06. Celebration Dinner
( CAPÍTULO SEIS )Cena de Celebración
⟡ Temporada 1 ; Capítulo 02
⟡ Capítulo NO editado
Habían llegado al lugar dónde vivía Geon-woo que se trataba de un departamento en el que vivía con su madre, sólo ellos dos. El lugar no era demasiado grande pero tampoco era una miniatura, era ideal para dos personas cómo ellos así y tampoco tenían muchas cosas, así que todo estaba perfectamente en su lugar y el espacio estaba limpio en cada esquina. Todo era bastante acogedor aunque no estaba recargado de cosas, le daba un aspecto bastante familiar a pesar que sólo eran dos y Soo-min lograba notar una gran diferencia entre su apartamento con ese lugar, reconocía que uno era cálido y el otro era frío cómo el invierno por la soledad.
Woo-jin estaba sentado en la pequeña mesa comedor que habían arrastrado un poco para que ingresara una cuarta silla, Geon-woo servía el arroz en pequeños recipientes mientras que Soo-min estaba al pendiente de la cocina junto a la madre de su amigo. La joven pidió permiso a la mujer para enseñarle un pequeño secreto para darle un ligero cambio de sabor a la comida y es que la chica era una experta en las comidas, eso ya era un hecho y nunca estaba de mar compartir sus conocimientos culinarios con las personas para mejorar algo.
Una vez que todo estaba listo y la mesa puesta, los tres restantes se sentaron a comer. Soo-min se sentó entre sus amigos y al frente de la madre de Geon-woo, quién tenía una pequeña sonrisa en su rostro al entregar a cada uno su recipiente con comida.
—No hay mucho, pero disfrútenlo -Mira a los invitados de su hijo.
—Señora, me encanta el estofado de kimchi -Comenta Woo-jin–. ¿Puedo probarlo?
—Claro, adelante -El chico toma la cuchara y lo prueba pero de inmediato se aleja al quemarse.
—Woo-jin, está caliente -Advierte Soo-min mientras su amigo se quejaba de dolor–. Que pena, te lo dije tarde.
—Está delicioso. Gracias por la comida.
—Por nada. Buen provecho -Expresa la señora haciendo una pequeña reverencia por el cumplido del chico–. Soo-min me ayudó a prepararlo y me dio un pequeño secreto para que el sabor mejore.
—Me alegro que te haya gustado mucho, amigo -Felicitó Soo-min fingiendo con notoriedad sólo para molestarlo, el chico sólo fuerza su sonrisa–. Sigue comiendo, prometo no haberlo envenenado... creo.
Todos soltaron una pequeña risa por la broma mientras que Woo-jin hizo lo mismo pero en verdad temía por su vida al crearse una duda en su cabeza. No lo habría envenenado, ¿no?
—Estamos muy agradecidos por la ayuda -La señora Yoon mira a ambos amigos.
—Por favor. Geon-woo es un gran amigo nuestro -Responde Woo-jin por ambos y Soo-min asiente dándole la razón–. Además, marines... -Golpea el hombro del chico levemente–.Todo saldrá bien.
—Sí, señora Yoon -Apoya la chica llamando la atención de la mujer–. Ayudaremos a Geon-woo en lo que podamos, no es necesario que se preocupe por eso -Traga en seco antes de seguir hablando pero continúa a pesar que dudó por un segundo–. Sé lo que se siente estar en su posición.
—Gracias -La señora Yoon agradece con sinceridad–. Por favor, coman.
—Gracias por la comida -Geon-woo le dice a su madre y los jóvenes toman sus cubiertos y palillos para empezar a comer.
Dieron unos cuantos bocados hasta que alguien tocó la puerta dos veces interrumpiendo la cena, Geon-woo es quién se levanta de su asiento y va para ver de quién se trataba mientras que el resto sigue comiendo pero Soo-min no estaba tranquila. La chica recordaba que ahora Hyun-bin sabe perfectamente con quienes se está juntando, temía que les pudiera hacer algo así que ella sentía curiosidad por saber de quién se trataba y asegurarse de que el chico estuviera bien.
Soo-min intercambiaba su mirada entre su plato y la puerta principal del departamento estaba cerrada con Geon-woo afuera, no había escuchado ni un ruido y eso de cierta manera le generaba inquietud. ¿Estaría bien? ¿Necesitaría ayuda? ¿De quién podría tratarse? ¿Sería Hyun-bin? Maldecía el momento en el que se enteró que esos chicos últimamente andaban de un lado a otro con ella, no dejaría de molestarla jamás y eso le ponía los pelos de punta.
