He a message, I'm the runner
He's the rebel, I'm the daughter waiting for you
You're my river running high, run deep and run wild

Mei tiene quince años y sabe que lo normal es salir con chicos, pero tiene dudas sobre su sexualidad. Una noche conoce y se enamora inesperadamente de Yuzu, una joven con el pelo rubio. La atracción que despierta en ella una mujer que le muestra el camino del deseo y la madurez, hará que Mei tenga que sufrir los juicios y prejuicios de familiares y amigos. 

II

Ellas conectaban miradas.

No era tan incómodo cuando Mei la estuvo buscando desde hace días, fantaseaba con ella en sus sueños más húmedos, no podía sacársela de la cabeza y empezaba a sentir dudas sobre su sexualidad.

¿En qué estaba pensando?

Meneó la cabeza antes de volver a mirar su trago, ni siquiera sabía lo que había pedido. De hecho, no tenía idea de por qué estaba ahí, tan sólo había acompañado a un amigo suyo a un bar gay por unas cuántas horas antes de que él se fuera con un chico.

¿Y por qué no?

Sus intensos ojos esmeraldas la estaban cegando, quería acercarse y hablar con ella, pero ni siquiera sabía su nombre. 

Quizá era un buen comienzo.

—¿Tu primera vez aquí? —preguntó una pelirroja mientras se sentaba a su lado, pidiendo un trago a la vez.

Al no oír respuesta decidió volver a hablar.

—Pareces perdida. —Dijo de forma divertida— Te invitaría un trago, pero ya tienes uno.

Ella no sabía qué decir, desde que entró al bar no paraba de sentir las miradas de todas alrededor, bueno parecía una estudiante perdida o queriendo experimentar algo nuevo en busca de diversión. 

Estaba a punto de salir algo de sus labios, pero-

—¿Estás bien? —Se acercó la joven de cabello rubio, mirando a la pelirroja sin expresión alguna.

La pelirroja alzó una ceja con burla, mientras miraba a esa chica devolverle una sonrisa.—Sí.

—¿Hablando con mi prima? —Intentó persuadir.

—¿Tu prima?

Mei estaba sorprendida, pero al sentir a la rubia tan cerca no pudo evitar sonrojarse e intentar no mirarlas demasiado.

—Ah, ya entendí —La pelirroja miró a la de ojos verdes con una sonrisa pícara—, ¿Puedo irme?

—Adelante.

—Pórtate bien ~

La rubia sonrió antes de tomar el lugar de esa chica, pidió un trago mientras la pelinegra la miraba expectante. —Sophie, leche de fresa, por favor. —Dijo para luego volver su mirada a Mei, sorprendiéndola por la forma en que sus ojos no apartaban los suyos en ningún segundo, —¿Por qué estás aquí tan sola?

—No lo sé. —Ella colocó un mechón de cabello por detrás de su oreja antes de volver a mirarla—. Vine aquí por casualidad.

—Hmm. —asintió divertida por los nervios de la chica—, por "casualidad". Okay, estás bebiendo un Bulldog. Cerveza de tortillera. —Rió provocando que la pelinegra se sonrojara un poco.

—No tenía idea.

—Seguro —Ella dijo antes de recibir la bebida con un "gracias" de fondo—, Toma. Prueba esto. —colocó su bebida justo en frente de la ojivioleta.

Mei simplemente la miró y sin decir nada probó la bebida con un poco de curiosidad, haciendo que la rubia sonriera.

—¿Y bien? —Preguntó divertida—, ¿Te gusta?

—¿Honestamente?

La rubia asintió.

—¿No te molestarás?

Se le escapó otra risa por la pregunta —No, adelante.

Ella se quedó unos segundos en silencio antes de contestar. —Es asquerosa. —respondió causando que la rubia riera divertida. 

—A mí me encanta, —declaró mientras tomaba la bebida y la bebía—. Tu "tipo" es raro aquí.

