Parte 9
Ary quería preguntarles muchas cosas a los vampiros que estaban a su lado en la mesa pero no se atrevía, no sabía si ellos contestarían sus preguntas o se molestarían por su curiosidad, terminó su maravilloso desayuno y dio las gracias a Franz. Inmediatamente se puso de pie y empezó a lavar las cosas, mientras los vampiros hablaban, una vez que dejó la cocina impecable fue al lado de Carmina para preguntarle si podían ir al jardín un rato. La vampira sonrió enseguida pero le dijo que primero quería mostrarle la casa para que no se perdiera ni tuviera que andar preguntando como llegar a donde quería. Ary miró tímidamente a los otros vampiros y se preguntó si todos estarían de acuerdo en que ella anduviera recorriendo el lugar. Carmina le dijo que tenía el permiso de William por lo tanto no había problema. A Ary le extrañó que la Carmina hubiera contestado su pregunta si no la había hecho en voz alta y se dio cuenta que no era la primera vez que aquello ocurría.
André entró en ese instante a la cocina y se acercó lentamente a Ary, no dejaba de mirarla directo a los ojos. Ella miró a los otros luego a Carmina y ella estaba mirando a André con rostro de preocupación. Al llegar frente a Ary, el vampiro se agachó hasta quedar frente a su rostro luego le sonrió, se acercó hasta poner su boca en su oído y le susurro: "Podemos saber tus pensamientos sin que nos los digas..." Ary se alejó unos centímetros para mirarlo al rostro y se preguntó si realmente aquello podía ser cierto.
Él le sonrió y le dijo que era cierto. Ary miró al resto de los que estaban ahí y pensó que no podía ser, no era posible que alguien pudiera saber los pensamientos de otras personas. Camina le dijo que no se preocupara, si ellos lo querían podían no prestar atención a los pensamientos de los humanos esto lo hacían sólo si querían.
Ary pensó enseguida que su mente no tendría nunca privacidad pues todos los vampiros de aquel lugar debían querer ver sus pensamientos siempre por ser quien era. Karim le dio la razón ante ese pensamiento pero no había nada que ella pudiera hacer, no le quedaba más que acostumbrarse y tratar de que esto no afectara su vida. Ary lo miró con la boca abierta y luego se sonrió, nuevamente uno de ellos contestaba a algo que había estado pensando. Acostumbrarse a aquello sería muy difícil pues ningún pensamiento que tuviera seria privado, si pensaba bien o mal de alguno de ellos lo sabrían enseguida. En ese momento recordó la primera vez que vio a los hermanos Dávalos y como Tristán se enojaba sin razón aparente, ahora sabía que él había visto cuando pensó que no era más que un bestia. Quien no se iba a enojar si lo llamaban de esa manera. Ahora entendía su reacción pero lo cierto es que sus pensamientos hacia Tristán habían cambiado mucho desde que él la salvara de aquel monstruo y luego de la muerte.
Ary bajó la vista hacia el suelo sin saber que decir, ellos verían lo que pensaba antes de que lo dijera o se arrepintiera de lo que estaba pensando. Carmina le dijo que se acostumbraría así como se acostumbró a ellos cuando supo que eran vampiros. Ary la miró pensando que tenía razón, después de un tiempo ya ni siquiera pensaba en que ellos no eran humanos, para ella eran como cualquier otra persona. Decidió hacerle caso a Carmina y trató de no pensar más en esto.
Le preguntó a los vampiros si podían salir a pasear después de conocer la casa, ellos contestaron que no habría ningún problema.
Al ir saliendo de la cocina se toparon con Janosh y él le recordó a Ary que estaba muy atrasada en los estudios, tenía que ponerse al corriente o se atrasaría aún más. André le preguntó a su amigo si le molestaba que se turnaran para enseñarle matemáticas, el vampiro no tuvo ningún problema y esto alegro a Ary pues ya tenía otro maestro. Franz inmediatamente le dijo que él le enseñaría a cocinar platillos tan deliciosos que enloquecerían a un Rey. Carmina y Vicky se ofrecieron para enseñarle gramática, historia y a hacerse peinados hermosos, Valy se ofreció a enseñarle a confeccionar ropa, pues era lo que sabía hacer, había sido una modista en su vida humana y había sido una bastante buena. Karim se puso la mano en el pecho y le dijo que él había sido un simple campesino durante su vida como humano y era lo único que tenía para enseñarle, aquellas humildes palabras hicieron saltar el corazón de Ary, sin pensarlo se abrazó al vampiro y le dijo que estaría feliz de aprender todo lo que él pudiera enseñarle. Este gesto sorprendió al viejo vampiro y sacó una sonrisa a los demás que estaban allí. Ella era demasiado buena para su propio bien. Carmina llamó su atención y puso el brazo de Ary bajo el suyo y la invitó a conocer la casa. Luka y Ángelo se quedaron con ellas mientras los demás fueron a encargarse de otras cosas.
