***Este capitulo contiene material delicado y bastante descriptivo favor de saltárselo guiño, guiño, guiño (es lo mismo pero narrado por ambas partes de Melanie y Estefan)***

MeLaNiE

Podría jurar que sus ojos se han vuelto negros por un instante, me sonríe desde el marco de la puerta de una manera muy insistente, no sé qué hacer los nervios me inundan, siento como pequeños toques eléctricos por todo mi cuerpo y un pequeño zoológico en mis entrañas ¿así se siente estar enamorada?

—¿te vas a quedar parado ahí toda la noche?— le digo y el solo me sonríe.

Camina hacia la cama y se sienta junto a mi.

—¿Puedo?— se relame los labios y me da un beso, nuestros labios bailan en un sincronía perfecta, introduce su lengua y muerde mi labio inferior, su mano baja delicadamente tomando mi cuello, acercándome más hacia él.

Jadeo, lo tomo de la nuca y acaricio su cabello. Sus manos viajan de mi cuello hacia mi espalda, acariciándola delicadamente, nos separamos y el me empuja hacia la cama caigo redondita, mientras se quita la camisa, yo comienzo quitarme los zapatos pero me detiene.

—Aun no, déjame hacerlo a mí— su voz suena ronca.

Toma mi blusa y me la quita lentamente, mientras deja pequeños besos en mi abdomen, subiendo por mis senos y terminando en mi cuello

Su mano viaja por mi cuerpo, acaricia mi espalda buscando el broche del sujetador, lo que el no sabe es que el broche está de frente. Tomo un leve suspiro, me separo de el por un momento y decido quitarme el suéter. El me mira atento, relame sus labios al verme, eso me hace sentir aún más deseada.

—Te ves jodidamente preciosa— su mirada de enfoca en mis pechos. Con una mano masajea mis senos y sin dudarlo su boca se dirige también.

 Gimo ante el contacto. —Estas deliciosa— el vuelve a besarme. Me recuesta sobre la cama y  comienza a quitarse la ropa, lo hace de una manera lenta como si disfrutara del momento. El queda solo en bóxer su miembro es bastante notorio.

—¿Me vas a seguir dejando esperando, Copper?.

—No seas tan desesperada Waldon— me toma de la cintura y quita con rapidez mis jeans. ha sido un poco brusco con esa acción. —Discúlpame, prometo ser mas delicado de ahora en adelante

 ¿porque se disculpa? Yo no quiero que sea delicado, yo quiero que me de con todo. Se coloca de rodillas, me jala por los pies delicadamente, y solo permanezco callada abre mis piernas y algo frio siento recorrer por mi feminidad, gimo ante el contacto.

Es sorprendente el hecho de "hare algunas cosas" de EsTeFaN es ponerme hielo  en la cuca.

No se lo que esta pasando, yo solo me encargo de disfrutar. Cuando siento su boca húmeda dentro de mi, tomo su cabello delicadamente acercándolo aun mas a mi, el se ríe y se levanta apresurado, me deja ahí acostada. Cuando regresa trae un lazo morado muy bonito.

—¿te pusiste lentes de contacto?— Sus ojos los trae bastante oscuros, me causa curiosidad el cambio.

El asiente con la mirada, me toma delicadamente y me acerca mas a la base de la cama, toma ambas manos y las amarra a los tubos arriba de mi, ¿en que momento esto se convirtió en las cincuenta sombras de EsTeFaN? 

—¿estas lista?— me pregunta, su sonrisa es bastante preciosa desde aquí abajo.

—Si— el me besa y se prepara, poniéndose el preservativo. Me toma de las caderas y entra de una manera muy rápida. al principio me duele un poco, creo que el lo nota porque comienza a moverse mas lento, puedo notar que sus ojos brillan, es en ese momento en el que comienza a moverse aun mas rápido, y con mas fuerza.

Sus gemidos son melodía para mis oídos, de repente sin previo viso el sale y me toma rápidamente de las caderas, yo entiendo lo que quiere hacer y coopero poniéndome en cuatro, creo que llegaremos al mismo tiempo y le atino pues el termina y yo también. el cae sobre mi y me abraza.

—Te amo— le digo mientras el me limpia.

—Yo también te amo— me dice y me abraza quedándonos dormidos abrazados y la cámara sigue grabando.

