Capítulo 3
Taehyung se levantó temprano para ir al colegio. Pedaleó apurado por el camino de tierra y pasó en forma burlesca a Namjoon y los suyos, que iban caminando por la orilla, ganándose un grito del mayor advirtiéndole que iba a botarle los dientes llegando a la escuela.
Tae era un poco terco con algunas cosas y disfrutaba de hacer rabiar a Namjoon, a quien al rato se le olvidaba el enojo y ya no buscaba al menor para golpearlo. Además, Namjoon estaba agradecido de Taehyung en cierta forma, pues acarreaba a Jimin en la bicicleta porque siempre se quedaba atrás.
Había intentado muchas veces llevar a Jin, pero este se había negado muy educadamente. Taehyung entendía, pero siempre al final del día se preguntaba qué le faltaba o qué tenía que hacer para conseguir que Jin se subiera a su bici de nuevo.
Mejor decidió responder a las cartas de sus amigos de la ciudad. En ellas le contaban sobre la escuela, quiénes se habían hecho novios, y sobre otros temas que ya había dejado en el pasado. Tomó la pluma y comenzó a escribir sin sentimiento, contándoles sobre su nueva vida y poniendo excusas para explicar por qué le había tomado tanto tiempo responder.
Cada vez que la maestra le daba la espalda, seguía escribiendo la carta en vez de anotar los apuntes. Todo eso ya lo sabía, las escuelas rurales iban bastante más atrasadas que donde estudiaba él. Lo que aún no sabía era que los profesores tienen ojos en la espalda, así que en menos de un segundo la maestra estuvo a su lado quitándole la carta y leyéndola delante de todos
"Querido Ken, siento mucho no haberte escrito antes. Estoy en la escuela ahora. Las cosas acá son muy diferentes a la ciudad, la escuela es muy divertida y por la tarde vamos todos los días al río o al lago con mis amigos nuevos. Me gustaría que me pudieras visitar... Oooh, Kim Taehyung le escribe a su novio de la ciudad" se burlaba la vieja después de leer parte de la carta. Los estudiantes se rieron a carcajadas y para peor la maestra echó a Tae de la sala a que estuviera de pie afuera con un balde de agua en las manos, por estar haciendo otra cosa que no tenía que ver con la clase.
A los pocos minutos, sintió la puerta abrirse y vio a Jin salir a pararse junto a él.
"¿Por qué te echaron hyung?" preguntó Taehyung extrañado
"Porque no me dio risa que leyeran tu carta"
~
Jin no solía ser un chico malo. Nunca lo habían echado de la sala, no abusaba de los más jóvenes y en general pasaba inadvertido, salvo por su estatura o su risa escandalosa, pero solía guardar silencio en clases.
Para Taehyung, era imposible no notar a Jin, aún cuando estuviera completamente callado al fondo de la sala. Seokjin, como era su nombre completo, era muy atractivo, de buen porte, caminaba altivo y derecho, y tenía una piel blanca y siempre limpia. De cabello castaño, ojos almendrados y labios llenos. Los chicos y chicas de la escuela solían ser más destartalados, apenas se lavaban la cara y tenían las manos ásperas y sucias. Taehyung había aprendido que Jin se había llevado tareas más 'femeninas' en casa, como cocinar, lavar ropa y cuidar niños, mientras que otros chicos como Yoongi o Namjoon eran agricultores desde su infancia. Quizás por eso la piel y el cuerpo de Jin se veían más conservados.
Si bien el mayor encontraba un gusto especial en poder ayudar a la familia, se notaba harto de esa vida. No es que Jin lo hubiera manifestado, pero Taehyung tenía un excelente oído y ojo de halcón con ese tipo de cosas. En varias ocasiones había escuchado a Jin quejarse de tener que ir a lavar al río o no podía ir al lago por quedarse cuidando a un niño en casa. No parecía molestarle cocinar, pero ser niñero sí.
Taehyung era muy persistente cuando se obsesionaba con algo. Todos los días le ofrecía a Jin llevarlo en la bici, ayudarle con algo o salir a dar una vuelta. Jin nunca aceptó y siempre tenía alguna razón, hasta esa tarde, en donde Taehyung tenía que ir a recoger frutillas por encargo de su madre y decidió invitar a Jin, sólo para tener compañía, no le pediría a Jin que trabajase también. Luego Tae pensaba invitarlo a casa a comer algo de las frutas cosechadas, pero todo era sólo una idea en su cabeza, ya estaba acostumbrado a que Jin le dijera 'no, no puedo'.
