le observaba fijamente, quizás no podía ver su rostro, pero esos ojos verdes y brillantes lo delataban.
"Debo asegurarme que todo esté bien" Respondió Hipólita
"En ese caso, todo está bien, nuestra misión está por terminar, nos iremos en 3 días"
"De acuerdo"
Dispuesta a irse, Hipólita le dio la espalda al hombre, cuando sintió su mano en su hombre. De un rápido movimiento esta lo tomo y lo tiro al sueño en su defensa.
"¿Que intentabas hacer?" la mujer saco con rapidez su espada, apuntando hacia el cuello del chico
"Lo siento, solo quería saber cómo eras"
"Ni lo intentes, no tengo interés en los hombres, si lo vuelves hacer juro que te mato" Guardo su espada y le dio la espalda para irse, antes de dar un brinco para alejarse, la voz del hombre la detuvo.
"¿La próxima? Entonces, eso significa que te volveré a ver."
Hipólita tan solo lo ignoro y siguió su camino.
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"Reina, la necesitamos, rápido"
Hipólita salió de su habitación, corrió junto con otras guerreras hasta llegar a los límites de sus dominios.
Ahí, se encontraban algunas menores, las cuales entrenaban para enfrentar su destino, y junto a ellas, una mujer inconsciente.
"Al pueblo, rápido!" Exigió Hipólita haciendo que las mujeres se la llevaran.
El anochecer se hizo presente, Hipólita se preparaba para salir a escondidas, cuando su hermana se hizo presente.
"¿Melanipa?"
"La mujer que trajiste esta mañana comenzó a despertar"
"Bien"
Hipólita se dirigió a aquel lugar donde la mujer descansaba, al entrar, esa chica era atendida por otra mujer, la cual le ofrecía agua.
"Reina Hipólita"
La mujer se acercó hasta la mujer, para después sacar su espada y apuntar hacia su cuello
"Ahora dime quien eres, y como llegaste aquí"
"Reina Hipólita, mi nombre es Hera, me encontraba con mis acompañantes cuando me perdí, los animales salvajes me atacaron durante la noche, le pido misericordia, para quedarme en este lugar hasta que mejore pertenezco a la tribu vecina."
"Bien, si ese es el caso, no veo el inconveniente, puedes quedarte lo necesario" Hipólita guardo su espada y se retiró del lugar.
"Es tarde, no tiene caso que salga"
Esa noche, Hipólita no salió, dejando impaciente a cierto hombre la cual espero.
El siguiente día, Hipólita tuvo un día normal, entreno a las niñas, verifico las cosechas y finalmente regreso a sus aposentos.
"¿Reina? ¿No cree que es mejor verificar la identidad de esa mujer?"
"¿Esa mujer?"
"La que ayudo el día de ayer"
"Bien, encárgate de mandar a alguien a la tribu vecina, para verificar la historia de esta mujer"
"Como ordene mi reina"
Hipólita no era desconfiada con sus mujeres, pero tenía razón, no podía confiarse, finalmente la noche llego, y cuando se aseguró que nadie la observara, tomo su transformación con Tikki y salió del lugar.
"Pensé que no volverías"
"No tengo obligación de venir"
Si la tenía.
Si había otro portador, la maldad estaba cerca, y Hipólita debía prevenirlo. Si aquel hombre estaba por irse, su trabajo esta echo, al menos por ahora.
"Esta será la última vez que te vea"
"Te deseo un buen viaje, pero no vuelvas."
"Digno de una Amazona, ¿Ustedes no sienten amor?"
"Eso no es necesario, aunque en tu caso, creo que es lo opuesto"
El hombre permaneció en silencio, para después darle la espalda.
"Adiós, no me arrepiento de que nuestros caminos se cruzaran" esas fueron sus últimas palabras antes de desaparecer entre la obscuridad.
Hipólita le ignoro, regreso a su hogar y espero por el amanecer, cuando unos gritos llamaron su atención.
"Reina" decía alarmada una de las guardias
"¿Qué ocurre?"
"Los hombres, esos hombres han secuestrado a su hermana! Han pedido a cambio de su hermana su cinturón"
Hipólita frunció el ceño enojada
"¿Reina que hacemos?"
"Preparen mi caballo y mi espada"
"¿Cuantas mujeres preparo para la batalla?"
"Ni una" soltó de golpe Hipólita
"¿Ni una... mi reina?" dijo temerosa
"Ni una, ahora prepara mi caballo y mi espada!" Grito furiosa
La mujer cabalgaba rápidamente, hasta llegar a las cercanías del barco, donde los hombres estaban.
