Capítulo 4





Taehyung estaba ayudando a su padre en el campo pasando un rastrillo para juntar el pasto seco suelto y otras malas hierbas. Las cosas habían regresado a la normalidad. Seokjin había vuelto a ser un ángel sonriente ahora que Jungkook estaba sano, y continuó rechazando las invitaciones de Tae a salir a pasear.


"Ya sabes que no puedo salir"

"¿Pero quieres?"

"Siempre quiero" le había dicho en forma seductora, con el cigarro en la boca, apoyando los codos en ese cerco de madera que los separaba.


La estrategia del chico ahora consistía en invitar a todos a casa, Jin, Jungkook, Jimin, Hoseok y también Namjoon y Yoongi, aunque rara vez podían ir por estar trabajando. Por suerte en ese día lo acompañaban para rastrillar el pasto, mientras los demás estaban en otras tareas.

Taehyung pasaba gran parte del tiempo solo en casa, y a los chicos les resultaba interesante visitarlo por el tamaño de su parcela y porque tenía su propio bosque para explorar y animales de granja. Comían hasta hartarse, rodaban por las colinas, se subían al tractor. Jimin tomaba leche directo de la teta de la vaca mientras Hoseok montaba a caballo. Namjoon, Yoongi y Seokjin fumaban como chimeneas en el porche, un tabaco que había conseguido Namjoon de contrabando. La propiedad de los padres de Taehyung era un nuevo descubrimiento todos los días y también el hogar para la ilegalidad, pues Namjoon había sembrado unas semillas misteriosas, entremedio de las mazorcas.


~


Por esos días, Taehyung solía detenerse a pensar en muchas cosas. No gozaba de ser ocioso, pero en momentos de silencio, como limpiando el pasto, o antes de dormir, un montón de preguntas circulaban en su mente. Además, fumarse esas plantas de Namjoon lo había vuelto aún más pensativo. No entendía por qué los mayores se transformaban en unos payasos después de un rato de aspirar el humo. Las risas sacudían las plantaciones, mientras que él sólo quería pensar y pensar, y al parecer ese era el efecto que conseguía siempre.

¿Cómo es que Jin había besado a Jungkook? ¿Qué se le pasó por la cabeza? ¿Le gustaba ese chico? O más bien, ¿le gustaban los hombres? ¿Alguien más lo sabía? Jin se lo había contado con toda naturalidad, como si no le avergonzara.

Algo estaba sacudiendo los cimientos en que Taehyung creció. Siempre le habían gustado las chicas, desde niño. Aunque, si recordaba bien, una vez había querido besar a un niño y su mamá lo sorprendió. Le dio un golpe en la boca con el dorso de la mano, y no le habló por horas. A sus cinco años no entendió nada. Días después mamá le explicó que eso no se hacía, y el pequeño Tae la escuchó, pero hoy se lo cuestionaba. Sabía bien que ser homosexual no era bien visto, pero no podía negar la curiosidad creciente en su pecho.


~


La casa tenía un piano viejo al que Yoongi le gustaba tocar. Taehyung estaba sorprendido por su talento, y más sorprendido aún al enterarse como aprendió.


"Hyung, ¿cómo es que aprendiste a tocar tan bien el piano?" preguntó Tae

"Fui a un seminario"

"¿Ibas a ser sacerdote?"

"Sí"


Namjoon se echó a reír y Taehyung pensó que lo de ser sacerdote era broma, pero en realidad Nam se reía de la poca vocación que Yoongi tuvo, porque estuvo allí sólo un año y se escapó. Sólo iba por la comida y el alojamiento gratis, y el piano. Una vez que aprendió a tocar, escapó en una noche de luna y volvió a la casa en donde se había criado. Principalmente, no soportaba la idea del celibato.


"La vida sin coger no es vida" dijo Yoongi dejando el piano a un lado, y Namjoon se rió en apoyo. Taehyung aún no sabía sobre eso, pero ya quería comprobarlo.


~


Por esos días, Namjoon y Yoongi estaban trabajando en su propia parcela y no fueron a casa de Taehyung. Jin iba siempre, porque Jungkook se mostraba menos empalagoso en casa de 'su rival' y salía más a jugar. Con Hoseok, Jimin y el dueño de casa jugaban a la escondida en el bosque mientras Jin estaba cocinando. El juego podía durar muchísimo porque el bosque daba para esconderse para siempre, así que Taehyung decidió romper las reglas y devolverse a la casa secretamente.

Después de que Yoongi hablara acerca de las maravillas de follar, Taehyung estaba enfermamente curioso. Bueno, hacía rato lo estaba, pero saber que ellos ya lo habían probado lo volvía más ansioso al respecto. No es que quisiera cogerse a alguien así de la nada, pero al menos poder dar un beso.

Recordaba que en su antigua escuela había besado a una niña, pero fue una cosa muy virginal, un simple toque de labios. Ahora estaba hambriento por algo más apasionado y Seokjin tenía una boca que lo hacía tener los sueños más prohibidos.

Se devolvió a casa, y allí estaba Jin con la espalda contra una pared, mirando la olla desde lejos mientras la comida hervía a fuego lento. Taehyung llegó agitado, esperando que nadie lo hubiera seguido, y cerró la puerta tras de sí.


