q u i n c e

Curiosamente, el día parecía estar igual de triste que mi alma.

Confundida, enojada, abrumada, estaba desanimada. No había podido pegar un ojo en toda la noche después de la charla que había tenido con el amigo de Jungkook. Por más que intentaba conciliar el sueño, al cerrar los ojos pensaba en lo destrozado que él había estado en mi ausencia, y eso provocaba que mi cabeza quiera explotar de cólera.

Joder, ¿como pude ser una persona tan egoísta? ¿Alejarme de los demás sin siquiera preocuparme como iban a sentirse? No quiero sonar como una persona avara al decir que quizás soy una persona crucial y que sin mi asistencia todos iban a sufrir. Yo no soy ni más ni menos que nadie. Simplemente que la compañía y el amparo en momentos tan considerables así son esenciales, y que las personas que más he querido hayan sufrido y no estuviera presente en ese momento me hacen querer replantearme: ¿realmente los ame de verdad? Porque si realmente lo hice no los hubiera dejado a la deriva, desolados.

Si, no quería perder todo mi orgullo. Pero de alguna manera podía sentir que Jungkook tenía toda la razón.

Era una cobarde, huí de la cruda realidad. Le quise dar la espalda a una situación que me negaba a asumir, pensaba que yéndome a estudiar a Seúl, al tener nuevas responsabilidades y preocupaciones con las cuales tapar mi dolor. Pero, mierda, había perdido a mi hermano gemelo, y el dolor que me había producido aquello era inaguantable.

Creí que la decisión que había tomado era la más apropiada para mi salud mental. Pero al encontrarme completamente sola en un pequeño departamento -que por suerte podía pagar el alquiler pues no quería molestar a mis padres con el dinero- sentada en el balcón todas las noches, sosteniendo una foto juntos o revisando repetidas veces nuestro chat esperando a que llegue un mensaje de su parte diciéndome que me esperaba en casa para tomar chocaste caliente y comer galletas horneadas, ahogándome en un mar de lágrimas y siendo víctima de un remolino de sentimientos; ahí me había dado cuenta que fue la peor decisión de mi vida. Ser terca, y pensar que sola iba a poder solucionar mi dolor.

Afortunadamente, la universidad fue completando toda mi agenda. Estar ajetreada con los estudios, las prácticas y demás logró que mi malestar emocional disminuyera. Tener la mente ocupada y estar estresada por los extensos exámenes había sido un beneficio, a pesar de que mis niveles de de hormonas de Cortisol hayan aumentado considerablemente durante ese periodo.

Suspiré por enésima vez y me puse de pie. No podía estar todo el día acostada, viendo por la ventana con la lluvia caía y esperar que todos mis problemas se resuelvan como por arte de magia.

Tal fue la casualidad que me llegó un mensaje, quizás sea de los chicos. Pero para mi sorpresa era un número desconocido.

Desconocido:
Princesa, el clima está perfecto para ir a tomar un capuchino, ¿te apuntas?
Si no es así, no sabes de lo que te pierdes kekeke.
Por cierto, soy Yoongi. Te preguntaras de donde saque tu número de móvil. Pues digamos que tus amigos son muy accesibles cuando toman mucho.

Solté una risita, y mordiendo mi labio inferior negué con la cabeza. Decidí agendarlo primero, y luego conteste.

Yo:
Aceptaré. Necesito un capuchino inmediatamente :P

Miau:
Es decir que vas por el capuchino y no por mi? :((((

Yo:
La comida es primero Min...

Miau:
Me dueles Kim Miyeon :(

Solté una pequeña risita y decidí que era momento de alistarme. Entre tanto revoltijo, prendas que volaban por la habitación y un ataque de indecisión de mi parte, Yoongi acordó la hora en la que me pasaría a buscar. Por suerte aún tenía tiempo para seguir alistándome. Debía ocultar todos estos machucones en mi cuerpo con base, aunque tenía la ventaja de que era invierno y las ropas abrigadas ayudarían a esconder los moretones, pero aún así debía maquillar algunos que se encontraban en mi rostro y cuello.

Cuando me aseguré de que todo estaba bien y que no había manchas violentas a la vista, se senté en mi cama, esperando que llegase Yoongi, aunque faltaba un buen rato para que llegue, por lo que comencé a utilizar mi celular.

Nada en particular, todo comenzaba a tornarse aburrido, deseaba que llegase la hora para salir de mi cueva. Hasta que, de repente, unos gritos insistentes y feroces desde afuera de la casa me llamaron la atención.

