Cap. 7
Nuevo hogar.
El viaje de regreso había sido un caos.
Miles no podía estar quieto ni un minuto, quería morder a todos menos a Waylon quien lograba distraerlo y así calmarlo un poco.
Eddie por otro lado se ponía celoso, ya que Waylon estaba prestando atención únicamente a Miles. Chris agradecía eso, pues si no fuera por ella ya todos estarían en el hospital recibiendo atención urgente y seguro que Miles ya se habría comido a los doctores y pacientes que estaban allí.
Lo positivo de la situación era que no había durado mucho el viaje.
Chris estacionó el auto frente al departamento de Eddie, ya era momento de que Waylon conociera su nuevo hogar.
- Gracias por todo panzón.
- De nada galán, sabes que estoy para ti como siempre.
- Lo se, aún así gracias.
-No es nada ¡Ah! Y gracias niña, por calmar a Miles durante el camino.
Waylon sonrió levemente y miro a su amigo dormir en el asiento trasero del auto, había sido buena idea jugar un rato para que se cansara y así pudiera dormir.
-¿Podré...visitarlo?
-¡Claro que puedes! Solo avísenme con tiempo para que pueda ordenar mi casa y sea digna de ustedes.-saca un suspiro agotado.
Eddie y Waylon se despidieron de él después de dicha conversación, no cabía duda que era un tipo agradable aunque un poco loco. Ahora Waylon comprendía en parte porque ambos eran tan buenos amigos.
- Ya hace frío, entremos a la casa.
-¿Eh?... V-vale.
Eddie tomó con suavidad los hombros de Waylon y lo guío al interior del departamento.
El lugar donde vivía Eddie sin duda era precioso, bastante amplio y acogedor. Podía apostar que era más grande que el mismo circo donde trabajaba, aunque eso ya sería exagerado.
-¿Qué te parece mi hogar darling?- pregunto esperando que Waylon estuviera cómodo en su casa.
Por su parte, Waylon continuaba viendo con maravilla cada rincón de la casa de Eddie, tenía un diseño sencillo y parecía querer dar un aire hogareño agradable, y vaya que lo había conseguido.
- Es...muy bonito y espacioso, nunca había visto algo así antes, me gusta.
- Oh Darling~ me alegra oír eso de ti, ven, estoy emocionado por mostrarte tu habitación, lo preparé yo mismo- dijo tomando su mano con delicadeza y lo llevo a su nuevo cuarto.
Waylon correspondió a su agarre tímidamente, le parecía lindo que Eddie se preocupara por su comodidad, a pesar de que apenas se estaban conociendo.
Eddie lo llevo a la habitación que le había preparado, esperaba con ansias que le encantará, había tenido que ver un catálogo de decoración para esta, aunque al final no contó ninguna de estas ideas y utilizó su idea propia.
Subieron las escaleras y doblaron hacia el pasillo, había varios cuartos, retratos y otras decoraciones. Waylon no paraba de maravillarse de esa casa, parecía ser sacado de un libro de fantasía.
Eddie se detuvo frente a una puerta pintada de blanco y la abrió, se colocó a un lado para que Waylon pasará primero.
- Pasa, espero te guste darling~.
Haciendo caso a lo que le decía, Waylon entro en la habitación.
Al verlo sus ojos brillaron como nunca, Eddie tenía un increíble gusto en cuanto a la diseño de habitaciones. Las paredes estaban pintadas de blanco que hacía que todo el lugar tuviera un ambiente agradable y vida, para Waylon era complicado describirlo pero eso es lo que creía, había un armario bastante amplio de manera fina, un tocador con un espejo muy bonito, había por par de cajones en el para que pudiera guardar sus joyas y maquillaje, incluso la habitación tenía un baño muy grande incluído, tenía un librero, una ventana extensa con terraza, un par de estantes, un escritorio y algunos cuadros de paisajes como decoración.
- Aún no conozco tus gustos, solo se que el blanco quedaría genial en tu habitación, por que como ese color, tu también eres pura y hermosa darling.
Waylon ya había oído en algún momento de su vida eso, no tal cual lo dijo Eddie, pero si escucho que el color blanco significaba pureza, aunque en culturas orientales tenía relación con la muerte y los rituales funerarios, de todas formas, las palabras de Eddie hicieron que se sonrojara.
