015. For The Pain
( CAPÍTULO QUINCE )Por el dolor
⟡ Temporada 1 ; Capítulo 07
⟡ Capítulo NO editado
Las máquinas sonaban de momento en momento marcando los latidos de la persona que estaba conectada a ella recostada en una camilla del hospital. Ahí se encontraba el cuerpo inconsciente de Soo-min debido a los medicamentos que le habían introducido a la vena y también por el estado en el que fue encontrada pero no la mantuvo tanto tiempo con los ojos cerrados, al cabo de unas horas ella fue cobrando consciencia de su propio cuerpo.
Abrió los ojos lentamente encontrándose con un techo blanco y una luz cegadora que le fue difícil de aceptar en el primer parpadeo pero tuvo que abrirlo lentamente para acostumbrarse. Su cuerpo dolía a horrores y el sonido de la máquina a su lado empezaba a taladrar su cabeza de dolor, odiaba con toda su alma ese maldito sonido porque la hacía reavivar ese momento donde fue internada luego del suicidio de sus padres.
Mira a su alrededor viendo que estaba en una habitación de hospital y tenía una mascarilla cubriendo su boca y nariz que le proporcionaba el oxígeno suficiente a sus pulmones ya purificados luego de haber inhalado una cantidad considerable de humo del incendio. Pronto los recuerdos de lo sucedido llegan a su cabeza pero lo único que le importa es saber sobre la persona que quedó y probablemente sea quién sobrevivió junto a ella. Se sienta en su camilla reuniendo fuerzas para hacerlo y quejándose un poco debido al dolor general que sentía pero eso no sería impedimento para ella.
Quita la mascarilla de su rostro, algunas intravenosas que estaban en su antebrazo y los parches que estaban adheridos a su pecho. Asomó su cabeza por la puerta de su habitación mirando a ambos lados del pasillo asegurándose de que no hubiera nadie cerca que la estuviera cuidando y una vez que se percata que está segura, camina por el pasillo con normalidad moviendo su cabeza de un lado a otro en busca de Geon-woo o el nombre de Woo-jin por debajo de los números que marcaban cada habitación.
—Hola -Saluda la pelinegra al llegar a la pequeña área informativa que hay por cada piso del hospital y la enferma que está atendiendo la mira–. ¿Puedo saber si han internado a un paciente aquí?
—¿Cuál es su nombre? -Pregunta la enfermera mientras ve algo en la computadora que tiene en frente.
—Hong Woo-jin.
La enfermera escribe el nombre en la computadora donde permanece abierto el sistema general del hospital donde se visualizan los ingresos y salidas de pacientes. La pelinegra golpea la punta de sus dedos contra la encimera que las separaba en una muestra de impaciencia.
—Está en cirugía, dos pisos más arriba -Indica la enfermera.
—Gracias -Dice rápidamente y camina hacia los ascensores a paso apresurado esquivando a algunas personas que caminaban por ahí.
Ingresa al ascensor en compañía de algunos desconocidos que también subían, oprime el botón que le corresponde y está obligada a esperar con impaciencia hasta que las puertas se abren a la par unos segundos después de haberse subido. La pelinegra sale de inmediato y vuelve a caminar por los pasillos en busca de alguno de sus amigos mientras que las personas a su alrededor la miran preocupados por su comportamiento así como el hecho de que iba vestida con una bata de hospital y descalza pero le importa poco, tenía que encontrar a su amigo.
Llega a la sala de espera donde había una sola persona, el chico tenía su codo apoyado contra su rodillo y la mano en su cabello mirando al suelo mientras sollozaba por lo bajo. No hacía verlo por mucho tiempo para que la pelinegra pudiera reconocerlo y camina hacia él a paso lento notando más de cerca su estado de preocupación por el bienestar de su amigo que estaba en cirugía y las grandes manchas de sangre que tenía en su sudadera gris.
Se detiene frente al pelinegro que levanta la cabeza al ver un par de pies descalzos en su campo de visión, ambos se miran pero es él quien se levanta de su asiento para envolverla en un fuerte abrazo que luego disminuye de intensidad cuando ella deja salir un quejido de dolor. El chico se permite llorar apoyando su mejilla en la cabeza de Soo-min mientras ella llora contra su pecho empapando la tela de la sudadera. Geon-woo tuvo miedo de haberla perdido cuando la vio en brazos de aquel hombre, solo sintió un poco de alivio cuando la vio con los ojos abiertos y ella le habló avisándole sobre el estado de Woo-jin.
