𝚂𝚝𝚞𝚌𝚔 𝚠𝚒𝚝𝚑 𝙼𝚎 𝙸

¿Por qué lo engañaría? Es un buen hombre, además creo que es un buen esposo con ella...

"La pregunta del millón sería, ¿porqué conmigo?" Yuzu soltó un suspiro exhausto antes de tirarse sobre su sofá con cansancio.

Había sido un día demasiado largo, ella había conocido a una linda chica desde hace meses y hoy tenían una "cita". Tenían porque al final nunca se vieron. La rubia estaba enojada por dentro, pero en el fondo sabía que no tenía posibilidades con ella, después de todo Mei estaba casada.

11:11 P.M

"Y si tan sólo quiere divertirse conmigo?" Volteó y tomó su teléfono pensando en marcarle o algo, le había escrito un par de mensajes pero nunca respondió. "Ni siquiera lo lee."

Ella cerró los ojos después de bloquear su celular, sin poder creer en lo que estaba haciendo. ¿Realmente me enamoré de una chica casada? Quiero decir...

"¡Soy una idiota!" bufó con un tono molesto. "Además es de clase alta, ¡¿Qué demonios?!" Tiró su teléfono al piso cuando se sobresaltó. El timbre de su apartamento había sonado, entonces algo dentro de ella se agitó. ¿Y si es Mei?  G-Yuzu por favor! Deja de pensar en ella.

"Vamos, ¿Qué probabilidad existe?" Se dijo así misma mientras caminaba hacia la entrada, un poco confusa por la hora en que alguien decide visitarle.

Sólo follamos, no hay nada más que...

"Hola, Yuzu". Escuchó cuando abrió la puerta, de repente todos sus sentidos se activaron al mirar quien era esa persona detrás de ella.

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Semanas atrás

"Ya nada es lo mismo, siento que poco a poco estoy perdiendo los ánimos", ella dijo mientras le daba un mordisco a su sándwich. Observando a su amiga mirar hacia un punto fijo pensativamente. "Ocurre algo?"

La castaña meneó la cabeza causando que Yuzu se confundiera un poco.

"No es nada, sólo...

"Hey, puedes confiar en mí." Ella sonrió mientras se acercaba a ella.

"Yuzucchi yo creo que... Uhm... 

La rubia alzó una ceja mientras esperaba a que su amiga prosiguiera, pero Matsuri llegó corriendo hacia ellas con una sonrisa de oreja a oreja causando que Yuzu la mirase aún más confundida.

"¿Por qué tienes esa sonrisa?"

"Onee-chan, recuerda que hoy es jueves y hay empanadas gratis en la cafetería." Dijo la pelirosa mientras se sentaba a su lado con una bandeja repleta de esos bocadillos.

"Lo había olvidado..." Yuzu reposó su mentón en una mano mientras pensaba en alguien que la tenía dando vueltas desde que la conoció. Matsuri al darse cuenta soltó una carcajada antes de morder una empanada y señalar a la rubia de manera juguetona.

"Sigues pensando en Hannah?"

"¿¡Perdona!?" Ella contestó con molestia, hacia ya mucho tiempo que dejo de pensar en su ex pareja cómo para que la vuelvan a mencionar. "No vuelvas a decir su nombre, de tan solo recordar las veces que estuve con ella hacen qu-

Harumi le cubrió la boca con una mano mientras le daba suaves caricias en la cabeza, provocando que Yuzu pusiera los ojos en blanco. "Ya, ya Yuzucchi. Lo que pasó, pasó, no hace falta decirlo dos veces más."

"P-pero, duh. Bueno, lo siento...

La rubia bajó la mirada mientras observaba un punto fijo en la mesa, quería salir con esa misteriosa chica. Hacia tiempo que la observaba por el instituto, pero jamás se imaginó que algún día tendría la oportunidad de si quiera conocerla.

"Es hermosa..."  

 "Oh, por Dios... Parece un ángel!"

"Abran paso idiotas, ahí viene la nieta del director."    

