01. Social Experience
( CAPÍTULO UNO )Experiencia Social
⟡ Temporada 1 ; Capítulo 01
⟡ Capítulo NO editado
El presente estaba lejos de ocupar los sueños que Ha Soo-min tuvo alguna vez en su pasado. En su juventud sólo esperaba que su vida rodeada de dinero, sangre y armas acabara de una vez, soñaba con escapar y eso era todo pero no sabía lo que quería hacer luego. Cuando logró su libertad luego de muchos años deseándola en lo más profundo de su silenciosa alma, ella fue sin rumbo por la vida tropezándose incontables veces hasta hacerse una idea de lo que realmente quería hacer de su vida y un par de años después, nunca logró saber lo que quería de verdad pero tampoco se quejaba de la posición en el que se encontraba.
La cocina no era precisamente un desorden pero la joven de cabello oscuro se desplazaba de un lado a otro tratando de cumplir con su trabajo y es que tenía a algunos clientes esperando por sus platos de comida desde hace varios minutos. Trabajaba en un restaurante de fideos desde hace unos meses y le iba bien, ganaba lo justo y necesario para sus limitados gastos de una joven que vivía sola y se quedaba en casa la mayor parte de su tiempo cuando no trabajaba. No era la persona más interesante ni más inquieta, así que podía permanecer en casa el tiempo que quisiera y no le afectaría en lo absoluto, ya estaba un tanto acostumbrada al confinamiento y justo la cuarentena por el COVID-19 le vino cómo anillo al dedo.
Soo-min abre la pequeña cortina que le daba una vista hacia el salón de mesas y mira a sus clientes.
—¡El pedido tres está listo! -Exclama para que alguno de los meseros se lleve los platos de fideos humeantes que la chica dejó en la barra de madera.
Ese era el único evento importante que le ocupaba varias horas durante el día. Se levantaba temprano por la mañana, salía a correr durante una hora, regresaba a casa para alistarse, llegaba al restaurante primero y no se detenía hasta acabar su jornada laboral en la noche. Le había rogado a su jefe que le diera el trabajo por tiempo completo y este aceptó luego de ver la forma de trabajar de la chica. El hombre le dio un duplicado de la llave del restaurante para que ella sea quién abra a primera hora y luego sea la responsable de cerrar en la noche, ese era su horario de trabajo de poco más de 12 horas.
El señor Park la miraba por el pequeño espacio que la chica había dejado al abrir la cortina por completo. Era testigo de cómo la chica se movía por toda la cocina para preparar los fideos y darles de comer a todos los clientes que llegaban al restaurante durante todo el día, ella hacía todo sola a pesar de que su jefe le insistió muchas veces que debería contratar a otro cocinero o al menos un asistente de cocina para que le facilite el trabajo pero ella se negaba rotundamente. Su desempeño trabajando sola nunca le causó problemas al señor Park, así que él tampoco insistió en el tema pero siempre veía asombrado la manera en cómo ella lograba lidiar sola haciendo tantas cosas a la vez.
—Procura no quemarte los dedos -Soo-min gira a su izquierda al escuchar que alguien le hablaba, encontrándose con la presencia de su jefe–. No pretendo perder a mi cocinera estrella.
—No me perderías ni aunque me despidieras -El hombre ríe, causando la misma reacción en su trabajadora.
—Definitivamente eres mi pesadilla -Comenta con gracia– No sabes lo agradecido que estoy contigo y lo afortunado que me siento de tenerte trabajando en mi cocina.
—Dijimos que no volverías a ponerte sentimental -Soo-min desvía su atención de la olla hacia su jefe para regañarlo– Sabes que no me gusta que te pongas así. No lo hagas más.
—Está bien, está bien -Asiente mientras mueve su mano con desdén–. ¿Hoy no tenías el evento de tu amigo? Ese chico de cabello raro que vino hace unos días y no se movió hasta que terminaste tu turno.
