018. Finished Plan
( CAPÍTULO DIECIOCHO )Plan Acabado
⟡ Temporada 1 ; Capítulo 07-08
⟡ Capítulo NO editado
Woo-jin y Geon-woo se encontraban en ese preciso momento en una reunión con Min-beom y su primo para poder presentarles el plan que utilizarían para extraer toda la información necesaria para destruir el disco duro que Myeong-gil tenía en una caja fuerte y manejaba desde su teléfono. Soo-min se negó a participar por múltiples razones pero la principal es que no quería ser demasiado obvia con su cercanía a ambos jóvenes y porque tenía algo importarte que hacer en casa que no podía posponer por mucho más tiempo si quería que las cosas regresen a la normalidad para ella y es que su participación en el plan de juntarse con Min-beom estaba llegando a su fin con la ayuda de sus amigos, así que sería innecesario tenerla cerca de él.
"Ya tenemos el plan listo" Es el mensaje que recibió por parte de Woo-jin y lo que la hizo suspirar de alivio.
Acomodó su lugar en la silla donde llevaba esperando unos minutos a la llegada de la otra persona en medio de un extenso comedor y un ambiente silencioso que pronto fue interrumpido por pisadas aproximándose al lugar. Ella dejó su teléfono a un lado sobre la mesa y miró a la persona que entró remangándose la camisa blanca con una mano libre que no llevaba su impecable blazer azul.
—¿Te hice esperar mucho? -Hyun-bin le pregunta mientras arrastra una silla al lado de ella en la punta del comedor y se sienta antes de soltar un suspiro.
—No -Niega y le sonríe levemente pareciendo tranquila–. ¿Fue un día duro de trabajo?
—Todos los días lo son -Responde con simpleza. Mira por unos segundos a la joven a su lado analizándola con brevedad y evidencia–. Nunca antes habías pedido que cenemos, siempre era yo que te arrastraba a compartir una comida así que dime lo que sucede.
No hizo que la mirara demasiado para saber lo que pretendía con esa reunión espontanea pero ya estaba sospechando de que algo quería pedirle desde el momento que lo llamó para coordinar cenar esa noche, cosa que ella no suele hacer y en cambio es Hyun-bin quien insiste en compartir algún almuerzo, desayuno o cena con ella para pasar algún corto de tiempo juntos. La chica no dice nada y evita sorprenderse en el momento, él era alguien que podía leer fácil a las personas y mucho más a quienes ha criado como a ella y Min-jae.
Soo-min suelta el aire de sus pulmones y se permite dejar los rodeos. Había olvidado por unos minutos que las vueltas no se llegaban a nada con Hyun-bin.
—El plan ha terminado -Anuncia de pronto–. Me alejaré de Min-beom.
Mira a Hyun-bin esperando una respuesta de su parte, en su mayoría, que sea negativa pero no ve nada más que seriedad y serenidad en el hombre que la deja sin poder saber el tipo de inclinación que estaba teniendo. Su presencia indescifrable no permitió que la chica bajara la cabeza con temor por lo que fuera a escuchar, mantuvo la cabeza en alto preparada para lo que sea que dijera.
—Es por esos chicos, ¿verdad? Los amigos con quienes iniciaste esto -Es lo único que sale de su boca sorprendiendo y confundiendo a la chica. No entendía como era que sabía que ellos estaban de regreso a la ciudad.
—¿Cómo lo sabes?
—¿Cómo crees que te encontraron? -Suelta una pequeña risa de lado–. Tengo ojos en todos lados que me avisaron que habían regresado. Yo contacté a Woo-jin diciéndole exactamente donde estabas -Agarró un vaso de agua que estaba servido sobre la mesa y bebió de este dejando que el rostro de la pelinegra se distorsionara por la confusión del momento–. Ahora quieres acabar esto por ellos.
—No por completo -Decide reaccionar luego de unos cortos en los que asimiló lo que le dijo–. Lograron ganarse la confianza de Min-beom de forma directa. Se contactaron con él por mensaje y ahora misma se encuentran en una reunión donde formarán el plan para lograr obtener el teléfono de Myeong-gil donde se encuentra su acceso a la caja fuerte -Explica lo más breve que puede obviando la parte donde se emborracharon–. Ya no figuro nada ahí, así que el plan ha terminado.