"¿Eh?" Yuzu inmediatamente volteó, fue una suerte que no se haya lastimado el cuello por la forma en que lo hizo, pero cuando escuchó los susurros no pudo evitar sentirse atraída hacia esa persona.

Ella...

Sus labios, sus ojos, la manera de caminar, esa chica parecía enloquecer a Yuzu de una manera inexplicable.

Está...

Cuando sus miradas se cruzaron Yuzu sintió su corazón palpitar a un ritmo inhumano, ¿Qué es lo que estoy sintiendo? La rubia cerró los ojos y cuando los volvió a abrir allí estaba la chica, frente a ella con una mirada determinada. 

Demasiado cerca...

Instintivamente la rubia se levantó con un pequeño sonrojo en las mejillas, Yuzu prácticamente estaba a la altura de esa chica, que por obvias razones le sobrepasaba unos dos o tres años de edad. Sus manos sudaban y sus pupilas temblaban, de tan sólo escuchar los murmureos de los chicos le daban ganas de atraer a esa diosa en un apasionado beso para que de una vez se callaran.

"Yuzuko, sobre lo de ayer..." Susurró acomodando un pequeño mechón de cabello por detrás de sus orejas, provocando que los murmureos de los demás inmediatamente se callaran. "Nos veremos ésta tarde, verdad?"

Ella se sorprendió un poco, pero no pasó mucho tiempo para que sus labios formaran una amplia sonrisa. "Claro, cuenta conmigo." Yuzu le guiñó un ojo con complicidad causando que todos los estudiantes quedaran estáticos observando aquella escena.

All eyes on me

"¡Imposible!"   

"Mierda, acaso tendrán una cita?"

"¿Porqué parecen tan cercanas?"

"¡Cállense!" Les gritó una pelirosa, super enojada por la cercanía de esa mujer hacia su ex novia. ¿Cómo podía Yuzu olvidarla tan rápido? Definitivamente tenía que hacer una de sus jugadas para no perderla por siempre. Aihara, estás equivocada si piensas seducir a mi Yuzu. Ella me quiere a mí, pensó mientras fruncía el ceño al ver como la rubia actuaba tan nerviosa frente a esa mujer.

"Si fuera Okogi estaría temblando como una gelatina."

"Entonces creo que no tiene caso declararme a fin de año"

"¡Eh! P-pero, ¿por qué?"

"¿No lo ves? Creo que están saliendo y no puedo pelear contra Okogi, ella-

"Hannah tranquila, verás que esa mujerzuela sólo está jugando con Yuzu." Animó su prima sentada a su lado mientras miraba de forma tenebrosa a los que seguían murmurando cosas sobre ese par.

Una castaña se unió a la conversación, mirando las escena con sorpresa. "Bueno... Supongo que si es así ella no podrá soportarlo y llegará rendida a tus pies."

"Ella siempre ha venido por mí y ésta no será la excepción."

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Te deseo.

"Me tienes loca", sus manos pasaron por su cuello hasta su yugular. Acariciándola con lentitud mientras se frotaba contra su cuerpo caliente, queriendo provocarla más de lo que hacía. "¿Porqué no disfrutamos esta noche?"

Yuzu la cargó hasta el sofá y la recostó con suavidad, perdiéndose en esos ojos púrpuras que brillaban con intensidad en medio de la noche. Sus respiraciones agitadas al igual que su ritmo cardíaco no podían parar, sentía muchos nervios, pero a la vez una inmensa necesidad de hacerla suya.

La rubia sonrió lujuriosamente cuando Mei posicionó su rodilla justo en medio de su entrepierna, haciendo fricción con su miembro que se encontraba más que duro por las caricias que había recibido en medio del apasionado beso.

"Déjame ayudarte con eso". Dijo en un susurro mientras le mordía la oreja con suavidad, provocando que Yuzu jadeara con sorpresa cuando una mano se deslizó sobre su entrepierna para agarrarla con delicadeza. "Eres tan linda cuando te sonrojas..."

¿Linda yo?  Ella es la perfección hecha persona, maldita sea.

