25. Tengo que aguantar
Y ahí estaba yo, en medio de dos gorilas hambrientos y deseosos de robarme lo más valioso para una mujer; y los demás como espectadores ¿dónde diablos se metió Maxwell?
Necesito parar esto y rápido ya están empezando a calentarse, lo noto por cómo me miran.
¡No quiero perder mi castidad antes de casarme!
Perdida en mis pensamientos noté como unos gruesos y largos dedos querían pasar en medio de mis piernas, estás no las abrí por más que me tocaban y manoseaban no, no iba a dejarme violar por estos tipos, que por lo que veo, no tienen ni una pizca de delicadeza o caballerosidad.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top