La casa era realmente grande, en el primer piso había al menos seis habitaciones más dos salas de estar, dos baños un living gigante pues como ellos no necesitaban comedor botaron la muralla que los separaba e hicieron este gran living.
Había varios muebles por alrededor y varios sillones, una gran mesa de centro frente a la chimenea, adornos en las mesas y muebles, unas cuantas estatuas en las esquinas con plantas a sus pies y varios cuadros en las paredes, no había alfombra en esta parte de la casa el piso era de azulejos de colores oscuros.
Bajo la escalera que conducía al segundo piso, había una puerta que conducía a la parte de la casa donde estuvo Ary cuando fue tratada por el médico. Esta parte era mucho más iluminada gracias a las ventanas que daban al jardín. Recorrió el pasillo que ya conocía de memoria y esta vez no había ninguna puerta cerrada, todas las puertas estaban abiertas. Ella se extrañó ante esto y miró a Carmina pensando si estaba bien que ella estuviera allí. La vampira palmeó su mano para que se relajara, Luka le dijo que podía entrar en cualquier habitación que tuviera la puerta abierta pero no podía revisar ni trajinar, ella lo miró enseguida para decirle que jamás haría algo así, el joven vampiro le sonrió y tocó su mejilla, aún no podía creer que la hija de Markkus Leppala fuera tan distinta al resto de esa gente. Ary le sonrió y siguió caminando del brazo de Carmina mientras miraba con nuevos ojos el lugar. Al llegar al final del pasillo Ary se quedó parada frente a la ventana mirando el hermoso jardín que había del otro lado, había flores de tantos colores, no parecía real sabía que podía quedarse todo el día mirando aquel lugar y no se aburriría jamás, era tan bello. Carmina tomo su mano y le hizo una seña con la cabeza para que siguieran con su recorrido. Ary miró una vez más hacia este jardín y luego fue al lado de Carmina.
Al ir subiendo la escalera que conducía a los pisos superiores iban mirando los cuadros que había en la pared. Eran de personas pero ninguna parecía ser un vampiro. Ángelo le dijo que la mayoría eran de la familia de William otros de personas importantes para ellos. Al llegar al segundo piso contó treinta y tres escalones, todos alfombrados, era igual de helado que el primer piso donde estaba el gran living también era más oscuro, había un par de cuadros y un gran espejo adornado la pared fuera de uno de los cuartos y un gran espejo en otra de las murallas, al fondo había un cuarto de baño con una gran tina y todos los lujos que un ser inmortal se pudiera permitir. Ary jamás había visto algo así, no sólo este lugar era elegante, sino que toda la casa lo era. Al salir del cuarto de baño miró con atención la hermosa alfombra que cubría todo el pasillo y se preguntó cómo se sentiría caminar descalza sobre ella.
_ Puedes hacerlo cuando quieras, le susurro Luka al oído.
Ary sonrió y luego miró a Carmina buscando también su aprobación, la vampira asintió y repitió las palabras de Luka.
_ ¡Que hace ella aquí! rugió Dante desde el otro lado del pasillo.
Ary se volvió enseguida y lo miró realmente asustada, ese vampiro la aterraba al igual que Ulises. Carmina también se veía preocupada por el tono de Dante pero Luka solo parecía estar muy cabreado por la manera en que les había hablado el desagradable vampiro. Cuando Dante avanzó de manera amenazante hacia ellos el joven vampiro se paró delante de las mujeres y empezó a quitarse el abrigo que llevaba puesto. Dante se detuvo al instante, él sabía de lo que era capaz Luka, había peleado centenares de oportunidades a su lado cuanto enfrentaban lobos o cazadores, no había un solo vampiro del clan de la ciudad subterránea que no conociera la brutalidad de los golpes del pequeño revoltoso, nadie lo provocaba o desafiaba a la ligera, todos sabían que hacerlo era una gran estupidez. Dante siempre había tenido buen juicio pero al ver a Aryela Leppala caminando por todos lados como si tuviera el derecho a hacerlo, lo llenaba de ira y estaba a punto de volverse un estúpido suicida por provocar a Luka.
Ary tomó a Luka del brazo y se apegó a su costado, él la miró extrañado y ella le dijo con sus pensamientos que no peleara con su amigo por culpa de ella, podían ir a pasear al jardín si estaba de acuerdo. El vampiro frunció el ceño ante los pensamientos de Ary y el verdadero motivo por el que le decía aquello. Ella no quería que nadie lo lastimara por su culpa. El joven vampiro le sonrió y la cargó en brazos, en un segundo estaban en el gran patio Ary ni siquiera había alcanzado a abrir la boca cuando la tomó en sus brazos y salió con ella de la casa. Carmina llegó al lado de ellos y miró a Luka pero no le dijo nada, si algo amaba Luka era una buena pelea y no importaba si era contra un cazador, lobo o vampiro, él le daba la bienvenida a cualquiera lo suficientemente valiente para enfrentarlo, sin embargo esta vez había optado por la paz y todo porque Ary no quería verlo herido. Aquello no tenía sentido pero no dijo nada y dudaba que alguien le fuera a decir algo al respecto. Ni siquiera William era lo suficientemente valiente para desafiarlo estando solo.