Todo había sido un desastre para ambos y lo único que querían era un abrazo del otro para lamentar las muertas de las personas que se fueron ese día. Uno estuvo ausente y por eso se lamentaba, otro estuvo presente pero no pudo hacer nada por evitarlo.
—Discúlpame por no haber esto ahí -Dice Geon-woo entre sollozos. Soo-min se separa de él y ambos juntan sus frentes mientras las lágrimas no dejan de caer por sus mejillas.
—No hubieras podido cambiar nada. Eran muchos contra nosotros, Geon-woo -Explica la chica brevemente mientras intenta limpiar las lágrimas que corrían por las mejillas del chico–. Si te hubieran lastimado... no me lo perdonaría jamás.
Geon-woo vuelve a abrazar a la chica pero esta vez ninguno de los dos lloró, solo se quedaron así por unos segundos reconfortando al otro.
—¿Alguno de ustedes es el tutor de Hong Woo-jin? -La pareja se separó de inmediato viendo a la doctora que se acercó a ambos.
—Sí -Geon-woo responde de inmediato y los dos miran a la mujer expectantes a la noticia que pudiera darles sobre el estado de su amigo.
—La operación salió bien -Anuncia la mujer. Debido a la mascarilla que utilizaba no se podía ver su gesto por completo pero estaba sonriendo–. Controlaremos su progreso, pero la cirugía fue un éxito.
Geon-woo deja escapar el aire de sus pulmones sintiéndose aliviado de escuchar que su amigo ha sobrevivido y que la cirugía salió bien. No puede evitar empezar a llorar mientras hace reverencias hacia la doctora y le agradece por haberle salvado la vida a su amigo. La mujer regresa por donde llegó al cumplir con su propósito dejando a los jóvenes que estaban más tranquilos al saber que Woo-jin sobrevivió pero Geon-woo no detuvo su llanto luego de haber pasado un momento bastante tenso en el que no sabía si él iba a sobrevivir.
Soo-min envuelve el cuerpo de Geon-woo en un abrazo para que el chico se calmara mientras acaricia lentamente su espalda y le murmura que todo estaría mejor desde ahora. Permanecieron en silencio y dejándose envolver por la tranquilidad que el abrazo le ofrecía al otro hasta que todo se calmó, Geon-woo acompañó a Soo-min a su habitación y le dijo que iría a buscar algo para que los dos pudieran comer puesto que no habían ingerido casi nada desde que pusieron un pie en el hospital.
La pelinegra estaba sentada en la camilla a la espera de Geon-woo que había salido unos cortos minutos antes pero la puerta de la habitación fue abierta de nuevo.
—¿Geon-woo? -Pregunta pero encuentra la presencia de otra persona que ingresó a la habitación y tensó su cuerpo de inmediato pero también corrigió su postura endureciéndose–. ¿Qué haces aquí?
—Venía a ver como estabas -Contesta Hyun-bin manteniendo esa línea de neutralidad y desinteresada que suele caracterizarlo formando parte de su personalidad fría. Aunque Soo-min se esforzaba por negar que no se parecía a Hyun-bin, la verdad es que si se parecían bastante.
—Estoy viva, te puedes ir -Demanda la chica desviando la mirada a otro lado evitando verlo.
—Te traje aquí...
—Sí, y no es necesario que me lo digas -Lo interrumpe antes de que siga hablando–. Aunque es probable que utilices eso en mi contra para chantajearme o encontrar la manera de que regrese, ¿no? Si vienes a eso, dilo de una vez para poder negarme y no tener que verte.
—No vine por eso, Soo-min -Niega el hombre bajando la cabeza unos segundos para luego mirarla–. Y jamás sería capaz de utilizar algo en tu contra para que regreses. Así como elegiste irte, también puedes elegir regresar pero es completamente bajo tu propia decisión -Soo-min lo mira en silencio pensando en si eso era también un truco pero en realidad estaba siendo sincero con ella, como siempre fue costumbre. Antes que ella siguiera hablando, él la interrumpió–. Vengo a ofrecerte algo.
—No pretendo escuchar ninguna de tus ofertas...
—¿Puedes dejar de tener la cabeza caliente por un segundo y pensar con frialdad? -Hyun-bin la interrumpe irritado de escuchar las evasiones de la chica y que no escuche lo que tiene por decir. Ella se calla de inmediato como una reacción natural de su cuerpo puesto que siempre tenías que callarte cuando Hyun-bin te lo pedía en una primera instancia–. Esto va mucho más allá de los problemas que tengas conmigo, aunque yo no tengo ningún problema contigo -La pelinegra rueda los ojos y cruza sus brazos–. Es sobre Min-jae -Tan solo bastó mencionarlo para que ella lo mirara con atención mientras volvía a sentirse vacía por dentro y una fuerte punzada se diera en su corazón.
