Parte 23
Al llegar a la gran casa Ary apretó la mano de Luka y se detuvo para que él también lo hiciera. Le preguntó si tendría problemas por lo que había hecho pero él levanto los hombros sin preocupación alguna y le mintió diciéndole que todo estaría bien. Él sabía que no sería así, se había dejado guiar por la ira y por su inexplicable necesidad de impresionar a Ary y había hecho algo verdaderamente estúpido. Aún no sabía cómo es que William se lo había tomado tan bien y se había ido a la ciudad subterránea como si nada, si algo encolerizaba a William era que pasaran a llevar su autoridad.
Miró a Ary que seguía parada frente a él y le sonrió para tranquilizarla, veía en sus pensamientos que ella no quería que le sucediera nada malo por su culpa. Luka se sintió feliz al saber que ella se preocupaba por él, tocó suavemente su mejilla y le guiño un ojo, luego le hizo señas para que fueran a la cocina. Ary le sonrió y estiro su mano para que él la tomara.
Mientras estaba sentada a la mesa su corazón se aceleró un par de veces y se estremeció visiblemente pero no dijo nada, sin embargo Luka se dio cuenta de esto. Acercó su silla a la de ella y le preguntó que sentía. Ay lo miró y negó con la cabeza, no tenía idea de que le estaba pasando, sentía como su corazón latía aceleradamente, le costaba respirar y se sentía muy cansada. Luka le quitó la taza de las manos y la tomó en brazos para llevarla al cuarto. Ni siquiera pensó en utilizar su velocidad para subir rápidamente, no sabía si hacerlo empeoraría los malestares de Ary. Una vez que llegaron al cuarto, la acostó con cuidado en la cama y se sentó a su lado. Ary tomó su mano inmediatamente con la sería intención de no soltarla en ningún momento, en esos momentos estaba sintiendo un miedo terrible. Luka vio esto y se sentó más cerca de ella, la respiración de Ary quedo atascada en su garganta y ella se empezó a mover desesperadamente en busca de aire. Luka la tomó por los hombros pero ella solo pensaba que no podía respirar, casi al mismo instante el aire volvió a sus pulmones pero ella no dejaba de temblar. Luka la tomó en brazos pues no sabía que más hacer, no podía pedirle ayuda a nadie, estaba solo con ella en la casa y en la hacienda. Le hablo varias veces para hacerla reaccionar pero ella estaba con los ojos cerrados y su corazón latiendo igual de acelerado. Luka a acuno contra su pecho y gateo de rodillas sobre la cama con ella en brazos. Apoyó la espalda contra el respaldo y acomodó a Ary contra su pecho, la cubrió con las mantas y se quedó allí en silencio e inmóvil, no sabía qué hacer. Cuando pensó que lo peor ya había pasado, Ary abrió los ojos y en ellos Luka vio lo que estaba pasando. Ary dio un horrible grito mientras veía con detalle todo lo que estaba ocurriendo en la ciudad subterránea. Luka miraba con horror lo que ella estaba viendo.
Veía como los vampiros perseguían, cazaban y destrozaban a cada ser humano que estaba destinado a ser su alimento, el vampiro estaba asqueado, él mismo era tan salvaje como sus compañeros de clan y tan brutal como el resto de los vampiros, pero al verse a través de sus ojos sintió asco de sí mismo y de lo que eran. Cuando nos volvimos tan salvajes pensó Luka mientras miraba fijamente a Ary. La abrazo con más fuerza y ella se sujetó a la solapa de su abrigo y oculto la cabeza en su pecho, no podía dejar de llorar y temblar, las imágenes no paraban, los gritos rezumbaban en su cabeza hasta hacerlos insoportables. Gritaba sin poder evitarlo, Luka solo la sostenía firmemente y rogaba porque la cacería terminara pronto.
El horrible espectáculo duró tres días, los únicos momentos de calma que tuvo Ary fue en las horas que los vampiros pausaron las cacerías para darles algo de descanso a los humanos que aún quedaban con vida. Luego el horror había continuado hasta la siguiente pausa y así hasta llegar finalmente a su fin la cacería.
No hubo un solo vampiro de la ciudad subterránea al que Ary no viera alimentándose y Luka lo vio al igual que ella.