Ahí, su hermana se encontraba amarrada y amordazada, y a su lado, 3 hombres.
"Hola Reina de las amazonas, lamento esta situación"
"¿Quién eres?"
"Soy Heracles, y me han dado la misión de obtener tu cinturón. No quiero una sola batalla, solo dame lo que quiero y te daré a tu hermana"
...
"Atacaron a la reina, todo fue una traición!" Gritaba alarmada Hera
"¿Que has dicho? " Un montón de mujeres comenzaron a juntarse a su alrededor, intentando escuchar lo sucedido
"Vi como la atacaban, ella fue sola, van a matarla!" Decía entre lágrimas
Las mujeres corrieron por sus armas y sus caballos, dispuestas a defender a su reina, esperando llegar a tiempo.
"Perfecto" susurro la mujer, "Ellas deben ser suficiente para matar a Heracles"
"Hera, ¿Porque odias tanto a Heracles? Cuestiono una pequeña creatura naranja, la cual salía de su ropa.
"No creo que lo comprendas Rui, pero su simple existencia me hace enojar" susurro la mujer para después salir del lugar.
(Rui, es el nombre del kwami de Volpina en mis fics c:!)
...
Hipólita se quitó su cinturón, lo observo momentáneamente. Obviamente no era algo más importante que su hermana, pero era importante para ella.
La mujer se acercó hacia Heracles, al verla, hizo una seña para liberar a la mujer prisionera.
La chica corrió escondiéndose tras de su hermana. Una vez noto que estaba bien, Hipólita le entrego su cinturón. En ese momento, fue cuando sus miradas cruzaron.
La chica se quedó seria momentáneamente, no tenían el mismo brillo, pero logro reconocer esos ojos.
Heracles no le tomo mucha importancia a la chica, cuando tenía el cinturón en mano sonrió.
"Bien, esto es todo"
El hombre estaba por retirarse, cuando unos gritos le alarmaron.
Hipólita volteo, notando que los gritos provenían de su gente, la cual se acercaba a gran velocidad. Por alguna razón, algo la hizo voltear a su hermana, la cual le observaba con terror.
Dirigió su mirada al frente, donde se encontraba Heracles, para darse cuenta que este sostenía una espada en su mano.
"Traición" Dijo el hombre enterrando su espada en Hipólita
La chica quedo en shock, cuando Heracles saco la espada de su cuerpo, pudo notar como salía la sangre.
"Creo que debí haberte matado cuando me diste la espalda esa noche" susurro cayendo al suelo
Heracles le observo con horror, al notar que esa chica era la que había visto las noches anteriores.
No tenía opción, tan solo dejo su cadáver ahí, y escapo con sus hombres para no general más pérdidas.
Marinette se encontraba seria al observar todo esto, Cleopatra y Hipólita decidieron darle su tiempo para que pensara bien lo sucedido.
Sin embargo, el tiempo que tenían no era eterno.
Hipólita se acercó a Marinette, sonriéndole de manera alegre.
Mi tiempo fue corto, pero preciado para mí, fui feliz, hice lo que me gustaba, y defendí hasta el último momento lo que amaba. Mi pueblo.
No lo supe hasta mucho después, que la culpable de esta desgracia fueron otros miraculous, pero toda pasa una razón.
Le agradezco tanto a Tikki por darme la oportunidad de defender a mi pueblo, y ayudarme en cada batalla. "
Marinette abrió los ojos de golpe, notando que se encontraba en enfermería.
"Marinette, ¿Estas bien?" Cuestiono una vos
"Si, lo siento"
"Las clases terminaron, ¿Te acompaño a casa?"
Marinette levanto su mirada, llevándose una gran sorpresa, Adrien se encontraba tendiéndole la mano en señal de ayuda. La chica acepto sonriente, para después quedar seria unos segundos.
"Esos ojos Verdes..."
"¿Disculpa?"
"No es nada, lo siento, ¿Nos vamos?"
Fin del cap, no saben cuánto sufrí escribiendo esto *w*.
Saben! Termino enamorada de cada personaje del que escribo
Les dejare un pequeño dato de la siguiente protagonista.
Estoy entre dos. ¿De qué depende que lo agá o no? Mi estado de ánimo xD
O es de alguna onna Buheisha (Mujeres samurái) o me voy directamente con mi querida Juana de Arco, ya lo decidiré después :'v
Bueno, Gracias por leer, y les deseo un excelente día c':
P.D. no olviden leer mis otros fics, los amo <3
Art By: Ferisae <3
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