Cap. 8

Nueva vida.

- Waylon....

Esa voz, ya la había oído antes ¿Por qué aparecía ahora?

- Waylon despierta....

¿Despertar? Se supone que ya lo estaba.

-¿Cuánto tiempo va estar así?

- Como unos tres días más.

- Entiendo.

¿Por qué seguía teniendo está imagen? ¿Por qué no podía moverse correspondiente? ¿Qué estaba ocurriendo?

¿¡Por qué a él!?

Desesperado, los ojos de Waylon se abrieron como platos. Había tenido una pesadilla, pero se sintió tan real desde de punto de vista.
Miro a su alrededor y se percató que ya no estaba en su camerino, sino en una habitación grande con las paredes pintadas de blanco.

- Ah, es verdad...ayer en la noche me escape con Eddie.

Acomodó unos cuantos cabellos desordenados y restregó sus ojos, aún tenía un poco de sueño pero tenía que levantarse ya. Apartó las suaves sábanas y se paró de la cama, templo ligeramente a causa de frío, no entendía porque en las mañanas tenía que hacer frío siempre.
Se coloco un abrigo y salió del cuarto.

Aún se le hacía irreal todo lo que estaba ocurriendo, Waylon nunca creyó que era capaz de hacer algo así, podía darse por muerto gracias a esto. Pero sabía que valdría la pena después, no sufriría durante un tiempo.
Sin embargo, algo se le hacía curioso en cuanto a todo esto, todo lo que estaba viendo en la casa Eddie se le hacía familiar, como si lo hubiera "soñado" antes.

Tal vez eran alucinaciones suyas, pero de verdad tenía esa sensación de haber visto esa casa antes. Ignoró ese pensamiento y continúo su camino.
Pronto un rico aroma inundó su nariz por lo que no dudó en seguirlo, su estómago comenzó a gruñir por culpa del aroma ¿Hace cuánto Waylon comió algo que tuviera un olor delicioso?

La noche anterior, Eddie le había llevado un gran plato de comida casera, Waylon no sabía que era bueno cocinando pues en cuanto lo probó casi muere por lo rico que era.
Podría acostumbrarse a ello.

Una vez llegó a la cocina logro ver que Eddie estaba allí preparando el desayuno, sonrió dulcemente y se acerco a él.

- Buenos días Eddie

- Oh! Buenos días darling ¿Qué tal dormiste?

- Muy bien, cai como una piedra.

- Me alegra que hayas descansado bien, estoy preparando el desayuno así que toma haciendo, estará pronto.

- De acuerdo~

Waylon obedeció a lo que Eddie le dijo y tomo asiento en la mesa, veía todo lo que hacia y cada movimiento que realizaba, a pesar de ser hombre bastante varonil tenía un toque delicado en las cosas que hacía, eso le gustaba mucho.

El aroma de la comida se hacía cada vez más intenso y ya se le estaba haciendo agua a la boca con eso, ya quería volver a probar la comida casera de Eddie.

Luego de unos minutos el desayuno fue servido.

- Aquí tienes Darling, espero que te guste mucho.

- Si me gustó la cena que preparaste ayer estoy segura que también me gustará esta.- dijo con una sonrisa dulce.

Eddie sonrió de la misma manera al escuchar lo que dijo, todavía recuerda los halagos que le había dicho la noche anterior cuando cenaban, su corazón latía tan rápido que podía apostar que saldría de su pecho en un parpadeo, su darling sabía como hacerlo sentir bien.

El desayuno transcurrió con normalidad, ambos compartían varios temas y de vez en cuando soltaban una que otra carcajada por ello, Eddie no paraba de contarle anécdotas divertidas, algunas eran propias y otras eran parte de lo que había compartido con su amigo Chris.
Había uno en particular, ambos cuando eran niños habían ido a pasar vacaciones con sus familiares a una granja muy bonito, fue realmente encantador pasar un mes entero fuera de la ciudad.
Eddie recordaba que ese día Chris y él habían ido a jugar un rato, pero uno de los que ayudaban en la granja soltó a los cerdos para que comieran la malesa que había en los sembradíos, Chris vio a un cerdo pequeño y tierno, sus ojos brillaron por el encanto. Litter Big grito Walker y entonces comenzó a perseguirlo con todas sus fuerzas.
Eddie no dudó en correr tras él, sin embargo se detuvo en el momento que vio a su amigo caer en un hoyo con todo y cerdo.