—Entonces perdimos seis meses -Hyun-bin suspira antes de volver a tomar otro sorbo del agua.
—Puede ser pero creo que este es el karma por no haber seguido con ellos -Reflexiona unos segundos quedando en silencio–. Mañana ejecutarán el plan cuando tengan una reunión con Myeong-gil para firmar ese famoso contrato que le preocupa demasiado, ahí se dará todo y yo desapareceré del mapa para siempre. Me desharé de Jeon Ha-ri luego de meses sufriendo con toda esa ropa ajustada y zapatos de plataforma.
—Te quedaban bien.
—Ni lo digas -Refunfuña por lo bajo–. ¿No estás molesto?
—¿Por qué lo estaría? Te dije desde un principio que serías tú quién tuviera toda la decisión sobre el plan y si deseas terminarlo aquí, no tengo objeción en eso -Encoge sus hombros–. Sabía que esos chicos llevarían a acelerar las cosas, ustedes no pueden trabajar por separado.
—¿Estás juzgando mi manera de progreso?
—Es posible pero ambos sabemos que es verdad -La pelinegra no dice nada, por lo que su silencio le dio la razón–. Seguirás con ellos hasta el último, ¿cierto? -Soo-min asiente lentamente–. Al menos me sentiré más seguro de que estarás protegida con ellos allá afuera.
—Esta conversación tan pacífica no me convence demasiado -Hyun-bin sonríe por completo levantando ambos lados de sus labios–. ¿Debería preocuparme que seas tan dócil con todo esto?
—He vivido muchas cosas en mi vida, más malas que buenas y aunque no lo creas, soy humano -Soo-min levanta sus cejas sorprendidas por esa definición sobre él, algo que no cuadraba por completo con su simple existencia–. No soy un tonto ni tampoco un ciego, sé cuando hay otras razones involucradas en una decisión -Lo mira con atención pero tenía una vaga idea del camino al que Hyun-bin se estaba dirigiendo–. No solo buscas demostrarles tu lealtad como amiga, ¿cierto? También quieres demostrar tu lealtad hacia otro tipo de relación.
Entendió a lo que se refería y aunque estaba por negarlo, Hyun-bin sabría que estaba mintiendo de igual manera así que no valía la pena gastar su saliva en un hecho que era demasiado evidente hasta para un niño de cinco años. Además, tenía que aclarar sus pensamientos una vez más y ser nuevamente sincera consigo misma sobre sus sentimientos aunque estaba bastante segura de lo que sentía por él pero no sabía si era correspondido luego de la decepción que le dio, solo necesitaba saber si aún sentía lo mismo por ella luego de dejar todo lo que los separó en un principio.
—Es un tema de tu vida donde no pienso objetar pero solo puedo decirte que decidas lo que creas correcto. Sea lo que sea, ya aprendí a respetar lo que digas aunque lo aprendí por las malas pero no volveré a cometer ese error otra vez -Lo mira al escuchar la sinceridad en sus palabras una vez más. Un tono de voz que aún no era fácil de acostumbrarse pero era demasiado frecuente desde que ambos convivían bajo el mismo techo.
—No es fácil...
—Créeme, nunca lo será -La interrumpe–. Pero he visto que superaste situaciones mucho más difíciles que esto. Podrás superarlo -Le asegura provocando un sentimiento extraño en su estomago que le genera el alivio del miedo. Hyun-bin extiende su mano hacia ella esperando que pueda aceptarlo y corriendo el riesgo de ser negado pero se sorprende cuando ella lo corresponde unos segundos después con cierta duda.
Ambos se miran por unos segundos siendo evidente la sorpresa por ese contacto inesperado pero es Hyun-bin quien relaja todo de sí mismo sintiéndose feliz de poder compartir ese momento con Soo-min por primera vez en los catorce años que lleva cuidando de ella.