—Ah, sí -Responde la chica volviendo a remover su cuchara de metal en la olla de los fideos–. Hoy tiene un torneo de boxeo pero le dije que tenía que trabajar...
—¿Por qué siempre pones excusas? -El adulto la interrumpe llamando su atención principalmente por el tono de voz que utilizó, cómo si la estuviera regañando.
—¿Disculpe?
—Siempre pones excusas para no disfrutar de tu juventud -Responde ante la confusión de la joven–. Nunca dejas de trabajar, estás aquí todo el día e incluso a veces me pides trabajar durante tus días de descanso. Estás malgastando tu tiempo aquí metida cuando tienes un mundo entretenido allá afuera -Señala mientras la chica lo mira con atención–. Además, tu amigo se veía bastante ilusionado de que fueras a verlo. Es el único amigo que te he visto en el tiempo que llevas aquí.
—Y será el último -El señor Park la mira mal por su respuesta cortante luego de el pequeño incentivo que le quiso dar para que la chica dejara de ser tan dura consigo misma–. No me mire así, simplemente no me apetece ir a verlo.
—Bueno, tienes tiempo para animarte a verlo.
El hombre se aleja de Soo-min dejándola mucho más que confundida, así que decide girarse para perseguir al hombre que se quitaba el delantal negro.
—¿A qué se refiere, señor Park? -Pregunta la chica a sus espaldas.
—Me refiero a que irás a verlo -Responde con simpleza–. Hoy cerraremos el restaurante temprano, así que no hay necesidad para que te quedes.
—¿Por qué lo hace? Los clientes...
—Necesito un buen masaje -La vuelve a interrumpir respondiendo a su pregunta–. Y esta semana nos ha ido muy bien en ganancias, que cerremos por medio día no nos dejará en bajas ni en bancarrota. No tienes excusas para no ir a verlo.
—Señor Park...
—No es una opción, Soo-min -Coloca una mano en su hombro haciendo que se callara a sí misma–. El mundo no colapsará sólo porque dejes de trabajar un día y salgas a divertirte un rato -El hombre le sonríe con amabilidad y luego toma distancia de la chica que estaba de pie a mitad de la cocina sin saber qué hacer–. Termina ese plato que estabas preparando y cierra la cocina. Estaré esperándote afuera para asegurarme que te vayas.
El hombre abandonó la cocina dejando a Soo-min sin palabras, prácticamente la estaba obligando a desarrollar sus habilidades sociales, aquellas de las que carece en cantidades notables y escandalosas. No tiene otra opción más que darse por vencida porque al menos en esa oportunidad, había perdido en una larga batalla de la cuál estuvo ganando durante un tiempo pero al fin el señor Park la había derrotado. La chica suspira y sonríe de lado antes de girarse sobre su propio lugar y caminar hacia la cocina para terminar de hacer el último plato de fideos.
Dejó su delantal donde corresponde una vez que tuvo el plato de comida listo no sin antes ordenar y limpiar lo que había utilizado. Mira la hora que colgaba en una de las columnas del comedor y notó que faltaban más de seis horas para terminar su jornada normal, por lo que estaría ese tiempo fuera del trabajo en compañía del revoltoso de su amigo porque una vez que la vea no querrá soltarla hasta que la chica se quede sin energías.
—Soo-min -Llama el señor Park antes que la pelinegra se fuera. Camina de regreso hacia el señor que rebusca algo entre sus bolsillos y luego coloca algo dentro del bolsillo de ella–. Para que te diviertas.
—No es necesario, señor Park -La chica mete una mano en su bolsillo para devolverle el dinero pero el hombre niega repetidas veces mientras se aleja varios pasos.
—Tómalo cómo un adelanto, lo necesitas -Le sonríe antes de tomar su camino por el lado contrario dejando una vez más parada a Soo-min–. Que tengas buen día, Soo-min.
—¡Gracias, señor Park! -Exclama la pelinegra viendo al hombre alejarse lentamente debido a su edad–. Ese hombre, ¿cuándo dejará de preocuparse por mi?
