d i e z

Inhalé y resoplé nuevamente el aire contenido. Estaba tan nerviosa, joder... ¿Por qué a mi?

Vamos, ya he hecho esto antes. No es algo nuevo, sólo... debo calmarme inmediatamente o moriré de un ataque de nervios en este preciso momento.

¡Miyeon, concentración! Recuerda lo entretenido y fácil que te resultaba manejar en esta pista. Ya conoces la ruta como si fuese tu propia palma de tu mano.

La puerta del auto se abrió de golpe, arruinando mi momento de tratar de tranquilizarme y enfocarme en la próxima carrera. Mi corazón dejo de latir por unos momentos, hasta que reconocí la figura de Yoongi ingresando al deportivo, sentándose a mi lado.

— Casi me da un infarto, maldito imbécil. — apreté mi pecho con mi mano cerrando los ojos, con el corazón galopando a mil.

El muchacho solo me miro y carcajeó suave. — Desde afuera se puede notar lo nerviosa que estas, nena.

— ¿Qué haces aquí? — cuestioné con un tono fastidioso.

— ¿Tu realmente pensaste que te iba a dejar sola en esto? Ni loco, estabas muy equivocada, princesa. Además podría ayudarte; hay algunos secretos de mi auto que no conoces y podrían servirte.

¡Corredores! ¿Están listos? — mi mente contestaba con insistencia que no, pero aún albergaba algo dentro de mí que seguía revoloteando como mariposa, incrementando las insaciables ganas de correr finalmente una carrera.

— Princesa, ¿estas segura que quieres hacerlo? Pareces muy nerviosa, ¿segura que has hecho antes? — su voz sonó muy parsimoniosa, como si entendiese que lo mío realmente no era correr carreras.

— ¡Que si! ¡Joder, Yoongi! ¡Cierra la maldita boca o sal del puto auto!

¿Por qué mierda se las arreglaba para que comience a dudar si iba a hacer esto o no? ¡Mierda! ¡Si lo iba a hacer! ¡Ha pasado tanto tiempo desde que corrí una carrera por última vez! ¡¿Cómo rayos iba a dejar que esta oportunidad se me escape como agua entre los dedos?!

El muchacho me quedo mirando serio unos segundos, seguramente replanteándose mi actitud agresiva, sorprendiéndolo. Pero luego de unos pequeños instantes me sonrió como de nuevo. ¿Que mierda?

— ¿Que?

Levantó los hombros y con un leve puchero de indiferencia contestó: — Nada, nada... solamente que te vez ardiente estando enojada.

Rodé los ojos con fastidio, y me quejé, clavando mi vista en la salida de el garaje de los boxes.

— Por un lado, tenemos a una joven chica. Quizás muchos no la recuerden, pero fue alguien muy importante para las carreras clandestinas de Daegu. Es inteligente, veloz, y le encanta hacer rechinar las llantas de su auto con el pavimento. ¡Recibamos a la increíble Kim Miyeon!

Al oír a qué anuncio, trate de tranquilizar mi estúpido corazón. Prendí el auto y salí de aquel garage lentamente, posicionándome en la línea de partida. Abroché mi cinturón, y mi copiloto realizó lo mismo.

— Así que eras toda una genio en las carreras hace un tiempo atrás, ¿eh?

— Aún no me conoces realmente, Min Yoongi.

— Pues, veras que algún día te conoceré de pies a cabeza. — contestó con altanería.

De repente, me pareció haber visto mucha más gente de lo normal, lo cual me parecía extraño ya que cuando apena había llegado no había demasiada.

— Y por otro lado tenemos a... ¡chicas todavía no ha salido! —. Fruncí el ceño cuando el grito agudo de público femenino golpeó fuertemente contra el auto de Yoongi, traspasando los vidrios polarizados.

Espera... díganme que no es lo que yo pienso que es.

— Es el joven más apuesto, más brusco y veloz de estas carreras. Ahora si chicas... ¡recibamos al magnífico, Justin Seagull!

¡Mierda, mierda, mierda y más mierda! ¡¿Contra Jungkook?! ¡¿Es enserio?!

El hermoso auto deportivo de Jeon se posicionó justo de mi lado, haciendo rugir sus motores intencionalmente. Yoongi soltó una carcajada sarcástica, con la cual estaba completamente de acuerdo.

Tragué saliva nerviosa, y le observé. Su mirada sorprendentemente estaba sobre la mía; sus ojos negros me penetraban con agresividad, como si de un agujero negro se tratase, absorbiendo hasta las partes más profundas de mi ser.

Aferré mis manos al volante con muchísima fuerza. Estaba nerviosa, ¡y, de repente, enojada!