— ¿Que mierda esta ocurrien...? Oh...

Por instinto, al levantarme y observar por la ventana, me encontré con una escena poco agradable ante mis ojos. Jungkook estaba fuera de su casa, estaba de espaldas a mi pero haciéndole frente a su padre, quien tenía el rostro rojo de la furia y con el ceño fruncido le gritaba un montón de barbaridades desde el marco de la puerta.

Su madre se encontraba detrás de la espalda de su esposo, soltando algunas lágrimas lastimeras y mirando a su hijo entre frustrada y preocupada. Pero su esposo al darse vuelta y encararla, su ceño se frunció y mordió sus labios, mirando ahora Jungkook con una expresión de decepción.

— Eres una desgracia, Jungkook. — pude leer los labios de su padre, y dio un portazo.

Lleve mis manos a mis labios, queriendo creer que lo que acababa de ver era mentira, era imposible de que eso ocurriera. Jungkook apretó sus puños fuertemente, y luego tronó su cuello con fiereza causándome escalofríos, como si estuviese lleno de cólera.

Rápidamente baje las escaleras sin pensármelo dos veces, verlo en aquella situación, con la cabeza gacha lleno de frustración me hacía sentir que quizás necesitaba algo de apoyo, un abrazo quizás, no lo sé. Aquella imagen de sus padres dejándolo fuera de su hogar fue inimaginable, horrorosa, me daba pena observarlo en ese estado, y por la reacción que tuvo Jungkook se podía ver claramente que tenía unas increíbles ganas de bajar a puñetazos la puerta de su hogar. Necesitaba ayuda.

Ante de salir de mi hogar vi una nota en la mesa que decía: "Miyeon, hoy era mi día de realizarme un chequeo general, ya sabes, el que toda vieja a esta edad se hace, así que tu padre me acompañó. Mientras tanto, tu madre tuvo que hacer compras y algunos mandados. Si vas a salir abrígate, no tengo ganas de preparar caldo de pollo para ti. Gracias por comprender a esta vieja".

Alcé mis dos cejas y solté un fuerte suspiro reconociendo que no había notado que me encontraba completamente sola en mi hogar. He estado todo el día encerrada en mi habitación aniquilando mis neuronas de tanto pensar que no me había dado cuenta de mi soledad en esta casa.

Dejé de lado la nota y tomé del perchero un gran tapado gris de mi madre y me lo coloqué para salir de mi hogar. Estaba helando, creo que está por nevar.

Cuando volteé a verlo sentí una presión en el pecho, un temblor recorrió toda mi espina dorsal, un sentimiento de lástima me invadió por completo. Estaba sentado en la acera fría, su espalda subía y bajaba en consecuencia de su abrupta respiración frenética, su cabeza vagueaba entre sus rodillas mientras sus cabellos negros eran despeinados y estirados por sus manos tatuadas.

Camine vacilante hacia él, quizás era un buen momento para hablar con él y decirle todo lo que me lamentaba por dejarlo solo en aquel tiempo. Pero sinceramente tenía miedo de su reacción, si esto hubiese ocurrido años antes sabría a la perfección que Jungkook no me haría daño, pero ¿ahora? ¿que o quién me aseguraba que después de esto no saldría lastimada? No había respuestas, y por eso, a cada paso que daba sentía que me estaba arrepintiéndome.

Pero antes que de que pueda reaccionar, mis pies se anclaron ante su prepotente presencia, tragué saliva. ¿Que debía hacer? Ya no sentía la misma confianza para poder rodearlo con mis brazos dulcemente, y no quería que se asqueara ante mi intento de auxilio hacia su persona.

Tras tener un batalla mental, decidí que lo mejor era dejar que las cosas fluyan, debía dejar de pensar por un buen rato sobre ¿qué pasaría si...? Suspiré y sigilosamente me senté a su lado, no quería alterarlo más de lo que ya lo estaba. Su cabeza seguía entre sus rodillas, sus hombros estaban tensos al sentir el calor que emanaba mi cuerpo, sin embargo no dijo nada.

Refunfuñaba incoherencias tratando de encontrar alguna u otra forma de poder romper el hielo entre ambos, pero la tensión en el ambiente era más que latente y eso me ponía aún más nerviosa aún.