Esos pequeños fragmentos de la muerte de Min-jae aparecieron en su cabeza como si se tratara del flash fotográfico de una cámara. Su garganta aún dolía por todos los gritos y sollozos que dio mientras suplicaba por la vida de quien consideraba su hermano pero su verdugo decidió ignorar cualquier intento para evitarlo y no mostró piedad cuando le cortó el cuello al inocente frente a la vista de alguien que se le iba la vida junto con él. El dolor y enojo se mezcló convirtiéndose en un nudo que tenía atascada en la boca de su estómago sin poder ser disuelto, quería hacer tantas cosas para poder sentirse mejor pero no sabía por donde empezar.
—Estoy dispuesto a hacer lo que sea con tal de que esos hijos de puta paguen por lo que le hicieron a Min-jae, mi hijo -Dijo las dos últimas palabras siendo remarcadas para que quede claro la posición que el joven llevaba en la vida de Hyun-bin.
No era simplemente su mano derecha y el encargado de casi toda la administración del negocio, era un hijo para él y eso dolía mucho más que cualquier otra cosa. Él también sentía un nudo dentro suyo que lo arrastraba lentamente a la tristeza pero él quería mantenerse fuerte.
—Mis hombres están dispuestos a hacer lo que sea por hacer justicia en nombre de Min-jae pero no puedo llevarme el nombre de la venganza solo -Soo-min entendía el rumbo de la conversación y aún así lo dejó seguir porque estaba alimentando ese deseo de poder hacer algo–. No pretendo arrastrarte a esto pero quiero que sepas que conmigo tienes la oportunidad de llegar más lejos si quieres hacer caer a Smile Capital. Puedes haber aprendido todo lo que sabes de mí pero ellos son mucho más que tú y tus amigos, yo tengo los recursos que se necesitan para acabar con Myeong-gil y quiero que tengas todo eso a tu disposición a mi lado.
Le estaba ofreciendo regresar como estuvo pensando desde un inicio pero era diferente, había un interés de por medio y su razonamiento sería inhabilitado para opinar.
—Piensa en lo que le han hecho a Min-jae, al señor Choi Tae-ho, a Woo-jin y a Geon-woo.
La mención de todas esas personas que significan en su vida removió algo en ella pero también encendió una pequeña chispa extraña que deshacía el nudo del enojo para que corriera por sus venas. Todas esas personas en su vida fueron lastimadas por culpa de Smile Capital y Myeong-gil.
—No permanecerás a mi lado para siempre, Soo-min. Puedes irte en cualquier momento, tú eres quién decide hasta donde quieres llegar -Lo mira no demasiado convencida de sus palabras y él entendió que ella no confiaba en él pero tampoco la culpaba, le hizo mucho daño–. Te doy mi palabra.
Hyun-bin puede ser uno de los hombres más peligrosos y despiadados que puedan estar pisando la tierra pero jamás faltaría a su palabra, tiene sus propios valores y códigos morales que le impiden traicionar las promesas que hacen ya sean con buenas o malas intenciones. Solo bastó aquello para que Soo-min tuviera más confianza en lo que él le estaba ofreciendo en bandeja de plata.
Volvió a pensar en esas personas importantes de su vida que fueron lastimados y sintió la necesidad de hacer que los responsables pagaran por todo el daño causado tanto en ellos como en ella misma. Algo dentro de ella tomó control de su cuerpo dejando de lado ese comportamiento indeciso y nublado que tenía antes de que Hyun-bin, siendo reemplazado por el dolor y la ira que empezaba a recorrer por sus venas a mil por segundo. Le dieron un propósito a alguien que aclamaba por devolver el mismo daño que le hicieron alimentando un hambre por venganza que no sabía que tenía y no iba a detenerse hasta lograrlo.
Si en sus manos estaba la oportunidad de vengar la muerte de Min-jae y la del señor Choi junto con el daño ocasionado a Woo-jin y el sufrimiento de Geon-woo, ella iba tomarlo sin importar los medios y las consecuencias que eso conllevara.
—Está bien, lo haré -Asiente Soo-min con total seguridad levantando el ánimo de Hyun-bin que deslizó una punta de sus labios en una media sonrisa–. Pero yo me encargaré de matar a Do-seong.