Jeon Jungkook siempre fue alguien importante para mí, desde pequeños había sido mi otra alma gemela, hacíamos todo juntos; pero al parecer yo ya no soy tan indispensable para él. Las ganas de acorralarlo y gritarle a los cuatro vientos todas las cosas que había hecho en aquel momento por él me consumían. De preguntarle y aturdirlo con el hecho de saber por qué demonios dejó de ser quien era para convertirse un ser tan frío y seco como lo es ahora.

Todo cambió. Algo murió dentro de mí, y no sabía si rendirme o seguir intentando encontrar algún tipo de vínculo que nos haga más cercanos. Pero, si realmente yo ya no le importaba, ¿por qué él debería ser parte de mi lista de preocupaciones diarias?

Entre ambos autos avanzó una chica con una blusa súper escotada y unos shorts que dejaban a la vista su voluminoso trasero, dejándome una tanto disgustada al ver como Yoongi clavaba la vista en sus muslos con muchísimo descaro. 

Me quejé en lo alto, descontenta ante su acción, por lo que él me miró algo embobado y distraído. Sin embargo comprendió por completo que era lo que me desagradaba.

— ¿Qué? Soy un macho, no me puedo contener, princesa. — habló ofendido, subiendo los hombros con inocencia. Lo más irónico de todo es que mirarle el trasero a esa chica no tuvo ningún ápice inocencia. Rodé los ojos.

La audiencia quedó en completo silencio, dejando que las palabras de la peli negra y semidesnuda chica puedan ser enunciadas y escuchadas por todos. Ella alzó las banderas a cuadros, blancos y negros, y con exclamó:

— ¡En sus marcas!

Apreté mis dientes y liberé todo el exceso de aire retenido en mis pulmones, lentamente.

Visualicé la carretera frente a mis vista, entrecerrando los ojos. Recordé cada uno de los secretos que tenía cuando solía correr.

— ¡¿Listos?!

— Esto será muy divertido. — canturree con una sonrisita malévola al ver la furia que cargaba mi "amigo" Jungkook.

Y me puse a pensar lo divertido y escandaloso que sería si el Playboy perdiese una carrera contra una chica como yo. Estropearía su puesto de corredor ilegalmente atractivo. Y eso sería excitante.

— ¡Ya!

A pesar de que la muchacha gritó con fuerza, el ruido de ambos autos acelerando bestialmente opacó su grito. Yoongi pegó su espalda con bruteza al asiento, por lo que se quejó.

Jungkook tomó la delantera por unos cuantos segundos, hasta que luego de maniobrar un poco por la pista, logre alcanzarlo, quedando ambos igualados.

Le miré y me miró. Estaba tan enfadado, pero podía decir por primera vez que estaba disfrutando de su estado anímico. Quizás eso jugaba en contra de él, así que solamente intenté provocar un poco más su ira saludándolo con mi mano con infantilismo, burlándome de él. Yoongi carcajeó, lo imité.

Se acercaba la primera vuelta, solo consistía en tres vueltas la carrera. Cambié a sexta velocidad cuando reconocí que poco a poco iba ganándole ventaja a mi adversario, por lo que apreté un poco más el acelerador.

Al ver que Jungkook trataba de rebasarme, manipulé la marcha del auto un poco sobre la pista, colocándome en medio de la ruta, siendo un completo estorbo para mi contrincante, y dejé que las ruedas rechinen en el pavimento.

— Debo admitir que eso fue increíble. — comentó mi copiloto un poco emocionado. Lo ignoré.

A pesar del escándalo que generaban los motores de ambos autos, pude distinguir el sonido de la bulla que hacía la multitud cuando finalicé la primera vuelta. Sonreí ampliamente. Ahora si comprendía que extrañaba hacer esto.

Veía por el retrovisor a mi amigable rival, el cual estaba que estallaba de la furia, su lengua estaba contra el interior de su mejilla, y su ceño estaba violentamente fruncido. Solté una risita con orgullo.

Vamos, Jeon Jungkook. ¿Qué no eras un puto agresivo en las carreras?

¡Oh! Creo que hablé demasiado rápido.

— Maldición.

Bruscamente, giró su volante para rebasarme y aceleró rápidamente, por lo que tuve que abrirle paso ya que si no lo hacía iba a colisionar contra la parte trasera del auto de Yoongi. Muy buena estrategia, Jeon. Muy buena, maldita sea.

Tomó ventaja cuando le dejé la vía libre para poder acelerar mucho más, dejándome más atrás de lo que imaginé. Tomó la curva con rapidez, por lo que empujé el acelerador a fondo. El sonido de los caballos trabajando a lo que más dan era satisfactorio para mis oídos.

