Parte 28

Horas atrás en la ciudad subterránea

Luka, Tristán y William asesinaron a los vampiros que intentaron llevarse a Ary y se quedaron aguardando a que ella se encerrara en la celda con murallas de plata. William había encargado a Franz arreglar aquel lugar para tener donde encerrar al traidor que había entre su clan y una vez que lo tuviera allí, se juró hacerle confesar todos y cada uno de sus actos de traición hacia ellos. Ahora sin embargo, la situación era claramente diferente y el lugar insuficiente para todos los idiotas que se habían levantado contra él y su gente.

Miraron una vez más hacia la celda y se encaminaron para salir de la prisión y seguir defendiendo su territorio. Ary estaría a salvo allí. Una vez fuera de la prisión, William lideró el camino hacia el interior del bosque donde aún se podían oír varios enfrentamientos. Se detuvo al darse cuenta que Tristán y Luka no lo estaban siguiendo. Se volvió hacia ellos y los encontró mirando hacia la prisión. Al mirar la espalda de Luka se dio cuenta que estaba curada del todo. Los latigazos no eran más que unas finísimas marcas que sin duda se terminarían por desvanecer con el paso del tiempo. Aquello no podía ser. Se acercó a él rápidamente y toco su espalda, Luka se volvió hacia William y toco su propia espalda. Frunció el ceño pues no entendía como se había curado, luego recordó el maravilloso sabor a sangre en su boca y palideció. Miro a Tristán y a William y por sus caras era claro que había pasado exactamente lo que estaba pensando, Ary le había dado de su sangre y debía haber sido bastante para que él estuviera totalmente curado.

__ Ary te dio de su sangre __ confirmó William __

__ Y al parecer ella bebió un poco de la tuya __ agrego Tristán.

Luka negó enseguida con la cabeza, aquello no podía ser cierto. Si Tristán se sentía unido a ella solo por unas gotas de sangre, no quería ni pensar que tan unidos estarían ellos. Más aún porque ella le había dado una gran cantidad de sangre para curarlo. Ella sentiría su presencia con más intensidad que cuando Tristán estaba cerca, y para él, ella sería como una luz en la oscuridad y sentiría su presencia fácilmente. No solo era el vampiro más fuerte de todos, sino que también un ejecutor y un buen rastreador. Y ahora con la sangre de Ary corriendo por sus venas podría dar con ella sin siquiera tener que esforzarse.

Luka miraba en cualquier dirección menos en la que se encontraba William y Tristán, ambos lo miraban fijamente sin decir nada y aquello era peor que si le estuvieran gritando, no sabía que decir, que pensar, su cabeza era un lio enorme. Tenía las manos empuñadas y moría de ganas por destrozar algo o mejor aún, a alguien. Estaba furioso y sentía una angustia irracional por no estar cerca de ella, ahora entendía a Tristán, era abrumante la necesidad de estar a su lado, de tenerla a la vista y saber que estaba bien.

__ Creo que te vendría bien una buena pelea__ le dijo William y le apuntó hacia el interior del bosque.

Luka asintió bruscamente, necesitaba salir de allí y liberar un poco de tensión, se sentía apunto de enloquecer. Mientras se dirigían al lugar donde se estaba llevando a cabo la pelea más grande, Luka trataba de recordar que había pasado después de ser llevado a la prisión, pero no había estado del todo consciente cuando lo dejaron en aquel camastro, ni siquiera recordaba con claridad todo lo que había pasado después de ponerse de pie, solo sabía que estaba curado y su descomunal fuerza totalmente restablecida y todo gracias a la sangre de Ary. Demonios pensó Luka y dio un fuerte gruñido que silencio todo a su alrededor. Un vampiro cayo frente a él y esa fue su primera víctima. Todo pensamiento racional desapareció de su mente y en lo único que pudo pensar a partir de ese momento, fue en destrozar a todo aquel que se le atravesara.

Durante las siguientes horas el salvajismo y la brutalidad de Luka no dejaron indiferente a ningún de los presentes ya fueran amigos o enemigos.

