Capítulo XXXIII
Ayuki sintió que su corazón se rompía en mil pedazos al ver que los ojos de John se perdían y que su brillo desaparecía, su mano resbaló por su mejilla y cayó al suelo, mas al instante la chica la volvió a coger y a poner en su mejilla. ¿Qué haría ahora que la persona que mas amaba en éste mundo había muerto? ¿Qué razones había de seguir viviendo si John no estaba con ella como le prometió? Se sentía sola, sola y perdida.
-John... Despierta...- Susurró la chica apretando su mano pensando que así el muchacho quizá despertara. -John, vamos... No tiene gracia- Volvió a decir. Trataba de convencerse a sí misma de que no estaba muerto, de que no había podido morir, no así. -¡John, por favor! ¡Lo prometiste!
Akuma volvió en sí, escuchó los llantos de su hija, suplicándole al cadáver del joven muchacho que no la dejara sola. No soportaba escuchar esos gritos desgarradores, y lo peor de todo es que había sido su culpa. Susan le había convencido de que no les separara, Ayuki estaba completamente enamorada, y jamás le perdonaría si John muriera.
-¡No, no quiero! ¡John, por favor!- Akuma se levantó del suelo y caminó hacia su hija, quien abrazaba el cadáver como si su vida dependiera de ello. Ayuki se apartó de su padre y le miró con desprecio. -Si tratas de lastimarle te mataré - Le amenazó la muchacha más segura que nunca. Akuma suspiró.
-No voy a hacerle daño, hija. Voy a dejar que viva...- Susurró el demonio. Ayuki desconfió, ¿Por qué confiar en alguien que había tratado de asesinar a John? Sin embargo, no quería que John muriera, de modo que soltó al chico y lo volvió a recostar en el suelo. Akuma se puso de rodillas al lado del cadáver sintiendo la seria y penetrante mirada de Ayuki, ésta tenía en su mano izquierda un fragmento de cristal, el mismo con el que John le había cortado las alas, dispuesta a apuñalar a su propio padre si dañaba a John. -Eso no te servirá para matarme.
-Me basta con saber que te haré daño- Contestó rápidamente Ayuki. Akuma se sorprendió un poco al ver el cambio radical que su hija había experimentado al ver a el humano morir delante de ella. Miró los ojos del chico muerto, desorbitados y sin brillo. Puso la mano derecha en el pecho del chico, del cual una luz verde. Las heridas sanaron al instante.
-¿Qué le has hecho?- Preguntó Ayuki aún desconfiada.
-Curacion completa, os llevaré a casa- Sin esperar respuesta de su hija, quien estaba por hablar, Akuma llevó a los dos muchachos a donde los encontró.
-Uhg... ¿Qué ha pasado?- Ayuki se alegró al escuchar aquella voz, John había conseguido despertar.
-¡John! - Ayuki le abrazó rápidamente, el muchacho correspondió su abrazo.
-No has respondido mi pregunta, Ayuki- Insistió el chico. Ayuki sonrió y negó con la cabeza decidiendo no darle importancia.
-No es nada, estás bien y eso es lo único que importa- El chico sonrió con un leve rubor en sus mejillas, acarició el rostro de la muchacha con una de sus manos y acercó sus labios a los suyos, besándola lentamente. Por fin todo había terminado.
-----------------------------------------------------------------
Ufff... Como me alegra haberla terminado.
¿Os engañé? Todo formaba parte de mi plan malvado >:3
Bueno, este era el último capítulo, ojalá os haya gustado :D
Sayomara~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top