A Waylon nunca le habían dicho algo tan bonito como eso, a lo igual que Miles lo trataban como una cosa, como un objeto de entretenimiento, nunca le dijeron nada de que era hermosa o que el color blanco le quedaba bien, absolutamente nada.
-¿Te gusta? Sabía que por ahora querías un espacio para ti, ya que apenas nos estamos conociendo. Pero creeme, en algún futuro no solo compartiremos la casa, también anhelo que compartir mi cama y el resto de mi vida contigo.- Dijo tomando las manos contrarias y plantando suaves besos en ellas.
Las mejillas de Waylon ya no podían estar más rojas, las palabras de Eddie la tomaron desprevenida, aún era pronto para pensar en esas cosas y más cuando no se conocían del todo.
- ¡Me encanta! Es muy acogedora, amplia y limpia, es muy bonita.... Aunque creo que es muy pronto pensar en eso ¿No crees?- respondió con un tono tímido ¿Por qué reaccionaba de esa manera a los comentarios del contrario?
Eddie asintió.
- Si, me disculpó por mi atrevimiento, es inevitable decir lo que sale de mi corazón en voz alta.
Aún con sus mejillas rojas, Waylon sonrió hacia Eddie, aquel hombre parecía un grandulon hecho de azúcar. Deseaba que hubiera más hombres así como él, aunque fueran pocos pero que los hubiera.
- Bueno, tu acomodate con calma, yo voy a traer algo delicioso para cenar.
- Esta bien.
Dicho eso Eddie se marcho a traerle algo delicioso de comer, la iba a consentir por un tiempo, ya después dejaría que ella se ocupará de las labores de la casa.
Mientras tanto, Waylon exploró un poco más la habitación que Eddie le había dado. De verdad no podía creer que ese tipo de cosas existieran, había vivido casi siempre en un camerino mal acondicionado, con muebles destrozados y una cama muy incomoda hecha de puras tablas y sábanas sucias, por mucho que el quisiera lavar sus ropas y las sábanas que utilizaba, simplemente no se lo permitían, todo tenía que hacerlo a escondidas.
Pero todo era distinto, Waylon ya tenía más libertad para hacer sus cosas, aunque todavía tenía un poco de miedo de eso, le pediría permiso a Eddie para permitirle hacer eso.
Por lo mientras, observó con detenimiento su nuevo cuarto, en el escritorio había varios lápices, bolígrafos y hojas blancas, y alguno que otro libro de historias fantásticas. La cama era muy esponjosa, casi similar a una nube, el baño estaba limpió y contaba con un gran tamaño, había una tina y una regadera también, en el circo no había nada como eso, si querías bañarte debía de ser con ayuda de un balde. En el momento en Waylon abrió el armario se sorprendió, en vez de que este estuviera vacío, ya había ropa en ella. Waylon comenzó a sacar varios vestidos, todos eran de colores suaves y en su mayoría todos le llegaban a la rodilla o abajo de esta, también ya tenía prendas para dormir, había camisones y pijamas completas bastante bonitas. Si vida realmente cambiaría apartir de ahora.
Mientras tanto.
Chris estacionó su auto frente a su casa, su querido Miles continuaba durmiendo pacíficamente y gruñendo con levedad, la imagen le parecía encantadora desde el punto de vista de Walker. Teniendo mucho cuidado de no despertarlo lentamente lo tomó entre sus brazos, Miles gruñó un poco ante la ligera sacudida, pero no logro despertarlo.
La sonrisa de Chris era de alivio al conseguir que el contrario no se despertara, pero está cambió cuando sintió algo clavarse en su brazo, Miles le había mordido.
Chris volvió sus ojos al moreno para verificar si estaba despierto, lo que provocó que se sorprendiera más. Miles seguía durmiendo con calma, soñando que era cargado por una enorme chuleta de cerdo. El dolor que ocasionaba aquella mordida era bastante fuerte, pero Chris podía soportarlo, ya había pasado por cosas peores antes.
Tratando de no sacudirlo tanto lo llevo hasta si habitación, dejaría que durmiera en su cama mientras que le acondicionaba una habitación para él solo.