No podía estar más que feliz, no tendría que ver de nuevo a Min-beom y ya había quemado la ropa que Hyun-bin le compró para que vaya a juego con su personalidad de millonaria caprichosa que aparentaba bajo su segunda identidad. Jeon Ha-ri había dejado de existir en el preciso segundo que Woo-jin se comunicó con Soo-min para avisarle que el plan había resultado todo un éxito y quemaron el disco duro desde el teléfono de Myeong-gil. Ya no existía Jeon Ha-ri, así que se deshizo del teléfono y todo lo relacionado a ella rompiendo así cualquier tipo de contacto con Hong Min-beom, permitiendo que regrese a recuperar su vida gris.
La pelinegra se encontraba apoyada en el auto de sus amigos esperando a Jae-myeong que, en pocas palabras de Woo-jin, se había unido de último momento a los jóvenes y también buscaba vengarse de alguna manera de Myeong-gil así que ahora estaba ayudando a los chicos.
—No entiendo por qué confían en él -Señala la chica por quinta vez en menos de una hora–. ¿Acaso no recuerdan que es un ladrón de identidades? Golpeó a un indigente y nos tendió una trampa donde casi morimos.
—Es diferente ahora -Contradice Woo-jin sin quitarle la mirada hacia la entrada y salida del estacionamiento donde habían acordado encontrarse.
—¿Solo porque nos está ayudando?
—Nos ha ayudado bastante -Esta vez contesta Geon-woo, quien ya era un poco más comunicativo con ella pero no se atrevía aún a mirarla a los ojos ni dirigirle más de tres oraciones. Los tres centran su mirada en la persona que aparece caminando hacia ellos–. Llegó.
—La información de Kang In-beom. Tengo todo lo que hay que saber sobre él -Anuncia señalando un archivo azul que tiene en una mano y extiende una sonrisa victoriosa en su rostro–. Oye, eres la chica que faltaba. Pensé que ya no eran amigos.
—Y yo pensaba que seguías siendo un delincuente pero veo que las cosas cambiaron -Arremete de inmediato. No quita la mirada de encima aún desconfiando por sus antecedentes.
—Trabajas rápido -Halaga Woo-jin luego de recibir la carpeta en sus manos.
—La velocidad es esencial en estos asuntos.
—Gracias -Dice Geon-woo sonriéndole de lado a lado.
—De nada -Asiente repetidas veces y les sonríe abiertamente pero se queda frente a ellos por unos segundos como si estuviera esperando algo.
Jae-myeong ríe levemente y los jóvenes le devuelven la risa, el hombre hace lo mismo unas dos veces convirtiéndose en un intercambio de risas que no llegaban a nada mientras Soo-min los miraba confundidas porque no sabía lo que estaba sucediendo ni lo que intentaban decirse el uno al otro si es que había algo por decirse.
—No lo saben -Deduce Jae-myeong luego de muchas risas consecutivas que no llevaron a nada–. En general, cuando envías a alguien a hacer algo así... muestras tu agradecimiento.
—Sigue siendo la misma rata -Soo-min se queja soltando el aire de sus pulmones.
—Claro. ¿Cuánto debemos darte? -Geon-woo mete una mano a su bolsillo para sacar su billetera.
—Muy bien -Asiente Jae-myeong–. Ahora somos un equipo y una familia. Una buena propina bastará.
—Sí, claro -Geon-woo le enseña la cantidad a Woo-jin y este asiente dándole el visto bueno para que el chico colocara los billetes dentro del bolsillo de Jae-myeong–. Gracias.
Los jóvenes se van alejando del lugar luego de colocar los billetes.
—Llámenme cuando quieran -Exclama el hombre mientras ve a los chicos alejarse por el estacionamiento.
Caminan a paso apresurado hacia los ascensores e ingresan al primero que abre sus puertas, el cual se encontraba completamente vacío para su suerte.
—¿Cuánto le dieron? -Soo-min les pregunta una vez que oprimieron el botón hacia el piso que se dirigían.
—10 000 wones -Contesta Geon-woo y la pelinegra ríe de inmediato por la respuesta inocente del chico pero sabía que estaba diciendo la verdad–. ¿Qué sucede?