El señor Park es un hombre bastante solitario casi cómo Soo-min pero la única diferencia es que a pesar de estar solo, siempre mostraba una gran sonrisa y parecía estar feliz todo el tiempo. Era muy optimista, siempre alentando a sus trabajadores y preocupándose por cada uno de ellos, probablemente sea una de las personas más buenas y bondadosas que la joven conoce desde que anda sola por las calles y está agradecida de haber parado en su restaurante luego de varios intentos fallidos en busca de trabajo pero lo único que encontraba era excesivas responsabilidades malos jefes. El señor Park siempre estaba preocupado por ella desde el primer intento de colocarle un ayudante de cocina pero ella se negó asegurándole de que podía hacerlo sola, luego fue incrementando al saber que ella no salía de casa en sus ratos libres.
A pesar que Soo-min detestaba a las personas que les respiraban en la nuca y se preocupaban a extremo sobre lo que podría sucederle a pesar de que ella repetía que podía cuidarse sola, el señor Park era una gigante excepción y se permitía tolerar todas sus muestras de preocupación sin enojarse en lo más mínimo. Estaba tan agradecida con él de haberla aceptado en el restaurante luego de todas las malas referencias de los otros pequeños trabajos que tuvo antes, de los cuales había durado poco tiempo pero salió peleando con todos sus jefes por sus malos tratos o intentos de aprovecharse de ella por ser una principiante.
Sacó su teléfono viendo que tenía un mensaje de la única persona que sería capaz de escribirle y es que ella no recibía mensajes de nadie, sólo ese tonto sería capaz de escribirle porque no tenía a nadie más entre sus contactos.
"¿Vendrás?"
"No serías capaz de dejarme solo, ¿verdad?"
Ríe levemente y vuelve a guardar su teléfono dejándolo en visto para hacerle saber que había ignorado su mensaje cuando en realidad lo quería tomar por sorpresa. Normalmente ella no iría a uno de esos eventos ni aunque no estuviera trabajando, aún estaba intentando acostumbrarse a las calles bulliciosas pero cómo le habían dado el día libre y ese tonto se había arriesgado hasta ir a buscarla a su trabajo para suplicarle que vaya a verlo, no sería tan cruel de simplemente darle la espalda luego de todos los momentos gratos que habían pasado juntos en medio de una vida desagradable.
Él era el único amigo que tenía y al que consideraba de esa manera, la única persona que toleraba a pesar de su personalidad extrovertida casi extrema y testaruda a veces. Eran totalmente diferentes pero eso no había sido impedimento para que se acostumbraran a las diferencias del otro hasta tal punto de volverse bastante cercanos. Él se fue al servicio militar por unos años luego de meterse en problemas en Incheon y desde entonces no lo había vuelto a ver desde que apareció en el restaurante hace un par de días atrás para invitarla al torneo de boxeo, ella quería negarlo verbalmente pero fue agradable ver una cara conocida luego de tiempo permaneciendo sola.
El Torneo de Novatos de KBFC de 2020 se estaba dando en el estadio dónde siempre surgen este tipo de eventos pero esa temporada era diferente, debido a la pandemia por el COVID-19 no era posible celebrarlo con personas más allá que los participantes, representantes y entrenadores, por lo que la chica se vio en la obligación de colarse por ingresos alternos del lugar. Saltó alguna que otra reja de metal evitando cámaras, recorriendo largos pasillos de emergencia y asegurándose de que no hubiera ningún guardia de seguridad rondando por ahí.
Todo el centro se encontraba a oscuras, sólo habían reflectores de luz blanca apuntando al cuadrilátero que había en el medio. Soo-min se había escabullido en la oscuridad por las tribunas más alejadas para evitar ser encontrada. Ya habían dos boxeadores sobre el cuadrilátero, a su alrededor se encontraban sus respectivos representantes y entrenadores junto a camarógrafos que documentaban este torneo y los jueces que se encontraban del otro lado.