[ NUEVE MESES DESPUÉS ]
La paciencia era una virtud para Ha Soo-min a pesar que fue criada para evitar esperar por el tiempo que las personas quisieran pero no estaba en una situación cualquiera, tenía un objetivo de por medio. Mantenía la mirada puesta en la entrada principal del restaurante en el que fue citada esperando que la persona llegara en cualquier momento aunque ya llevaba retrasado quince minutos y la desesperación empezaba a tomar control de su cabeza. Empezaba a detestar tener que aguantar la tardanza de las personas aunque estaba segura que se deba a algo, al final era una persona bastante ocupada.
Enciende la pantalla de su teléfono viendo la hora que se marcaba con ahora dieciséis minutos de retraso. Por cada minuto que pasaba, era una gota menos de paciencia que abandonaba el cuerpo de Soo-min.
Siente alivio al ver como el hombre aparece bastante apresurado e incluso pasa del recepcionista que se acercó a preguntarle si tenía alguna reserva en el restaurante, solo le indicó rápidamente que alguien lo estaba esperando y caminó hacia la chica que había estado sola los últimos minutos en una mesa para dos personas. Se sienta frente a ella viéndose destacada la capa de sudor que se deslizaba por su frente y su rostro completamente rojo como si hubiera corrido para llegar al lugar.
—Disculpa la tardanza, cariño -Toma la mano de la castaña y deja un beso sobre sus nudillos, ella se ve en la obligación de sonreírle transmitiéndole total calma–. Tuve unos asuntos que atender con mi padre.
Soo-min estaba casi al tanto del tipo de asuntos que estaba atendiendo el hombre y es que Myeong-gil lo tenía colgando de su dedo con el material para chantajearlo que llevaba en su poder, podía manejarlo a su antojo y eso involucraba en sus negocios ilegales sobre el hotel que se estaba construyendo. Cada vez veía a Min-beom más desalineado y bajo constante estrés, tenía la cabeza en otro lugar y no era para menos puesto que Myeong-gil lo presionaba cada vez más para hacer lo que quisiera sobre el edificio y su objetivo de abrir un casino para agrandar su negocio de dinero.
—No te preocupes, lo importante es que estás aquí -Le sonríe levemente–. ¿Realmente quieres estar aquí o regresamos a casa? No quiero que te sientas presionado de estar aquí cuando te veo bastante cansado.
—No, no -Niega repetidas veces–. Nos quedaremos, estoy bien -La mira por unos segundos tratando de sonreír para fingir que todo estaba bien cuando era verdad y ella lo sabía, podía verlo en sus ojos–. Quiero tener una cena tranquila contigo.
—Está bien -Asiente la chica y toma la carta del restaurante que contiene todos los platillos que ofrece pero apenas Soo-min logra repasar su mirada en los tres primeros platos antes que el teléfono de Min-beom empezar a sonar.
Desvía la mirada rápidamente al teléfono ajeno que estaba sobre la mesa viendo como la pantalla se iluminaba con el nombre de Myeong-gil apareciendo en medio y aunque Min-beom fue rápido para contestarle, la chica había visto de quien se trataba. El chico se excusa con su acompañante poniéndose de pie y alejándose de la mesa para poder tener una conversación privada con la persona que lo estaba extorsionando con un vídeo.
Soo-min no podía escuchar nada de la conversación por la lejanía y otros sonidos del lugar pero era solamente estudiar su comportamiento para ver que el chico estaba muy nervioso asintiendo repetidas veces a lo que sea que Myeong-gil le estuviera diciendo del otro lado, probablemente lo amenazaba. Min-beom cuelga la llamada y se toma unos segundos antes de regresar a la mesa donde la chica lo estaba esperando, su expresión ahora era de angustia y nuevamente se veía estresado por algo.
—¿Qué sucede? -Soo-min le pregunta preocupada dejando a un lado la carta del restaurante y poniendo toda su atención en el chico que no se sentó frente a ella, se quedó de pie a un lado de la silla.
—Disculpa, Hae-rin. Tengo que regresar a la empresa, ha surgido un gran problema...
—No necesitas explicármelo. Lo entiendo -Soo-min lo interrumpe tratando de seguir con su papel de la pareja comprensiva para darle esa confianza que necesitaba fortalecer entre ambos para llegar a su objetivo–. Podremos continuar con la cena otro día.
—Lo compensaré, te lo prometo -Asegura el chico–. Haré que te lleven a casa...