Como pudo abrió la puerta de su habitación y entro en ella, estaba horriblemente desordenada, ropa dispersada por todos lados, revistas y algunos libros tirados por doquier, parecía como si un tornado hubiera pasado por allí y acabará destrozando todo a su paso.
Depósito cuidadosamente a Miles en la cama, este soltó unos cuantos gruñidos por el movimiento pero no paso de que se despertara, seguía durmiendo como si nada.
Chris lo miro por un momento, contemplando la hermosa imagen del contrario, realmente era como un pequeño cachorro y más por como se había acomodado en la cama.
Al final tuvo que marcharse para curar la herida de su brazo, tomo un botiquín que había a en su mesa de noche y saco un par de cosas para tratar la herida de su brazo. En el instante que pasó el algodón con alcohol en su herida, está comenzó a arder terriblemente, Chris no entendía ni siquiera porque se quejaba tanto, ya había recibido disparos y cuchilladas antes y se quejaba por una enorme mordida en su brazo ¿Qué pasaba con eso?
Bueno, Chris no podía negar que era una mordida profunda.
Luego de curar su brazo y venderlo se detuvo a pensar un poco, Eddie y Chris se habían metido en un embrollo bastante grande, ambos habían "secuestrado" dos atracciones de un circo clandestino y estaba seguro que los dueños de dicho lugar les iban a dar caza en el momento que se dieran cuenta que Waylon y Miles no están en el circo.
Chris tuvo un mal presentimiento sobre ello, nunca fue una persona que creyera en los mal augurio de una corazonada, Chris creía que se estaba haciendo ideas locas, aunque tampoco podía negar que estaban en problemas, eso era realmente.
Sacando un suspiro, ignoro los pensamientos negativos que había en su mente y se dedicó mejor a ver a su pequeño Miles.
Las cosas que el contrario había vivido habían sido pesadas a lo largo del tiempo, paso una "transformación" dolorosa y provocó esa conducta en él, como la de un animal salvaje.
Chris se preguntaba así mismo si algún día descubriría que es lo que le ocurrió a Miles, si antes había sido alguien normal como cualquier otro o si había sido abandono y después criado por animales salvajes. Solo esperaba darle una mejor vida a su querido cachorro Miles. Con esto en mente, se dirigió a su cama y cayó en un profundo sueño.
Pero en otro lugar.
Un hombre bien vestido estaba dirigiéndose a un camerino en especial, llevaba consigo un enorme ramo de rosas blancas y una caja de dulces, quería disculparse por lo que había pasado después de la preservación anterior, había sido un completo idiota por darle una bofetada y luego gritarle muchas cosas hirientes.
Una vez frente a la puerta del camerino respiró profundamente y llamo a la puerta.
- Waylon...¿Pequeña estás allí?
No hubo respuesta.
- Escucha, se que fui un completo idiota, no debí pegarte ni mucho menos gritarte cosas tan feas, pero tú sabes como es este negocio, todos ustedes deben ser obedientes de lo contrario serán castigados o "borrados", entiendo si no quieres perdonarme ahora, está bien si es mañana o después del show, solo dame la fortuna de verte y darte estos regalos. Vamos Waylon~ no me hagas esperar~
No hubo respuesta.
Su paciencia se estaba terminando.
- Hija de puta.
Tomo del bolsillo de su pantalón unas cuantas llaves, pero al final tomo una que tenía la forma de un corazón, sin perder más tiempo abrió la puerta del camerino dispuesto a reclamarle a Waylon por no responderle.
Pero su respiración se cortó cuando vio que el camerino estaba vacío, no podía creer que eso fuera posible.
Tirando los regalos fue corriendo hasta la jaula donde dormía Miles, si Waylon no estaba en su camerino, entonces se encontraría con su amigo pulgoso. Sin embargo consiguió el mismo resultado, no estaba tampoco.
Pronto comenzó a desesperarse al no encontrar a ninguno, estaba seguro que habían escapado ambos, no había duda en ello.
En cuanto los encontrará los haría pagar.
Jeremy está muy enojado ahora.
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Ok~ sus oraciones sirvieron, supongo.
En fin espero les haya gustado este capítulo.
Nos vemos hasta la próxima.
Sayonnara~.
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