Durante la madrugada del cuarto día Carmina subió en compañía de Vicky para ver a Ary y se encontraron con un ojeroso y pálido Luka, su hermosa piel dorada había perdido su color, parecía un muchacho humano enfermo. Ellas se acercaron a él enseguida pero él las detuvo con un brusco movimiento de cabeza. Con mucho cuidado aparto a Ary de sus brazos y la acomodó en la cama. La cubrió bien y luego se volvió hacia las vampiras y les apuntó con la cabeza hacia la puerta, una vez que salieron fueron al cuarto de André que estaba frente al de Ary y allí Luka les contó que había pasado. Las vampiras miraban con horror a Luka mientras pensaban en todo lo que habían hecho a los seres humanos que habían cazado. Carmina se sentó al borde de la cama avergonzada porque ella la hubiera visto, Luka estaba sentado en una silla al otro lado del cuarto mirando a las mujeres que no salían de su aturdimiento. William llegó en compañía de seis líderes de clanes en busca del joven vampiro y las mujeres les contaron lo que había pasado durante la cacería. William palideció y los otros no se creyeron una palabra, exigieron pruebas inmediatamente, Nimrod apenas conteniendo su ira hacia Luka salió diciendo que iba en busca de Shane. William apretó los dientes de rabia, pues el líder de la ciudad fantasma creía que podía dar órdenes donde fuera.
William le ordenó a Luka, Carmina y Vicky que fueran al primer piso inmediatamente, conociendo al líder de la ciudad fantasma, haría del asunto un gran escándalo. Minutos después Nimrod traía consigo a un centenar de vampiros, entre ellos a Shane que venía más que furioso por que el vampiro se hubiera creído con el derecho de ordenarle entrar en la cabeza de Aryela Leppala, los demás miembros del clan de la ciudad subterránea miraban con la misma furia que Shane a Nimrod mientras se acercaban a William. Para disgusto de Nimrod y el resto de los clanes visitantes, William se negó a que Shane entrara en la mente de Ary, les dijo que no iba a empeorar su estado de salud. Le pidió a Shane que entrara en la mente de Luka para ver a través de él lo que había sucedido. El vampiro lo fulminó con la mirada, y estuvo a punto de lanzarse contra su líder cuando este le dijo a los presentes que Luka estaba de acuerdo con que Alejandro no calmara los malestares que sentiría después de que Shane terminara de ver en sus recuerdos.
Luka estaba furioso pero se aseguró de no demostrarlo a los demás, sabía que William lo estaba castigando silenciosamente por lo que había hecho.
El desafiante vampiro miró despreocupadamente a los que estaban cerca de él y fue hasta el sillón más cercano para terminar de una vez con todo aquello. Una vez que se sentó miró a Shane dirigiéndose hacia él con una media sonrisa y maldijo internamente, aquello le iba a doler un montón pero ciertamente prefería pasar él por ese intenso dolor, y no hacer que Ary sufriera de esa manera y reviviera el horror de los días pasados. Miro a Nimrod que estaba al lado de William y vio la burla en el rostro del desagradable vampiro, no quería ni pensar en que castigo recibiría por lo que había hecho antes de la cacería, la cara de Nimrod y su clan decía que no lo dejarían pasar por ningún motivo y que solo estaban esperando la oportunidad de exigir un castigo para él. Luka le sonrió de vuelta y levanto la vista hacia Shane que ya estaba frente a él, le hizo un asentimiento de cabeza y al segundo después sintió aquel insoportable dolor.
****
Luka estuvo por horas sentado en un sillón reviviendo con todo detalle lo sucedido los días anteriores, todos los vampiros se vieron a través de los ojos de Aryela Leppala y aquello no les gustó, sabían que perdían el control cuando estaban en la cacería pero era algo normal para ellos, y en esos momentos estaban tan concentrados en sus presas que no le daban importancia a su salvajismo y brutalidad, sin embargo al verse a través de los ojos de Ary, la gran mayoría se incomodó, fueron pocos los que se sintieron a gusto con lo que vieron pero ninguno quería a la niña viendo en sus mentes, viendo sus futuros y por sobre todo aquello, no la querían viviendo entre su pueblo, cada día que pasaba la encontraban más peligrosa pues sabía más de ellos de lo que cualquier otro ser humano hubiera sabido alguna vez. Incluso había entrado a la ciudad subterránea y había salido de allí con vida. Era el único ser humano que había hecho algo así.