—¿A dónde vas? -Woo-jin le murmura a su amiga cuando esta se levanta de su asiento.
—Iré a ver si todo está bien -Responde y sigue con su camino mientras la señora Yoon estaba en la cocina preparando un omelette enrollado.
La pelinegra abre la puerta lentamente para no emitir sonido que alertara a la señora y apenas abre la puerta, se encuentra con la figura de Geon-woo sosteniendo una bolsa mientras el chico sollozaba un poco.
—¿Geon-woo? -Pregunta y el chico gira hacia ella notando que su rostro estaba cubierto de lágrimas. Ella cierra la puerta a sus espaldas y se acerca a él–. ¿Qué sucedió? ¿Qué es esto -Baja la cabeza viendo el interior de la bolsa de cartón, reconociendo los fajos de billetes que habían dentro–. ¿Quién te lo dio?
—El señor Choi, él... -El chico no podía hablar al estar llorando y volvió a sollozar mientras intentaba limpiar sus lágrimas–. Me pagó dos años por adelantado -Soo-min suspiró al escucharlo. ¿Realmente alguien era tan bueno? Parecía demasiado irreal–. Es demasiado.
—Ven -Pide Soo-min mientras abre sus brazos y tira del chico hacia ella para abrazarlo. El chico le corresponde el abrazo sin preocuparse lo extraño que era verla expresar un acercamiento de esa magnitud, quería liberar lo mal que se sentía al tener que recurrir y molestar a otras personas por el gran problema en el que estaba–. Todo estará bien, tranquilo.
Por la diferencia de estatura, Geon-woo tuve que casi doblar todo su cuerpo para poder alcanzar el hombro de la chica que le había ofrecido para que se desahogue. Soo-min sentía la humedad en el hombro de su chaqueta pero no le interesó, siguió pasando su mano con suavidad sobre la extensa espalda de Geon-woo que se contraía con cada sollozo y sus brazos se aferraban más al delgado cuerpo de su amiga evitando de que se fuera o tuviera oportunidad de alejarse aunque no tuviera ni la más mínima intención de hacerlo.
Quedaron así por unos cortos segundos hasta que Soo-min siente cómo el chico calma sus sollozos hasta quedarse en completo silencio dónde lo único que se escuchaban eran sus respiraciones agitadas. Toma distancia lentamente dejando de sentir los latidos acelerados de su corazón y cuando lo tiene frente a ella, arregla algunos mechones de su cabello y ve cómo sus mejillas estaban empapadas de lágrimas pero se encarga de limpiarlas con la manga de su chaqueta cuidadosamente mientras el chico no le quitaba la mirada de encima. ¿Por qué estaba haciendo todo eso de un momento a otro?
No estaba enojado por lo que estaba haciendo pero sí un poco confundido por el cambio aunque no se quejaba en lo absoluto, era bastante agradable.
Soo-min terminó de quitar los rastros de lágrimas de su rostro y se percató de la mirada del chico que tenía sobre ella, lo que le puso demasiado nerviosa al encontrarlo mirándolo fijamente.
—Vamos, tu mamá debe estar esperando -Abre la puerta rápidamente e ingresa al departamento huyendo del lugar sintiendo cómo sus latidos se dispararon en cuestión de un segundo.
¿Qué fue eso?
—Oh, Soo-min. No sabía que estabas afuera -Comenta la señora Yoon viendo ingresar a los dos jóvenes. Soo-min caminaba a paso apresurado mientras evitaba levantar mucho la cabeza para que no vieran el color de sus mejillas que ardían en rojo.
—Salí a ver si todo estaba bien -Carraspea y se sienta en su lugar ignorando los pequeños picoteos de dedos contra sus costillas que Woo-jin le da para llamar su atención.
—¿Quién era? -La mujer le pregunta a su hijo al verlo ingresar a casa con una bolsa en manos y una pequeña sonrisa en su rostro.
—Esto... -Se sienta en su lugar y mira brevemente a Soo-min, quién desvía la mirada de inmediato con vergüenza–. Mamá, lo que pasa es que conseguí trabajo gracias a un conocido de Woo-jin.
—¿Qué trabajo?