EsTeFaN

Al volver al cuarto puedo sentir sus nervios al mil por hora, me quedo parado admirando su belleza, es simplemente perfecta, podría estar aquí las horas y la eternidad completa mirándola y nunca me cansaría, renunciaría a mis poderes con tal de estar con ella ¿si se siente estar enamorado?

—¿te vas a quedar parado ahí toda la noche?— me toma un poco por sorpresa así que decido caminar hacia ella para sentarme a su lado.

—¿Puedo?— le digo, mientras no puedo soportar las ansias de hacerla mía, no me hago esperar más y tomo sus labios, la mordisqueo un poco y ella jadea ante la acción.

Una mano está en su cuello y con la otra la tomo de la cintura, ella me jala hacia ella por la nuca mientras me hace mimos en el cabello. Comienzo a acariciarla por debajo de la ropa, su espalda es poesía en mis manos. Busco el broche del sujetador pero no logro encontrarlo, parece que ella nota mi desesperación.

Se separa de mi sentándose en la cama, desliza su blusa por arriba de su cabeza y uala encuentro el broche, mi mirada se posa en sus ojos azules, es un deleite poder saborearla con la mirada.

—Te ves jodidamente preciosa— No puedo evitar quitar mi mirada de su precioso cuello, es el cuello mas precioso que he visto en mi vida, mi mano juguetea como un niño ansioso con su pecho izquierdo mientras que mi boca saborea el derecho. —Estas deliciosa-

La recuesto suavemente en la cama, mientras me quito la camisa y el pantalón quedando solo en bóxer, ella me pone al mil.

—¿Me vas a seguir dejando esperando, Copper?— ella es bastante desesperadita, sus manos juegan con sus preciosos senos, se ve tan vulnerable, tan mía

—No seas tan desesperada Waldon—La tomo fuertemente de su cadera y jalo con rudeza su pantalón, ella se sorprende asustada por mi movimiento, quiero hacerla sentir bien, no ser un jodido insensible  —Discúlpame, prometo ser mas delicado de ahora en adelante

Ella me observa confundida, me coloco en cuclillas, pero no me siento cómodo, así que decido tomar un cojín y ponerlo debajo de mis rodillas, abro sus piernas de par en par y tomo los hielos que previamente prepare y  comienzo a pasarlo por sus labios, su cuerpo se estremece al roce del hielo con su piel caliente, lo coloco  en mi boca. Hasta que se derrite .

Acerco mi rostro a su intimidad, besando cada parte de ella y absorbiendo esa parte delicada de ella haciéndola gemir, ella con sus delicadas manos toma mi cabello haciendo que mi rostro quede ms cerca de ella.

En  lo particular me gusta a mi tener el absoluto control, así que decido levantarme, hago parecer que me fui a la otra habitación pero realmente viaje a mi recamara para buscar mi lazo favorito, intento no tardar mucho ya que ella esta ahí sola.

Cuando regreso y la veo ahí tan vulnerable y sexy...

—¿te pusiste lentes de contacto?— Su pregunta interrumpe mis pensamientos, olvide por completo que mis poderes deben ser controlados, cuando me excito mucho sucede esto, se tornan negros, me limito a asentir con la mirada.

la levanto un poco hacia arriba tomando ambas manos comienzo a amarrarla con mi cinta

—¿estas lista?.

—Si— vuelvo a besarla, primeramente en los labios y luego un pequeño beso en la frente, me coloco el preservativo que por cierto es de mango y sin avisarle entro rápidamente en ella, ella gime muy despacito, me muevo lento, muy lento, pero no puedo controlarme, así que comienzo a hacerlo mas rápido  y fuerte, ella gime desesperada,  se que le gusta, cuando siento que es el momento la desamarro y con un movimiento rápido la volteo de modo que queda en cuatro.

Ambos  terminamos al mismo tiempo, caigo sobre ella pero intento no lastimarla, la abrazo y le doy un pequeño beso, extiendo la mano a la mesita que esta a un lado de la mesa y tomo tres klinex para poder limpiarla, mientras lo hago beso su abdomen y nalgas.

—te amo— ella me toma desprevenido y mis mejillas se sonrojan

—también te amo— nunca había sentido un sentimiento tan fuerte como ahora, ella es mi todo