__ ¿Porque no la has asesinado?__ preguntó Constantine, líder del clan de los griegos.
__ No sabes el peligro que tienes bajo tu techo__ hablo otro griego.
William tuvo que hacer un gran esfuerzo por no resoplar ante el último comentario pues ciertamente había peligro bajo su techo pero no era por culpa de Ary, sino por el vampiro traidor que había entre su gente y cuya identidad seguía siendo un completo misterio para él.
El centenar de vampiros presentes se quedaron mirando fijamente a William mientras aguardaban por su respuesta.
William pensó rápidamente en que decir y se dijo que porque no, tal vez con algunas mentiras conseguiría unas cuantas verdades y tal vez diera muy pronto con el traidor.
__ Aryela Leppala no está muerta pues es muy valiosa para mí y mi clan__ dijo William, __ y haré todo lo que este en mi poder para que ella siga viva y bajo mi techo.
__ ¿Valiosa?__ preguntó Nimrod.
__ Así es__ contestó William, y siguió, __ Ella sabe que hay vampiros traidores a nuestro pueblo que tienen tratos con nuestros enemigos, y esos traidores en unas décadas más nos entregaran a los cazadores__
El revuelo que se armó ante esas palabras no se hizo esperar. Se miraban unos a otros sin poder creer lo que habían oído. Ni siquiera los vampiros de la ciudad subterránea fueron ajenos a la conmoción.
__Di los nombres de los traidores__ exigió Darius, el segundo al mando del clan de los Griegos.
__ No puedo__ confesó William, y les contó lo que había visto aquel día en la visión de Ary, claro que cambiando algunas cosas para que los hechos coincidieran con sus palabras.
Los vampiros exigieron inmediatamente la presencia de Ary ante ellos, pero William les volvió a negar el acceso a ella. Nimrod, quien parecía no entender cuál era su lugar, hizo ademán de subir las escaleras en busca de Ary pero Luka se paró rápidamente del sillón donde había estado sentado y sujeto el brazo de Nimrod y lo obligo a retroceder. Todas las miradas se volvieron enseguida hacia Luka y varios gruñidos se oyeron al recordar lo que había hecho antes de que se iniciara la cacería. Fue rodeado inmediatamente por los vampiros más fuertes de todos los clanes, pero William les dijo en voz fuerte y clara que él no era el traidor y podía apostar su vida por ello. El comportamiento de Luka y el motivo tras sus acciones, era de su conocimiento y él lo abalaba, sin embargo estaba de acuerdo en que se había excedido un poco.
__ ¡Un poco...!__ exclamo Razbán y exigió que fuera castigado por lo que había hecho.
Todos los vampiros estuvieron de acuerdo con que era necesario castigarlo pero primero exigieron saber qué motivo justificaba lo que el joven vampiro había hecho. William miró a Luka y este lo miraba con el ceño fruncido, pues no tenía idea de que estaba hablando su líder.
__ Luka desea pedir la mano de Aryela Leppala en un par de años más cuando ella tenga edad suficiente para contraer matrimonio__ sentencio William.
Lo voy a asesinar, lo voy a asesinar pensó Luka mientras controlaba la ira que se iba apoderando de él, todos los vampiros lo estaban mirando con la boca abierta y aquello solo lo enfureció más. Su nombre y la palabra matrimonio jamás se juntaban en la misma frase, su líder lo sabía, sus amigos lo sabían, el total de los vampiros que había en aquel lugar lo sabía. Si había algo que aterraba a Luka y a lo que le rehuí como a la peste, era precisamente al matrimonio, el compromiso, las relaciones a largo plazo, la fidelidad le resultaba inconcebible. Vas a pagar por esto se dijo Luka mientras pensaba que decir.
__ ¿Luka?__
El vampiro palideció y miró enseguida hacia dónde provenía la débil voz. Ary estaba parada a media escalera mirándolo fijamente con las mejillas sonrosadas y el corazón acelerado, había oído todo lo que William había dicho.
Ninguno de los vampiros la había oído acercarse o había sentido su presencia, tal fue el aturdimiento ante las palabras de William que nadie supo que ella estaba allí hasta cuando la oyeron hablar.
Como salgo de esta se dijo Luka mientrasAry bajaba lentamente la escalera sin apartar la vista de él.
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