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Dicen que los amores de novela llegan de un momento a otro, tan inesperados como repetitivos, pero encantadores. Nunca nos cansaremos de la historia del chico que conoce a una chica hermosa y de pronto todo resulta perfecto. La historia de Lance y Keith fue despacio, paso por paso, tan insegura como si anduviese con zapatos de cristal. Se acercaban y alejaban con sigilo, a veces uno, a veces el otro. Cualquiera que los viera tenía claro que para ellos no había otra opción que terminar juntos. Era evidente, tanto que tal vez ellos mismos no se daban cuenta.
Ese primer año en la academia de ballet terminó más rápido de lo que Lance se hubiera esperado. El espectáculo de cierre fue un caluroso 15 de julio que tuvo como distintivo el reconocimiento de la maestra a su amigo por su increíble desempeño en las clases. Keith bailó estupendamente como siempre, y él estaba feliz de verlo tan lleno de vida. Por otra parte, no podía pasar por alto el hecho de que con el fin de año terminaba también su castigo, y no tendría que ponerse una malla nunca más en su vida.
Tal vez extrañaría pasarse la clase junto al azabache, pero no faltó un día en el que Lance no fuera a recogerlo, y siempre llegaba unos minutos antes para verlo bailar. Se había convertido en su rutina especial durante mucho, mucho tiempo. Lance casi cumplía los catorce cuando esa tarde llegó a la recepción de la academia con una botella de agua grande en la mano y un paquete de galletas de avena en la otra.
- Nunca vamos a librarnos de ti, ¿No es cierto? -le dijo la recepcionista con una sonrisa en el rostro.
- No seas así, también traje algo para ti. -le respondió Lance mientras se mete la mano al bolsillo para sacar un paquete de dulces de fresa y lanzarlo hacia el escritorio de la mujer. - Son de los que te gustan, Sandy.
- Muy gracioso, Lance. Llegas temprano, por cierto.
- No tenía nada que hacer antes de venir. -la mujer negó con la cabeza al tiempo que sacaba uno de los dulces y se lo echaba a la boca.
- Eso no te lo crees ni tú. Puedes pasar a ver a tu novio, debe estar terminando el estiramiento. -Sandy movió las cejas de arriba abajo y el moreno se sonrojó. Desvió la mirada y no respondió nada en absoluto, estaba acostumbrado a recibir ese tipo de comentarios de la recepcionista cada vez que iba a recoger a Keith, pero, aunque le dijo mil veces que no eran novios, nunca había logrado convencerla de nada. "como digas" era lo que solía decirle como respuesta.
Pero siendo sinceros... a Lance no le molestaba para nada ver a Keith en las clases, sobre todo si llegaba a la hora del estiramiento, aunque siempre se lo atribuyó a que admiraba la capacidad física de su amigo y lo muy flexible que era. Justo en ese momento lo tenía frente a frente para todo su deleite, de piernas abiertas en el suelo, en una posición que dudosamente sería humana.
Keith hacía un Split perfecto y sin siquiera hacer una mueca. Llevaba el cabello tomado con una liga, nunca nadie logró convencerlo de que se lo cortara, y en el fondo lance agradecía que no lo hiciera. Había crecido, vaya que sí. El ballet había hecho maravillas con su cuerpo y poco quedaba ya del niño pequeño de ocho años, solo su piel blanca y el hecho de que nunca logró superar en estatura a su amigo.
Lance sonrió, como hacía cada vez que lo veía concentrado en el baile. Como amaba verlo bailar...
La clase terminó con la última nota del piano y Keith abrió los ojos con suavidad. La maestra dio las gracias a todas por la asistencia y poco a poco las alumnas comenzaron a salir hacia el pasillo y luego al vestidor. Algunas de las nuevas todavía se sorprendían al ver a Lance esperando a que todos salieran del salón, más de alguna se lo quedó mirando alguna vez, porque, aunque él ya no bailase ballet también había crecido, y de qué manera...
Lance era un muchacho de aquellos que verías en una revista de ropa juvenil. Piel bronceada, los mismo bellos ojos azules de siempre y aquellos varios centímetros ganados en esos seis años. Hacían que las niñas en la escuela y en la academia se quedaran mirando interesadas, preguntándose quién sería la afortunada a la que estaría esperando su novio. Las más antiguas en la clase ya no se sorprendían, sabían que Lance estaba ahí para esperar a Keith.
El azabache fue el último en salir, llevaba el bolso al hombro y una toalla alrededor del cuello, cuando vio a Lance su corazón se aceleró ligeramente tal y como hacía cada vez que lo venía a buscar.
- Hola campanita. -le dijo el más alto alcanzándole la botella de agua. - ¿Qué tal el reino de las hadas?
- ¿No se te ha ocurrido nada mejor? -respondió con una sonrisa. Keith bebió apresuradamente de la botella y varias gotas le resbalaron por la barbilla. Lance tiene que luchar contra todos sus instintos para no secarlas con sus propios dedos, pero el azabache se lo pone cada vez más difícil. - ¿Vienes a mi casa?
- ¿Dónde sino? -entonces Keith avanza hasta los baños de la academia, los mismos baños en los que se conocieron- no tarda más de diez minutos en estar listo, pero es tiempo suficiente como para que a sus espaldas, Lance comience a escuchar la algarabía de chicas cuchicheando. Sabe muy bien que hablan de ellos. Lo sabe y hace mucho que dejó de sorprenderle.
"¿Ese es el novio de Keith? Que extraño, pensé que le gustaban las chicas"
"Es obvio que están juntos, ya lo he visto varias veces viniendo a recogerlo"
"¿No creen que hacen una linda pareja?"
Lance tiene que toser escandalosamente para acallar los murmullos a su alrededor, le resulta a medias. Solo hay una cosa peor que los murmullos de un grupo de chicas, sin duda lo peor de todo en la faz de la tierra son las risas de un grupo de chicas de trece años a tus espaldas.
- Lance... ¿Vienes? -el moreno se gira para quedarse viéndolo fijo. Keith ya no lleva su uniforme ajustado de bailarín, unos jeans negros y una camiseta blanca y holgada sustituyen las mallas, aunque ahora tiene que adivinar la silueta del cuerpo del azabache, a Lance le sigue pareciendo hermoso.
- Voy contigo. -le responde y lo sigue. A ambos les espera una tarde muy especial.
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Estoy inspirada, estoy muy inspirada!! >:3 creo que voy a poder subir el siguiente capítulo en la noche o a más tardar mañana en la mañana. Muchas gracias por sus mensajes y comentarios uwu todos los que saben que escribo (amigos y familia) me han dicho que debería hacer algo por ustedes, pero no sé que D:
así que les pregunto, ¿qué les gustaría que les diera como agradecimiento? Déjenme alguna recomendación en los comentarios por favor <3 o en mi perfil, o mensajes, como quieran ^w^
Muchas gracias por leer
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