—No es necesario -Vuelve a interrumpirlo negando–. Mi amiga vendrá por mí. Tengo planes con ella -Se levanta de su asiento acercándose hacia él hasta quedarse frente suyo–. Nos vemos luego, ¿sí? -El chico asiente antes de dejar un corto beso en los labios de la castaña y caminar hacia la salida del restaurante a paso apresurado puesto que tenía el tiempo en su contra. Soo-min se mantiene en su lugar viendo como el hombre se aleja hasta salir por completo del restaurante, es ahí cuando ella puede dejar de fingir y toma la copa de vino que le sirvieron al llegar para terminar su contenido de un solo sorbo.
Soo-min quería saber lo que estaba ocurriendo con Min-beom pero no podía hacerlo cuando últimamente ya no pasaban tanto tiempo juntos porque el chico tenía constantes reuniones con su padre y eso podría significar algo importante pero Soo-min no lograba averiguar lo que era. Saca el teléfono que llevaba en su pequeño bolso de mano que iba a juego con el vestido blanco apretado a su cuerpo que vestía y teclea un mensaje avisándole a Hyun-bin que el encuentro había fracasado de nuevo así que iba a regresar a su casa.
Abandona la mesa y camina hacia la salida del restaurante ingresando en la oscura calle de la ciudad donde algunos autos transitaban de un lado a otro. Mira a su alrededor antes de empezar a caminar aferrándose a la corta chaqueta blanca con negro que llevaba puesta por la brisa fría que corría durante la noche, sus pasos resonaban junto al sonido de los autos pasando y es que llevaba unos tacones altos que la estaban matando lentamente. Fácilmente podría decirse que se estaba sometiendo a un nuevo método de tortura desde que adquirió la identidad de Jeon Hae-ri, una chica linda que se ganó la atención de Min-beom y siempre se preocupa por su apariencia.
¿Alguna vez se imaginó que terminaría así? Ni en sus peores pesadillas pero todo objetivo conlleva sus sacrificios y ella estaba dispuesta a cobrarlo todo.
Camina tranquilamente por la calle viendo a algunas personas caminar en contra suya pero eso era lo de menos cuando siente que alguien va por detrás suyo, ella intenta mirar por los espejos retrovisores de algunos autos estacionados que hay en las calles y reconoce rápidamente dos presencias fornidas que mantienen su distancia pero parece indicar que la estaban siguiendo. Soo-min se confunde sin comprender quien puede estar detrás de ella, ¿acaso Myeong-gil ya la había descubierto? Eso significaría un gran peligro para ella.
Gira en una esquina hacia una calle poco transitada pero el perfecto escenario para que ocurrieran diferentes escenarios mortales, entre ellos, su propia muerte. Mira de reojo dos sombras que la siguen pero eso no la detiene hasta que gira en la siguiente calle, es ahí que espera pegada a la pared y saca un cuchillo que llevaba en su pequeño bolso. Las personas que la seguían giran en la misma esquina pero ella los sorprende tomando a uno del cuello y presionando el borde del cuchillo en su garganta.
—¿Quiénes son? -Exige apretando más la hoja del cuchillo contra la piel del chico–. Hablen o empezaré a cortarlos por pedazos.
—¡Soy yo! ¡Soy yo! -Grita el chico que tenía amenazado en sus manos y la castaña levanta la cabeza encontrándose con el rostro iluminado de uno de los que la seguían, ella deja de ejercer fuerza al reconocerlo de inmediato e incluso pierde la noción de su entorno.
—Geon-woo -Menciona la chica al verlo y suelta por fin al que tenía amenazado con el arma blanca que corre a colocarse al lado de su compañero mirando sorprendido a la chica que casi le hace daño–. Woo-jin.
No duda en lanzarse a los brazos de Woo-jin envolviéndolo en un fuerte abrazo mientras derrama algunas lágrimas de nostalgia al verlo parado frente a ella luego de esa noche traumática en el que todo se fue al diablo y él casi muere frente a sus ojos. Woo-jin le corresponde el abrazo dejando que el sentimiento de haberla extrañado se apodere de él y deje de lado su leve resentimiento por la lejanía que ella tomó luego de ese día en el hospital, acarició la espalda de ella e incluso su cabello que ahora estaba más largo que antes.
