EsTeFaN

EsTeFaN

Estaba tranquilamente comiendo mi sándwich cuando MelAnIe se acercó a mí y me hizo sentir que está jugando conmigo.

Y ahora mismo estoy dispuesto a todo, estoy besando a la chica más bonita del colegio, ¿acaso alguien sabe lo que es eso? ella me beso primero, estoy seguro que está jugando a algo y mi intuición nunca se equivoca veamos qué tan lejos quiere llegar.

Quiere jugar con el diablo, entonces que no tema incendiarse.

—Tú, ¿estás bien?— digo separándome de ella y tomándola por los hombros.

—Claramente lo estoy— dice meneando sus hermosos atributos. — ¿tu estas bien? Mira que te veo algo pálido cariño

¿Cariño? ¿Me ha llamado cariño? Esta chica está jugando muy enserio, tomando su papel.

—lo estoy, gracias por preocuparte— digo intentando descifrar ese extraño comportamiento.

—bueno dejado esto a un lado, quería sabes si...— la interrumpo bruscamente, y obviamente enojado por la situación.

—ya sabía yo, es la tarea ¿verdad? Mira MeLaNiE ya te lo había dicho no, pienso volver a hacer tus deberes okey—digo para final mente levantarme para ir a mi clase, no aguantaría más otra humillación de mElAnIe.

Ella solo me mira alejarme, ni siquiera decido voltear para mirarla, estoy harto de que solo me moleste y se aproveche de mi "inocencia" no más, eso se acaba ahora.

Solo necesito que se acerque lo suficientemente más a mí para tomarla.

Me topo con Laura y Noah, ellos me miran y se cuchichean cosas mientras ríen, a su lado esta Clara White una chica igual a mí.

—¿Qué miras rEtRaSaDo?— Laura me avienta una cáscara de naranja y Clara la regaña.

Pobre, tiene que aguantar a ese par de tarados, cuando bien podría valerse por sí misma.

—Estefan cariñitoo— Vanessa Young grita mi nombre

¿Qué rayos está pasando? Que todas las baratas imitaciones de las plásticas me están hablando.

Hago caso omiso a su llamado y sigo caminando.

Desde niño he escuchado demasiadas voces, ciento energías salir y entrar a mi cuerpo, cuando deseo algo lo obtengo, cuando quería estar en un lugar, al abrir cualquier puerta, me encontraba allí.

Mi madre dijo que era un don de Dios, mi hermano no lo tomo igual y se volvió malo, mi hermana aprende a controlarlo, pero en mi caso, no sé si sea bueno o malo, yo no lo pedí, no lo deseo.

Pero si puede ayudarme a deshacerme de las víboras al llegar a mi casa, más que nada decidido a invocar a mi otro yo, quisiera no hacerlo pero las voces en mi cabeza me exigen venganza.

Es momento de la revancha, por el poder que me concierne al llegar a casa saco mis utensilios de venganza.

Cuando estoy por finalizar el ritual me llega un mensaje.

Es momento del momento, el único fallo es que Gamrel reclama su alma y a él le encanta jugar, veamos que tal sale esto.

Espero no sea una broma porque por primera vez después de mucho tiempo estoy arreglado, para la ocasión.

Y he de admitir que me veo irresistible.

mElAnIe

Sé que puedo verme muy desesperada por llegar 10 minutos antes, pero mientras más rápido se lleve a cabo mi plan malévolo más fácil me desapareceré de la vida del ReTrAsAdO de EsTeFaN.

Aparte en corea mientras más temprano llegues mejor es el interés hacia determinadas personas.

Me cito en la cafetería al otro lado de la ciudad y me beneficia a mi porque mi amado Anthony no me vera con él, ni ninguno de mis amigos, espero esto sea fácil de lo contrario voy a llorar, quiero ganar la apuesta para comprarle a mi amado un lindo regalo.

No es que no tenga dinero, pero me encanta siempre estar en primer lugar y ganarles a las demás, soy muy competitiva con mi deber.

Elijo una mesa de afuera y espero a que él llegue para pedir algo, a lo lejos veo a un chico bastante agradable trae traje y un lindo peinado alborotado, uff si Anthony no existiera yo me tiraría a ese bombón.

¡Madre mía Willy! es EstEfAn, mientras más se ha acercado a mi lo pude notar, pero que rayos ha hecho con el rArO que yo veo todo el tiempo, pasa a la cafetería sonriéndole a la mesera que lo mira como si fuera el ultimo bolso chanel que está a la venta con descuento de setenta por ciento, no puedo creer que se vea tan bien, ósea es que si ustedes lo vieran verían lo bien que se ve.

—Hola— me levanto de mi asiento para recibirlo.

— siéntate, ¿ya pediste?— me dice sin mirarme.

Un momento...

¿Él no me está mirando? ha pasado los últimos 15 años mirándome y hoy, ni siquiera se digna a mirarme.

—¿Te sientes bien?— le digo esperando que solucione mi duda.

—Claro— me sonríe — ¿porque no debería estarlo?— dice llamando a la mesera y pidiendo por ambos

—Te ves muy bien— digo sonriéndole.—¿Por qué no te arreglas así para la escuela?.

—No me apetece— dice sin mirarme.

Vaya el RaRiTo quiere ponerse difícil conmigo ¿no? Acaso no se da cuenta que su sueño ha sido cumplido, ósea está aquí y ahora conmigo, lo que supongo que cualquier chico de nuestro instituto desearía.

Soy la chica más deseada, admito que no soy muy bonita, puesto que lo importante supongo es el interior y yo soy una bruja, así que no me considero atractiva en ese ámbito, pero...

—¿Qué piensas? no piensas pedir nada— dice llamando al mesero.

—solo una malteada y donas— me mira esperando que diga algo, pero no sé qué decir. —¿Por favor?— retira su mirada para dirigirse al mesero y pedir nuestra orden.

—bien y ¿para que querías que nos viéramos?— dice tomando una galleta. —Como comprenderás tengo muchas tareas y cosas muy importantes por terminar, así que por favor habla rápido—

—Solo quería pasar un tiempo agradable contigo— agacho la mirada para parecer inocente, siempre me funciona y sé que funcionara con él.

—No te creo— dice tomando un sorbo de café. —Siempre haces lo mismo— me mira directo a los ojos, y eso me hace romper el llanto, falso obviamente.

— De verdad me arrepiento mucho de haberte tratado mal— lo miro con mis lagrimitas de cocodrilo, esperando parecer convincente. —Deseo una amistad contigo— digo tomando su mano.

—Deja tu llanto para el que te crea— me mira desafiante y suelta mi mano —porque yo no, tienes que demostrarlo, demuéstrame en la escuela, en la calle, con tus amigos y te creeré— se levanta y saca de su mochila dinero, lo avienta sobre la mesa y se marcha