-Me dijo que debía volver sobre mis pasos- Dijo Akyuki sentada en la cama de la habitación de John.

-A mi me dijo que debía buscar al hombre de dos rostros...- Dijo John con la mirada puesta en el suelo. Pensativo y tratando de buscarle significado a aquellas dos frases.

Si Ayuki debía regresar sobre sus pasos, seguramente debía ser al circo, mas aún no encontraba significado a lo de "busca al hombre de dos rostros". Era extraño. Además, no podían regresar al circo, podrían volver a llevarse a Ayuki y seguramente la tratarían peor que antes.

-Habrá que regresar al circo- Espetó John parándose frente a la joven de cuernos rojos, la cual abrió sus ojos como platos y formó una cara de susto -Tal vez eso pueda llevarnos hasta donde la coz nos quiere llevar y... tal vez encontrar alguna pista sobre el paradero de tus padres.

-Pero...- Trató de decir Ayuki. -¿Y si me descubren? Tengo miedo...- A John se le ocurrió una idea de repente. De modo que guió a Ayuki hasta el baño que había en la planta alta y de un cajón sacó un estuche lleno de maquillaje. -¿Qué es eso?- Preguntó la chica de ojos esmeraldas, extrañada.

-Se llama maquillaje- Respondió el muchacho abriendo el estuche. -¿Nunca has visto a los del circo pintarse antes de salir al escenario?- Ayuki respondió asintiendo. -Bien, pues esto es lo mismo. Voy a maquillarse para que no te reconozcan.

Ayuki se impresionó con la idea que John había tenido, mas no le pareció mala y decidió dejarle seguir con su plan. Él le pidió que se sentara en una silla de madera que había cerca y empezó a echarle colorete por toda la cara para darle color y que no se le notara el color grisáceo de su piel. Luego, le dio ropa de abrigo para que se pudiera ocultar el resto de la piel y la cola, le dio una gorra para ocultar sus cuernos y salieron disimuladamente a la calle.

-El corazón me late muy rápido, John...- Susurró Ayuki agarrando al muchacho del brazo.

-No te preocupes, todo estará bien- Respondió el joven de cabello negro, tratando de tranquilizarla. Al llegar a su destino, un hombre alto, vestido con un ridículo traje de payaso. Tanto Ayuki como John se pusieron tensos al notar su mirada de reojo.

-¿En qué puedo ayudaros?- Preguntó el hombre vestido de payaso forzando una sonrisa y poniendo voz animada. Troy tragó saliva y se puso firme ante aquel hombre.

-Queremos pasar a ver la función- Respondió el ojos cafés. El hombre disfrazado de payaso accedió a darles las entradas a cambio de una cantidad de dinero. Pasaron a dentro de la carpa y vieron que estaba lleno de gente. De modo que les fue fácil burlar a otros payasos que habían por allí y entrar en los camerinos.

-John...- Susurró Ayuki tirando de la manga de su abrigo.

-¿Qué pasa?- Pregunto él girándose a verla. Se sorprendió al ver que se escuchaban pasos en el pasillo y, desesperadamente John abrió una puerta cualquiera y se metieron dentro para no ser vistos.