—Daría lo que fuera para ver su rostro en este momento -Es la primera respuesta que le da luego de reír un poco más–. Es muy poco dinero para ese tipo de trabajos. En este momento, Jae-myeong debe estar arrepintiéndose de haber colaborado con ustedes por un precio tan bajo.
—Vemos lo que hay dentro -Anuncia Woo-jin mientras mete una mano dentro de la carpeta para extraer lo que había en el interior, sacando una hoja con la información básica del hombre y una foto que se toman los reclusos antes de ingresar a la cárcel.
El ascensor hace un pequeño sonido una vez que llega al piso que corresponde y las puertas se abren a la par. Los chicos dejan que Soo-min salga primero y los espere luego para seguirlos por el pasillo hacia una de las puertas que la llevaría hacia el lugar donde se estaban quedando en la ciudad ya que no tenían una casa a la cual regresar.
Woo-jin es el primero en ingresar seguido de Geon-woo y Soo-min por último quien se queda unos pasos atrás para analizar a su alrededor el pequeño apartamento donde los chicos permanecían. El lugar era ideal para una sola persona que hasta le recordaba bastante al apartamento que ella tenía antes de mudarse a la casa del señor Choi y ese era el punto, había mucha decoración de mujer y pronto esa idea le empezó a comer la cabeza.
—Dijo que no la usáramos -Geon-woo le advierte a Woo-jin una vez que este último se sentara frente a un computador y lo encendiera.
—Debemos ver el barrio en una pantalla grande -Woo-jin se excusa mientras mueve sus dedos por el teclado–. No lo hará. La otra vez solo pasaba por aquí. Fue mala suerte.
¿De quién era ese apartamento? Soo-min se hacía millones de preguntas pero no lograba dar con alguna respuesta correcta y es que todavía no se atrevía a preguntarles, quería ver más por su cuenta. ¿Era de alguna amiga? ¿Ellos tenían otras amigas a parte de ella? Tal vez no era el apartamento de nadie y realmente estaban viviendo con una chica, eso sonaba demasiado descabellado. ¿Era amiga de Woo-jin? O tal vez mucho peor, ¿era amiga de Geon-woo? De solo pensar en que Geon-woo conocía a otra chica que no sea ella le ponía los pelos de punta y eso que detestaba la idea de las personas celosas ni antes había experimentado algo así pero ese sentimiento de molestia empezaba a burbujear.
Cuando giró para preguntarles de quién demonios era el lugar, se escuchó que alguien ingresaba la clave en la puerta.
—Te dije que vendría. Apágala -Geon-woo le dice asustado a Woo-jin.
Soo-min decide bajar las escaleras que llevaban hacia el pequeño compartimento que servía como un segundo nivel donde solo se encontraba ubicado una cama enfundado en sábanas de colores pastales dignos de una chica, aunque se trataba de una chica como el promedio porque ese tipo de colores nunca habían ido con ella en particular.
—¿Qué sucede? -Geon-woo pregunta.
—Huele a hombre solitario -Escucha la voz de una chica que le responde y es ahí cuando Soo-min puede ver de quien se trataba y esa persona pudo verla.
Frente a los chicos se encontraba una jovencita con varios años menos que todos los presentes, probablemente una escolar. Demasiado delgada vestida en ropa deportiva y gafas de pasta gruesa color negro que colgaban del puente de su nariz que miró sorprendida a la persona que apareció de pronto, sobre todo porque era una chica.
—¿Trajeron a una chica aquí? -Pregunta sin poder creerlo y luego mira a los chicos que tiene enfrente–. ¿Están locos? -Chilla causando sorpresa y miedo en ellos–. ¿No pueden rentarse un hotel o algo similar? ¿Por qué tiene que ser aquí? ¿Acaso no tienen vergüenza que sea una casa ajena?
—¿De qué estás hablando? -Woo-jin le pregunta sorprendido por la insinuación que estaba haciendo pero antes que pudiera hablar, Soo-min camina hacia donde se encontraban llamando su atención.
—Hola, soy Ha Soo-min -La chica hace una leve reverencia para presentarse frente a la menor–. Soy su amiga, no cualquier otra cosa de lo que estuvieras pensando.
—Soo-min, ella es nieta del señor Oh -Woo-jin presenta a la joven que no entendía nada de lo que estaba sucediendo.