La señora Yoon no sabía sobre el trabajo, por ende no hizo la cena en forma de celebrar el contrato de Geon-woo. Soo-min gira la cabeza hacia su amigo y sólo bastó esa mirada para que el chico entendiera lo que la chica quería decirle, exactamente quería reclamarle por haberle mentido pero él decide fingir no saber nada y sigue comiendo aunque sabe que no se libraría de un gran reproche por su parte cuando la cena acabara y ambos estuvieran de regreso a casa.
—Seré guardaespaldas de un familiar de un empresario adinerado -Empieza a contar el chico–. Le agradé mucho, me dio 100 millones de wones como adelanto de dos años de trabajo.
—¿En serio? -La respiración de la mujer se volvió irregular pero sobre todo estaba sorprendida.
—Sí -Asiente el chico–. Usemos esto para pagar la deuda, para que no devengue intereses.
La señora Yoon siente ganas de llorar y mira el interior de la bolsa para luego aumentar sus sollozos.
—Siento que arruiné tu futuro.
—No, claro que no -Niega Geon-woo–. Vivir feliz contigo es lo que más me importa. Entrenaré duro mientras trabajo -Le sonríe para tranquilizarla–. Volveré a boxear luego de la pandemia. Está bien.
—Lo siento mucho -Deja escapar algunas lágrimas mientras cubre su rostro con ambas manos, lo que provoca que Geon-woo vuelva a sentir ganas de llorar pero se contiene.
—Sonriamos, ¿sí? Esto es bueno -Ella asiente, sonríe y limpia sus lágrimas siguiendo lo que su hijo le pidió. Geon-woo gira hacia Woo-jin y también mira a Soo-min–. Gracias, Woo-jin. Gracias, Soo-min.
Woo-jin le sonríe y levanta su mano izquierda para choquen las palmas de sus manos, lo que Geon-woo hace gustoso con la misma sonrisa surcando su rostro.
—No tienes nada que agradecerme, relativamente Woo-jin hizo mucho más que yo...
—Estuviste con nosotros en todo momento y sigues aquí, eso es más que suficiente -La interrumpe y le sonríe, por lo que Soo-min se guarda sus palabras que pretendían replicarle y termina asintiendo recibiendo el agradecimiento.
Estuvo en lo cierto todo este tiempo, tener a Geon-woo sería bueno y le estaba permitiendo ser más expresiva con sus sentimientos y para demostrar que era capaz de sentir algo cómo una persona normal.
Eran las 10 de la mañana, Soo-min fue sacada a rastras de su casa luego de recibir un mensaje por parte del señor Park diciéndole que fuera al medio día al restaurante para abrirlo porque él tenía una cita médica. Geon-woo y Woo-jin la esperaban en la puerta del edificio donde ella vive en el momento que ella bajó para ir a sentarse en un parque a leer un libro, los chicos hicieron maravillas para convencerla de que los acompañara aunque en realidad sólo insistieron demasiado hasta que ella se irritó y para que se callaran de una buena vez, tuvo que aceptar.
Subió al scooter eléctrico amarillo de Woo-jin y aferrándose a su cuerpo, emprendieron camino hacia la dirección que le dijeron a Geon-woo que sería la entrevista de trabajo.
Las calles estaban vacías por las diversas medidas de la pandemia y ahora estaba focalizada por algunos vecindarios que tenían sus propios horarios de toque de queda, así que básicamente ellos eran uno de los pocos que andaban a esas horas de la mañana por las calles.
Llegaron el lugar que se trataba de un centro comercial de antigüedades que parecía abandonado, probablemente por el tema del COVID-19. Los chicos se detuvieron frente a una entrada que era la única puerta abierta del lugar, se quitaron sus cascos mientras que Soo-min sólo bajó del vehículo de dos ruedas puesto que no llevaba casco.
—Gracias por acompañarme -Geon-woo le dice a Woo-jin al quitarse el casco.
—De nada.
—Maldita sea, Woo-jin -La pelinegra se queja mientras tiene los ojos puestos en sus botas negras las cuales estaban manchadas de polvo–. Me pisaste los zapatos nuevos, ¿no puedes quedarte tranquilo una vez en tu vida?
—Disculpa, me sentía incómodo -Responde el chico–. No suelo llevar a nadie, siempre voy solo.
—Ahora lo limpiarás tú mismo, tonto -Lo señala amenazador pero él simplemente se da la vuelta y sonríe.