"Me pasaría toda la noche hablando de lo hermosa que eres, pero hay otras cosas que podríamos hacer en lugar de eso", su sonrojo se intensificó al ver a Mei debajo suya mordiéndose el labio lascivamente con el escote casi descubierto y las pupilas dilatadas por el deseo.

Tragó saliva cuando la pelinegra llevó una de sus manos hacia sus pechos, se sentían tan suaves, firmes y... Uf...

"... Yuzu, tócame... Quiero ser tuya toda la noche...

Gimió cuando Mei le bajó sus pantalones de pijama, liberando su miembro erecto, duro y con la punta resbaladiza con rastros de pre-cum. Yuzu observó las facciones de la chica que tenía debajo, sus ojos viajaron hasta sus labios, y cuando formó una sonrisa no pudo evitar avergonzarse por la manera en que Mei se acercaba a su vigorosa polla.

"Dios, esto es demasiado grande..." Ella se relamió los labios mientras acomodaba un mechón de cabello por detrás de su oreja con emoción.

Yuzu comenzó a sentarse y disfrutar del placer que se estaba acercando a ella, su cuerpo calentándose y haciéndola agarrar firmemente la parte posterior de la cabeza de la otra chica. Sin previo aviso, la chica de cabello rubio empujó hacia adelante y metió su polla en la garganta de la pelinegra, dejando escapar otro gemido desvergonzado. Sin embargo, eso no le impidió mover sus caderas de un lado a otro, metiendo su polla dentro y fuera de la boca de Mei sin preocuparse de que las encontraran. Incluso cuando los sonidos sorbos de la boca de Mei comenzaron a llenar la habitación, no había un solo indicio de cuidado en su mente. "Estoy... Me estoy acercando..."

Al escuchar esas palabras, la chica de cabello oscuro asintió e hizo todo lo posible para obtener ese dulce sabor a esperma que había estado esperando desde que las dos organizaron su pequeña cita hoy. Arrastrando su lengua por la parte inferior del miembro que empujaba dentro y fuera de su boca una y otra vez, Yuzu se apresuró a tratar de empujar a Mei al límite por primera vez , su corazón latía y latía con fuerza en su pecho. Lo suficiente como para sentirlo en sus oídos. Sin embargo, fue rápidamente retirada contra su voluntad, jadeando y tosiendo cuando la polla se retiró de entre sus labios. "Y-yuzu? Pero quería... Antes de que ella pudiera sacar lo que quería, cuerda tras cuerda de esperma abandonó la polla de Yuzu y le salpicó la cara, salpicando y convirtiéndola en un desastre feliz y cubierto de esperma. No ayudó que algo de eso ya comenzara a gotear por su barbilla y sobre su ropa. "Bueno... Esto también funciona. ~"

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Una suave risa dejó a la chica de cabello rubio mientras ponía de pie a su amante, capturando sus labios en un beso acalorado y apasionado una vez más, ignorando todo el semen que estaba en la cara de Mei ahora. "Bueno. Porque te ves maravillosa cubierta en mi semen así. ~" Por supuesto, ella se apresuró a lamer un poco de la barbilla. "Ahora puedo ver por qué ellas han amado mi esperma todos estos años..."

"Sabe muy bien, ¿no? ~" La pelinegra sonrió y se limpió un poco del semen que tenía en la cara, sin preocuparse por la pequeña cantidad que comenzaba a manchar su ropa. Con una sonrisa brillante, ella metió sus dedos ahora empapados de esperma en su boca felizmente arremolinó su lengua alrededor de ellos, limpiándolos y gimiendo en silencio mientras lo hacía. Tan perdida en su pequeño mundo que no se dio cuenta de que Yuzu la había dado la vuelta y la había inclinado sobre el sofá por un momento. "¿De Verdad? ¿Ni siquiera puedo disfrutar tu semen sin que quieras más? ~ "

"Bueno, ¿cómo se supone que voy a parar cuando haces un pequeño espectáculo como ese?". Se inclinó hacia adelante lo suficiente como para capturar los labios de la otra chica en otro beso, empujando su lengua más allá de los labios de Mei, Yuzu se apresuró a levantar la falda de la pelinegra y exponer el hecho de que no llevaba ropa interior. "¿De Verdad? ¿Ni siquiera vas a usar ropa interior cuando salgas?