André y Ángelo se unieron a ellos y juntos se fueron caminando en dirección al bosque, estaban seguros que a ella le gustaría lo que allí encontraría. Ary se quedó con la boca abierta al ver unas hermosas estatuas de niños repartidas por el bosque, en cada una de ellas se podía ver la perfección en los detalles parecían reales. Carmina le dijo que eran los hijos de todos aquellos vampiros de la ciudad subterránea que habían tenido familia antes de ser convertidos.
Los ojos de Ary se llenaron de lágrimas ante aquellas palabras, las estatuas eran de niños de todas las edades, incluso había unos cuantos bebes en brazos de hermanos más grandes. Cuando llegaron cerca de la laguna André se detuvo a acariciar el rostro de tres estatuas que estaban tomadas de la mano, eran dos niños y una niña, los tres eran pequeños. Al ver los ojos de André llenos de lágrimas Ary supo que esas estatuas eran las de sus hijos. Miró a Carmina y ella asintió con la cabeza, Ary soltó la mano de Luka y tomó la de André, el vampiro bajó su mirada hacia ella y le sonrió luego miró hacia la laguna y le preguntó si sabía nadar, él le había enseñado a sus hijos. Ary miró hacia la laguna y sonrió tímidamente, tenía muchas ganas de darse un chapuzón y aprender a nadar pero por alguna razón tenía miedo de estar rodeada de tanta agua, tenía la sensación de que se iría hasta el fondo y estaría allí por mucho tiempo antes de que alguien la sacara, por un instante pudo sentir el agua en su garganta y no pudo respirar. Al mirar a los vampiros ellos vieron este pensamiento y les sorprendió lo intenso que era, ella incluso podía sentir el agua en su garganta mientras se ahogaba.
Ary cerró los ojos y trató de calmar su respiración mientras se decía que era solo miedo, nada más. Los vampiros se miraron y ninguno creía que aquello fuera una tontera, Ary aún no sabía que era una vidente, aquello que había sentido bien podía ser algún presentimiento de algo que estaba por venir. Se alejó de la orilla y se acercó a mirar más de cerca las estatuas de los hijos de André, los niños tenían las manos tomadas y en sus rostros había alegría, era como si en cualquier momento fueran a salir corriendo de allí. Ary tocó delicadamente sus rostros mientras los observaba y los imaginaba corriendo de un lado a otro mientras André los observaba. Pestañeo y de un momento a otro ya no estaba en el bosque sino en otro lugar. Había un pozo para sacar agua y André corría de un lado a otro mientras cargaba a un niño en brazos y otros tres niños los intentaban alcanzar. Ellos reían sin parar al igual que el niño en los brazos del vampiro y lo llamaban papá. Ary pestañeo y lo que estaban viendo desapareció, se encontró con los tres vampiros parados delante de ella mirándola fijamente. Ary retrocedió asustada al ver la manera en que la miraban y tropezó con una piedra, Luka la sujeto antes de que cayera y para entonces ya había desaparecido de la mente de Ary lo que había visto, estaba pálida y algo mareada, su corazón latía agitado. El vampiro la tomó en brazos y salieron de allí en dirección a la casa, a ratos miraban a Ary y parecía que ya se sentía mejor pero no decía nada, a ratos cerraba los ojos y apoyaba la cabeza en el hombro del vampiro, para cuando llegaron al patio de adoquines ella estaba como si nada, no tenía recuerdo alguno de lo que había visto así como tampoco tenía malestar físico. Se estaba riendo de buena gana con la historia que Luka le estaba contando.
Luka la dejó sentada en la cama y le dijo que ese era su nuevo cuarto, Carmina lo había arreglado para ella, le dio un beso en la cabeza y se despidió de ella, se quedó unos instantes escuchando a ver que hacia ella, pero Ary solo se recostó e instantes después se durmió.
Mientras el vampiro iba bajando la escalera vio a Ángelo sentado en un sillón mientras Shane sacaba de su mente el recuerdo de lo que había visto Ary. Luka frunció el ceño pues su hermano quedaría con un terrible dolor de cabeza cuando Shane terminara de hurgar en su mente. A penas Shane terminó Alejandro masajeó las sien de Ángelo y calmó el insoportable dolor. Todos miraban a André pues sabían que ninguno de esos niños era alguno de sus hijos o los hijos de otros vampiros, lo que Ary había visto era claramente una visión, algo que aún no ocurría, esas imágenes pertenecían al futuro de André. El vampiro miró a Vicky y vio el desconcierto y preocupación en su mirada, los vampiros no podían tener hijos y jamás adoptarían niños pues estaba prohibido, además ellos se amaban, jamás se separarían, aquellas visiones de Ary no tenían sentido pero todos sabían que cada una de la s visiones que ella había tenido se habían cumplido.
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