"¿Qué pasó que te devolviste? Aún no está listo el almuerzo, Tae"

"Sólo quería descansar" dijo, dejando su sombrero de paja sobre el sillón. "Huele bien"

"Es estofado" dijo Seokjin, y luego se agachó para buscar algo bajo el mueble de la cocina. "Yoongi ha traído esto"


Jin estiró su mano ofreciéndole un bello durazno, y Taehyung tomó rápidamente su antebrazo y lo acorraló a la pared. Jin era más alto, y de apariencia más fuerte, pero su actitud era dócil. Se mostraba sumiso, dejándose dominar por Taehyung, pero a la vez desafiante, sonriéndole de lado, como diciéndole 'vamos Tae, haz lo que tengas que hacer'.

Taehyung se pegó a su cuerpo y lo besó fuerte, labios hambrientos, los dientes chocando, la lengua curiosa y el cuerpo caliente. Jin hacía sonidos al besar y Taehyung estaba en el paraíso.

Siguieron besándose y tocándose como si se fueran a morir al día siguiente y necesitaran ese último placer que los aferrara a la vida. Un hilo de saliva y las caderas pegadas eran lo que los conectaba con el otro, cuando escucharon la voz de Hoseok haciendo chistes y acercándose a la casa. Se separaron, limpiándose rápidamente el mentón y la boca y Taehyung corrió al baño a deshacerse del problema que tenía entre las piernas, mientras Seokjin se apretó contra el mueble dando la espalda a la puerta y se mojó las manos con agua muy fría. Había escuchado a un experimentado Yoongi decir una vez que "si la tienes parada y necesitas que se baje, mete las manos al agua helada" y funcionó. Pero lo nervioso y excitado no se iba de su mente con un poco de agua.

Los chicos entraron a la casa y Seokjin cocinaba como si nada hubiera pasado.


"No pudimos encontrar a Taehyung" comentó Jimin.

"Ah, está acá chicos, en el baño" respondió Jin, fingiendo indiferencia.


Justamente Taehyung apareció por el pasillo y los saludó, disimulando bastante bien. No parecía ansioso ni preocupado. Hoseok hacía cumplidos al aroma de la comida y Jin les sirvió, sin embargo, a Taehyung sólo le dio un poco, lo que desató las burlas de Jungkook.


"¡A Tae le dieron menos!" dijo cantando en tono burlón

"Taehyung quiso pasarse de listo y almorzar antes que ustedes" respondió Jin "así que sólo tendrá un poquito, porque él ya comió"


Taehyung se quedó viéndolo ofendido. Maldito hijo de puta Seokjin. "Bueno pero tengo derecho a repetirme el plato" declaró mirando a Jin a los ojos, y siguiéndole la corriente en su juego perverso.


"Por supuesto Tae, cuando quieras, sólo te estaba molestando" dijo Jin gracioso. ¿Qué se creía? Taehyung se puso de pie y fue a la olla a servirse más comida.

"Al final comiste más que todos nosotros y reclamas" le dijo Hoseok con un tono amargado

"Es cierto, no los envidio" respondió Taehyung presumido, mirando precisamente a Jungkook, y sabiendo que todo eso no se trataba de comida.


Durante todo ese rato, Jimin había estado con la vista pegada a un durazno que estaba extrañamente botado en el pasillo, pero no le dio importancia y cuando nadie se dio cuenta, lo recogió y lo metió a su bolsillo.


~


Luego de un rato, los chicos salieron nuevamente a recorrer la parcela y Taehyung aprovechó de acercarse a Jin ya que Jungkook estaba loco por manejar el tractor a vapor con Hoseok y Jimin quería simplemente echarse a descansar en el pasto. Jin fue a encender un cigarro bajo la sombra de un árbol donde no hubiera pasto seco que pudiera arder en llamas, y además allí estaba la bomba para extraer agua por si algo pasaba.


"¿Por qué me diste menos comida?"


Jin empezó a reírse.


"¿Qué es tan chistoso? ¿Te da risa tenerme en la palma de tu mano como a Jungkook?"

"Ay Tae, vamos, sólo quería hacerte una broma. Espera, ¿en la palma de mi mano? No exageres, no quiero burlarme de ti ni controlarte ni nada de eso"

"Tus bromas son raras y no las entiendo" dijo Taehyung algo más conforme, pero aún rencoroso, y se sentó junto al mayor.

"TaeTae" le dijo tiernamente, acariciándole el cabello y con la otra mano sosteniendo el vicio. "Quizás soy un poco complicado, pero ya me tomarás el ritmo"

"Al menos ya sé que mis besos te ponen"

Jin volvió a reírse. "Es cierto", reconoció

"¿No besas así a Jungkook?"

"Oh por Dios Tae, no, fue sólo una vez y apenas le toqué la boca"

"¿No será un solo beso conmigo, verdad?" Taehyung preguntó, entre nervioso y coqueto.


Seokjin miró al cielo, luego sus propios pies y finalmente a Taehyung, y apagando el cigarro sobre una piedra, le respondió.


"Veámonos el sábado a la medianoche en el granero de mi casa"

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