"Bueno, ¿no me molesto en usar un sostén la mitad del tiempo? ¿Qué sentido tiene usar bragas?" Sacando la lengua y lamiendo los labios de Yuzu, un jadeo agudo y dichoso dejó a Mei cuando sintió que la polla que amaba lentamente comenzaba a meterse en su apretado coño. Era un sentimiento maravillosamente adictivo que inmediatamente provocó algo dentro de ella que no estaba segura de querer ahora. "Y-yuzu... Quiero que te corras dentro de mí... Quiero sentir cada gota de tu semen inundar mi coño cuando me folles". Las palabras que la dejaron fueron suaves y nerviosas, como si no estuviera segura de lo que estaba diciendo, pero se encontraron con una suave sonrisa y un beso para tranquilizarla.

"Claro, Mei. Solo dime si no quieres eso para cuando me corra." Lamiéndose los labios y enderezándose, Yuzu comenzó a mover lentamente las caderas de un lado a otro, asegurándose de que la pelinegra tuviera tiempo de acostumbrarse a la sensación de estar llena una vez más antes de hacer algo drástico. Por supuesto, eso solo se estaba negando a sí misma el placer que quería de esto, lo que la llevó a acelerar rápidamente el ritmo de sus caderas, ganando gemidos después de un estridente y feliz gemido de la pelinegra en el proceso. Incluso con las manos enganchadas en las caderas de la chica, fue maravilloso estar de vuelta en un coño que amaba y extrañaba haberla envuelto, especialmente por lo apretada que estaba. "Dios, Mei... Te sientes tan bien..."

"No te detengas, Yuzu... ¡No te detengas, se siente tan bien! ~" Echando la cabeza hacia atrás y jadeando cuando sintió que la mano de la rubia de repente encontró un lugar en su cabello, Yuzu se lo hizo más fuerte concentrándose más en su amante y el placer que ambas estaban obteniendo de esto. "¡Quiero que te corras dentro de mí! Hazlo, Yuzu... ¡Quiero estar contigo para siempre! ¡Dame una familia que podamos cuidar!" Un jadeo agudo y estático dejó a Mei cuando sintió la polla dentro de su latido y contracción una vez más, la chica de cabello rubio estaba a punto de correrse solo al escuchar eso. "¿Te gusta cómo suena eso, Yuzu...? Bueno, haz que suceda... Dame cada gota de tu semen y no te atrevas a retirarte hasta que lo hayas hecho."

El sonido de los saltos de la pareja golpeándose juntos comenzó a crecer más y más fuerte con cada segundo que pasaba a medida que se perdían en el placer de lo que estaban haciendo, amando cada momento y con el riesgo de quedar embarazada ahora siendo el objetivo, nada parecía detenerlas. A Yuzu no le ayudó que pudiera sentir que las paredes internas de su amante se apretaban cada vez más rápido a medida que se movía, lo que la llevó a ser aún más rápida y más dura con sus empujes.

La sensación de ser bombeada por la mejor polla que ha intentado tomar antes y después de ser caliente y potente fue suficiente para empujar a Mei al límite y entrar en su propio orgasmo, un fuerte grito de placer la dejó mientras sus paredes internas se cerraban como un vicio alrededor de la polla de la rubia. Se sentía tan bien estar tan llena por la persona que adoraba más que nadie, llevando una sonrisa feliz a sus labios hasta que el esperma finalmente dejó de fluir dentro de ella. Un gemido bajo y otro gemido abandonaron los labios de la chica pelinegra cuando sintió que la polla se retiraba lentamente de su coño completamente jodido, haciendo que Mei se diera la vuelta y mirara a su amante, moviéndose lentamente para descansar contra la pared del salón. "Eso... me sentí increíble... no creo que te hayas corrido dentro de mí antes..."