Soo-min alzó la cabeza viendo la pantalla dónde se anunciaban los enfrentamientos, por lo que ahí se presentó la fotografía de Hong Woo-jin junto a su edad, peso y estatura; por el otro lado estaba la imagen de su contrincante, Jung Jae-hun. El chico de pantalones rojos se movía de un lado a otro por todo el cuadrilátero tratando de molestar a Jae-hun pero este no pensaba hacer nada, por lo que Woo-jin empezó a golpearlo.
Woo-jin es alguien que siempre le gusta jugar y bromear, por lo que en ese momento tampoco era la excepción. Se movía de un lado a otro llamando la atención de su contrincante, molestándolo para que lo atacara de vuelta y Jae-hun terminaba cayendo en las provocaciones del chico, quién lo esquivaba y golpeaba en las zonas más expuestas que podía encontrar. El chico era bueno en lo que hacía, aunque siempre lo fue incluso para las malas conductas cómo era meterse en problemas con la ley y golpear a otras personas para que pagaran sus deudas.
Provocaba, esquivaba y atacaba, dando justo en el punto exacto de Jae-hun.
Según lo que los comentaristas narraban, era el tercer asalto de Woo-jin y ahora era ganador de un cuarto enfrentamiento por todos los golpes exactos que le dio a su contrincante, lo que lleva a la gran felicidad de la joven Soo-min que estaba empezando a disfrutar de los duelos de su amigo.
La atención de Soo-min se centra en el siguiente duelo, específicamente en el novato que derrota a sus contrincante de un sólo golpe certero en cualquier parte abdominal. Kim Geon-woo, ese era el nombre del chico que estaba ganando a la par con Woo-jin y avanzaba varios escalones hacia el enfrentamiento final pero lo más llamativo para la joven era su comportamiento arrepentido y preocupado que tenía cuando sus retadores se encontraban en el suelo luego del golpe definitivo, se acercaba a ellos y se disculpaba por haberles hecho daño. Normalmente ese tipo de conductas no se ven en el boxeo, por lo cuál llamó la atención de la joven que veía todo desde la oscuridad de los asientos vacíos.
Unos cuantos duelos después, ambos ganadores se iban a enfrentar en un último duelo por el trofeo y el premio mayor en efectivo, por lo que aumentó el interés de la chica por saber en cómo acabaría ese duelo que estaba bastante reñido porque ambos eran grandes boxeadores que demostraron sus más grandes habilidades en ese cuadrilátero y habían llegado invictos hasta ahí. Soo-min se encontraba al borde de su asiento mirando con atención cómo los dos chicos subieron al cuadrilátero para enfrentarse, Woo-jin iba de rojo mientras que Geon-woo de azul.
Woo-jin tenía la rapidez mientras que Geon-woo tenía la guardia siempre en alto y la fuerza para derrotar a sus adversarios de un sólo golpe, todo eso consistió los primeros minutos del encuentro entre ambos hasta que el de azul dio un gancho izquierdo en el abdomen de Woo-jin provocando que perdiera la inestabilidad y cayera al suelo. El referí cuenta los segundos que Woo-jin permanece arrodillado contra el suelo retorciéndose de dolor, por lo cuál podría darle la victoria a Geon-woo pero el afectado se levanta lentamente en último momento.
Woo-jin sigue molestando al chico para que lo golpeara, por lo que Geon-woo se prepara y se acerca de un lado a otro distrayendo a su oponente hasta que le vuelve a dar un duro golpe en la zona afectada y eso termina por derrotar una vez más a Woo-jim, quién cae de nuevo al suelo y eso le da la victoria al novato. El perdedor sigue retorciéndose en el suelo de dolor y sus entrenadores subieron al cuadrilátero para atender al chico que había caído herido en el suelo, incluso la única persona presente cómo espectadora se paró de su asiento y regresó por el lugar en el que había entrado.
