𝒯𝒽𝑒 𝐵𝑒𝒶𝒸𝒽
CAPÍTULO 4: AMORÍO
1 mes después
("Y tú eres fría y yo ardo
Supongo que jamás aprenderé.")
«Me haces sentir insignificante por cómo me miras»
Estar rodeada entre sus brazos y escuchar los rítmicos latidos de su corazón me hace sentir muy relajada, segura e inmensamente feliz. Nunca creí que alguien pudiera hacerme sentir de esta manera, realmente amo a Yuzu y no quisiera separarme de ella por nada del mundo.
Y puede sonar apresurado, pero no puede encajar más felicidad en mí cuando estoy a su lado. Sus labios junto a los míos encajan perfectamente, me quita el aliento y me lleva a lugares desconocidos de los que solo ella es capaz.
"Te amo princesa, eres lo mejor que tengo. No sé qué haría sin ti, de hecho, me sentiría perdida". Yuzu declaró mientras me abrazaba con más ternura.
Si te dijera que te amé, dime, ¿qué dirías?
No pude evitar sonrojarme cuando me tomó de la mejilla con una sonrisita alegre, sus ojos refulgían de pura felicidad, era algo vertiginoso sentir estos sentimientos que tan de repente ella me demostraba con una caricia y unas simples palabras que derretían mi corazón.
Solté un bajo suspiro antes de responder:
"Fue muy buena idea salir a tomar un poco de aire, ¿no lo crees?"
Si te dijera que te odié, ¿te irías?
"Realmente sí, supongo que era hora de salir de nuestra rutina". Afirmó Yuzu al instante mientras pasaba una mano a través de mis mechones oscuros con suavidad, a lo que yo le dediqué una suave sonrisa.
"Me gustaría quedarme así toda la vida, Mei... Abrazándote, besándote, amándote..."
Es la tercera vez que lo menciona en este día. Está demasiado empalagosa desde que empezó la semana, siento que ha hecho algo y quiere remediarlo a como dé lugar. No desconfío de ella, conozco bien a Yuzu y estoy cien por cien segura de lo mala que es queriendo ocultar cosas, es por eso que...
"Es divertido". Dije con una fina línea sobre mis labios. "Sigues diciéndome eso, y aunque es lindo, siento que estás ocultando algo. ¿No quieres decirme nada?"
Yuzu me miró asustada por un momento, y aunque trató de hacerlo pasar rápidamente lo noté, así que aumenté el apretón de nuestras manos.
"No, Mei... no tengo nada que ocultar, sólo intento ser 'romántica' pero veo que no funciona". Dejó escapar un suspiro decepcionado mientras apoyaba la parte posterior de su cabeza en el tronco del árbol en el que estábamos sentadas.
Ahora necesito tu ayuda en todo lo que hago.
"Entonces... quizás deberías hacerme una pequeña prueba". Dije en un susurro, sentándome a horcajadas sobre Yuzu, que rápidamente rodeó mi cintura con sus brazos.
"Lo que quieras", suspiró encantada, esto era sin duda algo nuevo en ella. La miré y arqueé una elegante ceja antes de ahuecar las mejillas de Yuzu entre mis manos, haciendo que me mirara a los ojos. "Eres muy hermosa, Mei".
"Yuzu".
"¿Sí?", intentó unir nuestros labios, pero la aparté con una mano en el pecho, no se lo iba a poner tan fácil. Me miró con una expresión de desconcierto. "¿Y ahora qué es lo que hice?"
Últimamente ha estado recibiendo mensajes que la ponían sumamente nerviosa, siempre ocurre desde ese día que salimos de la Academia por la tarde.
Yuzu, nunca...
Nunca me dice de quién se trata.
Y eso me molesta.
Fruncí el ceño al recordarlo, obviamente la asusté por como cambió su expresión a una aterrada.
Ésta vez me lo vas a tener que decir.
"Yuzu." Repetí, a lo que ella solo miró atenta a lo que iba a decir a continuación.
No quiero sonar como una novia celosa, pero...
Si Yuzu me da motivos...
"¿Mei?"
"Creo que es momento de que me aclares lo que realmente pasa contigo y... esa persona."
XXX
Yuzu arqueó las cejas confundida antes de responder. "¿De qué hablas?"
"No te hagas", la pelinegra le dio un golpecito en el hombro haciéndola sudar. "Sé que no es Taniguchi-san ni nadie que conozca, es por eso que quiero que me digas de quién se trata".
"Um."
Mei frunció los labios cuando sintió a Yuzu moverse incómodamente debajo de ella, causando más sospechas. "Me mentiste al respecto, ¿verdad?"
"No". La rubia desvió la mirada. "No, Mei..."
El corazón de Mei empezaba a doler, estaba más que claro que había algo más ahí, pero ¿por qué insistía en seguir mintiendo?