A cada uno de los vampiros capturados le hacia un par de preguntas y si no contestaban inmediatamente, los asesinaba enseguida. No tenía intención de dejar a ni uno solo de ellos con vida. Pues sabía que serían un peligro para su clan y para Ary. Cada vez que pensaba en ella quería salir corriendo de allí para ir a su lado, pero al saber que no podía hacerlo se apoderaba de él una angustia que lo hacía sentirse como si se estuviera ahogando. Miraba a Tristán y en su mirada se veía un atisbo de la misma angustia que sentía él. Apartaba la vista de Tristán y concentraba todo su malestar en el vampiro que estaba delante de él mirándolo con horror, pues sabía que no había nada que hiciera o dijera que le salvara la vida. Su única esperanza, era que las respuestas que le diera al vampiro lo llevaran a ser asesinado rápidamente y no lenta y tortuosamente como había sucedido con los primeros en ser desgarrados salvajemente.

Luka se encargó por si solo de ejecutar a todos los vampiros que atacaron a su clan. No tuvo piedad de ninguno de ellos sin importar cuanto lloraran, suplicaran, se arrepintieran de lo que habían hecho o juraran lealtad al clan de la ciudad subterránea. Luka no tuvo misericordia de ninguno de ellos.

Para cuando todo termino ya era más de media noche. Se hicieron varios grupos con vampiros de diferentes clanes y juntos salieron a recorrer los alrededores en busca de algún inmortal que se les hubiera escapado, o cazadores que anduvieran cerca de la hacienda de William.

Una decena de cazadores y unos cuantos lobos fueron descubiertos por un grupo de vampiros y los lobos fueron el primer objetivo de los vampiros pues con ellos muertos, los cazadores no tenían posibilidad alguna de sobrevivir a aquel enfrentamiento. Antes de morir el último lobo, aulló lo más fuerte que pudo y alerto a otros lobos que estaban en los pueblos cercanos. Más lobos fueron llegando al lugar de la pelea lo mismo que cazadores y vampiros. El objetivo de los vampiros era llevar la pelea lo más lejos que se pudiera de la hacienda y asegurarse que ninguno de los lobos o cazadores saliera de allí con vida.

Después de un sangriento enfrentamiento la lucha por fin llegó a su fin, varios vampiros estaban heridos pero ninguno corría el riesgo de morir, en cuanto a los cazadores y lobos, no hubo ni uno solo que se les escapara. Todos habían sido asesinados y sus cuerpos arrojados a una fosa. Luego borraron todo rastro de la lucha y salieron una vez más a recorrer los alrededores. Para cuando volvieron a la hacienda ya estaba saliendo el sol. Luka, Tristán y otra decena de vampiros estaban repartidos por los límites de la propiedad de William para hacer vigilancia mientras el resto se aseguraba de eliminar cualquier peligro.

Cuando los vampiros del clan de William y de los otros clanes empezaron a aparecer a la vista de los que hacían guardia, estos se relajaron pues el peligro ya había pasado. Todas las miradas buscaban a Luka y se quedaban fijas en él pues era imposible olvidar la descomunal fuerza y el salvajismo del que era capaz el joven vampiro. Solo un imbécil lo tendría como enemigo. Shane y su hermano también habían sobresalido en el grupo que estaban, lo mismo André y su compañera. Carmina era otra que peleaba de manera formidable, junto a su hermano Janosh habían asesinado a una decena de cazadores en muy poco tiempo, William había asesinado a cuatro lobos sin haber recibido ni un solo rasguño, aparte de la camisa rasgada en las mangas no había rastro de que hubiera participado en una lucha. Y aquello era impresionante. Nadie buscaba como contrincante a un lobo pero él había ido directo a ellos.

Los clanes que habían ayudado a William sabían que lo mejor era tener de aliado al clan de la ciudad subterránea y no de enemigo. No solo eran un clan unido sino también uno demasiado fuerte para cualquiera de ellos. Hasta Nimrod tuvo que reconocer que tenerlos de aliados era lo más sensato, su clan era número, pero ni de cerca era tan fuerte como el de William. Otros clanes los habían llamado guerreros en el pasado y aquello había enfurecido a varios pero ahora veían que aquellas palabras eran acertadas. En ese clan no había débiles, lo único que parecía estar fuera de lugar allí era Aryela Leppala pero ellos la protegían fieramente por lo que no había manera de apoderarse de ella. Solo un milagro la pondría al alcance de cualquier otro vampiro fuera de aquel clan.