— ¿Lo viste? — su voz grave y oscura me hizo dar un pequeño respingo, el cual quise disimular al taparme con el abrigo de mi mamá, sin embargo estaba segura de que se había dado cuenta que me había asustado.

Maldito complejo de chihuahua, ahg.

— A-ah... si. — Titubeé, colocando un mechón de cabello molesto detrás de mi orejas coloradas. Suspiré al ver como recargaba todo su peso en sus dos manos detrás de él, con la mirada anclada en la brea. — Lo siento.

Soltó una risita, la cual no logré descifrar su intención. — ¿Lo sientes? — alzó una ceja con incredulidad y su sonrisa apagada me hizo tragar el nudo que se originó en mi garganta. — Odio que sientan pena por mi. Yo no soy una persona por la cual sentir pena. Soy una desgracia. — imitó la voz de su padre con una sonrisa falsa. — Puedo cargar con esto yo solo, no necesito que estes aquí. — murmuró.

— N-No te creo. — balbuceé. ¿Y ahora que me pasaba? Me aterraba y ahogaba en su presencia, y eso al parecer le resultaba divertido, pues alzó una ceja y por primera vez observó mis ojos, pero con burla.

— ¿Qué ocurre Kim? Puedes contestarme, insultarme y hacerme quedar en ridículo hasta hacerme enfurecer, ¿y ahora no puedes tener una conversación fluida como una persona normal? Vaya chica... — mordió su labio inferior con gracia y comenzó a negar con su cabeza, como si no pudiese creer lo que estaba viendo frente a sus ojos.

Soplé largando todo el aire acumulado en mis pulmones, cerrando los ojos con fuerza tranquilizándome, no quería iniciar una pelea y tener otra razón para seguir dudando sobre la idea de mi madre.

— Lo que quiero decir es que... — suspiré, replanteándome que debía suavizar un poco mi tono de voz, no quería soñar grosera con él en un momento así. — ... no es bueno para ti guardarte las cosas por orgullo. Debes entender que algunas cosas se superan con ayuda.

Me miró escéptico. — Resulta completamente gracioso que salga eso de tu mentirosa boca. — soltó una carcajada irónica. Fruncí el ceño extrañada, Jungkook no estaba ayudando en nada para querer ablandar su corazón conmigo cuando yo lo estaba intentando con tenacidad. — Recuerda que me dejaste solo en una miseria tan grande como esa mentira de "nunca te dejare, Jungkook". — imitó mi voz con burla, escupió aquellas palabras con rabia en su voz.

Tragué saliva, su mirada era agresiva ahora, su ceño estaba fruncido y su mandíbula muy apretada. Me aterraba sus actitudes, y odiaba que no pudiese actuar como normalmente lo hacía. Contestarle sin quedarme de brazos cruzados, pero estaba tan concentrada en hacer los cosas bien con el que me ponía nerviosa, y odiaba eso.

— Jungkook, lamento tanto por haberme ido y dejarte solo. Entiendo tu enojo hacia mi, pero entiende que estaba asustada, estaba ciega del dolor, necesitaba un respiro. El ambiente en mi casa era tan insoportable, me volvía inestable cada segundo que estaba rodeada por mis padres. — comenzaba a picar mis ojos, y en mi cabeza pensaba como es que en casi todas las pequeñas cosas o conversaciones Taehyung siempre estaba presente. — Me arrepiento tanto haber dejado a mi familia, a mis amigo, a ti en el pasado con la expectativa de que, quizás, podría seguir adelante sin prejuicios. Pero ahora, más que nadie, me di cuenta que tomé una decisión equivocada. Y eso es... intolerable. — solté un sollozo.

Al oírme Jungkook tenso todo su cuerpo. Me dio pena saber que Jungkook estaba viendo mi lado débil después de tanto tiempo; supuestamente lloramos no porque seamos personas débiles, pues no nos avergüenza lo que sentimos frente a los demás. Pero ante la fogosa y tensa mirada del pelinegro me sentía tan insegura. Y tan solo pensar aquello me rompía más, porque después de todo ya no tenía la enorme confianza que alguna vez tuve con él.

Si antes el ambiente era tenso, ahora era irritante. Yo seguía enjuagando mis manos en mis lágrimas -agradecía que el rímel era a prueba de agua- y Jungkook acariciaba su nuca, parecía estar estresado, pero aún más nervioso e incómodo. No lo culpo, debo parecer una idiota ahora mismo.

— No llores... no mereces llorar por un tipo como yo.