"Te conozco... y sé que no estás siendo sincera conmigo desde el primer día." Dijo con un suspiro abatido. "Quiero que digas la verdad, y pase lo que pase te escucharé Yuzu, confía en mí."
Yuzu se encogió en su lugar. Se sentía tan pequeña y más cuando se sintió acorralada en su propia mentira.
"Mierda..." La rubia empezó a sudar frío, no quería enfrentarse a Mei, y menos con algo tan ruin como lo que sucedió meses atrás.
"Se trata de... Bueno, hace mucho tiempo atrás yo..."
Mei se empezaba a impacientar.
"En mi fiesta de cumpleaños, conocí a una chica que..."
¿Conociste a una chica...?! Por eso te comportas así, seguro que esa zorra está intentando interponerse en nuestra relación.
¡No! No lo permitiré... de ninguna manera, incluso tiene el descaro de seguir hablando con mi novia.
"¡Dilo, Yuzu!"
"¡Mei, no me mires así!"
"¡Idiota! ¿Cómo la conociste? Será mejor que me lo cuentes todo!" Exclamó mientras la sujetaba por el cuello haciendo que Yuzu cerrara los ojos debido a la expresión que tenía su novia en ese momento.
No quiero mentir, me he apoyado en ti.
"¿No dirás nada? ¡Yuzu!"
"¡Déjame explicarte! Mei, por favor... Sabes que... sería incapaz de engañarte, estoy perdidamente enamorada de ti y lo sabes, pero..."
"¡¿PERO?!"
"Ugh. ¡Por eso no quería decirte nada, te pones como loca!"
"¡¿Y cómo quieres que me ponga?! ¡Si estoy a segundos de escuchar que me fuiste infiel!"
"¡Por supuesto que no! Lo que pasó con esa chica sucedió cuando nos separamos durante dos meses". Finalmente confesó, para sorpresa de Mei quien la miró absorta.
"¿W-Qué...?" Las lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos amatistas, provocando una reacción instantánea de Yuzu, quien la abrazó contra su pecho mientras le susurraba al oído.
"M-Mei, lo siento-"
"¿Cómo pudiste... Yuzu?" Mei se alejó y la miró con repulsión. "¡¿Me fuiste infiel durante el viaje con mi abuelo?!"
El corazón de la rubia latía con fuerza, no estaba lista para esto.
"¡Estoy muy arrepentida, lo digo en serio!"
"¡Pues no lo parece! Si sigues manteniendo contacto con esa..." La azabache desvío la mirada, no muy acostumbrada a decir palabras tan... fuera de su vocabulario. "Con esa mujer."
Yuzu se sonrojó. "¡No! Claro que no, Mei... Jamás la volví a ver desde esa fecha", tragó saliva.
"¿Y como sé que no me mientes?" Exclamó dolida, "¿Y POR QUÉ TE SONROJAS?"
"¡Estoy avergonzada!"
"Ya no te creo nada!"
Yuzu se cubrió la cara completamente avergonzada. "Todo fue un plan de Matsuri, estaba muy triste y trajo a una de sus amigas locas, ¡ni siquiera recuerdo cómo se llamaba! Lo único que sé es que está obsesionada con volver a verme y yo no..."
"¿Piensas que me creeré ese cuento?" Mei la encaró, "Deja de mentirme, y mejor dime por qué demonios..."
"No lo justifico, sé que cometí un error. Sin embargo, cuando te fuiste no dijiste absolutamente nada."
"¿Y QUÉ QUERÍAS QUE TE DIJERA? Si mi abuelo había confiscado mi teléfono y prohibido indefinidamente volver a hablar contigo!"
...
"Mierda, Mei... Lo siento mucho, yo... lo único que hice esa noche fue beber demasiado hasta el punto de no recordar mi propio nombre, y más cuando las cosas entre tú y yo quedaron en una discusión por... lo que pasó con el abuelo..."
Ella se mostró completamente arrepentida.
"No puedo creerlo". Dijo Mei entre lágrimas poniéndose de pie rápidamente, cogiendo su bolso. "Y hace unos momentos me sentía la persona más afortunada por estar contigo..." Sollozó. "¡TE ODIO!"
"¡Espera, Mei!" Yuzu la agarró de la muñeca impidiendo que huyera. "Por favor, escúchame, sé que fui una completa idiota, pero entiéndeme. Estaba herida... y..."
¡Ouch!
Ni siquiera terminó de hablar cuando sintió que la mano derecha de Mei impactaba en su mejilla con rabia. Yuzu se encontró acariciando su mejilla magullada después de eso, completamente sorprendida por la acción de su novia.
Mei se sorprendió tanto como ella, era un impulso total que la llevó a hacer eso, pero no tenía intención de escucharla, y mucho menos ahora con esa patética excusa.