"Sabes... yo tampoco lo creo..." Con una sonrisa en su rostro cuando ambas chicas jadeaban y respiraban profundamente al unísono, sus orgasmos hicieron muy poco para detener la excitación que estaban sintiendo ahora que finalmente estaban solas. "Pero... tampoco creo que haya tenido la oportunidad de follarte el culo, Mei..."

"¡¿Bueno, qué estás esperando?! ¡Atrápalo! ~" Sin ninguna duda o vergüenza, la pelinegra se dio la vuelta y dejó caer su trasero a propósito en el regazo de la chica de cabello rubio, forzando ansiosamente su polla dura entre sus suaves mejillas. "¡Vamos vamos! ¡A la mierda, fóllame el culo!" Su personalidad tranquila habitual comenzaba a traicionarla cuando finalmente sintió las suaves manos de su amante agarrándole la parte trasera, haciéndola chillar tranquilamente y gemir felizmente por la cálida sensación de la cabeza de su polla empujando su culo. Apretando los dientes y apoyándose contra el sofá en el que ya se apoyaba, la chica no pudo evitar lamerse los labios anticipándose a lo que vendría.

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Now I'm feeling guilty for it
Didn't wanna leave
I got caught up in the forest
Hangin' with the trees
Realised I'm less important
Than I thought I'd be
I'm not tellin' you for any certain reason but

"Ah~ N-no puedes hacer esto, alguien podría escucharnos". La rubia tembló contra Mei, ella la tenía atrapada en un cubículo del baño mientras dejaba marcas por su cuello con posesión. "¿M-me estás...

Un leve sollozo se escuchó en el baño causando que Yuzu abriera los ojos con sorpresa al darse cuenta de que ese quejido provenía de su amante, intentó hacer que la mirase, pero instantáneamente sintió la mejilla arder por la bofetada que ésta le dio con su mano derecha. "Qu- M-mei?" Se echó hacia atrás cuando la pelinegra miró sus orbes esmeraldas con furia. "Qué ocurre contigo... 

"¿Por qué dejaste que esa chica te besara?" Mei la fulminó con la mirada provocando que la rubia alzara una ceja en respuesta.

Yuzu pensó por un momento, solo un momento, antes de negar y envolver sus brazos alrededor del cuerpo de la otra chica, acercándola a un beso y sonriéndole. "No pensé que serías tan posesiva conmigo, hey ~

"¡No! ¿Acaso te da igual? Me estoy muriendo de celos y en cambio tú disfrutas verme de esta forma".

Una leve risita escapó de los labios de la chica de cabello rubio cuando sacudió la cabeza nuevamente, plantando otro beso sin sentimientos en los labios de Mei. "¡Pero, Mei! ¿No es eso parte de la diversión? ¿Acaso estás enamorada? ~" Yuzu solo se rió mientras su corazón dolía al expresarse de esa forma, pero se negó a aceptarlo, el ojo público las vería mal si aceptaba sus sentimientos hacia ella.

Los ojos púrpuras de Mei se abrieron y rápidamente se soltó de su agarre, su instinto fue darle un golpe en los bajos y salir del cubículo con los ojos llorosos, no quería llorar. No iba a llorar por una idiota como Yuzu.

I just want your empathy

La rubia cerró los ojos intentando borrar el dolor de su cuerpo, "¡Mierda, sí que pega fuerte!" Lloriqueó mientras se deslizaba hacia abajo, abrazando sus piernas mientras temblaba por ello. "Supongo que se le pasará... Lo siento Mei, tú estás casada y peor aún eres la heredera de ésta universidad. ¿Qué pensará todo el mundo si se llegase a enterar? No soy una aprovechada, tú te fijaste en mí y yo cedí porque me atraes sexualmente, sólo eso."

Our lives keep on gettin' shorter
Losin' opportunity
There might be some other ways of looking at it but
That's just what I see
I been gettin' over myself
Thinkin' about what you need
Then I realised that neither of us matter

What's reality, yeah?

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