—¿Qué pasa? -Geon-woo le pregunta a su amigo.
—¿Qué?
—¿Vienes o no?
—Sí -Asiente–. Quiero ver al señor Choi para pedirle trabajo. ¿Te gustaría?
—Me encantaría -La sonrisa de Geon-woo a penas cabía en su rostro debido a la felicidad al escuchar el plan de su amigo.
—Bien. Ayúdame cuando hable con él. Apóyame -Geon-woo asiente repetidas veces–. Bien. Vamos.
Geon-woo desvía su mirada hacia la pelinegra que seguía mirando sus zapatos marcados mientras murmuraba maldiciones por lo bajo, la chica levanta la cabeza encontrándose con la mirada de dos amigos cómo si esperaran que ella dijera o hiciera algo.
—¿Qué? -Pregunta confundida.
—¿Dejarás el restaurante por venir a trabajar con nosotros? -Woo-jin le pregunta.
—No, claro que no -Responde al instante–. Sólo vine aquí porque soy su guardaespaldas, ¿bien? Si las cosas salen mal, sólo enseño mi brazo y saldrán corriendo en menos de lo que parpadeo. Al menos algo bueno tuvieron que dejarme, no sólo traumas -La tranquilidad en su voz y el tema que contaba generó miedo en sus amigos que la miraban raro–. Son mis traumas, así que puedo hacer chistes con eso. Vamos.
La chica fue la primera en ingresar al edificio siendo seguida por sus dos amigos a sus espaldas por los pasillos del centro comercial. Todos los puestos de venta estaban completamente cerrados y habían muchas cosas que acaparaban cierto espacio de los pasillos que impedían el libre transito y de las cuales ellos tenían que pasar por encima para no tropezar. Había un silencio sepulcral cómo si de una película de terror se tratase, lo único que se escuchaban en los pasos de los jóvenes que sonaban casi a la par.
Llegaron a la biblioteca, el único lugar abierto y con luz en el interior. Los dos chicos ingresaron rápidamente al ver que había una persona sentada dentro del lugar. Todo era conformado por estantes llenos de libros de todos los colores y tamaños mientras que cerca a la puerta había una mediana con dos sillas frente al hombre de silla de ruedas que estaba sirviendo dos tasas de té. Soo-min se acercó a sus amigos lentamente y los imitó haciendo una reverencia frente al anciano.
—Hola, señor -Los chicos dicen por igual.
—Llegaste bien -Mira a los tres aunque dos de ellos eran nuevos para él y no esperaba que estuvieran ahí ya que la única persona entrevistada fue Geon-woo.
—Sí, señor -Geon-woo responde sonriente–. Con el dinero que me dio, pagué los préstamos esta mañana. Muchas gracias -Hizo una reverencia dos veces, las cuáles fueron imitadas por Woo-jin.
—Creo que te irá bien.
—Daré lo mejor de mí -Asegura el chico.
—¡Hola, señor! Mi nombre es Hong Woo-jin -El nombrado decide intervenir para empezar con su plan de pedirle trabajo al señor–. Solía ayudar al señor Moon con su trabajo. Somos amigos desde que estábamos en la Infantería de Marina.
—Sí -Geon-woo apoya cómo Woo-jin le pidió aunque estuviera mintiendo con ese detalle.
—Al ver desde afuera la lucha de Geon-woo, quise ayudar en lo que pudiera, pero no podía hacer mucho. Eso me carcomía por dentro pero me alivia que lo ayudara una gran persona como usted. Estoy muy agradecido -Pausa con brevedad pero ahí no se iba a detener, siempre era un hablador–. Además, llegué a la conclusión de que puedo serle útil, señor. Conozco esta línea de trabajo -Ahí está el Woo-jin que Soo-min conoce y nunca cambiaría, por suerte–. Me avergüenza elogiarme frente a usted, que es la leyenda viviente de Myeong-dong, pero conozco el negocio mejor que Geon-woo -El nombrado seguía asintiendo a todo lo que su amigo decía mientras Soo-min se preguntaba en qué momento se callaría–. "¿Y si acompaño a Geon-woo y lo guío y lo ayudo? Es decir, ¿no sería de ayuda? Sería de gran ayuda para él" Pensé todo eso y me tomé la libertad de venir aquí. Con su permiso, quisiera acompañar a Geon-woo y ayudarlo.