Era un recuerdo que siempre conservaría en su memoria así como los demás.

Waylon no paraba de reír o de hacer comentarios lindos sobre sus anécdotas, aunque también demostraba su disgusto sobre otros momentos que había vivido. Era una fortuna que Waylon por ahora estuviera de acuerdo con Eddie en cuanto a momentos vividos.

- Darling, no me has contado una anécdota o algo que haya pasado en tu vida, entonces me estaba preguntando... ¿Qué hacías antes? Cuando no estabas en el circo.

Waylon se puso a pesar sobre su pregunta, no recordaba que hacía antes de llegar al circo, sus recuerdos eran borrosos pero había uno que otro que si era claro, pero esos eran del circo.

- No tengo muchas anécdotas que contar, recuerdo que vivía con una chica que tenía dos adorables niños, uno de ellos se parecía mucho a mi... O bueno, eso era lo que me decía la muchacha.

Soltó una pequeña risa cuando llegó algo a su cabeza.

- Recuerdo que un día llegaron a casa con una caja llena de ranas, afortunadamente no eran venenosas, todas ellas eran de colores muy llamativos y de vez en cuando tomaba una en mi mano. Ese día la muchacha sin querer tiró la caja al suelo y todas las ranas saltaron por toda la casa, la pobre se paró en la mesa y comenzó a gritar como si hubiera visto algo horrible. Los niños y yo cazamos a las ranas y las devolvimos a su caja.
Fue gracioso y más por la cara de horror de la joven.

- Pobre muchacha, pero admito que fue gracioso.

- Lo fue.

- Cuéntame más anécdotas tuyas Darling, quiero saber más.

Waylon pensó un poco en que contarle, no recordaba muchas cosas lindas que haya vivido y los recuerdos relacionados con aquella mujer y los niños eran un poco borrosos.
Sin embargo, después de mucho pensar algo llegó a su mente.

- Un día, de pronto me di cuenta que veía el futuro, estaba lleno de dolor y sufrimiento, insultos y maltratos que estaba asustada incluso antes de que ocurriera, así sabiendo lo que me pasaría no pude hacer nada.

El silencio tomo control del lugar, lo que había dicho Waylon había sido muy extraño e inquietante.
Desde luego que Eddie no creyó mucho en eso.

Luego de unos minutos Waylon se levantó de su lugar y tomo los platos los vacíos.

- Ya has hecho mucho por mi, yo voy a lavar los platos ahora.

Waylon se fue al fregadero siendo seguido por los ojos azules de Eddie, su darling era realmente extraña y lo que dijo le había dejado confundido.
Eddie pensó un poco sobre ello y llego a la conclusión de que su Darling estaba alterada todavía, quizá la vida en aquel circo no había sido para nada linda, eso debió haber causado su comentario.

De todos modos, Eddie no podía dejar de pensar en ello, se había quedado con esa espina.

Eddie sentía algo extraño, algo relacionado con su darling.
Una sensación que desprendía asombro, enojo, arrepentimiento...
Y lo peor era que no tomaría mucho tiempo para que llegará eso que tenía que suceder.

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Miau~, se que no es uno de mis mejores capítulos, admito que hace falta algo.
Pero no sé preocupen! Llegará el capítulo que yo creo es el más bueno de todos (bueno eso pienso yo)

En fin ¿Qué creen ustedes que ocurra? ¿De qué se trata esa sensación que tiene Eddie y le hace tener varios sentimientos mezclados?

Eso lo sabrán más adelante.
Espero les haya gustado y nos vemos en el siguiente capítulo.

Sayonnara~

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