La segunda vuelta había finalizado y Jeon llevaba la delantera por poco. Iba pisándole los talones; seguía empujando el pedal como si fuera capaz de alcanzar una velocidad más alta. Fije mi vista en el tablero: el deportivo alcanzaba a los 230 kilómetros por hora. Podría alcanzar una velocidad más alta, pero, simplemente, era una maldita locura. Sonreí como maniática.

Me abrí paso hacia el carril libre, colocando finalmente a un costado suyo. Íbamos tan parejos que la situación se ponía demasiado intensa.

Cuando creí que le había quitado apenas unos centímetros de ventaja, el auto de Jungkook salió disparado con una velocidad impactante, de su auto salía un sonido ensordecedor. Fruncí el ceño, entre frustrada, enojada y confundida. ¿Y ahora que mier...?

— Nitro... ¡tiene un puto nitro!

— Tú también lo tienes. — señaló un pequeño botón rojo que resplandecía en el tablero negro. ¡Bingo! Mis ojos brillaron inmediatamente, hacía tanto tiempo que no aplicaba el jodido nitro. Era de ensueño.

Seguí manteniendo el acelerador pero esta vez con más fuerza aún, y apreté el botón rojo. El auto comenzó a rugir bestialmente, y la adrenalina recorrió mis venas al oír el estruendo del motor. Chillé de excitación cuando vi subir rápidamente la perilla que marcaba la velocidad.

270 kilómetros por hora... jo-der.

La última curva se aproximaba, y el auto iba avanzando con una velocidad extrema que hacía que mis manos tiemblen y suden. Era tan adictivo como una jodida droga.

Logré colocarme a la par de Jeon, ambos tomamos la curva a gran rapidez, aunque él intentó acorralarme maniobré para que él se aleje unos centímetros hacia el costado de mi auto.

Maldito seas, Jeon. 

Finalmente, la meta se encontraba a tan sólo unos cuantos metros de donde estábamos. Pero a pesar de que los autos avanzaban decididos a alcanzar la maldita final, luchábamos arduamente por quitar un poco de diferencia.

Y...

— ¡Señoras y señores! ¡Eso fue un maldito empate! ¡Sorprendente!

Jeon frenó su deportivo unos metros más adelante de la meta, y detrás suyo me detuve yo.

— ¿Empate? — jadeé sorprendida.

— Creo que te sobreestimé demasiado, princesa. Eres una puta genio.

Sonreí ante lo dicho. Había empatado contra Jungkook, demonios, y había sido tan emocionante sentir de nuevo esa energía descontrolar todo mi maldito cuerpo. Mis manos aún temblaban de la insaciable adrenalina. Increíble.

Me recosté en el asiento, sonriendo con suficiencia, pensando en que quizás si había extrañado lo suficientemente demasiado correr sobre estas pistas.

Golpecitos en el vidrio me distrajeron. Inmediatamente vi que Yoongi se colocó el casco negro a la velocidad de la luz. Había olvidado que debía mantener su identidad oculta.

Salí del auto y allí había un gran tumulto de gente esperando a que salga, pero en la delantera se encontraba Hoseok, Namjoon y Jin esperándome con ansias.

— Joder, Miyeon. Eso fue realmente un espectáculo, pero ¿por qué no nos dijiste? — habló Namjoon, pero a pesar de querer sonar un poco afligido, su voz derramaba felicidad absoluta.

— Pues, fue algo... imprevisto.

— Obviamente, además de bella es toda una corredora de carreras. ¿Cuando nos casamos, hermosa? — bromeó Jin, por lo que carcajeé con gracia.

— Estoy tan orgulloso y feliz por ti, Miyeon. — pronunció Hoseok con una enorme sonrisa brillante.

Se acercó a mi y me abrazó con fuerza, le correspondí inmediatamente con una gran sonrisa. Pero nos separamos al instante al oír un gran escándalo.

La audiencia de féminas estaban alrededor del auto de Jungkook, exclamando alguna que otra palabra obscena hacia al pelinegro. Pero de repente, encendió el auto e hizo rugir los motores, provocando que las mujeres se asustaran y se alejaran del auto. Y luego, solamente aceleró saliendo rápidamente del autódromo, dejando un poco desconcertados a todos.

Solté una risita quisquillosa. Creo que hice enfurecer al magnífico Jeon.









Bue, re flayero el capítulo JAJJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Aquí les dejo una foto de él deportivo de Yoongi

Kede enamoradisima <3333333
Ahr JAJAJAJAJAJJAAJJ
Dato: si no tienen idea que es el nitro, busquen en iutub y van a entender la mierda esa. Es súper adictiva, se los juro.
Voten y comenteeen~
Gracias❤️



















Auto de Yoongi

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