Woo-jin hace una reverencia completa en el que se queda unos segundos esperando la respuesta del hombre y Geon-woo hace lo mismo de inmediato mientras que la única de pie era Soo-min.
—¿Por qué no? -Dice el señor Choi, lo que hace que los chicos se reincorporen y sonrían uno al otro.
—Gracias, señor -Expresa contento por la aceptación.
—¿También viniste a acompañarlos? -Se dirige hacia la chica quién niega.
—No, señor. Soy Ha Soo-min, amiga de ellos dos -Los señala y el hombre asiente aunque siente familiaridad al escucharla decir su nombre–. Vengo sólo a acompañarlos, estaban muy emocionados por venir a usted hoy y darles una buena impresión.
—¿También conoces sobre el negocio?
—Sí, señor -Responde la chica pero dudo unos segundos antes de responderle–. Mi... padre también estuvo en este negocio durante muchos años.
—¿En serio? ¿Quién es tu padre?
Soo-min lo miró durante unos cortos segundos en el que pensaba una respuesta para salir librada de ahí sin levantar sospechas o perjudicar a sus amigos de alguna manera. Woo-jin miraba de reojo a su amiga temiendo que las cosas se hayan complicado y no tenga manera de salir de esa pregunta sin revelar la verdad de su origen porque estar vinculada a Hyun-bin le traería problemas ya sea que la rechacen porque nadie quiere tener relación con él o podrían utilizarla para extorsionar a Hyun-bin a cambio de algo.
—Murió hace años -Habla luego de pensarlo en lo que parecieron horas–. Fue de bajo rango y no lo conocí, falleció cuando era una niña.
—Lo siento, no quise incomodarte -Dice el hombre mientras que Soo-min niega despreocupada, esperaba no más preguntas y así fue–. Siéntense.
Los chicos se sentaron en las dos sillas que ya se encontraban frente al hombre mientras que Soo-min se vio obligada a jalar una que estaba a unos metros de distancia y la colocó al lado de Geon-woo. El anciano les ofreció el té que anteriormente estaba sirviendo y los jóvenes le agradecieron.
—Hay algo que no les mencioné -Se dirige hacia los chicos–. Yo te pagué, pero no soy yo quién te contratará.
—¿Cómo dice? -Geon-woo se confunde por la nueva información.
—Falta la entrevista con Hyeon-ju.
—Ya veo -Murmura Geon-woo mientras que los dos chicos restantes estaban confundidos–. Bueno... ¿qué pasa si no paso la entrevista?
—Tendrías que devolver el salario -Soo-min gira su cabeza inmediatamente a mirar a Woo-jin, quién le corresponde la mirada y encoge sus hombros diciéndole que él tampoco sabía algo.
—Lo usé todo para pagar nuestras préstamos.
—Creo que te irá bien.
—¿Qué?
—Hyeon-ju se opone vehementemente a tener un guardaespaldas -Explica el señor Choi.
—Pero soy pésimo para expresarme, señor Choi -Geon-woo protesta bastante triste por el cambio de planes.
—Buena suerte -Es lo único que dice mientras Soo-min sólo sonríe con sarcasmo. No lo creía justo y por cualquier decisión que tome el destino, la chica iría pensando en una manera de conseguir nuevamente el dinero si es que los chicos no pasaban la nueva entrevista.
—Señor Choi -Llama Woo-jin levantando la mano–. Si logro convencer a Hyeon-ju de que me contrate a mí y a Geon-woo, ¿puedo recibir un salario?
—Que idiota -Murmura Soo-min tomándose el puente de la nariz con ambos dedos.
—Por supuesto, Woo-jin -Responde el señor Choi, su forma de hablar era demasiada tranquila cómo si no estuviera orillando a los chicos a depender de un hilo por no haberles dado la información correcta de la entrevista–. Tengo una sesión de masaje capilar.
—Que lo disfrute -Woo-jin dice.
—Por cierto -El hombre se levanta un poco de su silla eléctrica para sacar su billetera–. Usen esto para almorzar algo rico -Extiende una tarjeta de crédito que sorprende a los jóvenes.
—De acuerdo. Gracias, señor -Geon-woo acepta la tarjeta luego de que Woo-jin le diera un codazo para que reaccione y el chico lo toma entre sus manos luego hace una reverencia.
—Ansío trabajar en esta empresa perfecta -Woo-jin hace una reverencia nuevamente.