— ¿Qué? — quité las manos de mi cara, él movió su mano al bolsillo de su chaqueta quitando la cajita de cigarrillos.

— No me hagas repetirlo otra vez, por favor. — encendió el cigarro y se lo llevó a sus belfos violáceos por el frío. Observé atentamente los insignificantes detalles de los tatuajes de su mano. Él al parecer lo notó, pero no dijo absolutamente nada. — Mejor vete a tu habitación o... no sé, a mirar videos de tus idols favoritos, no tengo idea. Quiero estar solo. — cerró los ojos y dejó salir todo el humo de su boca.

Cuando estiro su cuello hacia atrás dejo a la vista un tatuaje que me resultó muy conocido a simple vista. Al parecer la emoción de observar aquel bello dibujo pegado detrás de su oreja me dejó llevarme por mis instintos, y me acerqué aún más a él. — No puedo creer que tengas esto grabado en tu cuello. Es... jodidamente bellísimo. — jalé suavemente el cuello de su campera de cuero negra, dejando apreciarlo mejor.

Prefiero morir antes que vivir sin ninguna pasión.

Sorbí mi nariz y solté una diminuta risita sin poder lo que estaba viendo. Aquella frase la había inventado yo cuando comenzamos a tener nuestra manía de visitar las carreras ilegales; la velocidad, los autos, la adrenalina, aquello a lo que más frecuentaba era mi auténtica pasión. Y pues, entonces, esa cita se convirtió en nuestro lema de vida, y siempre la utilizábamos cuando las personas nos miraban raro por ser amantes de la locura que nos emitían las carreras.

Con inseguridad acaricié aquel retazo de piel decorado con aquel recuerdo. Mi dedo hirvió al tocar su piel caliente, y su cuerpo se tenso ante mi roce. Mi respiración se volvió un desastre al sentir su intensa mirada sobre mi cien, y al levantar mi rostro, mis ojos enfrentaron los suyos, pero había algo extraño en ellos.

A pesar de que no paraba de observarme con ímpetu, sentía un brillo de extrañeza y curiosidad. Como si quisiera saber a la fuerza lo que estaba ocurriendo por mi cabeza. Tragué saliva al percatarme que su rostro estaba cerca del mío, lo suficiente para sentir el embriagador aliento a tabaco y menta.

¡¿Por qué no me apartaba?! Era perturbador ser consiente de la cercanía que había entre nuestros rostros, de alguien que hace tiempo era mi amigo y ahora no sabía que era. Pero a su lado existía el calor, un raro pero exquisito olor a un perfume varonil mezclado con cigarrillo, sentía una necesidad de acercarme un poco más.

Pero de repente, en sonido del motor de un auto se hizo presente. Me alejé en el momento, como de reflejo, y escondí mi rostro rojo detrás de mi cabello. Yoongi se aproximaba para recogerme, y yo todavía estaba algo conmovida, emocionada, no lo sé... un revoltijo molesto se instaló en mi estómago.

Me puse de pie y pase mis manos sudorosas sobre la tela de mi jean. — A-ah, yo... creo q-que deberíamos hablar de esto en otro momento. Si...si eso está bien. — murmuré lo último por lo bajo, pero creo que de todas formas pudo ser escuchado por el pelinegro igualmente.

Caminé hasta mi casa, más bien huí, y fui a buscar mis pertenencias a mi habitación para luego bajar apurada las escaleras y cerrar la casa.

Antes de subir al auto, analicé nuevamente a Jungkook antes de abandonar el lugar. Otra vez, su cabeza vagueaba entre sus rodillas y podía oír como balbuceaba, pero no lograba comprenderle.

Suspiré y entré en el auto.

— Princesa, me alegra decirte que hoy estas tan linda, ¿no te cansas de seguir tratando de conquistarme? — fingí una sonrisa, pero me centré en la figura del muchacho alejándose a medida que aceleraba el auto. — Princesa, ¿estas bien?

— ¿Ah? E-eh, si claro. Sólo que... necesito mi capuchino. — le sonrío.

¿Acaso será capaz de perdonarme? ¿Realmente puede con todo ese peso él solo? Espero que pueda estar bien...







sTREAM ON BITCHES, QUE ES PORNO y del bueno 7w7

Hace exactamente un año publiqué esta novela, y recién voy qUINCE CAPÍTULOS. ke berguensa😳

Voten y comenteeen~
Gracias❤️

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