—No sabía que tenía una nieta.
—Nadie lo sabía -Geon-woo le responde a Soo-min antes de dirigirse a la dueña del apartamento–. Perdón por el olor a soledad.
—Olvídenlo. Este cuarto se arruinó -La chica mira a su alrededor con tristeza al notar ciertos detalles masculinos que no le pertenecían en lo absoluto–. Se arruinó.
La joven se da media vuelta con dirección hacia la puerta para salir.
—¡Da-min! -Woo-jin la llama en voz alta generando que la chica girara de vuelta hacia él–. Lamento lo de hoy. Me encargaré del olor.
—¿Cómo? -Mira disimuladamente a Soo-min pero la chica desvía la mirada de inmediato. No podía creer que estuviera insinuando semejante cosa, más una chica tan joven.
—Con un difusor -Responde el chico–. Un difusor eliminará este olor a anciano triste–. Para deshacerse de un olor, hay que encontrar el aroma opuesto -Sigue explicando teniendo toda la atención puesta en él aunque a muchos no les interesaba en lo más mínimo–. Este olor es una mezcla de almizcle fuerte con madera podrida. Para eliminarlo, necesitamos el olor opuesto. Algo frutal y floral. Yo uso Baies de Diptyque.
—Me gusta ese -Da-min le da la razón con emoción.
—Qué bueno -Woo-jin se alegra al tener resultado de tener algo en común con la jovencita–. La dulzura fresca de Baies anulará todo el olor a anciano triste que hay aquí -Los dos asiente estando de acuerdo mientras Soo-min los mira sin entender lo que estaba sucediendo y como es que de pronto estaban de acuerdo en el olor de un perfume. Gira a mirar a Geon-woo dirigiéndose a él esta vez–. Te lo regalaremos al irnos -Mira nuevamente a Da-min al tener una idea–. Dos, uno para arriba y otro para abajo
—Y para el baño -Añade Da-min.
—Muy bien, tres.
—¿Qué demonios? -Soo-min murmura mientras niega estupefacta.
Son interrumpidos por el sonido de un teléfono con una llamada entrante. Geon-woo gira para ver que su teléfono estaba sonando pero no llega a contestarlo aunque frunce las cejas confundido, expresión que es captado por Soo-min que se acerca de inmediato para ver lo que estaba sucediendo.
—¿Cómo sabe Kang In-beom mi número? Mira esto -Enseña el teléfono que le había marcado recientemente y luego lo coloca al lado de la hoja de información personal que Jae-myeong les había entregado para que compararan con el número que estaba escrito.
—No puede ser -Expresa Woo-jin sorprendido al ver que eran el mismo número–. Algo debe estar mal, ¿no?
—Mucho más que mal -Contesta Soo-min sintiendo un ligero malestar en su interior, de esos tipos de alerta que sentía cuando algo no estaba yendo bien pero no sabía qué.
Pronto vuelve a sonar el teléfono de Geon-woo junto a la notificación de que le había llegado un mensaje del mismo número que lo llamó. Oprime el mensaje de inmediato abriendo la conversación donde lo primero que apareció era una foto en grande de un persona golpeada contra el suelo pero no era cualquier persona, era el señor Oh quien aparecía en esa imagen. Los tres se sorprendieron y preocuparon por lo que estaban viendo hasta que alguien empujó levemente a Soo-min y Geon-woo antes de quitarle el teléfono de la mano al chico para ver mejor la imagen que se mostraba en la pantalla.
—¿Qué le pasó al abuelo? -Pregunta Da-min mirando estupefacta la imagen de su abuelo totalmente golpeado.
El teléfono en el bolsillo de Soo-min también da una timbrada que la hace sacar el teléfono de su lugar para ver lo que le había llegado y se trataba de un mensaje. Ese malestar que sentía antes se disparó de un segundo a otro teniendo la idea y el contexto en el que estaba de que lo que sea que haya dentro de ese mensaje, no podría ser bueno pero tenía que ver lo que estaba dentro de ese número desconocido. Con la mano temblorosa, oprime el mensaje desviándola a la conversación donde aparece la imagen que la heló la sangre en el primer segundo que lo identificó casi de inmediato.