—¿Cuál es mi "tipo"? —Preguntó observando a la chica seguir bebiendo mientras mantenía la conversación con ella.

—Tu tipo... No lo sé, menor de edad... andando en los bares por la noche. —Respondió haciendo que la pelinegra sonriera levemente.

—¿Cómo sabes que soy menor de edad?

—Sólo lo sé. —Bebió otro poco antes de proseguir—, O si no... Una chica hetero, que está un poco... curiosa.

  La pelinegra se retractó. —Como dije, entré aquí por casualidad.

—La casualidad no existe —Intervino la rubia mientras reía.

—¿Tú crees? —Dijo, observándola nuevamente asentir.

—¿Cómo te llamas?

—Mei.

—Mei —Susurró mientras la miraba a los ojos—. Mei es un lindo nombre. Mei significa algo en japones, creo que significa... sol. 

La ojivioleta sonrió y negó con la cabeza mientras miraba a la rubia seguir intentando.

—Esperanza. —Mei volvió a negar con una sonrisa—. Amor.

—No... —la pelinegra rió un poco—. Significa "belleza".

—¡Me acerqué!  

—Sol... —Mei rodó los ojos al ver a la rubia sonreír nerviosamente, después de unos segundos en silencio decidió preguntar—. ¿Cómo te llamas?

—Me llamo Yuzu. —Respondió dándole otro sorbo a su bebida.

Una leve sonrisa apareció en sus labios. —¿A qué te dedicas?

—¿Tú que crees? 

Mei miró su cabello disimuladamente, el cabello rubio no era muy particular aquí en Japón. Entonces una idea se le vino a la cabeza, —¿Peluquera?

Yuzu soltó una carcajada y negó con la cabeza. —Cuarto Año de Bellas Artes. —Dijo mientras la miraba.

—¿Bellas Artes?

—Sí.

—¿Te gusta?

—Eh... Sí, me gusta. 

La pelinegra se quedó en silencio y suspiró. —¿Por qué lo llaman Bellas Artes? —Preguntó mientras miraba su trago—, ¿Hay artes feas?

—No, no hay arte fea osea... Algunas pueden ser feas, pero es subjetivo. Porque también hay Artes Decorativas, Artes Aplicadas... —Sonrió al ver a Mei tan interesada en ello—. No hay Escuelas de Artes Feas. 

—¿Por qué no?

—Es un buen punto. —Asintió antes de proseguir— En la época de los impresionistas, todos los que eran rechazados... del Salón por pinturas hermosas... y todos los que eran considerados... "feos" iban al Salón de...     

—... feo.

—Algo así como el Salón de lo Feo. los mejores artistas. —rió causando que Mei sonriera—, ¿Te gusta la pintura? —Se acercó un poco al oído por el ruido que había, pero la pelinegra no pudo evitar sonrojarse por ello.

—N-no sé mucho, pero me gusta.

—Huh. ¿Qué conoces?

 Mei lo pensó un poco y la miró —Picasso.

—¿Sí? —Yuzu sonrió mientras miraba los labios de la pelinegra.

—Y... Picasso. —Dijo provocando otra risa en la rubia.

—Ya conoces... 

—A Picasso. —Rió levemente.

Yuzu negó con una sonrisa mientras le daba otro sorbo, —¿Tú que haces, Mei?

—Estoy en la escuela.

—¿Oh, sí? ¿Qué estás estudiando?

—Literatura. No me he graduado todavía. —Respondió—, estoy en el pre. Estoy estudiando Literatura Japonesa.

—De acuerdo, ya veo. —Yuzu le sonrió— ¿Cuál es tu materia favorita?

—Depende del profesor. Si el profesor me inspira, todas me gustan. Me parece interesante. Es un problema, porque mis calificaciones pueden variar. —La miró perdiéndose en el mar esmeralda de sus ojos—, pueden bajar de 15 a 4 en un año.