"¡Suéltame, NO me toques!"
"¡Mei, por favor!" exclamó Yuzu con la voz quebrada, "nos hicimos mucho daño en aquel entonces, y cuando tu abuelo nos vio aquella vez e intentamos aparentar, algo entre nosotras cambió y no pude hacer nada más que apartarme... por tu bien".
"¿Por mí bien?" Mei la empujó contra el árbol detrás de ella haciéndole tropezar. "¡Maldita seas, idiota! Yo sufrí lo mismo que tú, sin embargo, NUNCA te busqué un maldito reemplazo. Jamás se me pasó por la cabeza, ¿y sabes por qué? Porque te amo."
Esa mirada...
"Por Dios, Mei." Yuzu cayó rendida frente a su novia. "Nunca quise lastimarte, en serio..."
"Ya lo hiciste."
La rubia movió la cabeza, rehusándose a aceptar que Mei no la quería más.
"Sé perfectamente que arruiné todo, Mei, pero fue un momento de debilidad. Ya no eras la misma conmigo y tuve el impulso de..."
En ese instante fue cuando supo que no tenía perdón alguno, Mei le dio un puñetazo en la cara que hizo que sus manos fueran directas a su nariz que empezaba a sangrar lentamente por el fuerte impacto.
"F-Mierda..."
"No digas nada más, sólo estás empeorando las cosas". Mei la miró con desprecio, haciendo que el corazón de la rubia doliese. "Tampoco quiero que vuelvas a hablarme en tu vida, Yuzu Okogi. Me siento como una idiota, debería haberlo sabido desde un principio. ¡Por algo eres la mejor amiga de Mizusawa, tienen la misma manía de buscar una buena mujer para acostarse con ella toda una noche!" Ella le dirigió una mirada gélida antes de girar sobre sus talones.
"Espero que tu romance con esa chica dure, porque lo nuestro se acabó".
Mierda.
Esto no...
"¿Sabes que en algún momento se va a tener que enterar, verdad?"
"Oh, vamos Onee. Se trata de Mei Aihara, no es tan idiota. De todos modos puedes confiar en mí, no diré absolutamente nada."
No.
No, no, no.
"¡MEI!"
"Mei..."
1:34 A.M
Yuzu intentó una vez más, pero la llamada era rechazada. Otra, y otra vez.
"Por el amor al diablo, ¿quieres dejar de seguir marcando?"
"No puedo..."
Matsuri soltó un bufido mientras le arrebataba el teléfono de las manos, causando que la rubia más alta se enojara.
"¿Qué mierda crees que haces?"
"Algo que después me agradecerás." Respondió con una sonrisa mientras le entregaba el teléfono. "Vamos, vamos a beber algo. No puedes seguir así."
La Gyaru la miró incrédula, incapaz de si quiera responder.
"Tú... ¿No entiendes lo que acaba de pasar, verdad?"
"Claro que lo sé."
"¿Y ENTONCES ESPERAS QUE VAYA A BEBER CONTIGO? Mierda, ¡Estás loca!"
"No estoy loca. La única loca es Mei-san que intenta compararte conmigo".
Yuzu negó con la cabeza mientras soltaba un suspiro.
"No eres nada de lo que te dijo, Onee." La chica más baja le dio una palmada en el hombro, tratando de consolarla. "No la necesitas, lo que necesitas es un poco de diversión. Mei-san te pegó lo aburrida a decir verdad."
"Cállate, Matsuri!"
"Es que tan solo mírate Onee-chan. Llevas casi un año entero con Mei y apenas pueden verse por culpa de ese viejo". La chica de cabeza de chicle la sacudió por los hombros. "¡Deja de suspirar, maldita sea. O seré yo quien te vuelva a dar un golpe en tu lamentable rostro!"
"Joder, hazlo. No me importa."
"No te conocí así, Yuzu." Matsuri la miró con los ojos entrecerrados. "Eras tan diferente a como estás ahora. Cuando íbamos a la misma escuela, recuerdo que eras la más popular entre las chicas, ¡Mierda, hasta llegué a sentir celos por como todas querían contigo!"
"Teníamos 15, Matsuri. Déjalo ir, no volveré a ser la mujeriega que solía ser." Yuzu la miró con una expresión asqueada al tan solo recordar. "Esas chicas no eran más que unas cabezas huecas, sólo me querían por como me veía, nunca tuve un romance así como lo tuve con Mei". Las lágrimas nuevamente se hicieron presentes en sus ojos esmeraldas. "Mierda, la cagué Matsuri, nunca me va a perdonar por lo que hice, y todo por mis malditas inseguridades... Si tan solo no..."
Cayendo de nuevo, necesito un energizante.