Soo-min camina por los pasillos hasta dar con los vestidores de los participantes, específicamente el camerino que le tocaba a Woo-jin y en el que su nombre figuraba en la puertl. La pelinegra ve salir a un hombre, el mismo que había estado en una esquina ayudando a Woo-jin y probablemente se trate de su representante, así que decide entrar a los vestidores para ver a su amigo en el interior puesto que era la última persona presente en ese lugar por el COVID-19.
—No creí que vendría para verte perder -Comenta mientras se acerca al chico que está sentado pensativo pero sonríe un poco al ver a su amiga llegando–. Que fantástica manera de hacerme perder el tiempo, Woo-jin.
—No te dije que iba a ganar -El chico se encoge de hombros y se levanta de su asiento para abrazar a su amiga pero se queja de dolor ante el primer contacto debido al duro golpe que recibió–. Maldición.
—Ese chico te quebró todas las costillas, ¿no? -Bromea la pelinegra, causando una mala mirada en su amigo–. ¿Debería llamar a una ambulancia? ¿O tengo que cavar un hueco en algún parque y tirarte ahí?
—No recordaba que fueras demasiado graciosa, Soo-min -Señala el chico mientras la mencionada se encarga de tomar la mochila de su amigo y cargarlo sobre un hombro.
—Puedo permitirme ser graciosa cuando te encuentras de esta manera -Sonrió y el chico dio sus primeros pasos tomándose la zona afectada de su abdomen–. Vamos, te acompañaré a casa antes de que terminas cayendo muerto por la calle.
Ambos amigos salieron del camerino con dirección a la salida del lugar y una vez que giraron para caminar por el pasillo, se encontraron cuando vieron una presencia esperando en la banca más cercana y de la cuál se levantó al ver salir a Woo-jin pero lo extrañó verlo en compañía de una chica que tenía cubierta la mitad de su rostro debido a las medidas por la pandemia. No recordaba haberla visto en la esquina de los acompañantes de Woo-jin en el cuadrilátero, por lo que suponía que llegó luego o lo estuvo esperando en los camerinos.
Soo-min lo reconoció de inmediato cómo el chico que derrotó a su amigo, aquel novato que tenía una fuerza descomunal y que parecía demasiado bueno cómo para estar dentro del boxeo. Lo podía reconocer por la forma de sus ojos, eran bastante rasgos y también por la contextura de su cuerpo, estaba muy bien en forma.
Luego Geon-woo se bajó la mascarilla blanca para que lo reconocieran aunque al menos la chica ya lo había hecho al verlo pararse.
—¿Qué? ¿Por qué? -Inquiere Woo-jin al verlo.
—¿Vamos a comer? -Pregunta con una gran sonrisa en su rostro, parecía bastante emocionado por la idea.
—¿Por qué iría contigo?
—Iba a comer panceta. Creí que podíamos comer juntos.
—¿Te doy lástima?
—No -Niega de inmediato.
—Invita a los otros que noqueaste.
—Se fueron todos -Responde con inocencia, lo que provoca una pequeña sonrisa en Soo-min pero es cubierta por la mascarilla que llevaba.
—Maldición -Se queja Woo-jin. Geon-woo lo mira bastante avergonzado por el rechazo, hace una reverencia disculpándose por haberlo molestado con su propuesta.
Algo dentro de Soo-min se removió con incomodidad por verlo desilusionado ante una propuesta bastante inofensiva y es que se veía que el chico no tenía malas intenciones, por lo que no pretendía ofenderlo con su invitación para comer. Incluso la chica se atrevía a decir que el novato era alguien bastante emocional, alguien que no pertenecía a este rango del deporte de contacto debido a su preocupación por hacerle daño a sus contrincantes pero era muy bueno en ello, parecía que disfrutaba ganar y entrenar pero también había consecuencias en eso.
—¿Por qué eres tan insoportable? -Recrimina Soo-min una vez que ve cómo Geon-woo se aleja algo apenado y arrepentido por lo que hizo–. ¿No ves que el chico sólo quiere ser amable? ¿Por qué tienes que ser tan malo con él?