—Ustedes... -Mira a los dos chicos pero luego también centra su mirada en la tercera acompañante que evitaba hablar–. Manténganse siempre unidos.
—Sí -Asienten al mismo tiempo.
—¡Buena suerte!
Habían pasado largos minutos desde que el señor Choi se fue de la librería. Los chicos decidieron dar vueltas revisando las estanterías mientras que Soo-min estaba sentada en el mismo lugar leyendo el libro que traía en su bolso antes de ser prácticamente secuestrada por sus amigos. Había descubierto hace unos meses que le gustaba leer algunas veces cuando tenía tiempo libre, especialmente las historias de fantasías y es que le contaban historias de ese tipo cuando era pequeña antes de irse a dormir. Tenía algunos libros en su apartamento que compró en un par de tiendas de segunda mano y se las había leído todas, ahora tenía una nueva que es la que leía y le estaba pareciendo demasiado interesante.
Pero cuando estaba rodeada de gente, no siempre disfrutaba de una buena lectura.
—¿Dónde te fuiste esa noche? -Escucha la voz de Woo-jin a su lado pero eso no la hace quitar los ojos del libro–. Nunca desapareces así de la nada a menos que...
—Sí -Responde a la frase que el chico deja en el aire–. Es lo que supones.
—¿Qué te dijo? -Woo-jin decide bajar su intensidad de curiosidad para preocuparse por el bienestar de su amiga. Sabía lo chocante que era para ella volver a ver a Hyun-bin luego de tres años–. ¿Te hizo algo? ¿Pidió que regresaras?
—Sólo me recordó que fue quién me crio y que soy cómo él -Responde mientras pasa de página con tranquilidad–. Estuve pensando en eso y probablemente tenga razón, ¿sabes? Siempre voy por la vida amenazando a la gente, haciendo que me tengan miedo y evitando que vean más allá de mi rostro. Sólo falta que empiece a matar gente y robarles a los más pobres para poder convertirme en lo que quiso convertirme durante tantos años, estaría orgulloso.
—No eres cómo él -Woo-jin obliga a que baje el libro y centro su atención en él para mirarla a los ojos al hablar–. Jamás te permitas creer que eres cómo él porque no es así. Tú tienes un corazón, está lastimado y ha pasado por muchas heridas que aún no sanan pero con el tiempo sé que podrás sentirte mejor -Soo-min lo mira sintiendo las ganas de llorar pero se obliga a calmarse, no iba a hacerlo ahora–. Tienes buenas intenciones, siempre lo has tenido desde que nos conocemos y por eso somos amigos. Crecimos en un entorno demasiado peligroso que nos hicieron mucho daño pero jamás nos permitimos ser cómo ellos, o si lo hicimos, ahora reconocemos que estuvo mal y que queremos hacer lo contrario.
—No creo que pueda, Woo-jin.
—Puedes, siempre lo hiciste -Le recuerda y ella aprieta sus labios con fuerza para no soltar algunas lágrimas que amenazan con salir–. Ayudar a Geon-woo en este momento demuestra que no somos cómo ellos. Mira el panorama para que veas estamos del lado de la víctima y no del lado de quienes quitan el dinero y hacen daño, sólo así verás que somos diferentes a ellos.
—Tengo miedo, ya sabe que estoy con ustedes -Soo-min empieza a contar mientras baja lentamente su cabeza–. Temo que les vaya a hacer daño con tal de hacer que regrese.
—No podrá, ¿está bien? No te preocupes por eso -Le asegura el chico aunque ella no estaba bastante segura, lo conocía perfectamente bien y cuando quería algo no se detenía nunca–. Sólo olvídate de todo e imagina que esa noche nunca lo viste. Trata de olvidarlo pero mantén presente siempre que no eres imagen de nadie, sólo eres tú misma y puedes tomar tus decisiones sin tener que seguir el camino de alguien más. Tienes tu libertad para hacer lo que creas correcto y no lo que esperaban que hagas.
Si iba a tomar las decisiones que ella quería y seguir con el camino que su corazón mandaba, haría pagar a Smile Capital por todo el daño que está haciendo y luego se encargaría de Hyun-bin.
pay attention 'cause
५🦁★ ASLAN SPEAKS . . .
sí, capítulo doble porque les debía el
de ayer y el de hoy, sorpresa :P
espero que les guste y no se olviden de
comentar, votar y compartir esto.
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