Matsuri no dudó en abrazarla al ver como su mejor amiga se desahogaba entre sollozos.
"Si tan solo... Joder, si tan solo no fuéramos hermanastras..."
Sus ojos chocaron con los zafiros de Matsuri y fue ahí donde se desmoronó por completo. La pelirosa estaba en shock. Sabía que Yuzu amaba a Mei, pero no lo suficiente hasta que por fin lo entendió.
XXX
Al día siguiente Yuzu no se apareció por la Academia, para sorpresa de Harumin y Nene, quienes andaban buscándola en el receso.
"Qué demonios..." La castaña hizo un puchero mientras se cruzaba de brazos. "Creo que se desveló otra vez, me aseguraré de no comprarle tantos mangas, siento que le hago un daño."
Nene solo rió divertida. "Este día va a ser muy aburrido sin Yuzu-senpai."
"Sí..." Harumin concordó con ella mientras le daba un mordisco a su manzana. "Tal vez deberíamos reclutar a más Gyarus, ¿Qué te parece la idea?"
"No está nada mal, pero no es por nada..." La niña más joven hizo un ademán para que se acercase a ella como si fuera a contar un secreto. "Pero la mayoría de las chicas aquí son muy aburridas, además tienen un aura mezquino, y no lo entiendo. Las únicas amigas que tengo aquí son tú y Yuzu-senpai."
La castaña mayor negó con la cabeza y le dio una amable sonrisa. "Eres como yo; cuando tenía tu edad, pasé el mayor tiempo sola por culpa de Mitsuko. Ella como presidenta les daba tanto miedo a las demás estudiantes al punto de pensar que yo era igual de mala."
Nene hizo una mueca rara. "Que tontas, y nunca se dieron la oportunidad de conocerte."
Harumin asintió con un suspiro. "Sí. Pero todo cambió cuando llegó Yuzucchi, ella era más como yo en su primer día en la Academia, y sentí empatía por ella, era como una hermana menor."
"Jeje."
"¿Qué?"
"No es nada, sólo creí que dirías que te enamoraste de ella."
"Pff." Harumin la miró con una expresión en blanco. "Créeme, eso nunca pasará. Ella está enamorada de la presi y yo... bueno..."
"¿Y tú...?" Nene insistió.
"Yo..."
"Tú..."
"Bueno, todavía no ha llegado la persona indicada, eso es todo." Harumin disuadió con una sacudida de mano. "Hablando de la presi, ahí está."
"¡Oh!" Nene volteó. "¿Y si le preguntamos por qué no vino Yuzu-senpai?"
"Buena idea." Harumin rió dándole un suave empujón, "pero le preguntaré yo, eres muy miedosa para hablar con ella."
"Sí... me dejó con un trauma desde el primer día." Susurró un poco asustada, a lo que Harumin soltó una risa divertida.
"Aquí, presi!" Harumin sacudió una mano atrayendo la atención de la chica de cabello azabache, para sorpresa de la castaña mayor quien se percató en las pequeñas ojeras que tenía bajo sus ojos levemente hinchados. "Wow, presi..."
"¿Qué?", respondió secamente.
"¿Estás bien?" Intervino Nene con tono preocupado para sorpresa de Harumin.
Mei la miró indiferente, solo movió la cabeza en un asentimiento y se dirigió a la castaña más alta. "¿Sucede algo?"
"Yo... bueno, nosotras nos preguntábamos porqué Yuzucchi no asistió hoy. ¿Sabes por qué?"
"No", la expresión de Mei se volvió sombría y su voz... bueno, más fría de lo normal haciendo tiritar a las dos chicas. "Y tampoco me interesa, si eso era todo paso a retirarme."
Harumin y Nene quedaron desconcertadas ante su repentina respuesta, mirándose con varias preguntas por hacer.
Nene fue la primera.
"¿Qué acaba de pasar?" Murmuró sorprendida, "la presidenta nunca habla así, y menos si se trata de Yuzu-senpai."
"¡Lo sé!" Harumin respondió con el mismo tono. "Esto está raro, pero por como va el día, pienso que..."
"A lo mejor discutieron, pero por como estaban los ojos de la presidenta dudo que haya sido una discusión leve..."
"Eso era lo que iba a decir."
"Um." Nene se pasó una mano bajo la barbilla, pensando.
"Creo que... más tarde hablaré con Yuzucchi. Necesito saber qué es lo que pasó."
Nene asintió. "Yo también, bueno... espero no haya sido nada grave."
Ring...
Ring...
"Oh. Bueno, creo que es momento de volver a clases." La castaña más baja estiró los brazos mientras soltaba un bostezo. "Nos vemos luego, Harumin."
"Sí." Respondió la gyaru mayor con una leve sacudida de mano. "Nos vemos..."
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top