Q U A T R E

Notó como poco a poco el lugar se iba iluminando por alguna extraña razón. Pero, de nuevo, no le dió importancia.

—Ven, vamos a sentarnos—Dijo la chica tomando su mano.

A partir de ese instante ya no podía controlar los latidos de su corazón.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top