William invito a los vampiros visitantes a quedarse unas horas más con ellos, pero los clanes decidieron marcharse para ir a sus territorios y ver que todo estuviera bien. Se despidieron como buenos amigos y los líderes de los clanes ofrecieron su ayuda en caso de ser necesaria. Una vez que los vampiros visitantes se marcharon, William y su gente se internaron en el bosque en dirección a la gran casa. Estaban cansados, hambrientos a más no poder y debían arreglar el desastre que había por todos lados.

Cuando ya estaban cerca de la prisión, Luka y Tristán supieron enseguida que algo andaba mal, no podían sentir la presencia de Ary por ningún lado. Corrieron hacia allá enseguida dejando atrás al resto de los vampiros, apenas llegaron a la celda supieron que ella no estaba allí. Luka gruño furioso y le dio una feroz patada a la puerta pero esta ni se movió de su lugar, la volvió a patear y nada. Franz lo detuvo antes de volver a golpearla y se acercó a las bisagras de plata. Con movimientos precisos hizo saltar las bisagras y la puerta cedió pero no cayo, la barra puesta por dentro impedía que la puerta cayera. Tristán maldijo y fue a intentar moverla al igual que Luka pero solo consiguieron lastimarse, ambos se quemaron las manos y gruñeron ante el dolor. Franz los alejó bruscamente y los insulto por tener tan poca paciencia. Nuevamente el vampiro se hizo cargo de la situación y en solo unos segundos la puerta estaba fuera de su lugar. Apenas entraron vieron las palabras escritas en la pared y se enfurecieron, William vio el túnel y pensó rápidamente adonde conducía. Tristán y Luka salieron de allí y se fueron en dirección a Seinaj sin más demora. William y otros vampiros los llamaron varias veces pero ninguno de los dos se detuvo, en sus miradas había un miedo que no pasó desapercibido para nadie. William miro a su esposa en busca de explicaciones, pues el comportamiento de su cuñado no se justificaba en absoluto. El de Luka lo podía entender, pero no el de Tristán. Carmina negó levemente con la cabeza cuando su marido la miro interrogativamente y el entrecerró los ojos, era evidente que algo le estaban ocultando y él odiaba que le ocultaran cosas. Decidió dejar pasar el asunto e ir a Seinaj pero no podían dejar totalmente desprotegida la hacienda, no después del ataque que habían recibido, pero tampoco podían ir a Seinaj sin buenos peleadores. Se pasó una mano por la cara tratando de calmarse antes de perder el control. Por unos segundos se sintió igual que siglos atrás cuando sus hijos se metían en líos y él tenía que lidiar con ellos pues a su madre jamás le habían importado lo suficiente. Negó con la cabeza ante aquel recuerdo e inmediatamente pensó en Luka, pues ese impertinente muchacho lo hacía sentir como un padre desde la primera vez que le tuvo que llamar la atención. Soltó un cansado suspiro y llamo a los vampiros a su alrededor para organizarlos. Apenas armo el grupo salieron de allí enseguida.

Maldita Aryela Leppala pensó William cuando una imagen de la niña apareció en su mente. La muchachita estaba causando un problema tras otro, y ya lo estaba hartando.

El  sol  ilumino  la  espalda  de  Ary  justo  cuando  diviso  la   gran  casa  de  la  hacienda  Leppala. Su  corazón  se  contrajo  ante  la  vista  de  aquella  casa  y  sus  ojos  se  anegaron  de  lágrimas. Por  unos  instantes  no   pudo  respirar,  miles  de  recuerdos  vinieron  de  golpe  a  su  cabeza  y fue  incapaz  de  contener  su  llanto.  Solo  al  pensar  en  su  madre  encontró  el  valor  para seguir  adelante,   ella  y  sus  hermanos   la  necesitaban, no   podía  fallarles.

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