—¿De 15 a 4? —Ella rió divertida.

—Sí —Mei fue contagiada por su risa.

—Contigo es todo o nada.

—Pero... No cambian en literatura, porque me encanta leer. Y los idiomas también. Porque... de hecho me gusta el inglés.

—Yo soy pésima en inglés.

—¿En serio?

—Sí... Es algo que realmente me gustaría... Debería tomar clases de inglés. —Ella se rascó la nuca sin interés alguno—, Mi acento es una mierda. Es horrible.

—Yo soy muy buena.

—¿En serio? —La rubia le sonrió—. Afortunada.

—Bueno... —Mei asintió levemente—, y dado que me encantan las películas americanas, ahora puedo ver películas sin subtítulos. Me ayuda.

—¿Cómo cual?

—Me gustan todas. Scorsese, Kubrick...

De repente ambas fueron interrumpidas por una castaña de cabello largo, ojos acaramelados y una bebida en la mano.

—Hola, amor. —Dijo ella dándole un beso en la mejilla a la rubia, sorprendiendo a Mei en el acto.

—Hey, ¿No saludas a mi prima?

—Prima, eh? —Le sonrió a la pelinegra causando que Yuzu le diera una mirada de muerte.

—Deja eso...

—¿Qué edad tiene tu prima? —preguntó de forma aniñada— ¿Tiene permiso de estar aquí? —Siguió mientras acariciaba la mejilla de Mei provocando que ésta girase la cabeza por el tacto.

"Esto es incómodo"

—Chicas, muestren respeto. —Advirtió la rubia causando que la castaña pasase un dedo sobre sus labios y la otra por su cuello.

—Nos vamos de Club en Club, ¿Quieres venir? 

—Bien por ti.

—¿Qué? ¿Vienes? 

—Ven con nosotras, cariño. —Dijo mientras la abrazaba por la espalda, Mei no podía dejar de mirar lo melosas que eran esas chicas con Yuzu, e inconscientemente sentía punzadas en el pecho.

—Puedes traer a tu prima.

—Oye, prima... —burló una de las chicas evidentemente ebria mientras se acercaba para darle un beso, pero ella rápidamente se alejó.

—¡Es linda!

—Estaremos esperando.

—¡5 minutos! —Exclamó Yuzu a sus amigas quienes se iban.

"Ok, creo que fue suficiente" pensó la rubia un poco incómoda.

—¿Qué academia?

—Aihara. —Dijo Mei haciendo que la rubia la mirase intensamente y asintiera con una pequeña sonrisa.

—¡Maldición, Yuzu!

 —¡No puedo hablar 5 minutos! —La rubia se apartó de la pelinegra y caminó hacia sus amigas, poniendo fin a su conversación.

Y miró a su alrededor, Yuzu se había ido. No sabía cuando volvería a verla, pero aseguraba con certeza que el destino las iba a volver a cruzar, después de todo...

Sentía que era una pieza esencial en su vida.

Es raro estar en medio de esto, con chicas besándose a su alrededor, tocándose, bailando y cantando al ritmo de la música. Sin duda esto no era lo suyo, pero...

¿Por qué quería estar tan cerca de ella?

Yuzu es linda, tiene una sonrisa perfecta, ojos verdes, piel pálida y una actitud que...

Bueno, ¿Atrevida?

—Pff...  —Mei terminó su bebida de un sólo trago—, ¿Cuánto te debo?

—Ya está pagado.

Mei se quedó un poco sorprendida, pero asintió y salió de ahí. Sin duda le llevaría mucho tiempo descifrar lo que su corazón sentía, pero había salido con tantos chicos que simplemente llegaba a terminarlos en una semana, máximo dos y eso la hacía sentir confusa.

I, I follow, I follow you, deep sea baby
I follow you
I, I follow, I follow you, dark doom honey
I follow you

Quizá debería dejarse envolver por ésta nueva experiencia.