Soo-min se separa lentamente de su amigo viendo que este se había deshecho de algunos mechones largos que antes cubrían su frente e incluso el pequeño mullet que tenía en su nuca, revuelve el cabello corto del chico que ahora le daba un aspecto mucho mejor. Mira al chico que estaba de pie a un lado mirando todo el acto de cariño hacia Woo-jin pero ahora tenía la atención de la chica sobre él. Sintió su corazón latir con fuerza al volver a verla y con esos nuevos detalles sobre su aspecto que no podía dejar de apreciar.
—Hola, Soo... -El chico fue interrumpido por el abrazo de la pelinegra. En un principio no quiso corresponderle pero pronto acercó sus manos a la espalda de ella presionándola un poco contra su cuerpo, tenía que aceptar que la había extrañado mucho aunque no quisiera demostrarlo abiertamente porque estaba herido por lo que le hizo.
Soo-min tenía tantas cosas que decirle pero en el momento que pudieran hablar sobre ello le daría un hilo extenso de disculpas por haberlo dejado esa tarde sin explicación alguna más que una nota diciendo "Tengo asuntos que atender y no quiero ponerlos en peligro. Lo siento, Geon-woo. Cuida de Woo-jin" sobre la camilla donde ella se encontraba internada. Se arrepentía de haberlo dejado así pero tenía que hacerlo, eso llevó a los chicos a irse de la ciudad y pronto ella entendió que hizo lo correcto de alguna manera alejándolos del peligro que podía involucrar aliarse con Hyun-bin o enfrentarse a Myeong-gil.
Aunque podía presentir que ellos no estaban en la ciudad de vacaciones.
—¿Qué hacen aquí? Pensaba que se quedarían en la isla -Les preguntó al separarse de Geon-woo y miraba a ambos chicos en busca de respuestas.
—Sí, bueno -Woo-jin rascó su nuca pensando en la respuesta–. Hemos esperado durante un año para regresar cuando estuviéramos listos y ahora lo estamos.
—¿Listos para qué? ¿De qué estás hablando?
—Vinimos a continuar con lo que dejamos inconcluso -Responde de manera definitiva siendo directo. Soo-min abre la boca para decirles que no era lo correcto cuando en realidad ella se encontraba en lo mismo pero Woo-jin sigue hablando–. Hemos estado estudiando la situación por un año y creamos un plan para detenerlos. Nos sentimos preparados para acabar con Myeong-gil y Smile Capital.
—Es muy peligroso lo que intentan hacer -Alterna la mirada dirigiéndose a ambos–. Myeong-gil es mucho más poderoso que antes y solo son ustedes dos, los despedazará como una hoja de papel.
—Por eso estamos aquí -Lo mira atenta pero también un poco confundida por su comentario–. Necesitamos de tu ayuda, Soo-min. Iniciamos los tres buscando a Myeong-gil y seremos los tres quienes acaben con él de una vez por todas -La castaña no tiene palabras para responderle a pesar que abre la boca y deja salir algunos balbuceos incoherentes–. Por favor, Soo-min. Debemos acabar con ellos por el daño que nos hicieron y por el daño que pueden seguir haciendo a más inocentes.
Siempre se remontaba a hacerlos por aquellos que hizo daño o por el daño que les hizo a ellos mismos, es por eso que Soo-min se alió con Hyun-bin para detener a Myeong-gil en un primer instante y estaba segura que no se negaría al pedido de ayuda que Woo-jin aunque quisiera que él y Geon-woo se mantuvieran lejos para que no salgan lastimados pero nunca tuvo éxito en alejarlos de los problemas, ahora tampoco saldría victoriosa, ellos siempre encontraban la manera de salirse con la suya y lo harían de todos modos con o sin la ayuda de Soo-min.
Soo-min los mira a ambos como sin en ellos pudiera encontrar la respuesta a sus propias interrogantes. Baja la mirada hacia el suelo pensando en qué demonios hacer pero su preocupación por ellos era mucho más grande que cualquier cosa y dejar que ellos vayan por su cuenta no podría suceder, temía perderlos.
Y así solo llegó a una respuesta, la más obvia.
pay attention 'cause
५🦁★ ASLAN SPEAKS . . .
disculpen la tardanza :P tengo un gif shop
en el cual he abierto tanda recientemente y
pues he estado ocupado realizando los pedidos
para no atrasarme y pues nada jaja
siento que este capítulo está medio flojo pero
ajá prometo mejorar para el próximo capítulo
also, ya se acerca el final de la fic :(
le calculo unos cuatro o cinco capítulos más
para que termine ya que saben, este ya es el
arco final de la serie
espero que les guste y no se olviden de
comentar, votar y compartir esto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top