Casi suelta su teléfono al ver el cuerpo golpeado y sangrante del señor Park que estaba sentado en algún espacio de lo que parecía ser el restaurante. Mira a sus amigos llamando su atención de inmediato por la forma en como sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, tenía la boca abierta con el labio inferior temblándole justo como sus manos y estaba tan pálida como una hoja de papel. Desvía la mirada reaccionando y dispersando cualquier pensamiento que tuviera, en esos momentos tenía que pensar con la cabeza fría y calmarse a sí misma.
Inhalando y exhalando es como empieza a dar vueltas en círculos mientras tiene un teléfono puesto en su oreja escuchando las timbradas que da la llamada hacia la otra persona pero parece no contestarle. Los ejercicios de respiración que Soo-min estaba realizando no estaban sirviendo al no ser contestada por la única persona que podría ayudarla en ese momento.
—Maldición -Se queja antes de volver a llamar por tercera vez pero la otra persona no le contestaba la llamada.
En alguna otra parte de la ciudad, minutos antes se encontraba Hyun-bin en uno de sus restaurantes de confianza donde estuvo frecuentando en sus últimos años con Min-jae y ahora se encontraba solo pero fue interrumpido cuando cinco hombres llegaron de un momento a otro interrumpiendo su comida, la cual no dejó de lado incluso cuando esos hombres lo rodearon en la única mesa ocupada por él y esperaron a que hiciera algún movimiento más que llevarse la cuchara a la boca. Una vez terminado su cena, Hyun-bin les advirtió que era una terrible idea que estuvieran ahí parados pero lo ignoraron por completo, así que no se hizo responsable de todo lo que hizo después.
Derribó a todos los hombres de manera impecable solo recibiendo dos golpes en el transcurso y sin haber terminado dañado en lo absoluto, a diferencia de los hombres que se encontraban en el suelo casi moribundos. La sangre de sus adversarios estaba empapando la mano y rostro de Hyun-bin una vez que dio un último golpe en el rostro del hombre al que se enfrentó.
Su teléfono volvió a sonar y ahora que se encontraba libre para contestar, mete una mano en el bolsillo viendo rápidamente de quién se trataba y contesta la llamada a la misma velocidad sin preocuparse en manchar la pantalla de sangre ajena que goteaba de su rostro.
—Pensé que te había sucedido algo malo -Escucha la voz angustiada de Soo-min del otro lado.
—¿Qué hizo Myeong-gil?
—Ha secuestrado al señor Park -Responde inmediato esforzando para que su voz no se quiebre y la preocupación predomine–. Tienes que salvarlo, por favor. No puede morir sino yo... -Suspira antes de continuar y sirve su nariz sintiendo las ganas de romper en llanto producto de la desesperación y angustia–. No sabría qué hacer si le sucede algo a ese inocente hombre.
—Bien, iré para el restaurante -Soo-min le responde con un sonido de afirmación–. Soo-min -Llama a la chica pero no obtiene una respuesta a cambio aunque sabe que está del otro lado–. Sigue el rastro de Myeong-gil hasta donde puedas, me uniré a la búsqueda a penas pueda -Aprieta su mandíbula con enojo–. Ese hijo de puta me las va a pagar.
Hyun-bin lo sentencia a muerte una vez que cuelga con la llamada y sale del restaurante a ocuparse de deshacerse de esos hombres que tienen al señor Kim para luego ir en cacería de Myeong-gil.
pay attention 'cause
५🦁★ ASLAN SPEAKS . . .
se vienen cosas WUUUU
cómo vieron, ya nos encontramos
en la narración de los acontecimientos
del último capítulo de la serie y voy
avisando que faltan de tres a cuatro
capítulos para terminar la historia, la
cuál tengo planeada culminar el miércoles
o jueves como máximo de la próxima
semana que ya es el día que regreso a
clases y no me va a dar tiempo para estar
muy activa por aquí pero no se preocupen,
antes de desaparecer voy a acabar con
esta fic :(
no se olviden de votar, comentar y compartir
la existencia de este fic si les está gustando<3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top