—Auch -Se queja luego de recibir un golpe en su fuerte–. Parece que quiere humillarme, ¿no lo ves?
—No, no lo veo -Contesta dándole la contraria-. Quiere ser bueno contigo, no seas cruel con él.
Woo-jin revolotea sus ojos con molestia antes de caminar hacia Geon-woo siendo seguido por la pelinegra que cargaba su pesada mochila. Al menos había logrado hacerlo cambiar de opinión .
—¿El premio no es de diez millones? -Pregunta Woo-jin una vez que llega al lado del chico que lo venció.
—Sí -Asiente Geon-woo luego de bajarse la mascarilla.
—¿Por qué panceta? Vamos a comer ojo de costilla.
—Sólo gastaré 50 000 wones.
—¿Por qué?
—Le daré el resto a mi mamá.
—¿Le debes dinero a tu mamá? -Woo-jin sigue interrogando.
—No
—Entonces, ¿por qué?
—Debo pagar la renta del café -Coloca sus manos dentro de sus bolsillos luego de responder con simpleza pero sus palabras sorprendieron a los amigos.
—Eres un buen hijo -Reconoce Woo-jin–. Gasta 10 000 wones más. Hay un bufé de barbacoa que sale 29 000 wones por persona. Es de primera, tienen carne coreana.
—¿Sí? ¿Dónde? -Pregunta con curiosidad y sorpresa.
—Estoy bromeando, tonto -Soo-min rueda los ojos por el comportamiento de su amigo. Los seguía de cerca pero iba en silencio casi pareciendo un fantasma–. ¿Cómo servirían carne coreana por 29 000 wones? ¿Has pasado toda tu vida boxeando? -El chico no responde, prefiere quedarse callado ante la pregunta–. Ese bufé está bueno. Gasta 10 000 wones más.
—No -Niega rotundamente y Woo-jin se detiene obligando al resto a hacer lo mismo.
Mete una mano en su bolsillo y le entrega un billete de 10 000 wones, aquellos que le faltaban a Geon-woo para poder invitarles la barbacoa que el Woo-jin le estaba comentando.
—Vendrás con nosotros a comer, ¿verdad? -Woo-jin gira a su amiga que iba detrás de ellos, por lo que ahora los dos chicos la estaban mirando con atención.
—¿Me invitarás? -Soo-min alza una ceja cuestionando y hasta sorprendida.
—Ese era mi último billete, no tengo nada más -Contesta Woo-jin.
—Entonces sólo te acompañaré a la puerta y luego me voy.
—No seas aguafiestas -Reclama con molestia. Era normal en la chica evitar juntarse con él en actividades fuera de las profesionales o necesarias–. Al menos acompaña a este pobre chico que terminó lastimado.
—Lo siento -Geon-woo se disculpa bajando la cabeza apenado por el daño que ocasionó. Soo-min mantiene su mirada en el chico arrepentido que levanta la mirada encontrándose con los ojos de ella.
Había demasiada tranquilidad y pureza en los ojos del chico que le era imposible apartar la mirada de la chica pero sobre todo era la atención que él había puesto en ella, esperaba que la chica diera una respuesta positiva a la invitación de su amigo. Soo-min quería seguir manteniendo su postura frente a la insistencia de su amigo pero era imposible al ver que Woo-jin la miraba de esa manera, cómo si estuviera alerta a cualquier movimiento que ella hiciera cuando sólo quería escuchar una respuesta de su parte y.
Ella resopla dándose por vencida, mete una mano dentro de su bolsillo sacando el dinero que el señor Park le dio antes de irse y se lo entrega a Geon-Woo.
pay attention 'cause
५🦁★ ASLAN SPEAKS . . .
Aquí tienen el primer capítulo,
el cual no me convence pero bue,
estoy algo oxidada no escribo seguido.
espero que les guste y no se olviden de
comentar, votar y compartir esto.
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