Pero ese día Jin dijo 'sí'.
Taehyung no preguntó nada y caminó con su hyung hacia el bosque donde estaban las frutillas. Por el camino, iban conversando acerca de la escuela y algunos otros asuntos triviales. Llegaron hasta los arbustos y Taehyung se dispuso a recolectar, mientras Jin se sentó en un tronco a descansar.
"¿Cómo es la vida en la ciudad, Tae?"
"Hmm... todo es más rápido" respondió mientras estaba agachado recogiendo las frutas. "Por ejemplo, hay muchos automóviles, la gente corre... la escuela es más avanzada, yo diría que las cosas que enseñan acá yo ya las sabía de la escuela donde estudiaba en la ciudad"
"Oh, ya veo, a Namjoon le gustaría eso, le gusta aprender y estudiar"
"¿A ti no?"
"No" Jin rió. "De hecho, espero con ansias el próximo año para dejar el colegio"
"¿Y tienes pensado qué hacer?"
Jin agachó la mirada "Supongo que formar familia, trabajar en el campo" estuvo en pausa un rato, para luego agregar "pero difícilmente una chica querrá casarse conmigo"
"No tienes por qué casarte con una chica" dijo Taehyung, sin pensar
"Pero debería tener hijos..."
"No necesariamente, puedes disfrutar la vida"
"Creo que de verdad los chicos de ciudad piensan un paso adelante que todos los que vivimos acá"
~
En una simple tarde comiendo frutillas Taehyung ya sabía que Seokjin era bastante siniestro. Esa fachada de dulce ama de casa se había ido a la mierda. Jin odiaba ir a la iglesia los domingos, iba obligado por la familia, estaba harto de cuidar niños y en la noche salía de la casa a dar vueltas y fumar hojas de plantas desconocidas mientras todos dormían.
Lo más impresionante de todo vino al hablar de Jungkook.
El par estaba en casa de Taehyung sentados en el porche mirando la vida pasar y con el abdomen a reventar por las frutillas. Los padres de Taehyung estaban trabajando, su padre con los tractores en la cosecha y su madre en el cerro con las ovejas.
"Hyung..."
"¿Qué?"
"¿Por qué hoy sí aceptaste venir conmigo?"
Jin se quedó en silencio un rato. No era que no quisiera responder, sólo estaba articulando su respuesta. Taehyung, ahora que lo conocía, sabía que algo políticamente incorrecto saldría de su boca.
"Hoy sí podía salir de casa"
"¿Por qué hoy sí?"
"Porque Jungkook está enfermo" lo miró sin ninguna expresión en la cara. No había culpa, ni pena por Jungkook ni una gota de deseos por ir a cuidarlo.
"¿Y eso qué significa?"
"Que por fin tengo algo de tiempo sin que esté encima"
Taehyung estaba impresionado con su frialdad. No dijo nada, solo abrió unos ojos de plato.
"Te debe parecer que soy la peor persona del mundo, pero Jungkook me cansa. Desde esa vez que decidí estúpidamente besarlo, no me ha dejado en paz. Me ha dicho que me ama, que no puedo dejarlo porque depende de mí, y mil cosas... que me tienen cansado"
"Espera... ¿besaste a Jungkook?"
"¿Te impresiona más que lo haya besado a que esté harto de él?"
Taehyung no sabía exactamente qué responder, pero sentía un especial placer al saber que Jin no correspondía los sentimientos del chico.
"¿Pero por qué simplemente no lo dejas solo?"
"Jungkook tiene sólo un año menos que tú, pero es mucho más dependiente emocionalmente, quizás por eso parece que es un crío. Creo que hará algo estúpido si lo dejo" Jin dijo pensativo, encendiendo un cigarro.
Tehyung sentía un miedo emocionante. Jin no era la persona que parecía ser, y por una parte eso era encantador, pero también mataba un poco la confianza que tenía en él. Era algo así como que Jin murió, y este chico era otra persona con su misma cara y cuerpo.
Ahora le gustaba mucho más.
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